martes, 22 de marzo de 2016

Dolor y Emociones: Dime que te duele y te diré que necesitas perdonar

Para vivir plenamente, debemos aprender a escuchar lo que dice nuestro cuerpo. 
La primera vez que me percaté de ello fue al leer el espectacular libro de Louise L. “Sana tu vida”, luego, fui descubriendo que en diferentes filosofías y tendencias sobre el pensamiento y crecimientos personal y espiritual -como la metafísica, la programación neurolingüística, terapia gestalt, pranic healing, reiki, bioenergía y hasta en el yoga- se explica que, aun cuando en algunos casos las enfermedades se deben a un gen, la mayoría de las personas sufren y padecen males porque, acumulan resentimientos, odio, cólera, furia, viven aferrados al pasado y a las ideas del pasado, cargan cólera, odio, tristeza, viven para complacer a los demás o según los patrones establecidos como correctos, no se aceptan a sí mismos y carecen de amor propio de manera incondicional, cargan sentimientos de culpa, frustraciones, resentimientos y demás emociones que surgen a través de los pensamientos que no controlan y que llega un momento en el que el cuerpo dice, pues esto tiene que salir por algún lado y es a través de cantidad de síntomas o enfermedades, que no es más que el cuerpo hablando, porque aunque un médico nos revise y nos medique hay padecimientos que se prolongan y en buena parte puede deberse a que hay que ir a la raíz de lo que está provocando el mal para poder erradicarlo.

Todos creamos nuestras experiencias a través de los pensamientos que decidimos hacer nuestros y a través de estos surgen los sentimientos que nos llevan a las acciones y de ahí a los resultados. Solo que muchas veces, al negarnos a que esto es así de simple como te lo digo, negamos nuestro poder culpando a otros de nuestras frustraciones. De hecho nuestra vida no es más que un reflejo de nuestro estado mental; si en nuestra mente hay paz, armonía y equilibrio, entonces nuestras vidas pueden solamente ser armoniosas, pacíficas y equilibradas. Y si tenemos pensamientos negativos ya sabemos qué es lo que pasa.

Nuestro cuerpo es sabio y habla, por eso hay que aprender a escuchar qué es lo que nos quiere decir, para, desde ahí, ir a la situación que nos genera malestar sanarla y vivir sin hacernos tanto daño.

Muchas veces el cuerpo grita lo que la boca calla, y entonces la cosa estalla en situaciones nada agradables. Afortunadamente, cantidad de tendencias y hasta estudios médicos han confirmado que podemos prevenir o bien, sanar, si identificación la situación que ocurrió en el paso o los sentimientos que cargamos y que no nos permiten avanzar.

De acuerdo a la parte del cuerpo donde se presenta el signo, habrá una explicación emocional para el mismo. Quienes han estudiado el tema por años, afirman, ya que estoy convencido de que te vas a identificar con alguna de las causas:

Por ejemplo muchas veces una gripe representa lágrimas no lloradas o reprimidas y éstas buscan salir por donde sea; mientras que si te duele la garganta, es porque tienes cosas pendientes de decir, no eres capaz de comunicar tus aflicciones. El cuello representa tu flexibilidad como persona; el dolor en los tobillos, el avance o la resistencia que tienes ante la vida.

Quienes usan gafas o tienen problemas para escuchar es porque cosas que ven o escuchan que no les son agradables. Los problemas estomacales hablan de la convivencia y además la habilidad para digerir las situaciones.

Otra parte del cuerpo que recibe muchas de nuestras emociones es la espalda. Según los expertos, las molestias en la espalda baja usualmente reflejan preocupaciones económicas o sensación de falta de apoyo, la espalda alta cuando presenta molestias nos dice que estamos cargando cosas que no nos corresponden.

Más ejemplos: se dice que si tienes problemas con tus muslos es relacionado con lo que los demás esperan de ti o lo que crees que esperan los otros de ti; si la situación es con las pantorrillas, está vinculado a lo que yo espero de mí mismo.

En el caso de las rodillas, tiene que ver con cómo articulo las expectativas externas y las internas, se dice también que es cuando tu orgullo no se doblega. Si se trata de los tobillos, la situación es cómo vinculo mis expectativas con la realidad; mientras que más abajo, relacionado con los pies, habla del apoyo, soporte y equilibrio. Si te duele la frente, es relacionado con la manera en la que enfrentas el mundo.

Los problemas del corazón son relacionados con problemas emocionales básicos, de afectos primarios. Y, depende de la manera en la que asimiles el mundo, sufrirás de problemas con los dientes y encías. El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan, las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas, la presión arterial, sube cuando el miedo aprisiona.

Entre otros, se dice también que si acumulas un volumen excesivo en las caderas, quizá estés cargando con sentimientos de culpa o deseos de vergüenza o con un miedo residual a agresiones sexuales que convertiste en peso para protegerte.

Ahora bien, también influye el lado del que sientes los padecimientos: El lado izquierdo es el lado receptivo, maternal y femenino del ser. El derecho es el lado masculino, con empuje, orientado hacia el exterior, hacia el mundo. La tendencia podría indicar un rechazo dentro de ti de los aspectos masculinos o femeninos, y una necesidad de auto-perdonar, sanar, conciliar o de identificar la persona que activa esto en ti.

De acuerdo al abordaje en Bioenergética, también se explican los síntomas que se manifiestan en los seres humanos de acuerdo al primer principio es el de la lateralidad. En el lado izquierdo del cuerpo se reflejan las relaciones familiares significativas: padre, madre, hermanos, hijos. En el caso del lado derecho, se muestran las sociales: vecinos, pareja, amigos, trabajo. Esto quiere decir, que dependiendo del lado donde se presenta el síntoma, hay que revisar una vinculación familiar o una social.

Existe un modelo de relación entre las emociones y los síntomas físicos desarrollado por el hipnoterapeuta John Kappas que nos puede dar también de lo que puede estar sucediendo en el plano emocional cuando desarrollamos ciertos síntomas en áreas específicas del cuerpo. Por ejemplo, el especialista menciona el síndrome del llanto, que involucra el plexo solar hacia arriba, el pecho, la cabeza y la nuca y está relacionado con la incapacidad de tomar una decisión con respecto al acto de otra persona o por un condicionamiento anterior que dificulta la toma de decisiones. Su característica más común es el dolor de cabeza. A causa de la frustración generada por la indecisión, el cerebro ordena al cuero cabelludo tensarse lo que produce dolor. A veces la tensión es tan severa que comprime las venas y produce migraña. Otro de los síntomas muy reconocibles de este síndrome son: la cristalización de los ojos, la relajación de los conductos lacrimales que gotean continuamente en los ojos, la congestión de los senos nasales, la contracción de los músculos de la garganta, la presión gástrica sobre el pecho, la tensión de los músculos de las mandíbulas o apretar los dientes.

