lunes, 9 de abril de 2012

Terapia de pareja ( Psicoterapia Cognocitiva )

Este blog  va dirigido a todos aquellos Psicólogos Clínicos, Psiquiatras y profesionales y estudiantes de la salud mental que desean aprender como intervenir específicamente desde el planteamiento de la Terapia cognitivo-conductual. Hablemos un poco sobre el Manual de Psicoterapia Cognoscitiva, las aplicaciones clínicas y sus elementos básicos. 
1.- MODELOS COGNITIVOS DE LAS DISFUNCIONES DE LA RELACIÓN DE PAREJA
EL MODELO DE BECK (1988 )
La relación de pareja suele pasar por dos fases generales:
(1) "Enamoramiento": en general se trata de una relación íntima sin apenas problemas prácticos, donde se activan una serie de creencias y expectativas románticas (MITOS, fase de "Idealización de la relación")
 (2) "Cotidianidad": se produciría una frustración de expectativas y creencias románticas ("Desilusión"), irrumpirían una serie de problemas prácticos (hijos, finanzas, toma de decisiones, etc.) y se "activarían" el "Pacto matrimonial" (Perspectivas personales, supuestos personales o esquemas cognitivos latentes; que mientras más egocéntricos sean, mas disfunción van a generar).

Estos esquemas cognitivos suelen girar en torno a dos contenidos temáticos:

(1)     Interés afectivo y (2) Valoración personal. Se habrían desarrollado a partir de modelos familiares (relaciones parentales) y otras experiencias (p.e historia de pareja).
  
La conducta de cada miembro de la pareja lo podría activar, y esa activación produciría una serie de distorsiones cognitivas que llevaría a una serie de círculos viciosos de estilos personales de relación inflexibles, sobretodo en tres áreas: comunicación, expresión afectiva y resolución de problemas..
  
2. OBJETIVOS TERAPÉUTICOS

Teniendo en cuenta los dos modelos anteriores los objetivos serían:

1º Mantener una alianza de trabajo con la pareja, procurando la participación de ambos cónyuges (aunque también se puede trabajar con uno solo de ellos).

2º Aumentar el nivel de satisfacción de la relación, produciendo modificaciones en sus conductas de comunicación, expresión afectiva y resolución de problemas.

3º Que los miembros de la pareja tomen conciencia de como se trastornan emocionalmente y perturban la relación al mantener una serie de cogniciones disfuncionales; y trabajen en su modificación. Ellis (1987) indica que si hay perturbación de pareja (P.P) debe de ser el primer foco de intervención, y no la insatisfacción; ya que difícilmente la pareja colaborará en aumentar el intercambio satisfactorio se antes no elimina su fuerte perturbación emocional. Beck (1988) en cierto modo indica lo mismo; si aparece una alta hostilidad en la pareja, este debe ser el primer foco de la terapia.

3. CUESTIONARIOS DE EVALUACIÓN

 El principal instrumento de evaluación es la historia clínica de pareja Además existen multitud de instrumentos (cuestionarios) para la evaluación de distintos aspectos de la relación; de los que indicamos solo algunos ejemplos:

      1) Ideas acerca de la relación con su pareja Sobre 15 ítems el sujeto evalúa el grado de acuerdo con distintas creencias que las personas sostienen sobre cómo tiene que relacionarse una pareja.

2) Problemas de comunicación Consta de dos sub-escalas; la primera se refiere al "estilo de comunicación" y se refiere a la forma que el sujeto percibe su propia conducta y la de su pareja en cuanto a la manera de comunicarse; la segunda sub-escala se refiere a "problemas psíquicos" en la comunicación y se relaciona con las consecuencias emocionales y conductuales percibidas de la conducta comunicativa de la pareja.

3) Problemas de relación. (Beck, 1988): El sujeto valora sobre 4 áreas de la relación (toma de decisiones, finanzas, relaciones sexuales y tiempo libre) el grado de acuerdo percibido entre él/ella y su pareja.

4) Convicciones acerca del cambio Recoge 4 áreas que suelen producir resistencia al cambio de las relación o participación en la terapia (opiniones: derrotistas, auto-justificadoras, argumentos de reciprocidad y culpar al cónyuge como causante del problema). El sujeto puntúa el grado de acuerdo con una serie de opiniones.

