lunes, 29 de julio de 2019

Violencia contra la Mujer

En la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de Naciones Unidas puede leerse que la violencia contra la mujer es "todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como personal".
La violencia de género es cualquier agresión física, psicológica o económica dirigida en contra de las mujeres por el hecho de ser mujer, no porque ella tenga un modo de comportarse que dé lugar a que esto ocurra. Me refiero a los maltratos en el ámbito doméstico cuando esta violencia es ejercida por el marido, pareja, novio o cualquier otra persona con la cual la mujer tiene relación de parentesco o afectividad, y tiene como resultado para ella un daño o sufrimiento psicológico, sexual o físico.

Los maltratos son un camino sin retorno, donde las relaciones violentas no aparecen accidentalmente ni de manera imprevista. Los abusos y chantajes emocionales pueden ser el inicio de un largo proceso cíclico que puede acabar con la muerte.

Tipos de Violencia 

Si en tu relación de pareja existen algunos de estos comportamientos, estás viviendo una relación de control y poder, es decir, violenta:
  1. Violencia Psicológica: Ignora tu presencia, te espía. Merma tu estima, insultándote, descalificándote, gritándote, haciéndote comentarios degradantes fuera de tono. Culpabilízandote de cualquier problema. No respeta tu opinión e impone siempre la de él. Te amenaza y te coacciona.
  2. Violencia Social: Te aísla de tu contorno social. Te controla las relaciones familiares y de amistad. Controla y critica tu forma de vestir. Te controla las llamadas y todas las actividades. Te humilla y te pone en evidencia públicamente.
  3. Violencia Económica: No deja que controles los recursos de la economía familiar. Te limita el dinero, te entrega cantidades insuficientes para el mantenimiento de la familia. Te culpa de no saber administrar bien el dinero. Te impide que trabajes para que no tengas independencia económica. Si trabajas, te controla lo que ganas.
  4. Violencia Sexual: Te obliga a mantener cualquier tipo de contacto o relación sexual. Te responsabiliza de los embarazos y de enfermedades de transmisión sexual. Te impide ejercer tu sexualidad libremente. Te acosa con insinuaciones sexuales, incomodándote. Te incita a prostituirte.
  5. Violencia Física: Te empuja, te golpea, te quema, te tira del pelo……Te agrede con un arma.
Ciclo de la Violencia

Las reacciones violentas no aparecen de forma imprevista, sino que forman parte de un largo proceso que acaba en una pirámide de violencia sin retorno y que lleva la un ciclo muy difícil de parar.
Este ciclo tiene tres fases, que se reiteran cada cierto tiempo, intercalando períodos de violencia con períodos de afectos y arrepentimientos, pero donde cada vez son más frecuentes los momentos de agresión y menos los de arrepentimiento.
  1. Fase de Tensión.
  2. Fase de Agresión.
  3. Fase de Arrepentimiento
¡Tú puedes darle la vuelta a esta situación! El maltratador intimida, arremete física y psíquicamente. Es un delincuente peligroso y no podemos justificarlo ni encubrirlo. El alcohol, el paro o las insatisfacciones personales no justifican el ejercicio de la violencia contra las mujeres. No esperes a que él “cambie”. No consientas otra bofetada, otro insulto, otra paliza. Tú no eres culpable, nadie merece que la maltraten. No hay justificación posible para los comportamientos violentos.

Recuerda: Quien maltrata tiene un grave problema que le impide vivir en pareja. La condescendencia y la pasividad no ayudan a solucionar este problema que, en lugar de desaparecer, cada vez será más frecuente y peligroso.

Detente y piensa: No confundas los comportamientos posesivos con “Amor”. La ausencia de buen trato y los comportamientos violentos no son muestras de respeto ni de cariño.

Salir de la Violencia Lo que debes saber para actuar y liberarte
  • Lo primero es ser consciente de lo que te está pasando, reconocerte cómo víctima de los maltratos y darte cuenta de que tu no eres la culpable ni provocas esta situación.
  • No sientas vergüenza de hablar de tu situación. Exponer tu problema te ayudará a liberarte de él.
  • Busca ayuda tanto entre tus amistades como ayuda especializada. Te servirá para tomar las decisiones necesarias.
  • Recuerda que en el Centro Municipal de Información de los Derechos de la Mujer pueden asesorarte. Es un servicio municipal gratuito donde puedes encontrar ayuda psicológica, jurídica y social e informarte de los pasos a seguir.
  • El maltrato sobre la madre tiene consecuencias directas sobre los hijos y hijas, que posiblemente normalizarán esta situación y la forma de relaciones familiares, perpetuando los maltratos. Será beneficioso para tus hijos e hijas salir del ámbito de la violencia.
  • Puedes estar segura de que romper con la situación de maltrato traerá beneficios para ti y para tu vida.