Cada una de estas reacciones físicas puede estar asociada con una causa emocional o mental. Así, según esta teoría, la presión en la cabeza representa la incapacidad de tomar decisiones; los ojos lacrimosos y la congestión de los senos nasales simbolizan negarse a ver la situación que causa la indecisión; la contracción de la garganta, la tensión de los músculos de las mandíbulas o apretar los dientes es un resultado de negarse a hablar del tema de indecisión.

La indecisión puede convertirse en frustración y ésta en melancolía, depresión y finalmente inercia. La indecisión crónica se puede clasificar como problema mayor en nuestra sociedad actual de movimientos rápidos, en particular en personas de edad comprendida entre los quince y los treinta y cinco años.

Cuando las áreas afectadas son los hombros, la parte superior de la espalda y de la columna, se ubican dentro del síndrome de la responsabilidad. Esto ocurre cuando los motivos psicológicos son excesiva responsabilidad, temor al peso de la responsabilidad o negligencia, no aceptación o no asunción de responsabilidad.

Cuando las áreas afectadas son las ingles, el estómago y la parte baja de la espalda, esto es debido al síndrome de culpa y frustración sexual, que se presenta por la culpabilidad sexual relacionada con la religión, sentimientos de culpas por infidelidad y promiscuidad, sentimientos de incapacidad sexual, temor a agresión sexual y demás. Los síntomas pueden ser calambres gástricos, estreñimiento, acidez, dolores menstruales excesivos, menstruación demasiado abundante o ausente, infecciones vaginales o cistitis, presión o dolor en la próstata o los testículos y problemas de riñón.

Y por último, el especialista señala el síndrome de lucha o alcance, en el cual, las áreas afectadas son los brazos, las manos y los dedos. Las causas psicológicas son la necesidad de expresar, con la correspondiente negación o supresión de esa necesidad, la incapacidad de alcanzar lo que uno desea por falta de autoestima y un importante sentimiento de profundo rechazo por querer alcanzar metas inalcanzables. Los síntomas son verrugas o pequeñas ampollas.

El segundo principio es el de verticalidad, según el cual en cada zona del cuerpo se reflejan diferentes aspectos.

En la cabeza, se mira lo abstracto, las ideas, lo fantástico. En esta parte del cuerpo tengo mi identidad, mi ego, mi imagen.

Los síntomas entre cuello y cintura, pueden estar vinculados a la vitalidad y a los afectos. “Allí tengo los órganos que necesito para estar vivo, como el corazón y los pulmones”.

Entre la cintura al vientre (parte baja del tracto digestivo), se manifiestan los temas que tienen que ver con los desechos, eso que no sirve o no es nutritivo, eso que debe permanecer poco tiempo en el cuerpo.

Los temas de identidad sexual, pasión, capacidad de trascender, miedos y profundos sentimientos se manifiestan en la zona de los genitales. Las piernas hablan del soporte, el contacto con la realidad y con lo concreto. Mientras que los brazos son los que le permiten a las personas proyectarse al futuro, sin perturbar si equilibrio. Con ellos, se puede colocar distancia o acortarla.

De acuerdo al especialista consultado, para realizar el trabajo desde el abordaje de la Bioenergética, es necesario construir la historia de vida con el paciente y revisar desde allí y desde la observación, cuáles son los bloqueos energéticos que tiene la persona, para poder trabajarlos y desbloquearlos con ejercicios terapéuticos.

Muchas veces el cuerpo grita lo que la boca calla, y entonces… Tus dolores callados, ¿cómo hablan en tu cuerpo?

Recordar que todo síntoma tiene solución. Hay que llegar a la emoción primitiva.


Fuente: Red

martes, 15 de marzo de 2016

Folie à Deux

Es un raro síndrome psiquiátrico en el que un síntoma de psicosis (particularmente una creencia paranoica o delirante) es transmitida de un individuo a otro.
Es uno de esos fenómenos que tienen difícil explicación. ¿Cómo dos personas pueden compartir un brote psicótico? No son muchos los casos reportados de esta patología, pero su presencia sigue extrañando a psicólogos y psiquiatras.

Este trastorno ocurre cuando dos o más personas comparten síntomas psiquiátricos, habitualmente delirios. A pesar de que en el CIE-10 y en el DSM-IV-TR el Folie à Deux es considerado un tipo de trastorno psicótico, en el DSM V se reubica y no existe una distinción específica para esta psicopatología.

La denominación Folie à Deux, que literalmente significa locura de dos, tiene un origen francés porque se usó por primera vez para describir el caso del matrimonio de Margaret y Michael. Esta pareja experimentó este trastorno psicótico compartido. Los psiquiatras no sabían cuál de los dos comenzó el ciclo de la psicosis, pero ambos se sumergieron en un circuito de retroalimentación que reforzó los delirios del matrimonio. Ambos pensaban que su casa estaba en el punto de mira de distintas personas al azar. Estas personas jamás les robaron ni intentaron destrozarles su hogar, sino que esparcían polvo o trozos de pelusa alrededor de la casa, o caminaban con los zapatos de la pareja hasta que gastaban sus suelas.

Quién puede sufrir Folie à Deux

Generalmente, las personas que sufren Folie à Deux suelen tener una estrecha relación y un nivel de aislamiento social significativo. Por eso puede darse entre los miembros de un matrimonio, entre hermanos o entre padres e hijos.

Causas 

No está nada claro el origen de este trastorno, un rasgo característico suele aparecer estos casos, además de la estrecha relación, es el aislamiento social de ambos miembros. Además, una situación estresante puede desencadenar los síntomas psicóticos. Se piensa que entre los actores de esta psicopatología hay una persona dominante que es la primera que sufre el trastorno y una persona dependiente que se considera una persona inducida al trastorno. Las experiencias de cambio, de ruptura o separación pueden hacer engranar la activación de síntomas que se manifiestan en la situación de folie a deux. Numerosos son los autores que se han ocupado del psicoanálisis familiar y algunos entre ellos han profundizado, a partir de diversos puntos de vista, el concepto de vínculo.

