La
dependencia emocional es un patrón psicológico que incluye, necesidad de que
otros asuman la responsabilidad en las principales parcelas de su vida, temor a
la separación de las personas, dificultades para tomar decisiones por sí
mismos, dificultades para expresar el desacuerdo con los demás debido al temor
a la pérdida de apoyo o aprobación, se siente incómodo o desamparado cuando
está solo debido a sus temores exagerados a ser incapaz de cuidar de sí mismo y
preocupación no realista por el miedo a que le abandonen y tenga que cuidar de
sí mismo.
Las
personas con dependencia emocional suelen tener o iniciar relaciones poco sanas
y tienen sentimientos excesivos y poco adaptativos de temor a que la relación
se acabe en algún momento. Es
común que estas personas no piensen en sus necesidades, que se anulen a sí
mismos a favor de su pareja, familia o amistades y tienden ser muy sensibles a
la aprobación de sus actos por parte de estas personas.
Esta
vinculación afectiva tan excesiva se correlaciona con trastornos de apego.
En
el fondo de una dependencia emocional elevada, se encuentra una baja autoestima
y un alto grado de inseguridad. También hay un gran miedo a estar
emocionalmente solo, lo que repercute en la calidad de la pareja ya que lo que
mantiene el vínculo de pareja es un miedo persistente a que la relación se
acabe.
Se
puede identificar a las personas con dependencia emocional por conductas
(síntomas) como:
- Baja autoestima y autodesprecio.
- Buscan relaciones de pareja teniendo poco criterio, les falta ser más asertivos.
- Tienen tendencia a depresión o ansiedad.
- No asuman responsabilidades.
- Dificultad en la toma de decisiones.
- Inseguridades
- Pueden tener problemas para hacer cosas por si solas.
- Dispuesto a obedecer y ser subordinados de forma desproporcionada.
- Poco adaptativa a nuevos entornos o situaciones.
- Temor al rechazo y dificultad para dar su opinión. (Necesidad de agradar)
- Dificultad para iniciar proyectos por su cuenta.
- Falta de confianza en su propio juicio y capacidades.
- Dispuestos hacer tareas no deseables por mantener la relación de dependencia.
- Posición inferior en las relaciones
- Puede soportar maltrato físico o verbal que puede dar pie al maltrato de género, pensando que la persona con dependencia emocional consiente cosas incondicionalmente.
- La soledad les hace sentir muy incómodos.
- No tienen la capacidad de salir de una relación toxica.
- Sensación de vacío, solo pueden llenar este vacío con otra persona.
- Autoanulación, no suele pensar en sus necesidades.
Todo
esto no significa que una persona dependiente no haga cosas por sí mismo, lo
que ocurre es que necesita el apoyo o la aprobación de otra persona para
reforzar su autoeficacia.
Dependencia
emocional en la pareja
En
la relación de pareja es necesario cierto nivel de dependencia. Si hay una
independencia total, no tenemos una relación equilibrada y nos puede llevar a
la falta de objetivos comunes.
Para
que una pareja funcione adecuadamente, es importante un cierto grado de
dependencia emocional sana, pues si se funciona de forma completamente
independiente la relación puede terminar siendo disfuncional. Sin embargo, si
uno de los dos cónyuges tiene un alto grado de dependencia, se convierte en una
relación desequilibrada, pues la persona dependiente puede sentirse inferior a
su pareja sentimental y está dispuesta a obedecer a todo. Incluso podemos citar
que, las personas con alto grado de dependencia emocional, eligen parejas
explotadoras, narcisistas, manipuladoras, poco empáticas y poco afectuosas, que
creen poseer habilidades fuera de lo común y que parecen muy seguros de sí mismos.
Estas
relaciones desequilibradas se pueden tornar poco saludables con el paso del
tiempo, ya que puede pasar que la persona dominante incremente su autoridad
hasta tal punto que anule o maltrate al dependiente. Cuando la relación llega a
un punto de maltrato físico o psicológico, el dependiente soporta desprecios,
humillaciones y está dispuesto a obedecer a todo lo que propone su pareja por
el miedo a ser abandonado. La persona afectada es capaz de reconocer el
maltrato, pero no tiene la capacidad de terminar la relación por estar
“enganchada” emocionalmente a su pareja. La dependencia puede conducir a una
situación extrema de círculo vicioso, es decir, en un momento dado la relación
termina rompiéndose pero al poco tiempo el dependiente intentará a recuperar su
expareja incondicionalmente. Si la expareja genera expectativas de
reconciliación, el dependiente emocional reinicia la relación como si no
hubiera pasado nada. Para el dependiente esta situación afecta de forma
negativa a su autoestima, y a su salud física y/o mental, pasando por síntomas
de ansiedad, depresión o pensamientos obsesivos. Pese al malestar y al
sufrimiento que la relación les cause se sienten incapaces de dejarla.
