lunes, 15 de febrero de 2021

Duelo por Covid-19

Posibles procesos para superar el duelo en la experiencia de un fallecimiento por COVID-19.

Fase 1. Negación

Puedes no creerte que la pérdida es real. La situación extraordinaria de confinamiento y no poder ver a la persona que se ha ido puede agudizar la intensidad de esta fase.

Fase 2. Ira

Cuando conectas con la pérdida que has sufrido puede que sientas enfado o ira: ¿Por qué me ha ocurrido esto a mi? ¿Por qué no he podido acompañarle? ¿Cómo ha podido estar solo? No le protegí lo suficiente… Puede que sientas que necesitas dirigir tu ira hacia lo que te rodea o hacia ti mismo con conductas destructivas. El confinamiento puede aumentar la intensidad de la ira.

Fase 3. Negociación – Pacto

En esta fase se afronta la culpa que ha podido generarse y se produce una reconciliación con aquellos hacia los cuales se dirigió la ira. Ahora no se les percibe como culpables, la culpa se desvanece y da paso al compromiso, a la búsqueda de metas centradas en el desarrollo personal: Quiero donar dinero para la investigación. A partir de ahora apoyaré más la Sanidad. Quiero hacerme voluntaria.

Fase 4. Tristeza

Puedes sentir emociones de tristeza, vacío o intenso dolor, unidos a pensamientos que te conectan con la pérdida: No sé si podré vivir sin ella… Es habitual rememorar en tu cabeza momentos o frases de esa persona y que aparezca un sentimiento de vacío ante la idea de que no regresará.

Fase 5. Aceptación

Se reconoce la pérdida y la situación de dolor, así como las repercusiones que conlleva, sin buscar culpables ni adoptar una posición de derrota.

Cómo superar el duelo: Las emociones que surgen

Si eres una de las personas que has perdido a alguien… ¿Has podido identificar tus emociones en estos momentos? ¿Te has parado a pensar qué sientes?

Probablemente no, el estado de shock en el que te encuentras dificulta observarte a nivel emocional y entender qué sucede. Es normal. Todo lo que sientes, todas las reacciones a nivel emocional y fisiológico que experimentas son normales.

Estás viviendo una situación extraordinaria y no tenemos referentes anteriores con los que comparar, y por ello pueden asomar emociones que antes no habías experimentado o quizás no en la misma intensidad.

Es importante que te permitas sentir lo que surja para poder afrontarlas de una manera adecuada

Para ayudarte en la identificación y expresión de tus emociones y reacciones, vamos a detenernos en las más características en estos procesos de pérdida, más aún cuando se trata de superar el duelo en el contexto del Coronavirus.

Miedo

Podemos sentir el cuerpo tembloroso y rígido, experimentar sensación de ahogo o mareo, temblores, inquietud e incluso bloqueo. Esta situación la llevas experimentando desde el principio de la crisis sanitaria y una pérdida de una persona querida agudiza las sensaciones de miedo, ya que tras la noticia de la pérdida lo que eran inicialmente alertas y posibilidades se han convertido en realidad.

Enfado

Quizás te están viniendo a la cabeza este tipo de pensamientos: no he podido despedirme, no me permitieron estar a su lado en el hospital, no le pude hacer una despedida con todos los que le queríamos… Unido al enfado, pueden surgir emociones como la impotencia, sentir que no pudiste hacer nada por evitar el desenlace. La frustración, porque las circunstancias te limitaron para hacer las cosas como te hubiera gustado. La injusticia, porque esto te esté sucediendo a ti o por el final que ha tenido tu ser querido.

Tristeza

Me siento vacía. Siento que he perdido una parte de mi. Estos son algunos de los pensamientos que pueden estar presentes ante la pérdida. Cada uno de nosotros y nosotras experimentamos la tristeza de manera diferente, algunos con llanto, otras con búsqueda de soledad, otras con una elevada necesidad de sentirse bajo el calor de los suyos. La tristeza es la expresión del dolor ante una pérdida significativa, puede incluso considerase como una forma de rendir tributo a alguien que se quiso y que fue importante en tu vida.