Clasificación

Se han propuesto varias clasificaciones de trastorno psicótico compartido para describir cómo la idea delirante se mantiene por más de una persona.
  • Folie imposée: en el que una persona dominante (conocida como 'primario', 'inductor' o 'principal') crea inicialmente una idea delirante durante un episodio psicótico y lo impone a otra persona o personas (conocida como 'secundario'). Se supone que el secundario no habría delirado si no hubiera interactuado con el inductor. Si los individuos son ingresados en el hospital de manera separada, las ideas delirantes de la persona inducida usualmente desaparecen sin necesidad de medicación.
  • Folie simultanée: en el que dos personas, que independientemente sufren de psicosis, influencian el contenido de las ideas delirantes de cada uno de ellos, de forma que se convierten en idénticas o muy similares.
Diagnóstico

El síndrome se diagnostica normalmente cuando los individuos afectados viven próximos, están socialmente o físicamente aislados y tienen poca interacción con otras personas.

Tratamiento 

El objetivo del tratamiento es separar a la persona inducida y tratar de estabilizar a la persona dominante. Por tanto, puede existir un tratamiento distinto para ambos afectados. Dicho tratamiento requiere psicoterapia para ayudar al paciente a reconocer que tiene la patología. Así como para tratar los problemas emocionales y relacionales que están presentes en el trastorno. El tratamiento farmacológico también es necesario para actuar de manera directa sobre los síntomas psicóticos. Por tanto, es necesario administrar antipsicóticos para estabilizar al paciente con delirios.

La Folie a Deux es borde entre la psiquiatría y el psicoanálisis…


Freud en la Metapsicología (1915) escribe que "el inconsciente de una persona puede reaccionar al inconsciente de otra, eludiendo lo consciente".

Fuentes: Compilador
              

jueves, 10 de marzo de 2016

Prevención del Suicidio por la OMS

Debido a que es un problema grave de Salud Pública, el suicidio requiere nuestra atención, pero desgraciadamente su prevención y control no son tarea fácil. La investigación más reciente señala que la prevención del suicidio si bien es posible, comprende una serie de actividades que van desde la provisión de las mejores condiciones posibles para la educación de los jóvenes y los niños, el tratamiento eficaz de los trastornos mentales, hasta el control medioambiental de los factores de riesgo.
Los suicidios se cobran un costo alto. Más de 800 000 personas mueren cada año por suicidio, y esta es la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad. Hay indicios de que, por cada adulto que se suicidó, posiblemente más de otros 20 intentaron suicidarse. Los suicidios son prevenibles. Para que las respuestas nacionales sean eficaces, se necesita una estrategia integral multisectorial de prevención.

La depresión constituye el problema de salud mental más prevalente en la población activa. Inmersos en esta situación de crisis económica, la prevalencia del estrés laboral, los problemas de depresión y los suicidios están experimentando además un notable aumento, considero crucial importancia que los líderes políticos evalúen el impacto de las políticas y legislaciones vigentes en aras de desarrollar nuevas medidas que garanticen la salud y el bienestar psicológico de los trabajadores. Se trata de una medida que no sólo repercute positivamente en la población, sino en la productividad y el crecimiento económico de los países.

Se ha alertado que el suicidio (en el que la depresión supone uno de los factores de riesgo más importantes) constituye una de las tres causas principales de muerte entre las personas de 15 a 44 años y dado que se espera que su incidencia se dispare en los próximos años, la OMS ha señalado que resulta de interés prioritario que los gobiernos desarrollen estrategias nacionales que contemplen específicamente la prevención del suicidio. Con esta finalidad, la OMS ha publicado un informe, titulado Public health action for the prevention of suicide (Medidas de salud pública para la prevención del suicidio), donde se detallan paso a paso los pilares para la elaboración de estrategias nacionales de prevención del suicidio, entre los que se incluyen:

La identificación de las partes interesadas. La OMS señala la necesidad de que la prevención del suicidio se aborde desde una aproximación multi-sectorial, incluyendo no sólo al sector sanitario, sino también a representantes de otros sectores de la sociedad, como el educativo, el jurídico, el político o el social. A este respecto, los expertos consideran que un buen abordaje de la prevención del suicidio debe dirigirse a los responsables de las políticas sanitarias, al conjunto del personal médico, a los técnicos de emergencias, a los profesionales de la salud mental (psicólogos clínicos, psiquiatras) al profesorado, a las autoridades jurídicas y políticas, a las fuerzas y cuerpos de seguridad, bomberos, etc.

La realización de un informe de evaluación de la situación. Para una adecuada comprensión del impacto del suicidio, es fundamental que los gobiernos elaboren informes donde se evalúe la incidencia de este problema, así como los factores socio-demográficos asociados a la población en riesgo, los métodos utilizados y los motivos que han impulsado a las personas a cometer el acto suicida.

La evaluación de los recursos disponibles y de los necesarios, para poder establecer un plan de acción.

El establecimiento de un compromiso político. De acuerdo a los expertos de la OMS, conseguir el compromiso de los líderes políticos es un paso imprescindible para que las estrategias de prevención del suicidio reciban la financiación adecuada.

La lucha contra el estigma asociado al suicidio. Los gobiernos deben contemplar la necesidad de establecer acciones eficaces para luchar contra el estigma, ya que se sabe que muchas personas que han realizado algún intento fallido de suicidio presentan serias dificultades para acudir a los servicios de ayuda.

El aumento de la concienciación pública.

En lo que respecta a la elaboración de estrategias de prevención del suicidio a escala individual, la OMS subraya la necesidad de la identificación y el tratamiento de los trastornos mentales en la población, así como la puesta en marcha de programas de intervención específicos para personas que han realizado algún intento suicida o se encuentran en situación de riesgo. Según la OMS, una adecuada estrategia nacional de prevención del suicidio debe basarse en la integración de los servicios de salud mental en la Atención Primaria, el aumento de los recursos de salud mental y la mejora de la formación del personal de Atención Primaria en la identificación de los colectivos en situación de riesgo, entre los que se incluyen las personas que presentan depresión, problemas de abuso de drogas y alcohol, trastorno bipolar, psicosis, epilepsia, demencia moderada o dolor crónico, así como los niños y adolescentes con problemas de conducta.

¿Cómo se puede prevenir el suicidio?

R: No se pueden prevenir todos los suicidios, pero sí la mayoría. Tanto a nivel comunitario como nacional, se pueden tomar varias medidas para reducir el riesgo, entre ellas las siguientes:
  • Reducir el acceso a los medios para suicidarse (pesticidas, medicamentos, armas de fuego, etc.);
  • Tratar a las personas con trastornos mentales, y en particular a quienes padecen depresión, alcoholismo o esquizofrenia;
  • Seguimiento de los pacientes que han cometido intentos de suicidio;
  • Fomentar un tratamiento responsable del tema en los medios de comunicación;
  • Formar a los profesionales de la atención primaria de salud.
A un nivel más personal, es importante saber que sólo un escaso número de suicidios se producen sin aviso. La mayoría de los suicidas dan avisos evidentes de sus intenciones. Por consiguiente, deben tomarse en serio todas las amenazas de autolesión. Además, la mayoría de las personas que intentan suicidarse son ambivalentes y no buscan exclusivamente la muerte.