F: Concello de Vigo

lunes, 15 de julio de 2019

Ecoismo

El ecoísmo es un sindrome que puede surgir como resultado del abuso continúo por parte de una persona narcisista. Ahora está cobrando protagonismo gracias al esfuerzo de las víctimas por que se reconozca su problema.
El ecoísmo se popularizó gracias al psicólogo Craig Malkin, cuya obra Rethinking Narcissism dio a conocer este rasgo de la personalidad.«Redefinir el narcisismo: el secreto para reconocer y hacer frente a los narcisistas». Tras esta publicación tanto el público como la comunidad científica se interesó significativamente con ese nuevo rasgo de personalidad que acababa de definir.

Las personas con trastorno de personalidad narcisista (TPN) son explotadoras, se creen legitimadas y carecen de empatía, señala Malkin. “Son tan adictas a sentirse especiales que mentirán, robarán o engañarán con tal de satisfacer sus necesidades, sin importar lo que les cueste a los demás”. Como consecuencia de ello, las personas sensibles y empáticas pueden acabar siendo víctimas de esa explotación emocional durante la infancia y desarrollar un trastorno ecoísta. Malkin sitúa el ecoísmo en el extremo del espectro narcisista que ha desarrollado: los ecoístas temen sentirse necesitados, especiales o egoístas.

El concepto de ecoísmo tiene su origen en el mito griego de Narciso y Eco. Muchos ya conocerán la historia del dios que quedó embelesado al contemplar su propia imagen, pero quizá no tan conocida sea la historia de Eco, una ninfa del bosque que había sido castigada con la imposibilidad de hablar por completo, pudiendo solo repetir las últimas palabras que oyera.

“Eco se enamoró de Narciso, pero lo único que pudo hacer fue repetir lo que él decía”, señala Malkin. “Al igual que Eco, los ecoístas se ven sumidos en este tipo de relaciones con amigos y parejas narcisistas y tienen dificultades para expresar su propia voz. Acaban acostumbrándose a hacerse eco de las necesidades y los sentimientos de esas personas narcisistas”.

Fue entonces cuando se sumió en la más profunda tristeza. Ese rechazo, esa humillación fue más dolorosa que perder la voz. El ecoísmo integra esa misma esencia. Todos pudimos ser en el pasado personas hábiles, relucientes y fuertes en cuanto a valías psicológicas. Sin embargo, la presencia de un narcisista puede anularnos por completo en un momento dado, llevarnos a esa cueva del monte Helicón donde se refugió Eco.

Ecoismo: Son personas afectuosas y  emocionalmente sensibles pero que sienten una gran incomodidad cuando son el centro de atención. Temen expresar sus necesidades y priorizan las de los demás, son perfiles pasivos y poco asertivos debido a la presión de una pareja, unos padres o un entorno habitado por el narcisismo. Un tipo de dependencia emocional patológica ligada al entorno de las adicciones, conocida como codependencia. Este extremo se caracterizaría por la imposibilidad de destacar, por una entrega amorosa casi masoquista, un sentimiento de no ser lo suficientemente buena y baja autoestima. «… se trata de una prohibición de la afirmación de una identidad singular».

Las personas con padres narcisistas muchas veces acaban buscando de forma inconsciente parejas con ese mismo patrón de comportamiento cuando son adultas. Cuando has tenido que anular por completo tu propia identidad, la única forma de sentirte viva es seguir recibiendo ese mismo trato.

El abuso narcisista incluye tácticas de manipulación psicológica como la humillación, el aislamiento, el gaslighting y un comportamiento de negación y rechazo a comunicarse. “El aspecto más corrosivo para la autoestima de un ecoísta es que deja de sentirse una persona”. Es posible que las mujeres tengan una mayor tendencia a buscar inconscientemente parejas con rasgos narcisistas y a asumir el papel de Eco en otras relaciones. Las mujeres ecoístas pueden sufrir marginación en el trabajo o en grupos de amigos, lo cual puede llevar a un bajo rendimiento y provocar ansiedad. Las personas ecoístas viven para complacer.

El síndrome de Eco no es un trastorno psicológico. Este es un aspecto que conviene dejar claro. El ecoísmo es solo un rasgo, un rasgo que conforma un tipo de mecanismo de supervivencia poco hábil y que puede resumirse del siguiente modo: «si yo quiero estar seguro y recibir afecto, debo pedir lo menos posible y dar todo lo que pueda».

Todas las personas coinciden en que en el sector de la salud mental todavía no hay suficiente concienciación sobre el ecoísmo. No hay ningún servicio de asistencia. Las personas ecoístas recurren a psicólogos, a la policía, los tribunales…y por lo general se sienten incomprendidos. Esto resulta muy doloroso, ya que no solo han sufrido anulación emocional en sus relaciones, sino que tienen la agravante de la angustia emocional causada por la anulación crónica a la que los somete el resto de la sociedad.