5) Expresiones de amor Recoge 4 tipos de pensamientos negativos (Dudas sobre si mismo, dudas sobre el cónyuge, deberías y negatividad). El sujeto evalúa la frecuencia con la que se presentan.

7) Cuestionario de satisfacción marital Sobre 11 ítems el sujeto evalúa su grado de satisfacción percibida en la relación de pareja. Da una puntuación total sobre el grado de perturbación medio, y el análisis más minucioso de sus ítems permite evaluar distintos aspectos problemáticos de la pareja. Es útil por su brevedad, entre otros aspectos.

8) Cuestionario de áreas de compatibilidad-incompatibilidad Sobre una lista de 38 áreas de relación de pareja, el sujeto evalúa su grado de satisfacción.

9) Cuestionario de intercambio de conducta en la pareja Sobre 5 áreas de relación (comidas y compras, tareas domésticas, sexo y afecto, cuidado de los hijos y finanzas /economía), el sujeto evalúa el grado de satisfacción y deseo de cambio.

HISTORIA CLÍNICA PARA LA EVALUACIÓN DE PAREJAS (RUIZ, 1991)

1. DESCRIPCIÓN DE PUNTOS DÉBILES Y FUERTES DE LA RELACIÓN:
·         Descripción de problemas.
·         Atribución. Objetivos de cambio.
·         Descripción de áreas positivas.

2. ESTILOS PERSONALES:

·         Descripción de los mayores problemas de comunicación.
·         Atribución. Objetivos de cambio.
·         Descripción de mayores problemas de expresión de afecto.
·         Atribución. Objetivos de cambio.
·         Como intentan resolver los problemas descritos en el punto 1 (puntos débiles).
·         Atribución. Objetivos de cambio.
·         Descripción de mayores problemas en la relación sexual.
·         Atribución. Objetivos de cambio.

3. PERSPECTIVAS PERSONALES:

·         Descripción de la pareja.
·         Mayores virtudes y defectos.
·         Características del compañero ideal.
·         Opiniones de cómo debe desarrollarse un matrimonio.
·         Roles.

4. EXPERIENCIAS PERSONALES:


·         Relación matrimonial de los padres.
·         Problemas.
·         Roles.
·         Con quien se identifica más y en que aspectos.
·         Historia de pareja.
·         Expectativas y Desilusiones.

5. EXPECTATIVAS TERAPÉUTICAS:
·         Objetivos.
·         Dificultades anticipadas.

6. OBSERVACIONES EN LA INTERACCIÓN EN CONSULTA:
·         Problemas de comunicación.
·         Hostilidad.
·         Resistencias a la terapia.
·         Intentos de "alianzas".

7. CUESTIONARIOS.

4. PROCESO DE INTERVENCIÓN         

Nos centramos ahora en el procedimiento seguido por Beck

1ª FASE: Evaluación de los problemas y conceptualización de los mismos. Se recogen las siguientes áreas: problemas generales, expectativas terapéuticas, estilo comunicativo, estilo de expresión de afecto, medios de resolución de problemas, experiencias personales y perspectivas personales

2ª FASE:

2.1. Si solo colabora un cónyuge en la terapia:

1º Cambio de perspectiva personal: intervención preferentemente cognitiva; modificación de pensamientos automáticos y significados disfuncionales.
2º Cambio de conductas personales: estilo de comunicación, expresión de afecto y resolución de problemas; técnicas conductuales.

2.2. Si colabora la pareja (si ambos se presentan en las sesiones, aunque alguno sea reticente a la terapia):
  
Afrontar las resistencias al cambio detectadas: Es frecuente que uno o ambos miembros mantengan creencias rígidas de cómo debe efectuarse el cambio, o expectativas negativas sobre el mismo (expectativas derrotistas, "auto-justificación": el comportamiento de uno es normal para la situación, argumentos de reciprocidad rígidos: "No haré nada a menos que comience mi cónyuge" y culpar al otro: "A mí no me pasa nada, el otro es el problema"). El terapeuta utiliza dos técnicas cognitivas generales para afrontar estos problemas: (1) El terapeuta da información de las posibles ganancias de modificar esas actitudes y (2) Puede realizar un "balance" de las ventajas (pocas) frente a las desventajas (muchas) de mantener esas actitudes. Pide feedback a la pareja sobre ello.