Muchos suicidios se producen en una fase de mejoría, cuando la persona tiene la energía y la voluntad para convertir sus pensamientos desesperados en una acción destructiva. No obstante, una persona que alguna vez haya tratado de suicidarse no tiene por qué estar necesariamente siempre en riesgo. Los pensamientos suicidas pueden reaparecer, pero no son permanentes y en muchos casos no vuelven a reproducirse.

Intervenciones Eficaces

Las estrategias que contemplan la restricción del acceso a métodos comunes de suicidio, por ejemplo armas de fuego y sustancias tóxicas como plaguicidas, han demostrado ser eficaces para reducir las tasas de suicidio, no obstante lo cual se deben adoptar enfoques multisectoriales con muchos niveles de intervención y actividades.

Los datos disponibles demuestran de forma contundente que la prevención y el tratamiento adecuados de la depresión y del abuso de alcohol y de sustancias reducen las tasas de suicidio, al igual que el contacto de seguimiento con quienes han intentado suicidarse.

Desafíos y Obstáculos

A nivel mundial, la prevención del suicidio es una necesidad que no se ha abordado de forma adecuada debido básicamente a la falta de sensibilización sobre la importancia de ese problema y al tabú que lo rodea e impide que se hable abiertamente de ello. De hecho, solo unos cuantos países han incluido la prevención del suicidio entre sus prioridades.

La fiabilidad de los sistemas de certificación y notificación de los suicidios requiere importantes mejoras.

Es evidente que la prevención del suicidio requiere también la intervención de sectores distintos del de la salud y exige un enfoque innovador, integral y multisectorial, con la participación tanto del sector de la salud como de otros sectores, como por ejemplo los de la educación, el mundo laboral, la policía, la justicia, la religión, el derecho, la política y los medios de comunicación.

Prevención del suicidio: Instrumentos dirigidos a grupos específicos sociales y profesionales particularmente relevantes para la prevención del suicidio.

www.who.int/mental_health/publications/suicide_prevention/es/

La difusión apropiada de la información y una campaña de sensibilización del problema son elementos esenciales para el éxito de los programas de prevención. Estos documentos han sido preparados como parte de la iniciativa mundial de la OMS para la prevención del suicidio (SUPRE).



martes, 1 de marzo de 2016

TDAH Adultos

El TDAH se ha considerado durante mucho tiempo un trastorno propio de la infancia y de la adolescencia, pero los síntomas y el impacto funcional del TDAH no siempre desaparecen al pasar a la edad adulta y el trastorno puede persistir en más del 50% de los casos. Se asocia con un impacto importante a nivel clínico, funcional y de calidad de vida.
Caracterizada por una reducida capacidad para mantener la atención, poca habilidad para procesar la información debido a distracciones, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas.

Manifestaciones Clínicas

Muchos adultos con déficit atencional tienen la sensación de que “algo no está bien” con ellos, no pudiendo determinar exactamente dónde está el error y cómo corregirlo. Es frecuente que estas personas cambien una y otra vez de carrera, trabajo y amistades. Las separaciones matrimoniales son más frecuentes en personas con TDA y en general su rendimiento académico es más bajo, aunque poseen un coeficiente comúnmente intelectual alto en comparación con el resto de las personas, dificultad para mantener la atención enfocada en una cosa por un tiempo prolongado, procrastinación crónica, esto es,  dejar siempre las cosas para después, dificultad para empezar cosas que se proponen, acompañado de sensación de dispersión. Una persona con TDA está  habituada a perder cosas con frecuencia y a tener olvidos con regularidad. Además no le es fácil administrar el tiempo y el dinero, comúnmente se les califica de impuntuales, despistados, mal educados, nunca cumplen su palabra, apáticos, no escuchan…

Así encontramos adultos desorganizados, impuntuales en sus citas, con cambios de humor, una actividad constante, horarios sobrecargados, elegir trabajos que les requiera una mayor ocupación, pueden convertirse en adictos al trabajo pero logran una menor productividad a pesar de su esfuerzo, generalmente prefieren ocupaciones activas más que las rutinarias, desorganización e incapacidad para organizar trabajos o tareas, dificultades para iniciar y finalizar proyectos, problemas de gestión del tiempo, terminan las relaciones afectivas prematuramente, carecen de paciencia para distintas actividades, pierden el control, conducen de forma temeraria (con un mayor porcentaje de accidentes), tendencia al consumo de tóxicos, tienen baja tolerancia a la frustración y en algunos casos se sienten atraídos a conductas temerarias o riesgosas, tienen problemas con la autoridad  y presentan arranques de agresividad o episodios de depresión.

Autoestima empobrecida, se aburren fácilmente, tardanza crónica y pobre percepción del tiempo, dificultades con la regulación de las emociones, la motivación y la excitación (cambio brusco de carácter), problemas con el autocontrol y la regulación del comportamiento, déficit en memoria funcional. TDA en adultos se asocia en algunas ocasiones a conductas delictivas y antisociales.

Como decía muchos TDA son comúnmente extremadamente inteligentes si bien en el colegio se decía que no ponían de su parte o no se centraban, algunos malos estudiantes infantiles y adolescentes maduran en sus capacidades cognitivas en edad universitaria y acaban destacando en informática, ciencias o artes en una especie de resurgir intelectual tardío muy típico del TDA. Pero también tiene la otra cara de la moneda, personas con coeficiente intelectual bajo, que han tenido fracaso escolar y se  sienten marginados de la sociedad.

Para poder realizar un diagnóstico de TDAH en una persona adulta es preciso que el trastorno los síntomas estén presentes desde la infancia, como mínimo desde los 7 años. El sujeto debe continuar presentando una alteración clínicamente significativa o un deterioro en más de dos áreas importantes de su actividad, como el funcionamiento social, laboral, académico o familiar. Los adultos con TDAH suelen manifestar principalmente síntomas de inatención y de impulsividad, ya que la hiperactividad disminuye con la edad.  Asimismo, los síntomas de hiperactividad suelen tener una expresión clínica ligeramente diferente a la encontrada en los niños. Por ejemplo, uno de los síntomas de hiperactividad en los niños puede ser el correr por todas partes, subirse a los muebles de forma constante, mientras que en la edad adulta el mismo síntoma se manifiesta como Sentimiento subjetivo de inquietud. Un motor que le lleva a estar generando actividades continuamente, es una actividad endógena que en al adulto genera ansiedad.