La clave para ofrecer un buen tratamiento a una persona ecoísta es ayudarle a encontrar su propia voz. “La gente no lo entiende; te silencia continuamente”. Se sugiere a mis colegas psicólogos que ayuden a estos pacientes a recuperar la confianza en sí mismos, “a que vuelvan a sentirse con derecho a ser cuidados y entendidos”. Trabajar aspectos como la autoestima, la asertividad y el que aprendan a sentirse cómodos diciendo 'no', y nutrirlos de afecto y dignidad en si mismos. También cosas sencillas, como el cuidado personal; ya que estas personas lo han abandonado por dedicarse a cuidar de la persona narcisista. Acudir a terapia es la mejor opción: “Es totalmente posible recuperarse de este maltrato. Solo hace falta gente buena que te escuche y te valide”.


Fuente: Red

miércoles, 10 de julio de 2019

Adulto con Autismo

El autismo se caracteriza por dificultades en la interacción y en la comunicación social, conductas repetitivas y estereotipadas e intereses limitados. La falta de diagnóstico en los adultos conduce a tratamientos inadecuados y derivaciones repetidas.
El autismo es una afección de por vida, que padece el 1,1% de la población adulta y se caracteriza por dificultad en la interacción social y en la comunicación, con conductas rígidas y repetitivas. Aunque en algunas personas el autismo se diagnostica en la infancia, por cada tres casos conocidos hay otros dos sin diagnóstico. En 4 de cada 5 adultos con autismo, el diagnóstico es difícil y hasta imposible aunque puedan presentar todos los síntomas característicos.

Estas personas no habrán recibido la atención, las prestaciones, la ayuda ni el asesoramiento que se ofrece a las personas a las que sí se ha diagnosticado. Por el contrario, es muy posible que los juicios acerca de su comportamiento les hayan causado marginación, ansiedad, inseguridad y dudas respecto a quiénes son y cómo encajan en la sociedad.

Dificultades que se presentan con el autismo en la edad adulta

Es una persona que no entiende los tonos sarcásticos, que puede tomar una broma al pie de la letra y que puede entender tu risa respecto a la broma como una burla. Por eso hay que ser especialmente sensibles con la utilización de expresiones sarcásticas e intentar utilizar un lenguaje más literal.

Además es socialmente torpe, teniendo momentos incómodos con otras personas: muchas veces no son hábiles interpretando la intención que hay detrás de la comunicación de los demás, lo que puede dar lugar a muchos malos entendidos. Además pueden malinterpretar la falta de contacto visual.

Muestran sus obsesiones en momentos inadecuados. Muchos de los sujetos muestran un interés exagerado y fuera de lo común por algo y son incapaces, en ocasiones, de reprimir las ganas de hablar sobre el tema en cuestión, incluso en momentos en los que no es adecuado.

Muestran poco interés por asuntos que no les conciernan directamente y que no estén relacionados con algunos de sus intereses.

Un estudio encuentra que tienden a juzgar los errores de otras personas de forma estricta. Las personas que tienen de Autismo de Alto Funcionamiento tienen dificultades para comprender las intenciones de los demás, según muestra una investigación reciente.

Esta falta de comprensión tiende a hacer que los adultos con autismo, incluso los que tienen cociente intelectual (CI) altos, juzguen a los demás con dureza, lo que podría plantear problemas para formar y mantener las relaciones.

Nota: Es esencial destacar que el perfil varía de una persona a otra, por lo que esto solo es un esbozo de las características principales de este trastorno. Dependerá de la gravedad de la enfermedad del autismo en la edad adulta la necesidad de ayuda o la dependencia de cada uno. En los casos más leves pueden llegar a trabajar y llevar una vida relativamente normal, mientras que en los casos más graves son totalmente dependientes e incluso carecen de la capacidad del lenguaje o de la de relacionarse.

El diagnóstico ya de adulto: Es probable que algunas de las personas que reciben el diagnóstico en la edad adulta hayan encontrado ya formas de soportar y afrontar la discriminación y los estereotipos. Pero no siempre es así. Algunos adultos con autismo siguen luchando a diario por encajar en su vida cotidiana. Y quizá también les resulte verdaderamente difícil encontrar trabajo, conocer personas nuevas y establecer relaciones personales.

Para algunos adultos ser diagnosticado con autismo cambia su vida. Asi lo narra una paciente: “No es una tragedia, no es un desastre. Somos diferentes pero no somos menos que nadie”. El diagnóstico cambió su vida. “Todo tuvo sentido”, dijo. “¿Has visto el final de esa película Sexto Sentido con Bruce Willis, en la que al final, cuando se da cuenta que está muerto, recuerda todas esas escenas en su mente y todo se vuelve obvio? Pues, bueno: pienso que el tener un diagnóstico tardío es como algo así. De repente piensas “por eso fue que hice esto” o “por eso pasó esto”. Me sentía diferente y no sabía la razón. Ahora sé el por qué y es muy tranquilizador”.