Culpa

Esta emoción puede aparecer en mensajes como: ¿Por qué no lo traje a casa? ¿Cómo no lo cuide más? ¡Tenía que haber ido a comprobar que estaba bien!…

Mensajes en los que te culpabilizas por lo sucedido en un intento por creer que pudiste haber evitado su muerte, en un intento por controlar la situación. Pero la realidad es que hiciste lo que pudiste y lo que supiste y que el final no dependía de ti.

“En el proceso de duelo las emociones y los sentimientos tienen importantes funciones y deben ser entendidos como señales de nuestros esfuerzos por atribuir significado a la experiencia de la pérdida.”

Cómo superar el duelo: Afrontar el dolor: ¿Qué hacer y qué no hacer?

La pérdida de nuestros seres queridos es algo para lo que no estamos preparados, y menos cuando la pérdida es tan inesperada y en unas condiciones tan difíciles y extraordinarias como en la epidemia de Coronavirus COVID-19. Ninguna persona estaba preparada para algo así.

Pero nos gustaría ayudarte a reflexionar. Sugerirte opciones para afrontar el dolor. Aclarar algunas dudas para identificar mejor lo que conviene o no en estos momentos tan complejos.

Voy  a responder a 6 preguntas sobre cómo superar el duelo

1. ¿Afrontar el duelo en soledad o en compañía?

Combina y equilibra ambos

Esta combinación de soledad y compañía tiene sentido, compaginar tiempos de intimidad contigo y de comunicación con los demás, va a ser saludable.

Escucha tu dolor y trata de abrirte a los momentos de dolor íntimo y solitario. Pero no te aísles. Es sano que tu sufrimiento sea acompañado de otras personas que, también, sufren con él.

Junto a momentos de soledad, ten otros en los que compartas tu vivencia, con los medios que tengas a tu alcance, si no conviven otras personas contigo, a través de llamadas, video llamadas, grupos de Whatsapp… realiza reuniones virtuales, ceremonias de despedida, homenajes y recuerdos…

Evita en la medida de lo posible un aislamiento total, cortar el contacto con tus personas allegadas. Tampoco lo contrario: no tener ningún momento íntimo y privado en el que te pares a pensar y sentir sobre lo sucedido.

2. ¿Pensar o no pensar?

Pensar, a medida que lo vayas pudiendo hacer. Date un respiro mental cuando sientas que lo necesitas

La ausencia física de la persona que se va es algo en lo que pensarás toda la vida. De distinta forma seguirá estando en ti. Por ello, cuando tu mente y tu cuerpo te hagan preguntas, te traigan imágenes o recuerdos, no cierres la puerta. Eso sería un desgaste enorme improductivo y aún más doloroso.

Entiende que es normal que necesites pensar en lo sucedido y en cómo ha sucedido. Y a la vez, si sientes que algunos días, esas preguntas o esas imágenes te invaden de forma continua, permítete compartirlas, contándoselas a alguien, escribiéndolas, dibujándolas o expresándolas y plasmándolas en la forma en que lo necesites. Tras ello, quizás te convenga tener momentos de descanso o distracción.

Sí es sano que pienses y no tengas miedo a lo que traiga tu mente en estos momentos. Con el tiempo irás entendiendo el significado de cada imagen, de cada pensamiento, dándole sentido a lo que hoy no parece tenerlo. Con el tiempo, poco a poco. Y si lo que piensas te hace más daño, trata de sostener ese dolor y pensar que no todo lo que piensas y llega a tu mente en estos momentos tan duros es completamente cierto: Es cierto que no pudiste abrazarle, ¿pero no te sentía al lado aunque estuvieras físicamente lejos? ¿Cuánto amor sí pudiste darle todo el tiempo que estuvisteis juntos?

Evita no pensar o distraerte continuamente como si no hubiera pasado.

De igual forma, si sientes una continua invasión de pensamientos, haz lo posible por ir teniendo momentos del día en los que, aunque cueste y puede que no le encuentres sentido, te centres en rutinas, autocuidados y actividades cotidianas.