Incidencia

Se ha encontrado que este trastorno se presenta entre el 10 y el 60% de los adolescentes y adultos que fueron diagnosticados desde la infancia. En la población adulta, el TDA/H es más común en el sexo femenino. Reportes latinoamericanos muestran como ejemplo a Guatemala, donde el 3.7% de los estudiantes menores de 20 años de edad presentan TDA/H.

Relación hereditaria

Diversos estudios han demostrado la presencia de antecedentes de enfermedades psiquiátricas en las familias de pacientes con TDA/H, entre ellos se encuentra trastorno disocial, trastorno de personalidad antisocial, trastornos del estado de ánimo, de ansiedad, y abuso de sustancias. De igual manera, este trastorno se presenta con mayor prevalencia en los familiares de estos pacientes.

Detención

El paciente busca resolver problemas que tiene desde hace muchos años y que están afectando a su vida.

La permanencia del trastorno en la vida adulta del paciente es detectada en base al grado de afectación que el trastorno tiene en la vida del individuo, ya que un niño que fue manejado con el tratamiento adecuado y desarrolló mecanismos de adaptación al trastorno, a pesar de presentar el problema en la vida adulta, su TDA/H no resultará tan limitante como en aquellos pacientes que nunca recibieron tratamiento. El adulto con trastorno por déficit de atención / hiperactividad buscará ayuda a consecuencia de un historial de vida con fallas en atención, despidos frecuentes, pérdidas importantes económicas y familiares, a consecuencia de sus alteraciones en control de impulsos, distractibilidad e hiperactividad o derivados de centro desde clínicas de adiciones.

Muchos de ellos podrán referir antecedentes de diagnóstico desde la infancia, con casos distintos de éxito del tratamiento, debido al poco apego terapéutico desde la infancia. No existen pruebas de laboratorio específicas para este trastorno, su diagnóstico se hace por medio del estudio de la historia clínica, en conjunto con la observación clínica y exploración física del paciente.

El manejo del TDA/H del adulto deberá ser bajo el cargo del psiquiatra especialista acompañado de un modelo psicoterapéutico clínico adecuado, quienes indicará el tratamiento de cada caso, manejando también los trastornos psiquiátricos adicionales que pueda presentar el paciente.

*El trastorno es muchas veces confundido por los médicos con depresión o desorden bipolar.

Tratamiento

El adulto con TDA/H tendrá generalmente un historial de tratamiento previo en la infancia, el cual será de mucha utilidad para su manejo, el cual se dirigirá al control de los síntomas del TDA/H así como de los trastornos neuropsiquiátricos adicionales que pueda manifestar, como pueden ser abuso de sustancias, trastornos del estado de ánimo, trastornos de personalidad. De manera integral se manejará cada caso, incluyendo una adecuada comunicación y educación del entorno cercano, familiares, colaboradores. El adulto, en comparación con los niños, tiene muchísimas más variables que manejar al mismo tiempo.

El manejo farmacológico de forma individualizada es la parte más importante y clave del tratamiento del paciente, permitirá limitar los síntomas que resultan más importantes en ese momento, disminuyendo las distracciones, permitiendo mejor atención y concentración, disminuyendo la hiperactividad y ayudando a mejorar el control de impulsos. Existen diversos fármacos utilizados para el trastorno por déficit de atención / hiperactividad, y será criterio del experto la elección del medicamento indicado para cada caso, manejando los problemas neurológicos o psiquiátricos adicionales del paciente, comorbilidad asociada como tics, ansiedad, trastorno de conducta, etc.

El tratamiento psicológico del TDAH tiene como objetivo ayudar a pacientes y familia a manejar los síntomas del trastorno y el impacto que éstos puedan tener en su vida diaria. La intervención psicológica se debe realizar en el paciente y su entorno familiar. En función de las necesidades del paciente y las condiciones individuales se creará un plan de tratamiento personalizado.

Psicoeducación, terapia cognitiva - conductual, técnicas operantes, técnicas de autocontrol, de inhibición de respuesta y resolución de problemas, en habilidades sociales, entrenamiento para padres.  Se recomienda tareas cognitivas, atención focalizada, el trabajo sobre la memoria, la selección de estímulos, los mantenimientos de meta y motivación en el tiempo son fundamentales.

También recomiendo la terapia cognitivo-conductual como tratamiento inicial cuando se den las  situaciones siguientes:
  • Tda-h leve
  • Impacto mínimo del tda-h en la vida del niño
  • Los padres y los profesores discrepan mucho sobre la frecuencia de los síntomas.
  • Los padres rechazan el tratamiento con medicación.
  • En los niños que sean menores de 5 años.
Lo primero que experimenta el adulto cuando viene a la visita es el gran alivio de saber qué es lo que le pasa y de entender por qué le pasa y eso ya es muy importante. Si conseguimos trasladarle rutinas en el manejo de la agenda; en el control de la ira, de la impulsividad y de la hiperactividad y hábitos para no perder objetos y poder mejorar la atención, vemos que va mejorando. El gran impacto del abordaje farmacológico es que realmente esa persona tenga la capacidad de mantener la atención. Si lo combinamos con tratamiento psicológico haremos que esa persona aprenda cómo manejar la atención y utilizar el autocontrol.

Consideraciones especiales

Es importante manejar las consecuencias del TDA/H en el entorno de los adultos aquejados, ya que comúnmente suelen perder empleos, abandonar los estudios y verse seriamente afectadas sus relaciones interpersonales. Resulta común encontrar en pacientes adultos con TDA/H problemas de abuso de sustancias, los cuales generaron como intento de mejorar sus síntomas, generando sólo empeoramiento en el control de impulsos y adicciones, que pueden llevarles a tener problemas con la autoridad y criminalidad.

Conclusión

El adulto con TDA/H representa la continuación del trastorno desde la infancia, y dependerá del manejo que haya recibido en esa época, su pronóstico en la vida adulta. Es común encontrar complicaciones con problemas de abuso de sustancias u otros trastornos neuropsiquiátricos en pacientes con mal manejo en la infancia. El apoyo familiar y el manejo farmacológico y terapéutico beneficiarán al paciente, proporcionándole las armas necesarias para su mejor adaptación.

“Siempre es posible tratar las consecuencias negativas que traen consigo el déficit atencional, nunca es demasiado tarde para comenzar con un tratamiento especializado que incluya farmacología y psicoterapia, combinación que mejora de manera significativa la calidad de vida de quienes se ven afectados por este trastorno”.

sábado, 27 de febrero de 2016

Romasanta Perfil Psicológico: Licantropía Clínica

Fue un psicópata criminal y único caso documentado de licantropía clínica (refiriéndose a la enfermedad mental, no al ser mitológico) en España que llegó a cometer varios crímenes en el siglo XIX.
“Se define como licantropía clínica a un síndrome psiquiátrico que provoca una alucinación en la persona afectada que la hace creer que es o puede transformarse en un animal. Su nombre está conectado con la condición mítica de la licantropía, una aflicción sobrenatural por la cual las personas dicen que pueden transformarse en lobos. El término teriantropía también se usa a veces para nombrar este tipo de alucinación, aunque no necesariamente tiene que ser un lobo el animal en cuestión”.