Las personas con autismo, en especial los más discapacitados, a menudo caen por las brechas entre la atención médica y la social, especialmente si no tienen manifestaciones de un trastorno mental o de dificultad de aprendizaje. Es un desafío crear servicios integrados de salud y asistencia social para las personas con autismo. El acceso al tratamiento para adultos con autismo también es limitado y comprende no sólo la atención en salud mental, sino también el cuidado de la salud física.

Los adultos que lo descubren cuando son más mayores seguramente tendrán dificultades para acceder a la ayuda que realmente necesitan.

La creación de grupos locales de estrategias terapéuticas para el autismo y de equipos multiprofesionales podría contribuir a resolver el problema de acceso al tratamiento. Las familias de los adultos con autismo son las que proporcionan gran parte de los cuidados y el apoyo necesarios. Las recomendaciones señalan que ellos también deben recibir apoyo, ya que sin ellos muchas intervenciones tendrán beneficios limitados.

En lugar de verlo como una carencia o algo “que no es normal”, debemos verlo como una forma de reflexionar acerca de lo diferentes que somos las personas.



Compilador/investigación 

viernes, 5 de julio de 2019

Cómo Saber que ha Llegado la Hora de Terminar la Psicoterapia

Tal vez pudiera pensar que someterse a sesiones de psicoterapia equivale a años de tratamiento semanal. Pero no es así.

¿Cuánto debe durar el tratamiento de psicoterapia?

La duración de la psicoterapia depende de varios factores: el tipo de problema o trastorno, las características y antecedentes del paciente, los objetivos del paciente, qué ocurre en la vida del paciente más allá de la psicoterapia.

Algunos sienten alivio al cabo de una sola sesión. Reunirse con el psicólogo clínico puede dar una nueva perspectiva, ayudar a ver las situaciones de forma diferente, y ofrecer alivio al dolor. Muchos encuentran algún beneficio después de unas cuantas sesiones, especialmente si se trata de un problema único y bien definido, y no han esperado demasiado antes de buscar ayuda.

Por ejemplo, si ha estado padeciendo de ansiedad extrema, podría sentirse mejor por el simple hecho de estar tomando medidas al respecto, una señal de esperanza en que las cosas cambiarán. El psicólogo también podría darle una nueva perspectiva en las primeras etapas de su tratamiento, que le proporcionará una mejor comprensión de su problema. E incluso, si éste no desaparece al cabo de unas cuantas sesiones, puede sentirse confiado en que ya está progresando y adquiriendo nuevas destrezas para enfrentar el problema que le serán de gran utilidad en el futuro.

Otras personas y situaciones necesitan más tiempo — tal vez uno o dos años — para disfrutar de los beneficios de la psicoterapia. Es posible que hayan sufrido serios traumas o confronten múltiples problemas. Quizás no tengan muy claro qué es lo que les hace infelices. Es importante seguir el régimen de psicoterapia el tiempo suficiente para darle la oportunidad de funcionar.

Las personas con enfermedades mentales graves u otros cambios importantes en sus vidas podrían necesitar psicoterapia continua. Las sesiones periódicas pueden proporcionar el apoyo necesario para mantener el buen funcionamiento cotidiano.

Otras personas continúan las sesiones de psicoterapia, incluso después de resolver los problemas que las llevaron inicialmente a buscar tratamiento. Esto se debe a que siguen disfrutando de una mejor comprensión de la vida, un mayor bienestar, y funcionan mejor.

¿Cómo sé que ya estoy listo para terminar?

La psicoterapia no es un compromiso para toda la vida.

En un estudio clásico, el 50 por ciento de los pacientes de psicoterapia que participaron sintieron mejoría al cabo de ocho sesiones, mientras que el 75 por ciento mejoró a los seis meses.

Usted y el psicólogo clínico decidirán juntos cuándo estará listo para concluir el tratamiento de psicoterapia. Un día se dará cuenta que ya no despierta preocupándose por el problema que le llevó a buscar el tratamiento de psicoterapia. O recibirá opiniones positivas de otras personas. En el caso de un niño con problemas en la escuela, el maestro podría informar que ha cambiado su comportamiento en clase y está progresando académica y socialmente. Usted y el psicólogo clínico evaluarán si ha logrado los objetivos establecidos al inicio del proceso.

¿Qué ocurre después de terminar el tratamiento de psicoterapia?

Probablemente, usted visita al médico para hacerse controles periódicos. Puede hacer lo mismo con el psicólogo clínico.

Tal vez sea recomendable volver a reunirse con el psicólogo clínico en un par de semanas o un mes que es lo más apropiado de revisión y alta del paciente después de concluir la psicoterapia, sólo para reportar cómo le va. Si todo marcha bien, podría dar por concluido el tratamiento en esa misma sesión de seguimiento.