Trabajar los niveles de hostilidad elevados si aparecen: Durante las sesiones o fuera de ellas la pareja puede mantener un intercambio extremadamente aversivo (voces, interrupciones continuas, insultos, etc.). Antes de abordar otros problemas, es necesario disminuir o eliminar esta hostilidad, pues con ella se hace improductivo otros focos terapéuticos El terapeuta puede realizar sesiones por separado si la hostilidad es muy alta, también muestra a cada cónyuge la relación cognición-afecto-conducta en la ira, y el manejo de la ira personal (cambio de pensamientos automáticos, balance de ventajas/ desventajas y alternativas asertivas a la petición de deseos) y la del cónyuge (enfoque asertivo, cortar y sugerir otras oportunidades más tranquilas para exponer diferencias, etc.). Igualmente se pueden trabajar "sesiones de desahogo" con ambos cónyuges. Estas últimas consisten en seleccionar un lugar y horario para exponer diferencias, normas para no cortar al otro, y como cortar si sube "el tono".

3ª FASE: Manejo de problemas generales y áreas afectadas.

1º Se suele comenzar por un seguimiento conjunto de conductas positivas percibidas en el otro cónyuge, de modo que aumente los puntos positivos de la relación (no se minimicen frente a la maximización de las dificultades).

Dependiendo de las áreas afectadas:

a) Comunicación: Se modelan modos de escuchar a la pareja de modo empático, como expresar desacuerdos y negociar soluciones. Se programan tareas al respecto con la pareja y (a veces) también individualmente.

b) Expresión afectiva: A cada miembro se le pide que recoja (p.e auto-registro) aspectos percibidos que le han sido gratificantes por parte de su cónyuge. El terapeuta con esta información, puede modelar alternativas de cómo expresar esas satisfacciones, y sugiere tareas para casa al respecto.
c) Otros problemas generales: Se establecen sesiones de conciliación (similares a la resolución de problemas) se ensayan y se practican como tareas para casa.

4ª FASE: MODIFICACIÓN DE PERSPECTIVAS PERSONALES.

El terapeuta muestra la relación pensamiento-afecto-conducta y como registrar estos eventos. Va sugiriendo alternativas para su práctica, con cada cónyuge.

El terapeuta presenta hipótesis sobre los supuestos personales y sugiere a cada cónyuge "experimentos personales" para ponerlos a prueba.

Igualmente cualquier dificultad; resistencia, en las fases anteriores puede ser abordada cognitivamente

5. TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN

Nos basamos en el listado propuesto por Beck

1) NUEVE OPCIONES PARA MANEJAR LA HOSTILIDAD:
1.1. Hostilidad personal: Detección de pensamientos automáticos; Ventajas y desventajas de mantener ese pensamiento automático y alternativas racionables a los mismos. Modelado de expresiones asertivas de malestar personal.
1.2. Manejo de la hostilidad del cónyuge:
  • Aclarar el problema: No contestar a las ofensas e intentar aclarar los motivos. Escuchar.
  • Calmar a cónyuge (Decirle que se está enojando, que así no podemos entenderle e invitarle a sentarse y a expresarse más calmadamente).
  • Concentrarse en solucionar el problema: desviarse del contra ataque y centrarse en generar soluciones.
  • Distraer la atención de la pareja: cambiar de tema y cuando esté mas calmado, volver al tema.
  • Programar sesiones de desahogo (ver más adelante).
  • Dejar el lugar y decir que solo se seguirá hablando en un momento de más calma (última opción, ira extrema o peligrosa). Se ensayan alternativas y se comprueban.
2) SESIONES DE DESAHOGO: Se establece un lugar y horario preciso donde cada cónyuge expresa durante un tiempo limitado de antemano, y por turno, sin ser interrumpido, una serie de quejas de forma no ofensiva y expresando sus sentimientos respecto a una situación dada. Se pueden establecer pausas si aumenta la ira. Si se hacen más de dos pausas se aconseja suspender la sesión para otra ocasión.
3) ESCUCHA EMPÁTICA: Se establece un lugar y horario preciso donde cada cónyuge por turnos expone un problemas durante un tiempo determinado; el otro debe de escucharle sin interrumpirle y devolverle al final de ese turno de modo resumido lo que ha captado del problema, el exponente le da feedback sobre el grado de entendimiento, se repite el proceso hasta un feedback satisfactorio, y comienza el turno del otro. El terapeuta puede modelar el proceso.
4) NORMAS DE ETIQUETA COLOQUIAL: El terapeuta presenta y modela pautas para establecer una conversación más agradable y eficaz. Son las siguientes:
  • Sintonizar el canal del cónyuge (si el otro desea apoyo y comprensión emocional o soluciones/consejo práctico),
  •  Dar señales de escuchar (verbales y no verbales),
  • No interrumpir (retenerse de expresar las opiniones personales hasta que no acabe el otro),
  •  Formular preguntas con habilidad (p.e al iniciar una conversación pedir la opinión del cónyuge sobre un tema; evitar preguntas "¿por qué?),
  • Emplear el tacto y diplomacia (no comenzar temas espinosos de manera imprevista sin pedir antes permiso al cónyuge).
Todas estas normas se suelen utilizar ante conversaciones ocasionales; ya que son más inefectivas para el manejo de la hostilidad alta, donde es preferible el uso de las nueve opciones.

5) RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS: Se trata de modelar con la pareja la definición operacional y concreta de problemas, generar alternativas posibles y seleccionar una poniéndola en práctica, valorando sus resultados e iniciado el proceso nuevamente si no se considera satisfactorio.

6) SEGUIMIENTO DE ASPECTOS POSITIVOS: Cada cónyuge lleva un registro de actividades que ha realizado su pareja y le ha resultado agradable. Se establece un tiempo para intercambiar información de estos registros y se manifiestan peticiones o agradecimientos.

7) SESIONES DE CONCILIACIÓN: Se establece un tiempo y lugar donde cada cónyuge habla de un problema por turno, el que escucha asume un papel de investigador y hace preguntas tendentes a obtener información (p.e pedir ejemplos ante una queja vaga o general); y además hace un resumen de las quejas del otro, dándole primero feedback de entendimiento; después le toca al otro, para finalizar con un proceso de resolución de problemas.

8) TÉCNICAS DE TIPO COGNITIVO: Complementan el listado anterior. Se suelen usar en una fase avanzada de la terapia, o en momentos de resistencia u hostilidad. Básicamente no difieren del abordaje de otros trastornos: detección de pensamientos automáticos, comprobación empírica y generación de alternativas más racionales. Experimentos personales con los supuestos personales.

En el proceso terapéutico destacamos como se entiende el cambio y la estabilidad desde un punto de vista cognitivo  y las fases generales por las que transcurre la terapia.

domingo, 8 de abril de 2012

Tartamudez Infantil

La tartamudez es “una alteración en la fluidez normal y en el patrón de tiempo del habla, caracterizada por la presencia de difluencias que interfieren con el desempeño académico u ocupacional o con la comunicación social”. American Psychiatric Association
La tartamudez o disfemia es un trastorno de la comunicación (no un trastorno del lenguaje) que se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla que se acompañan de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés. Ellas son la expresión visible de la interacción de determinados factores orgánicos, psicológicos y sociales que determinan y orientan en el individuo la conformación de un ser, un hacer y un sentir con características propias.

Los efectos psicológicos de la tartamudez pueden ser severos afectando el estado de ánimo de la persona de forma continua. Además, la tartamudez es una discapacidad muy estigmatizada, donde continuamente se cuestiona la inteligencia y habilidad emocional de la persona que tartamudea, pues se cree que con "calmarse" o "concentrarse más en lo que se dice" se logrará hablar de forma fluida.

Sentimientos que son comunes y muchas veces severos, en las personas que tartamudean son vergüenza, miedo, ansiedad, enojo y frustración. Una sensación de falta de control es común en quienes tartamudean, todo lo cual muchas veces es causa de depresión.

A pesar de creencias populares, la tartamudez no está asociada con la ansiedad ni es un efecto de ella para su desarrollo; sin embargo, la tartamudez sí genera ansiedad en los individuos que la poseen, llegando a convertirse en fobia social, en donde se teme tartamudear frente a las personas, provocando en muchos casos el aislamiento social de quien tartamudea.