3. ¿Escribir o sólo pensar?

Escribir

Siempre que puedas, expresa, dale forma a tus pensamientos, escríbelos. Te ayudará a procesarlos mejor, ordenarlos y observar cómo tu vivencia va cambiando con los días.

Escribe sobre lo que necesites: sobre cómo fue tu vida con esa persona, sobre lo que te gustaría haberle dicho o decirle en este momento, lo que crees que te respondería. Puedes escribir pidiendo perdón si lo necesitas, o dándole las gracias.

También puedes escribir cada día un relato de cómo vas sintiendo su ausencia física, o sobre los recuerdos que te van viniendo de lo compartido. Te puede ayudar a ir asimilando, aceptando y digiriendo lo sucedido.

Escribe sobre lo que necesitas y siente lo que ello te genere.

No ayuda el tratar de evitar expresar el dolor. “El duelo suprimido sofoca. Hace estragos dentro del pecho y está forzado a multiplicar su fuerza” (Ovidio).

4. ¿Guardar silencio o hablar de la pérdida?

Hablar de la pérdida “No hay duelo que no hable”

No tengas dudas, habla de ello cuanto necesites, de la persona fallecida, de cómo has vivido y estás viviendo su pérdida. Según tu estado emocional sentirás que necesitas hablar con una u otra persona. Hazte caso.

Sí, es bueno que hables con quién lo necesites, cuánto necesites y cómo lo necesites, dentro de las posibilidades de confinamiento (aprovecha también la tecnología: video llamadas, WhatsApp…)

No te obligues a hablar con personas con las que no lo deseas en este momento. Cada persona tenemos nuestro ritmo en digerir la pérdida y más aún en las circunstancias en que se están dando estás pérdidas. Cualquier ritmo es válido, nadie debe forzar a nadie a hablar sobre lo que la otra persona no desee, ni forzar a silenciar lo que la otra necesite hablar.

Pasado un tiempo, cuando ya hayas expresado tu dolor, hayas compartido tus sentimientos, tus miedos, tus recuerdos, intenta retomar otros temas de conversación, volver a conectarte con tu día a día, con temas cotidianos, con ilusiones, motivaciones…, que aunque te parezcan superficiales y que no te interesen en este momento, quizás hagan tu malestar más llevadero.

5. Rituales de despedida: ¿Sí o no?

Los rituales de despedida nos ayudan a expresar nuestros sentimientos, a poner un poco de orden a nivel emocional y nos ayudan a tomar consciencia del proceso del duelo, a conectar con nuestro dolor, a integrar lo que ha sucedido.

En tiempo de confinamiento estos rituales de despedida serán diferentes a lo que estamos acostumbrados, ya que serán más personales, más íntimos.

Te animamos a fomentar tu despedida –por ejemplo con un homenaje–, siempre que no lo hayas hecho ya o tengas la percepción de no haber dicho todo lo que querías, o te ha quedado algo pendiente. Prepara un escrito para el momento en el que puedas reunir a tus seres queridos, grabar un vídeo y compartirlo, escribir una carta, poemas, mensajes, cuyo contenido sea algo que le diríamos a esa persona, como si estuviera aquí. Expresa tus sentimientos a través de un diario, del dibujo, crear un álbum, construir una caja de recuerdos. Puedes crear un rincón del recuerdo, con una fotografía, un objeto simbólico, decorarlo como te guste y cada vez que lo desees ir a ese espacio para estar en silencio, hablarle, recordar momentos positivos, ver sus fotografías.

Puedes preparar rituales de despedida sociales –encender velas en tu balcón, por ejemplo–. Preparar la ceremonia o ritual que te hubiera gustado realizar, con la idea de aplazarlo un tiempo o bien realizar una ceremonia o encuentro virtual –aprovechando la tecnología online–. Compartir acciones en tus redes sociales, crear un blog a modo de homenaje, un escrito, un montaje de fotografías, un video… Así, podrás conectar con tus contactos y les brindarás la oportunidad de poder expresarte sus condolencias y apoyo.