Además, no piense que la psicoterapia tiene una fase inicial, intermedia y final. Usted puede resolver un problema para luego encontrar una nueva situación en su vida y sentir que las destrezas adquiridas en el último curso de tratamiento necesitan ciertos ajustes. En ese caso, sólo tiene que volver a ponerse en contacto con el psicólogo clínico. Después de todo, ya conoce su historia.

Por supuesto, no tiene que esperar a una crisis para ver nuevamente al psicólogo clínico. Tal vez necesite una sesión de "refuerzo" para afianzar lo que aprendió la última vez. Considérelo como una revisión de su salud mental.



Fuente: Red

lunes, 24 de junio de 2019

Trastorno de Acumulación Compulsiva

Es una dificultad persistente para desechar o separarse de las pertenencias, se angustia ante la idea de desprenderse de los objetos. Se produce una acumulación excesiva de objetos, independientemente de su valor real.
La acumulación compulsiva oscila de un trastorno leve a grave. En algunos casos, la acumulación compulsiva puede no repercutir en tu vida en gran medida, mientras que en otros casos afecta gravemente tu funcionamiento cotidiano.

Es probable que las personas con trastorno de acumulación compulsiva no lo vean como un problema, lo que dificulta el tratamiento. Sin embargo, el tratamiento intensivo puede ayudar a las personas que padecen el trastorno a comprender cómo pueden modificar sus creencias y sus conductas para poder vivir una vida más segura y placentera.

Síntomas
Adquirir y almacenar una cantidad excesiva de objetos, acumular desorden gradualmente en los espacios habitables y tener dificultad para desechar cosas suelen ser los primeros signos y síntomas del trastorno de acumulación compulsiva, que a menudo surge entre la adolescencia y los primeros años de la adultez.

A medida que la persona crece, por lo general, comienza a adquirir cosas para las que no hay una necesidad inmediata ni espacio suficiente. Cuando se alcanza la edad adulta, muchas veces los síntomas son graves y pueden ser más difíciles de tratar.

Los problemas de la acumulación compulsiva se manifiestan progresivamente con el paso del tiempo y suelen ser una conducta privada. A menudo, el desorden ya es significativo cuando comienza a llamar la atención de los demás.

Estos son algunos de los signos y síntomas:
  • Adquirir de forma excesiva objetos que no son necesarios y para los cuales no hay espacio
  • Tener una dificultad persistente para desechar o deshacerte de tus cosas, independientemente de su valor real
  • Sentir la necesidad de guardar estos objetos y angustiarte al pensar en deshacerte de ellos
  • Acumular desorden a tal punto que las habitaciones se vuelven inutilizables
  • Tener una tendencia a la indecisión, el perfeccionismo, la evasión, la postergación y problemas de planificación y organización
La adquisición excesiva de objetos y el hecho de rehusarse a descartarlos dan como resultado:
  • Pilas o amontonamientos desorganizados de objetos, como periódicos, prendas de vestir, papeles, libros o artículos con valor sentimental
  • Pertenencias que se acumulan y generan desorden en las zonas de paso y de estar e inutilizan los espacios para los fines previstos, como no poder cocinar en la cocina ni usar el baño para bañarse
  • Acumulación de alimentos o basura a niveles inusualmente excesivos e insalubres
  • Aflicción importante o problemas para desenvolverte o para garantizar tu seguridad y la de los demás en tu hogar
  • Conflictos con las personas que intentan reducir o eliminar el desorden en tu hogar
  • Dificultad para organizar los objetos y, algunas veces, perder objetos importantes en el desorden.
Las personas con trastorno de acumulación compulsiva suelen guardar objetos porque:
  • Creen que estos objetos son únicos o que los necesitarán en algún momento en el futuro
  • Los artículos tienen un significado emocional importante, actúan como recuerdos de tiempos más felices o representan a personas o mascotas amadas
  • Se sienten más seguros cuando están rodeados por las cosas que guardan
  • No quieren desperdiciar nada
  • El trastorno de acumulación compulsiva es diferente de la colección. Las personas que tienen colecciones, como estampillas o autos de juguete, deliberadamente buscan objetos específicos, los clasifican y exponen cuidadosamente sus colecciones. Aunque las colecciones pueden ser grandes, no suelen estar desordenadas ni causan la aflicción ni las discapacidades que son parte del trastorno de acumulación compulsiva.
Acumulación compulsiva de animales
Las personas que acumulan animales pueden acumular docenas o incluso cientos de mascotas. Los animales pueden estar confinados en el interior o exterior. Debido a la gran cantidad, estos animales a menudo no reciben la atención adecuada. La salud y la seguridad de la persona y los animales están en riesgo debido a las condiciones insalubres.

Cuándo consultar al médico
Si tú o un ser querido tienen síntomas de trastorno de acumulación compulsiva, habla con un médico o un profesional de salud mental lo antes posible. Algunas comunidades tienen instituciones que ayudan a resolver los problemas de acumulación compulsiva. Consulta con el gobierno local o del condado para obtener recursos en tu región.