Es uno de los más interesantes y estudiados de la criminología española, pues se decía que el propio Romasanta era un licántropo. Durante años asesinó aproximadamente nueve personas, entre mujeres y niños. Cuando fue arrestado alegó que una maldición le poseía y se transformaba en un lobo que atacaba a sus víctimas.

Manuel Blanco Romasanta nació un 18 de noviembre de 1809 en la localidad de Regueiro, en la aldea de Santa Olaia de Esgos. Sus padres, de escasos recursos económicos, fueron Miguel Blanco y María Romasanta. Su partida de nacimiento está consignada como Manuela, pues se creyó que era una niña. Era de aspecto físico normal aunque medía solo 137 cm, rubio y de facciones consideradas por algunos historiadores como "tiernas". Romasanta trabajó como sastre y era considerado inteligente y culto para la época, pues sabía leer y escribir.

Romasanta sufría de pseudo-hermafroditismo femenino, una condición que solo afecta a uno de entre cada 10.000 o 15.000 nacidos, aproximadamente. Esta condición haría que, naciendo mujer, segregue una cantidad tan grande de hormonas masculinas que sufra un periodo de masculinización en el que desarrolle características de hombre. Así se explican su barba y otras cosas, y se cree que, debido a esa condición, su clítoris habría crecido tanto que parecería un micro-pene… También se sabe que el pseudo-hermafroditismo femenino genera episodios de fuerte agresividad, y ello ha motivado la especulación de que su trastorno sexual pudo haber participado en el origen de su conducta criminal. Resulta así natural, a partir de la explicación dada, el que Romasanta desde pequeño haya realizado tareas femeninas como coser, bordear, calcetear y cortar trajes y vestidos.

Pero advierto: "Eso no quiere decir que todas las personas que tengan este síndrome sean violentas". Insisto en que si sabemos que este hombre era violento y que puede tener una alteración de los andrógenos, es muy fácil vincular el exceso de andrógenos con la conducta violenta. Es probable que tuviera una anomalía hormonal que interrumpiera su crecimiento en la pubertad.

Ya a sus 21 años, Romasanta se casó (le gustaban las mujeres, era psicológicamente más hombre que mujer) con Francisca Gómez Vázquez, un jueves tres de marzo de 1831. Francisca era vecina suya en la aldea de Soutelo.

“La primera vez que me transformé fue en la montaña de Couso. Me encontré con dos lobos grandes con aspecto feroz. De pronto, me caí al suelo, comencé a sentir convulsiones, me revolqué tres veces sin control y a los pocos segundos yo mismo era un lobo. Estuve cinco días merodeando con los otros dos, hasta que volví a recuperar mi cuerpo. El que usted ve ahora, señor juez. Los otros dos lobos venían conmigo, que yo creía que también eran lobos, se cambiaron a forma humana. Eran dos valencianos. Uno se llamaba Antonio y el otro don Genaro. Y también sufrían una maldición como la mía. Durante mucho tiempo salí como lobo con Antonio y don Genaro. Atacamos y nos comimos a varias personas porque teníamos hambre”.

Romasanta nunca desistió de hacer creer que se transformaba en hombre-lobo, pero los médicos de la corte no le creyeron. Dice de él el informe médico:  “se evidencia que el Manuel Blanco no es loco, ni imbécil, ni monomaniaco, ni lo fue, ni lo logrará ser mientras esté preso, y por el contrario de los datos referidos resulta que es un perverso, consumado criminal, capaz de todo, frío y sereno, sin bondad”

Sin embargo el cuento del hombre lobo no recibió credibilidad en las cortes, y los médicos consideraron que era un montaje, escribiendo sobre Romasanta en el informe médico:

“Manuel Blanco calcula medios, mide y combina tiempos, modos y circunstancias, no mata sin motivo, ni acomete sin oportunidad; conociendo que hace mal se oculta, seduce para robar; mata para ocultar, reza para seducir; conoce el deber y la virtud para desoírlos; luego de su conformación de sus actos, de su historia, de sus disculpas mismas se evidencia que el Manuel Blanco no es loco, ni imbécil, ni monomaniaco, ni lo fue, ni lo logrará ser mientras esté preso, y por el contrario de los datos referidos resulta que es un perverso, consumado criminal, capaz de todo, frío y sereno, sin bondad y con albedrío, libertad y conocimiento; el objeto moral que se propone es el interés; su confesión explícita fue efecto de la sorpresa, creyéndolo todo descubierto; su exculpación es un subterfugio gastado e impertinente; los actos de piedad una añagaza sacrílega; su hado impulsivo una blasfemia; su metamorfosis un sarcasmo”.

Fue pues por la reina Isabel II que se salvó Romasanta. Hoy la gente habría empleado la palabra “psicópata” para referirse a él, aunque, si buscamos los diagnósticos precisos que los especialistas actuales emitirían, podríamos citar lo que David Simón Lorda y Gerardo Flórez Menéndez escriben en El Hombre-Lobo de Allariz (1853): Una visión desde la Psiquiatría actual. 

A saber: ‹‹…los datos biográficos del caso del “hombre-lobo” Manuel Blanco Romasanta así como lo que podemos inferir de los informes de los médicos que lo reconocen en Allariz, no indican que estemos ante un proceso psicótico sino más bien ante un caso de un trastorno de la personalidad. El pragmatismo y la obtención de beneficio a cualquier coste, siempre ajeno a su persona, aunque con don de gentes y seducción, orientan hacia un trastorno de personalidad. El recuerdo íntegro y la planificación de los hechos, en principio nos descartarían una epilepsia y el descontrol de impulsos ligados a esta entidad (…). Afinar un poco más en qué tipo de trastorno de personalidad puede ser tarea difícil, pero nos inclinamos por el Trastorno Antisocial de Personalidad (…), o por un diagnóstico de “Psicopatía” en la línea de R. D. Hare.››

Según los estudios del CIAC es probable que Romasanta portase además algún arma con la que ayudarse en la comisión de sus asesinatos, ya que según la documentación que obra en poder de CIAC, incluyendo descripciones forenses de Manuel Blanco, tan sólo medía 1, 37 cm. de estatura, siendo un hombre que difícilmente poseería la fuerza física suficiente para matar tan solo con sus manos a las mujeres y niños, y sobre todo a los hombres de cuyas muertes se confesaba autor. Todos estos elementos hacen suponer a los especialistas que Romasanta encaja perfectamente en la clasificación de psicópata.