Hablemos un poco sobre la tartamudez infantil, los síntomas de la tartamudez dependen de la etapa en que el niño desarrolle ese trastorno.
Etapas de la tartamudez

1.- La etapa de las repeticiones iniciales: Se trata de repeticiones y vacilaciones del niño que esta empezando su aprendizaje del lenguaje, suele ocurrir alrededor de los 3 años de edad. 2.- La etapa de las repeticiones convulsivas: Ocurre cuando el niño emite repeticiones mas lentas y espasmódicas, es llamada tartamudez de transición y suele ocurrir cuando el niño tiene 6 o 7 años de edad. 3.- La etapa confirmada: Cuando el niño habla y sufre interrupciones evidentes, se enrojecen y no emite sonidos, luego, vuelve a expresar un discurso aparentemente violento. En la tartamudez confirmada el niño es consciente de que su manera de hablar es un problema. 4.- La etapa avanzada: Cuando el niño tartamudea con movimientos asociados e incluso presenta trastornos respiratorios.
Síntomas clínicos del tartamudeo
  •      Repeticiones, bloqueos y prolongaciones de sonidos, palabras, silabas, etc.
  •      Alteraciones en la respiración.
  •      Alteraciones en el tono de la voz.
  •      Sentimientos de ansiedad, frustración, vergüenza, al hablar
  •      Temblores.
  •      Aumento del ritmo cardiaco
  •      Aumento de la tensión muscular debido al esfuerzo para concluir lo que se quiere decir.
  •      Movimientos asociados como muecas en la cara, movimientos de cabeza, encogimientos de los hombros, etc.
"La tartamudez tiene múltiples orígenes, es decir su etiología es multifactorial".

Tartamudez en cuatro grupos:
  1. Teorías fisiogénicas o constitucionales.
  2. Teorías sociogénicas.
  3. Teorías psicogénicas o neuróticas.
  4. Teorías de aprendizaje.
La tartamudez se mantiene en el tiempo, por la llamada “conducta de evitación”, cuando el niño anticipa la situación estresora (hablar o leer en público), se dispara en él la respuesta de ansiedad, esto ocasiona que el niño evite esta situación a través de aplazar, ignorar o inhibirse de hablar, con esto él logra bajar sus niveles de ansiedad, llegar al equilibrio y reforzar la conducta.

Tratamiento de la tartamudez

El tratamiento de la tartamudez, va a depender de la etapa en la cual se encuentre el trastorno. En caso de la llamada “tartamudez evolutiva o transitoria”, que se presenta alrededor de los 3 años de edad, se utiliza la terapia indirecta, es decir, se modifica el ambiente dándole estas indicaciones a la madre:
  • evitar corregir, burlarse del niño.
  • darle todo el tiempo que necesite para hablar, establecer contacto visual sin poner cara de susto.
  • fomentar clima de comunicación, no acribillar a preguntas.
  • realizar con el niño juegos no directivos y contarle cuentos.
  • reconocer su dificultad.
  • corregir en forma positiva, es decir que la madre repita en forma correcta.
En el caso de las etapas 3 y 4 de la tartamudez el tratamiento es más complejo y consiste en:
  1. Entrenamiento en habilidades de fluidez del habla, realizado por el Terapista del Lenguaje.
  2. Tratamiento de los aspectos conductuales, realizado por el Terapeuta Conductual.
Este tratamiento se basa en:
  • manejo del autodiálogo inefectivo, esto se logra corrigiendo errores de concepto, y cambiando las expresiones de "esto va a ser un desastre” por “voy a asumir el reto” o “sé que puedo hacerlo bien”...
  • manejo de la tensión-ansiedad, a través de la aplicación de técnicas de relajación muscular.
  • manejo de la conducta de evitación, aplicando técnicas de modificación conductual como: aproximaciones sucesivas, modelamiento y desensibilización sistemática.
La tartamudez es un trastorno complejo de etiología multifactorial, donde se requiere la ayuda de especialistas en el área, pero sobre todo se necesita el apoyo de la familia.

miércoles, 4 de abril de 2012

Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)