¿Cómo
se puede identificar a un dependiente emocional?
Todas
las personas tienen cierto nivel de dependencia afectiva y no hay que olvidar
que para relacionarse hay que tener un cierto grado de dependencia sana, si no,
la relación termina siendo disfuncional y terminamos funcionando de forma
individualista. El
problema existe cuando una persona se deja controlar por esta necesidad de
aprobación.
¿Cómo
identificar si tengo un rasgo elevado de dependencia emocional?
Hay
algunas características en las que podemos fijarnos para evaluar si somos
propensos a establecer relaciones de dependencia, por ejemplo:
- Tendencia a anular nuestros propios deseos al favor de la otra persona.
- Necesidad de involucrar a la otra persona en todas nuestras actividades o pedir su opinión ante cualquier decisión.
- Si nuestra felicidad se centra en nuestra pareja.
- Si nos resulta complicado defender una opinión opuesta a la opinión de la otra persona.
- Tener un miedo constante a perder a esta persona.
- Sensación de malestar y sentimientos de culpabilidad cuando vamos a la contra de la otra persona.
- Dejarnos manipular con facilidad por esta persona.
- Tendencia hacia el aislamiento social.
- Sensación que las relaciones se convierten en una ‘montaña rusa’ de emociones.
- Los dependientes emocionales, muchas veces, no son capaces de darse cuenta de los efectos que su dependencia tiene en su vida diaria. Estas personas tienen la tendencia a buscar una pareja con unas características muy concretas, como:
- Una autoestima elevada, ya que compensa la falta de autoestima de la persona dependiente.
- Un rasgo de manipulador, dominante o posesivo. Exigen cosas a su pareja, pero no aplican estas mismas normas a ellos mismos.
- Un rasgo narcisista de personalidad.
- Personas frías y distantes.
- Hacia el exterior tienen encanto y sentido del humor.
- Algunas consecuencias de la dependencia emocional;
- La identidad se ve afectada caracterizándose por un yo débil.
- Puede ser la causa de depresión, ansiedad, agorafobia, fobia social, etc.
- Falta de autosuficiencia emocional.
- Falta de opinión propia e inseguridad.
- Vulnerable por ser manipulado.
- Sensación de inferioridad.
- Dificultades en el entorno laboral, etc.
Cómo
combatir la dependencia emocional
El
primer paso es conocer y aceptar nuestros rasgos de personalidad y hacernos
conscientes que esta situación emocional no es sana a largo plazo. Si reconoces
que puedes ser una persona emocionalmente dependiente, te aconsejamos redactar
una lista de aquellas cosas que haces por amor o cariño y que no te perjudican
como persona y otro listado de aquellas cosas que haces o aguantas por el rasgo
de dependencia emocional y si influyen muy negativamente en tu salud y
bienestar. Valora si has dejado de lado otras relaciones o amistades
importantes, si has cambiado tus actividades de forma drástica al favor de la
otra persona, etc. También debes pensar si estas siendo tratado correctamente
en esta relación o has experimentado sufrimiento.
¿Piensas
que necesitas ayuda profesional para romper un enganche emocional o realizar un
cambio vital en tu vida?
Nosotros los psicólogos utilizamos varios enfoques
para ayudar a personas que se encuentran en una relación de dependencia. Es
muy importante, reconocer y trabajar el rasgo dependiente, afirmando nuestra
autoestima y reduciendo nuestra dependencia de los demás, por ejemplo teniendo
siempre presente nuestros logros y éxitos, responsabilizarnos de nuestros
actos, trabajar el sentirse bien solo/a y aprender a tener una dependencia
equilibrada en nuestras relaciones en general.
Te
ofrezco tratar el rasgo de dependencia emocional y mejorar los problemas
derivados de una relación con dependencia y enganches emocionales de forma más
breve y eficaz.
Psicología
y Psiquiatría