Más tarde alegaría que lo que sufría no era una maldición sino una enfermedad. Además declaró recordar todo lo sucedido una vez transformado de nuevo en ser humano, lo que fue decisivo para su sentencia. La defensa del reo argumentó que no se podía probar un asesinato con una única confesión, aunque ésta fuera la del propio acusado. La sentencia llegaría el 6 de abril de 1853, cuando Romasanta contaba cuarenta y cuatro años: se consideró que ni estaba loco ni era idiota o maníaco, con lo que fue condenado a morir en el garrote vil y a pagar una multa de 1000 reales por víctima.

Un hipnólogo francés que había seguido el caso envió una carta al Ministro de Gracia y Justicia en la que expresaba sus dudas acerca de si Romasanta padecía o no licantropía. Aseguraba haber curado a otros pacientes con la hipnosis y pedía que, antes de ejecutarlo, le dejaran hipnotizarlo. También solicitó la intervención de la reina Isabel II, que a su vez pidió al Tribunal Supremo que revisase el caso. Tiempo después, Isabel II firmó una orden para liberar a Romasanta de la pena capital, reduciéndose ésta a la perpetua.

Aproximación al perfil Psicopatológico Psiquiátrico

Sus delitos perfectamente  planificados. Selecciona a sus víctimas (generalmente viudas sin recursos y madres solteras con hijos de corta edad), aparentemente afable, las seduce con promesas de prosperidad, y las mata para luego despedazarla incluso devorarlas, haciendo desaparecer sus cuerpos. Negocia con beneficios propios con la posesiones de las víctimas y emplea el engaño y la mentira, falsificación con su misma familia. Parece frio y carente de escrúpulos. No muestra resonancia afectiva con la consecuencia de sus actos, ni manifiesta arrepentimiento alguno, es un “analfabeto emocional”, incapaz de expresar sentimientos de culpa. Proyecta en el entorno la responsabilidad de sus actos, justifica crimines atribuyéndolos a un maleficio. (Su abogado defensor alega el padecimiento de una enfermedad mental).

Dx: Trastorno antisocial/disocial de la personalidad

El Hecho de que el asesino aludiera a su transformación del hombre lobo para justificar sus crimines, nos obliga a excluir otras posibilidades:
  • Una psicosis esquizofrénica, con ideación delirante relativa a ser hombre lobo, usa el mito como significado simbólico de dominio y violencia y por ser culturalmente comprensible en esa época.
  • Tras. disociativo de la personalidad, podría descartarse pues dichos actos parecen planificados voluntariamente.
  • La planificación y ausencia de otros signos permitir excluir crisis parciales del polo epiléptico y de un tras. Especifico del control de impulso de tipo explosivo intermitente.
Si valoramos este caso desde el marco psiquiátrico-forense actual, podríamos platearnos otra vez la a cuestión que hace 2 siglos la administración justicia ¿Actuaba Rosamanta para perpetrar sus actos que le imputaron movidos por la locura? El resultado fue categórico lo tildaron de “consumado criminal” que actúa con libertad y conocimiento. Pero ¿mantendríamos la misma conclusión en el paradigma psiquiátrico y legal actual? Ya que actualmente la imputabilidad puede definirse como “la capacidad de culpabilidad” podremos coincidir en la apreciación que este personaje presentaba un TAP, ó tambien mostrarse en desacuerdo con respecto a la cuestión de la imputabilidad… 

Evidentemente su primera declaración parecía el delirio de un demente. Sin embargo Romasanta resistió el examen de seis médicos y psiquiatras que certificaban su cordura legal, además se demostró que había vendido enseres personales pertenecientes a los desaparecidos y por si esto no fuese bastante, condujo a los letrados hasta los lugares donde afirmaba haber cometido sus crímenes, siendo descubiertos restos humanos en algunos de ellos. A partir de ese instante el destino de “el hombre-lobo” estaba marcado.

Por otro lado Romasanta vivió una infancia difícil. Huérfano de padre y víctima de una educación represora, en su primera edad pudo gestarse en su mente la semilla de la psicopatía que, con el paso de los años lo convertiría en el más brutal asesino en serie de la historia criminal española

“La imaginación popular echó alas y  a la leyenda del hombre lobo. Manuel escapó de la cárcel y hoy en día, el hombre lobo de Allariz vaga por los bosques buscando nuevas presas, todavía hoy, en ciertas noches de plenilunio, se puede escuchar su terrorífico aullido, mientras acecha entre las sombras a alguna joven doncella, con cuyas tiernas carnes saciar su inagotable apetito....”

martes, 23 de febrero de 2016

Perfil Psicologico de un Consumidor Compulsivo

Consumir con desenfreno parece ser una de las principales consignas del siglo XXI. Los persuasivos mensajes publicitarios, la insatisfacción personal o el simple afán de poseer pueden llevarnos a la adicción al consumo, un trastorno de la conducta que requiere un abordaje psicológico serio.
Resulta obvio que vivimos en una sociedad consumista, y que desde los medios de comunicación se nos anima continuamente a gastar nuestro dinero. La suma de la adicción al consumo, las tarjetas de crédito y las rebajas dan origen a un cóctel explosivo, ya que las rebajas están basadas en la impulsividad y en la idea de que hay que aprovechar las oportunidades, lo que supone una excelente excusa para el consumidor compulsivo donde intenta mejorar su autoestima y satisfacer necesidades emocionales. Socialmente, hablamos de los despilfarradores como compradores compulsivos. Pero, ¿qué caracteriza a los compradores compulsivos? ¿Te has preguntado alguna vez si quizás gastas demasiado? ¿Sientes que el dinero te quema en las manos cuando lo tienes?.

Causas

La falta de sentido en nuestra vida, carecer de un horizonte, percibirnos inútiles o innecesarios, y los sentimientos de tristeza, apatía, desconfianza hacia las propias aptitudes o habilidades, aburrimiento y frustración, no sentirse bien con ellos mismos, pueden ser más vulnerables a la publicidad y provocar el deseo incontrolable de comprar objetos que no necesitamos. Preexistencia de rasgos psicológicos específicos como ser caprichoso e impulsivos, pueden tener un nivel alto de ansiedad en relación con la compra. El problema surge cuando esto se convierte en costumbre y se pierde el control, se crea dependencia psicológica.

Perfil

El perfil del consumidor compulsivo es el de un hombre o mujer de entre 20 y 55 años de edad, de clase media y medio urbano. No obstante, las mujeres han mostrado ser mucho más adictas a los estímulos de consumo. Comúnmente el perfil típico del comprador compulsivo es una mujer, en torno a la treintena.