Se caracteriza por un patrón de preocupación y ansiedad frecuente y persistente respecto de una variedad de eventos o actividades. Los síntomas deben extenderse al menos por 6 meses para poder efectuar el diagnóstico 
Se caracteriza por un patrón de preocupación y ansiedad frecuente y persistente respecto de una variedad de eventos o actividades. Los síntomas deben extenderse al menos por 6 meses para poder efectuar el diagnóstico

Los síntomas psicológicos son: preocupación crónica y exagerada, agitación, tensión e irritabilidad, aparentemente sin causa alguna, o más intensas de lo que sería razonable en esa situación en particular. La gente que la padece también puede tener problemas de concentración y dificultades para conciliar el sueño (siendo el primero que se afecta en cualquier trastorno), con frecuencia suelen aparecer signos físicos, como temblores, dolor de cabeza, mareos, agitación, tensión muscular, dolores o molestias, molestias abdominales y sudoración.

El temor extremo, falta de aire, taquicardia, insomnio, nauseas, temblores y mareos son comunes en estos trastornos de ansiedad. Aunque pueden producirse en cualquier momento, los trastornos de ansiedad surgen con frecuencia en la adolescencia o en el inicio de la adultez.

Hay algunas evidencias de que los trastornos de ansiedad son hereditarios. Aparentemente, los genes, así como las primeras experiencias de aprendizaje en las familias, hacen que algunas personas sean más propensas que otras a padecer estos trastornos.

¿Qué es el TAG?

Todos nos preocupamos por cosas como la salud, el dinero, o los problemas familiares en un momento u otro. Pero las personas que tienen TAG están sumamente preocupadas por estas y muchas otras cosas, incluso cuando hay poca o ninguna razón para preocuparse por ellas. Hasta llegan a ponerse muy ansiosas con tan solo lidiar con las cosas de cada día. Creen que las cosas siempre van a salir mal. A veces, las preocupaciones impiden a quienes tienen TAG realizar las actividades diarias.

El TAG se desarrolla lentamente. A menudo comienza durante la adolescencia o juventud. Los síntomas pueden mejorar o empeorar en distintos momentos, y a menudo empeoran en momentos de estrés. Las personas que tienen TAG puede que visiten a un médico muchas veces antes de descubrir que tienen este trastorno. Les piden a los médicos que las ayuden a aliviar sus dolores de cabeza o problemas para dormir, que pueden ser síntomas del TAG, pero no siempre obtienen de inmediato la ayuda que necesitan. A los médicos les puede llevar algún tiempo asegurarse de que una persona tiene TAG y no otra enfermedad.

¿Cuáles son los signos y los síntomas del TAG?
  • Quienes tienen TAG padecen los siguientes síntomas:
  • Se preocupan demasiado por las actividades de cada día.
  • Tienen problemas para controlar sus preocupaciones constantes.
  • Saben que se preocupan mucho más de lo que deberían.
  • No se pueden relajar.
  • Tienen problemas para concentrarse.
  • Se sobresaltan con facilidad.
  • Tienen problemas para dormir o permanecer dormidos.
  • Se sienten cansados todo el tiempo.
  • Tienen dolores de cabeza, dolores musculares, dolores estomacales o dolores     inexplicables.
  • Tienen dificultad para tragar.
  • Temblores o tics (movimientos nerviosos).
  • Están irritables, sudan mucho y se marean o les falta el aire.
  • Tienen que ir al baño seguido.
Hay varios tipos principales de trastornos de ansiedad. Cada uno tiene características particulares:

Las personas con trastornos de ansiedad generalizados tienen miedos o preocupaciones recurrentes como, por ejemplo, la salud o la situación económica, y con frecuencia tienen una sensación constante de que algo malo está por suceder. La causa de estos sentimientos intensos de ansiedad puede ser difícil de identificar. Sin embargo, los temores y preocupaciones son muy reales e impiden muchas veces que las personas se concentren en sus tareas diarias.

El trastorno de pánico implica sentimientos repentinos, intensos y no provocados de terror y pavor. Por lo general, las personas que tienen este trastorno desarrollan mucho miedo respecto a cuándo y cómo se producirá su próximo ataque de pánico, y en consecuencia a menudo limitan sus actividades.
Un trastorno relacionado incluye fobias, o miedos intensos, respecto a determinados objetos o situaciones. Las fobias específicas pueden incluir situaciones como encontrarse con determinados animales o volar en avión, mientras que las fobias sociales incluyen miedo con relación a entornos sociales o lugares públicos.