Por más difícil que sea, si el trastorno de acumulación compulsiva de tu ser querido amenaza la salud o la seguridad, es posible que tengas que ponerte en contacto con las autoridades locales, como la policía, los bomberos, autoridades de salud pública, servicios de protección infantil o de personas mayores, u organismos de bienestar animal.

Causas
Las causas del trastorno de acumulación compulsiva no están claras. Se están estudiando la genética, el funcionamiento del cerebro y los sucesos estresantes en la vida como posibles causas.

Diagnóstico
A menudo, las personas no buscan tratamiento para el trastorno de acumulación compulsiva, sino para otros problemas, como la depresión o la ansiedad. Para ayudar a diagnosticar el trastorno de acumulación compulsiva, el profesional de salud mental realiza una evaluación psicológica. Además de las preguntas sobre tu bienestar emocional, es posible que te hagan preguntas sobre el hábito de adquirir y guardar objetos, lo que puede llevar a una charla sobre la acumulación compulsiva.

El profesional de salud mental, tal vez, te pida permiso para hablar con familiares y amigos. También son de gran ayuda las fotografías y los videos de tus espacios vitales y de los lugares de almacenamiento que se ven afectados por el desorden. Además, te pueden hacer preguntas para averiguar si tienes síntomas de otros trastornos de salud mental.

Tratamiento
El tratamiento del trastorno de acumulación compulsiva puede ser un desafío, ya que muchas personas no reconocen el impacto negativo que tiene la acumulación compulsiva en sus vidas o no creen que necesiten tratamiento. Esto es especialmente cierto si las pertenencias o los animales les ofrecen bienestar. Si se les quitan las pertenencias o los animales, las personas, a menudo, sentirán frustración y enojo, y rápidamente recolectarán más para ayudar a satisfacer necesidades emocionales.

El mejor tratamiento para el trastorno de acumulación compulsiva es la terapia cognitiva conductual. Pueden agregarse medicamentos, en particular, si sufres de ansiedad y depresión.

Psicoterapia
La psicoterapia, también denominada «terapia de conversación», es el tratamiento primario. La terapia cognitiva conductual es la forma de psicoterapia de uso más frecuente para tratar el trastorno de acumulación compulsiva. Trata de encontrar un terapeuta u otro profesional de salud mental con experiencia en el tratamiento del trastorno de acumulación compulsiva.

Como parte de la terapia cognitiva conductual, puedes hacer lo siguiente:
  • Aprender a identificar y a desafiar tanto los pensamientos como las creencias relacionadas con adquirir y guardar objetos
  • Aprender a resistirte ante el impulso de adquirir más objetos
  • Aprender a organizar y clasificar las pertenencias para ayudarte a decidir las que debes descartar
  • Mejorar tus habilidades para tomar decisiones y hacer frente a desafíos o situaciones
  • Organizar tu hogar durante visitas domiciliarias de un terapeuta u organizador profesional
  • Aprender a reducir el aislamiento y aumentar la participación social a través de actividades provechosas
  • Aprender maneras de mejorar la motivación para cambiar
  • Asistir a terapia familiar o grupal
  • Hacer visitas periódicas o tratamiento continuo para ayudarte a mantener hábitos saludables
El tratamiento suele comprender la asistencia rutinaria de la familia, amigos y agencias para ayudarte a eliminar el desorden. Este es el caso particular de las personas mayores o de aquellas que luchan contra enfermedades que dificultan el hecho de mantener el esfuerzo y la motivación.

Niños con trastorno de acumulación compulsiva
En el caso de los niños con trastorno de acumulación compulsiva, es importante que los padres participen en el tratamiento. Con el paso de los años, algunos padres piensan que permitirle a su hijo recibir y guardar una cantidad infinita de objetos puede ayudar a disminuir la ansiedad que padece; a veces, a esto se lo conoce como «adaptación familiar». En realidad, puede provocar lo contrario, es decir, aumentar la ansiedad.

Por ello, además de la terapia para el niño, los padres necesitan orientación profesional para aprender cómo responder ante la conducta de acumulación compulsiva de su hijo y cómo controlarla.

Medicamentos
Actualmente, no existen medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos para tratar el trastorno de acumulación compulsiva. En general, se utilizan medicamentos para tratar otros trastornos, como la ansiedad y la depresión, que se presentan junto con el trastorno de acumulación compulsiva. Los medicamentos de uso más frecuente son un tipo de antidepresivo denominado «inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)». Siguen llevándose a cabo investigaciones para encontrar las maneras más eficaces de usar medicamentos en el tratamiento del trastorno de acumulación compulsiva.

Factores de riesgo
Por lo general, la acumulación compulsiva comienza alrededor de los 11 a 15 años, y tiende a empeorar con la edad. La acumulación compulsiva es más frecuente en adultos mayores que en adultos más jóvenes.