Si no quieres, no te obligues, respeta tu espacio, tus tiempos, quizás no te apetezca compartirlo socialmente, igual prefieres hacerlo sólo para ti, o quizás has valorado que no es aún el momento. No tienes la necesidad. Tú decides, es tu derecho.

6 ¿Reprimir emociones o validar emociones?

Valida lo que sientes

Tu duelo te traerá emociones con las que te será difícil convivir. No puedes elegir lo que sientes ante la pérdida, simplemente, recuerda que aquello que sientes o que aún no sientes es una reacción normal de tu cuerpo y de tu mente, que hacen lo posible por ir digiriendo el dolor.

“Todos pueden controlar un duelo excepto el que lo tiene”

Simplemente, acepta y da validez a lo que vayas sintiendo, normaliza tu sentir, permítetelo, no te culpes por experimentarlo. Tienes derecho a sentir miedo, enfado, rabia…


Red

martes, 2 de febrero de 2021

Los Efectos del Divorcio en los Niños de 3 a 8 Años

El divorcio siempre produce un alto impacto emocional en los hijos. Atenuar este impacto para que sus consecuencias no acarreen un daño irreversible en su desarrollo psico-evolutivo es crucial para los niños.

Pareciera que los matrimonios duran cada vez menos tiempo y no es raro ver padres que se separan con hijos pequeños, a los que les espera una larga tarea de crianza por delante. Es muy importante que estos padres sepan cuales son las reacciones más comunes de los chicos y cómo actuar. Los progenitores que se divorcian, aún los que no querían hacerlo, sienten culpa y por lo general la culpa los vuelve incompetentes para cumplir con las funciones normativas. Por otro lado, cuando se trata de bebes o niños pequeños, los padres creen que ellos no perciben lo que pasa en su familia y esto es un error, porque los chicos pequeños desarrollan síntomas.

El aumento del número divorcios en los últimos años es una penosa realidad social. Entre el 40 y 50% de las primeras uniones termina en separación o divorcio y la inmensa mayoría de estas personas son progenitores.

Cuando la separación es un hecho y no hay vuelta atrás, tomar los recaudos necesarios para disminuir el impacto de la ruptura marital en los hijos debe ser prioridad uno para los padres. Hay dos cosas que en estas circunstancias deben saber: la primera es, nadie mejor que ellos para ayudar a sus hijos a transitar la crisis y la segunda, que para ayudar a sus hijos deben estar bien informados. El efecto reparador que produce en los niños, especialmente en los más pequeños, el mensaje dicho por ambos padres: "aunque ya no vivamos todos juntos, los dos te vamos a seguir queriendo mucho toda la vida y te vamos a seguir cuidando juntos", no puede ser superado.

El divorcio es siempre para los hijos una experiencia diferente que para los padres: la familia en la cual los niños nacieron, crecieron y vivieron toda su vida se muere y cualquiera fueran sus deficiencias, sienten que es la entidad que les brinda el apoyo y la seguridad que necesitan. El ser humano, al nacer, requiere del cuidado de sus progenitores durante mucho más tiempo que cualquier otra especie y los niños son conscientes de esa dependencia.

Investigadores de distintas especialidades han estudiado los efectos del divorcio en los niños y adolescentes, pero no hay conclusiones unánimes. Un estudio publicado por UNICEF señala que las consecuencias pueden ir de moderadas a graves, de transitorias a permanentes y que dependen: 1) del grado del conflicto previo, especialmente que se involucre o no a los hijos, 2) del ejercicio o no de la coparentalidad (crianza conjunta de los hijos) y 3) de los efectos del deterioro económico y del estilo de vida que por lo general trae aparejado.

El divorcio se ha instituido para los cónyuges, no para los padres, no existen "ex hijos" ni "ex padres". Los esposos no se divorcian de sus hijos, ni entre sí como padres, o... al menos, no deberían hacerlo.