Los adictos a las compras suelen mostrar una personalidad impulsiva, una baja autoestima y ansiedad o depresión. De hecho, tratan de compensar la poca autoestima a través de la compra de productos, pues esto satisface momentáneamente esa sensación de vacío que les acompaña. Sin embargo, la compra compulsiva crea en realidad un círculo vicioso, cuanto más compran, más vacíos se sienten. Muy a menudo la necesidad obsesiva de gastar es un síntoma de algún trastorno psicológico. La compra compulsiva es muy frecuente en el contexto de los estados hipomaniacos, cuando la persona se encuentra especialmente eufórica, como un signo más de su conducta expansiva en muchos casos. Se destaca que muchos compradores compulsivos son en realidad enfermos depresivos. No es infrecuente que la compra compulsiva se acompañe de trastornos de la alimentación, especialmente bulimia y ocasionalmente de cleptomanía. Se ha detectado en compradores compulsivos un tipo de personalidad con fuertes tendencias hedonistas dirigidas hacia el consumo.

El comprador compulsivo es eminentemente racionalizador, la cual es una estrategia cognoscitiva que implica inventar razones plausibles y aceptables para ocultar las explicaciones reales de sí mismo. En ocasiones actúan inconscientemente para eliminar el sentimiento de culpa que los agobia.

Cuando el comprador compulsivo se encuentra en una etapa avanzada de neurosis, llega a incurrir en el uso excesivo de sus tarjetas de crédito u otra forma de obtener dinero, incluso robando. Otras consecuencias psicológicas de la compra compulsiva son la angustia, la depresión, los remordimientos, la vergüenza y la baja autoestima.

Todos los síntomas anteriores provocan un alto nivel de estrés, que puede acarrearle a las afectadas enfermedades como la úlcera, hipertensión, depresiones profundas y frecuentes dolores de cabeza.
Este rasgo, junto con la compulsividad y un nivel relativamente alto de ansiedad en relación con la compra, configuran el perfil psicológico del adicto.

Epidemiologia: Asociaciones entre TP compulsivo-obsesivo, histriónico, esquizoide, antisocial y tras. Especifico a una sustancia. 

El gasto compulsivo del dinero puede estar detrás de muchos conflictos de distintos ámbitos de la vida del despilfarrador: el familiar, el social, el laboral o el sentimental. El comprador compulsivo suele mostrar falta de empatía hacia su entorno cuando despilfarra el dinero (gasta el dinero que, por ejemplo, debía ser destinado a un tratamiento para mejorar la salud de alguno de sus familiares), aunque después suele recapacitar y darse cuenta de su error, ya demasiado tarde, lo que le hace caer en la ira. Probablemente se prometerá que no volverá a actuar del mismo modo, pero acabará haciéndolo.

La compra compulsiva se desarrolla, por dos mecanismos: en unos casos este hábito inadecuado se adquiere básicamente a fuerza de repetir una conducta que en un principio resulta agradable y luego se realiza de forma compulsiva, mientras que en otros esta conducta hay que entenderla predominantemente como una evasión, como una forma inadecuada de hacer frente a los problemas personales.

El sobre-endeudamiento hace que los trastornos de ansiedad, depresión o frustración que subyacen bajo este tipo de adicciones queden en un segundo plano y dejen paso a un verdadero problema económico que lleva a la quiebra familiar.

El adicto al consumo “dedica a las compras más tiempo del que dispone en detrimento de otras actividades, como las familiares o laborales, pudiendo originar casos graves de absentismo, pérdida del puesto de trabajo o destrucción del núcleo familiar”. Todo esto también puede llevar al abandono de la higiene personal, problemas en las relaciones con los demás o a la marginación social en los casos extremos.

 Tratamiento

Las personas que presentan una conducta adictiva suelen tener muy baja autoestima, personalidad impulsiva, problemas de ansiedad o depresión. Estos cuadros deben ser tratados de manera convencional, bien a través de terapias o fármacos, para abordar a continuación los problemas específicos de la adicción al consumo. Se emplean técnicas de autocontrol, terapias cognitivo conductuales, de grupo o de autoayuda, en las que se produce un intercambio de experiencias entre personas que sufren los mismos problemas y algunos sujetos del grupo sirven de modelo a los demás en la medida en la que han conseguido avanzar más en la resolución del problema.

Terapia en situaciones de riesgo: Es una variante de técnicas ya empleadas en el tratamiento de otras patologías psicológicas. De esta manera, la terapia se complementa con experiencias prácticas de confrontación de los estímulos de compra de manera que se vaya consiguiendo una desensibilización progresiva a esos estímulos.

Prevención

La necesidad de realizar acciones preventivas dirigidas a los consumidores jóvenes, adultos y a especialistas sociosanitarios, ya que muchos casos de adicción se detectan en las consultas médicas.
Otras medidas preventivas muy útiles cuando se detecta el problema en sus primeros estadios son el autorregistro, que consiste en llevar una contabilidad racional apuntando los gastos y las compras que se realizan, y el aplazamiento de las decisiones de compra. En este caso, cuando se siente la necesidad de comprar algo nunca se debe tomar la decisión de compra en el establecimiento, hay que dejar pasar el tiempo y pensárselo fuera del negocio. Cuando se abandona la tienda y no se tiene el objeto a la vista, el deseo de compra suele desaparecer casi de inmediato. En los casos graves suele ser necesaria la figura del tutor económico, que controla la economía del adicto.

¿Cuándo debo preocuparme?
  • A menudo me disgusto por haber gastado el dinero tontamente.
  • Cuando me siento triste o deprimido suelo comprar para animarme.
  • Hago compras por impulso.
  • Cuando veo algo que me gusta, no me lo quito de la cabeza hasta que lo compro.
  • Compro cosas inútiles que después me arrepiento de haber comprado.
  • Se me va el dinero sin darte cuenta.
  • A menudo, cuando recibo el extracto de las tarjetas me sorprende ver las compras que había olvidado.
  • Frecuentemente me precipito comprando cosas sin haberlo pensado bien.
  • Compro ropa que después no uso.
En sus manifestaciones más extremas, la compra compulsiva anula la voluntad del afectado, disminuye la satisfacción por la compra realizada y lo inserta en una espiral de la que difícilmente se puede salir sin la ayuda de un especialista.

Analice su situación emocional y busque alternativas distintas de ir de compras. Cultive sus amistades y busque nuevos pasatiempos.


http://alex-psicoclinica.blogspot.mx/2014/11/la-oniomania-compras-compulsivas.html