Los factores de riesgo son los siguientes:
  • Personalidad. Muchas personas con trastorno de acumulación compulsiva tienen un temperamento indeciso, entre otros rasgos.
  • Antecedentes familiares. Hay una estrecha relación entre tener un familiar con trastorno de acumulación compulsiva y padecer este trastorno.
  • Acontecimientos estresantes de la vida. Algunas personas padecen trastorno de acumulación compulsiva después de un suceso estresante difícil de afrontar, como la muerte de un ser querido, un divorcio, un desalojo o perder posesiones en un incendio.
Complicaciones

El trastorno de acumulación compulsiva puede causar múltiples complicaciones, entre ellas:
  • Mayor riesgo de caídas
  • Lesiones o riesgo de quedar atrapado en medio de artículos que se dan vuelta o se caen
  • Conflictos familiares
  • Soledad y aislamiento social
  • Condiciones insalubres que ponen en riesgo la salud
  • Riesgo de incendio
  • Desempeño deficiente en el trabajo
  • Problemas legales, como un desalojo
  • Otros trastornos de salud mental
Muchas personas con trastorno de acumulación compulsiva también padecen otros trastornos de salud mental, como:
  • Depresión
  • Trastornos de ansiedad
  • Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
  • Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
Prevención
Debido a que poco se sabe sobre las causas del trastorno de acumulación compulsiva, no se conoce forma de prevenirlo. Sin embargo, al igual que sucede con muchas enfermedades mentales, recibir tratamiento al primer indicio de que hay un problema puede ayudar a evitar que empeore la acumulación compulsiva.

Fuente: Clínica Mayo 

martes, 11 de junio de 2019

Consumo de Drogas: Consecuencias Familiares

Las adicciones traen consigo todo tipo de problemas, varios de ellos en el hogar, siendo las siguientes algunas de las principales consecuencias familiares del consumo de drogas:
La droga no sólo afecta al que la consume, también afecta a su familia
Uno de los efectos más desgarradores del abuso de drogas en las familias es especialmente el abandono. Una vez que las drogas han alterado las vías nerviosas en el cerebro, el deseo  de consumirlas se vuelve más importante que los amigos y que la propia familia.
  • Abandono de las responsabilidades económicas, es decir, el adicto se desentiende por completo de las aportaciones monetarias que solía realizar a la familia.
  • Por otra parte, también se presenta el abandono de las responsabilidades afectivas, ya que al enfermo le deja de importarle cualquier tipo de atención emocional que solía tener con los miembros de su familia.
  • El incremento en la crisis financiera también es algo muy común, pues el adicto desviará alguna parte de sus ingresos para poder adquirir droga, dejando de lado incluso las necesidades económicas básicas del hogar.
  • El abuso de las drogas afecta financieramente a la familia, pues de aquí se deriva el robo, esto para conseguir dinero y adquirir los narcóticos.
  • Normalmente el consumo de drogas se relaciona con situaciones de maltrato. El adicto suele perder cualquier tipo de autoridad en el hogar, ya que los demás miembros de la familia dudan de su capacidad para tener control y/o liderar a los demás lo cual se entiende perfectamente; después de todo, ha caído en las adicción a las drogas, demostrado no tener siquiera control sobre su propia vida
  • Cambios en las costumbres familiares; nada será igual teniendo un adicto en casa, debiendo los demás miembros de la familia cambiar sus hábitos para adaptarse de la mejor manera la forma de actuar del enfermo
  • Episodios de violencia ya sea física, verbal y/o incluso sexual, los cuales pueden o no ser recurrentes, dependiendo de la personalidad del adicto.
  • El abuso de estas sustancias altera las relaciones sexuales, provocando algunas veces, violaciones.
  • Intentos de suicidio que de ser fructíferos, podrían conducir evidentemente a la muerte
  • La disolución de vínculos afectivos a nivel de pareja, es decir, la separación y/o el divorcio, dependiendo de cada caso
  • A su vez, dicha separación conducirá casi de forma segura, a problemas legales, tratando de resolver asuntos como la separación de bienes y la custodia de los hijos.
  • Y problemas graves de salud y muerte
Todo lo anterior indudablemente conducirá al deterioro en la calidad de vida de todos los miembros quienes conforman el núcleo familiar.

Nota: El uso problemático de sustancias se define como la búsqueda, el deseo y el consumo compulsivo e incontrolable de cualquier droga, legal o ilegal, que persiste a pesar de las consecuencias negativas en la persona y en los seres que le rodean.