El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por sentimientos o pensamientos persistentes, incontrolables y no deseados (obsesiones) y rutinas o rituales que realizan las personas para tratar de evitar o para liberarse de estos pensamientos (compulsiones). Ejemplos de compulsiones comunes incluyen lavarse las manos o limpiar la casa en      exceso por temor a los gérmenes, o verificar algo una y otra vez para detectar errores.

Algunas personas que tienen graves traumas físicos o emocionales, como por ejemplo, los producidos por un desastre natural o un accidente o delito grave pueden experimentar un trastorno de estrés postraumático. Los pensamientos, sentimientos y patrones de conducta se ven seriamente afectados por recuerdos de estos sucesos, a veces durante meses o incluso años después de la experiencia traumática.

¿Qué causa del TAG?

El TAG está probablemente causado por una combinación de factores biológicos y de circunstancias vitales. Muchas de las personas que la padecen también experimentan otros trastornos médicos, como depresión y/o pánico, que al parecer implican cambios en los procesos químicos cerebrales, en particular anomalías en los niveles de la serotonina.

A veces el TAG es hereditario, pero nadie sabe con seguridad por qué algunas personas lo tienen y otras no. Los investigadores han descubierto que el miedo y la ansiedad involucran varias partes del cerebro. Al aprender más sobre cómo funciona el miedo y la ansiedad en el cerebro, los científicos podrán crear mejores tratamientos. Además, los investigadores están intentando descubrir de qué manera el estrés y los factores ambientales pueden estar involucrados

Aparentemente, los genes, así como las primeras experiencias de aprendizaje en las familias, hacen que algunas personas sean más propensas que otras a padecer estos trastornos.

¿Cómo se trata el TAG?

Primero, hable con su médico acerca de sus síntomas. El médico le realizará un examen para asegurarse de que no sea otro problema físico el que está causando los síntomas. El médico puede derivarlo a ver a un especialista de la salud mental.

Por lo general, el TAG se trata con psicoterapia, medicamentos o ambos.

Si no se tratan, los trastornos de ansiedad pueden tener consecuencias graves. Por ejemplo, algunas personas que tienen ataques de pánico recurrentes evitan a toda costa ponerse en situaciones que temen podrían desencadenar un ataque. Esta conducta evasiva puede crear problemas si está en conflicto con requisitos del trabajo, obligaciones familiares u otras actividades básicas de la vida diaria.

Muchas personas que tienen trastornos de ansiedad no tratados son propensas a otros trastornos psicológicos, como depresión, y tienen una mayor tendencia al abuso de alcohol y otras drogas. Sus relaciones con familiares, amigos y compañeros de trabajo pueden volverse muy tirantes y su desempeño laboral puede decaer.

Psicoterapia. La terapia cognitiva-conductual es especialmente útil para tratar el TAG. Le enseña a la persona diferentes maneras de pensar, comportarse y reaccionar a distintas situaciones con el objetivo de ayudarla(o) a sentirse menos ansiosa o preocupada.

Medicamentos. Los médicos también pueden recetar medicamentos para ayudar a tratar el TAG. Hay dos tipos de medicamentos que se recetan con más frecuencia para tratar el TAG: los medicamentos ansiolíticos (medicamentos para controlar la ansiedad/los nervios) y los antidepresivos. Los medicamentos ansiolíticos son fuertes y existen diferentes tipos. Muchos hacen efecto de inmediato, pero generalmente no deben tomarse durante largos períodos de tiempo.

Los antidepresivos se usan para tratar la depresión, pero también sirven para tratar el TAG. Los antidepresivos pueden tardar varias semanas en hacer efecto. Estos medicamentos pueden causar efectos secundarios, como dolor de cabeza, náuseas o dificultad para dormir. Generalmente, para la mayoría de las personas, estos efectos secundarios no se convierten en un problema, en especial si se comienza con una dosis baja y se aumenta lentamente con el paso del tiempo.

Hable con su médico acerca de cualquier efecto secundario que tenga.

Es importante saber que, aunque los antidepresivos pueden ser seguros y efectivos para muchas personas, también pueden ser riesgosos para algunas, en especial para niños, adolescentes y adultos jóvenes. A algunas personas les va mejor con la terapia cognitiva­-conductual, mientras que para otras son mejores los medicamentos. Incluso para otras, lo mejor es una combinación de los dos. Hable con su médico acerca de cuál es el tratamiento indicado para usted.

La mayoría de los casos de trastornos de ansiedad pueden ser tratados satisfactoriamente por profesionales de la salud y la salud mental apropiadamente capacitados. Varias investigaciones han demostrado que tanto la terapia de conducta como la terapia cognitiva y de conducta (CBT) pueden ser muy eficaces para tratar los trastornos de ansiedad. Los psicólogos usan la CBT para ayudar a los pacientes a identificar y aprender a controlar los factores que contribuyen a su ansiedad.

La terapia de conducta implica usar técnicas para reducir o detener las conductas no deseadas asociadas con estos trastornos. Por ejemplo, una táctica implica tratar a los pacientes con técnicas de relajación y respiración profunda para contrarrestar la agitación y la hiperventilación (respiración rápida y superficial) que acompañan a determinados trastornos de ansiedad.

A través de la terapia cognitiva, los pacientes aprenden a entender cómo sus pensamientos contribuyen a los síntomas o trastornos de ansiedad y cómo modificar aquellos patrones para reducir la probabilidad de ocurrencia y la intensidad de la reacción. La conciencia cognitiva aumentada del paciente se combina a menudo con técnicas conductuales para ayudar a la persona a enfrentar y tolerar gradualmente situaciones de temor en un entorno controlado y seguro.

Conjuntamente con la psicoterapia, la medicación adecuada y eficaz puede desempeñar un papel importante en el tratamiento. En los casos en que se usa medicación, la atención de los pacientes puede ser manejada por un terapeuta en colaboración con un médico. Es importante que los pacientes se den cuenta de que algunos fármacos tienen efectos colaterales, que deben ser controlados atentamente por el médico que los receta

Todos sentimos ansiedad y estrés de vez en cuando. Hay situaciones que suelen despertar sentimientos de ansiedad como, por ejemplo, cumplir plazos de entrega ajustados, obligaciones sociales importantes o conducir con mucho tránsito. Esta ansiedad leve puede ayudar a mantenerlo alerta y concentrado para enfrentarse a situaciones amenazadoras o difíciles.

Las personas que sienten temor extremo y preocupaciones que perduran pueden estar lidiando con trastornos de ansiedad. La frecuencia e intensidad de este tipo de ansiedad es a menudo debilitante e interfiere con actividades diarias. Sin embargo, con un tratamiento adecuado y eficaz, las personas que tienen trastornos de ansiedad pueden llevar vidas normales.

La gran mayoría de las personas que padecen trastornos de ansiedad pueden reducir o eliminar sus síntomas y regresar a una vida normal al cabo de varios meses de psicoterapia apropiada. Muchas personas notan progresos en la eliminación de síntomas y la recuperación de su capacidad de funcionar al cabo de unas cuantas sesiones de tratamiento. Es muy importante entender que los tratamientos para los trastornos de ansiedad no surten efecto al instante. El paciente debe sentirse cómodo desde el principio con el tratamiento general propuesto y con el terapeuta con el que está trabajando. La cooperación del paciente es fundamental, y debe haber una fuerte sensación de que el paciente y el terapeuta están colaborando como un equipo para remediar el trastorno de ansiedad.

El tratamiento debe adaptarse a las necesidades del paciente y al tipo de trastorno, o trastornos, que tiene. El terapeuta y el paciente deben trabajar juntos para evaluar si el plan de tratamiento está bien encaminado. A veces es necesario realizar ajustes al plan, dado que los pacientes responden de manera diferente al tratamiento. No hay duda de que varios tipos de trastornos de ansiedad pueden afectar gravemente la función que desempeña una persona en el trabajo y el entorno familiar y social. Sin embargo, las posibilidades de una recuperación a corto o  largo plazo para la mayoría de las personas que buscan ayuda profesional son muy buenas. Las personas que tienen trastornos de ansiedad pueden trabajar con un terapeuta calificado y experimentado, como un psicólogo clínico para que les ayude a recuperar el control de sus sentimientos y pensamientos y últimamente darle la rienda del control de tu vida.