En resumen: Una de las áreas que más se afecta por el consumo de sustancia es la familia. Estudios indican que los familiares pueden desarrollar depresión, ansiedad, estrés y fatiga por compasión a consecuencia del manejo y cuidado de algún familiar con uso problemático de sustancias. El impacto en la pareja de el/la usuario/a va desde lo económico hasta lo psicológico, ya que el dinero que va destinado a gastos del hogar es utilizado en la adquisición de sustancias y la pareja puede asumir una posición de proveedor/a. En cuanto a lo psicológico, el familiar pudiera experimentar soledad, enojo, estrés, ansiedad, desesperanza, estigma y vergüenza a consecuencia de los problemas relacionados al consumo de sustancias de la pareja. El impacto en los niños/as que residan con el/la usuario/a pueden ir desde confrontar problemas en la escuela como deficiencia en el aprendizaje, posible uso de sustancias y problemas de ajuste causados por divorcios, ser víctima de violencia secundario, problemas en la escuela, baja autoestima, depresión y ansiedad. Los menores pudieran experimentar, además, culpa y responsabilidad por la conducta de consumo de sustancias del adulto y aceptar responsabilidades que corresponden a otros adultos, tales como el cuido de hermanos o familiares menores de edad, entre otras cosas. En las familias reconstruidas, los efectos son la falta de integración y estabilidad de los miembros de la familia, tensión entre los familiares, falta de confianza y comunicación defectuosa, entre otras cosas.

Sugerencias: El uso problemático de sustancias es un fenómeno que, no solo afecta al que consume drogas, sino que impacta el sistema familiar, ya que los familiares asumen la responsabilidad y la culpa por las conductas de la persona adicta. Es imperativo que los tratamientos de recuperación incluyan a la familia, a fin de lograr concientizar sobre este problema e incentivar la integración de los miembros que componen la familia. El éxito radica en que la familia reciba validación y apoyo. Es de suma importancia que los familiares busquen ayuda para que logren ventilar sus emociones en cuanto a este problema. Por último, que comprendan que el enojo, la frustración y la tristeza son válidos este proceso y que hacen lo mejor que pueden con los recursos que tienen.

Como se puede ver, las consecuencias familiares del consumo de drogas son bastantes y de lo más diversas y complejas, por lo que en caso de sufrir de alguna adicción, lo más recomendable es buscar ayuda lo más rápido posible, y con ello evitar vivir situaciones tan desagradables como en dañar las relaciones familiares


Fuentes:
Comentarios personales.
*Extracto del artículo “Impacto del abuso de las drogas en la familia”

martes, 4 de junio de 2019

¿Cómo Comportarse con los Padres Tóxicos?

Escapar de las relaciones tóxicas es difícil. Incluso para los hijos adultos que viven solos. Sin embargo, ofrezco una serie de recomendaciones que permiten proteger los límites personales sin llegar al extremo de quemar los puentes. 

Para empezar, hay que aceptar algunos hechos importantes:
  • El pasado no se puede cambiar.
  • Las relaciones tóxicas se parecen a las enfermedades crónicas: es poco probable que se puedan “curar”, así que el objetivo principal es evitar las exacerbaciones.
  • Las recomendaciones de los psicólogos se basan en la comprensión de que una persona tiene derechos y deseos por los que no debería avergonzarse:
  • Vivir separado y según las propias reglas.
  • No participar en la solución de los pequeños problemas cotidianos de los parientes.
  • Restringir el acceso al territorio propio.
  • Acumular experiencia, ignorando el “Yo sé mejor qué hacer” de los padres.
  • Manejar los recursos propios: el tiempo, la energía, el salario.
  • No sacrificar intereses personales por el “hay que” momentáneo de los padres.
Pasos que definen un trabajo de transformación interna donde en todo momento tiene que estar presente la comprensión y el perdón derivado de ella.
  • Abandonar el deseo de cambiar a tus padres.
  • Detectar patrones familiares.
  • Transcender los patrones heredados.
  • Sanar las heridas.
  • Activar a tus padres amorosos.
El objetivo no es evitar físicamente a la familia, sino trascenderla y para eso hay que aprender a poner distancia emocional. Hay que aprender a estar pero sin estar, relacionarte con tu familia pero sin que esta «te toque». Y esto lógicamente no pasa de la noche a la mañana sino que es necesario un proceso consciente de querer sentirte libre de apegos y cargas que llevas a tus espaldas y ¡que no te corresponden!! Para desengancharte e iniciar un proceso de «desintoxicación» primero necesitas (si todavía no la tienes) una emancipación física. Respirar otro ambiente ayuda a tener más perspectiva y relajación. Pero no olvides que todo lo heredado se mudará contigo. El verdadero desapego no es físico sino psicológico y emocional y este llega un poquito más tarde.

Detectar estos patrones no es tarea sencilla porque has estado durante mucho tiempo y aun estás fuertemente apegado a ellos. Es muy probable o al menos recomendable que necesites la ayuda de un profesional para conocerlos con profundidad. Si tienes una madre negativa es probable que te veas de forma negativa. Si tienes un padre castigador que te limita es muy probable que te sientas insuficiente en todo.

Es importante recordar que estos derechos son válidos para ambas partes. No se puede alejarse de los padres, y a la vez dar su ayuda por sentado. 

¿Has logrado resistir la presión de los padres tóxicos? comparte tu experiencia....



Fuente: Educación Preescolar, Compilador.