El divorcio disuelve el vínculo conyugal que une legalmente a los esposos y les devuelve la aptitud nupcial, pero conserva el vínculo parental que los une cómo padres. Esta disolución implica la transformación de la familia nuclear original -constituida por padres e hijos- en una familia con una estructura diferente: la familia binonuclear, con dos núcleos representados por la casa de la mamá y la casa del papá. Este tipo de configuración familiar requiere para ser viable el ejercicio conjunto de la parentalidad o coparentalidad. Es decir, la familia del divorcio es viable en tanto los padres cumplen conjuntamente las funciones de crianza.

Los divorcios que afectan la coparentalidad se conocen como divorcios destructivos y sus consecuencias adversas para los hijos son irreparables.

Las reacciones y sentimientos de los niños dependen de diferentes factores: edad, explicaciones recibidas, continuidad de la relación con ambos progenitores, acuerdos o desacuerdos entre los padres, grado de hostilidad entre los mismos, intervención de otros adultos o sistemas, etc.

Entre los 3 y 5 años

Es común que los niños pequeños esperen la reconciliación durante varios años. También creen ser responsables por el divorcio y, como si hubieran hecho algo malo, se preguntan si el papá (o la mamá) se fue porque ellos hicieron algo que no debían.

Pueden desarrollar:

  • Conductas regresivas como orinarse en la cama, succionar el pulgar, hablar como bebé o portarse mal
  • Miedo ante el derrumbe de la estructura familiar
  • Miedo a no ver más al padre que se va de la casa o a que el otro lo abandone
  • Miedo a que los padres dejen de quererlo. Miedo al rechazo.
  • Enojo, que manifiestan golpeando o rompiendo sus juguetes
  • Tristeza, depresión, baja autoestima
  • Se sienten responsables del divorcio: autoacusaciones
  • Preocupación

Usan la fantasía para negar lo que está sucediendo e imaginan que "sus padres se volverán a unir".

En esta etapa, los padres los ayudan cuando:

  • Les aseguran una y otra vez que los quieren y los querrán siempre. Hay que repetírselos y demostrarlo tanta veces como sea necesario,
  • Les aseguran que verán regularmente al padre que no convive (si efectivamente va a ser así),
  • Les aseguran que no son responsables del divorcio,
  • Les dicen que ellos también lamentan el divorcio y no haber podido resolver las cosas de otra manera,
  • Los escuchan, permitiéndoles expresar su tristeza y su enojo,
  • Les brindan apoyo y compresión,
  • No hablan mal del otro padre en su presencia. Los niños reciben cómo dirigida hacia su propia persona cualquier apreciación negativa o injuriosa que recaiga sobre un progenitor,
  • No los usan como mensajeros, espías o rehenes,
  • No les piden información acerca de que cosas tienen o hacen en la otra casa,
  • No los involucran en las peleas,
  • Discriminan su rol de padres de su rol de ex cónyuges,
  • Les explican los arreglos de vivienda, visitas y otros cambios que sucederán.

De 6 a 8 años

No relacionan en un principio la conducta de sus padres con la disolución de la familia. Piensan que sus progenitores se volvieron locos, sienten miedo, angustia y desconcierto; están confundidos, tratando de comprender quienes son y adónde pertenecen. Cuando los padres se separan, los niños se sienten solos, impotentes, profundamente tristes, pero también con rabia y enojo.

El aspecto menos diagnosticado del divorcio es la depresión en los niños. A menudo están tristes, distantes y esquivos aunque les vaya bien en la escuela. Los síntomas incluyen mal humor, enojo y peleas. Habitualmente estos síntomas no son considerados una evidencia de depresión pero generalmente los son. Los chicos cuando se deprimen se vuelven irritables, contestan mal, no escuchan y hasta sobresaltan con exabruptos. Cuando la depresión no se detecta y orienta, estas conductas empeoran dejando perplejos y sin saber que hacer a padres y maestros.

A esta edad los niños:

  • Idealizan al padre ausente y agreden a aquél con el cual conviven.
  • Sienten que sus padres son egoístas por no haber conservado la familia.
  • Sienten que sus padres los han traicionado.
  • El miedo puede derivar en problemas de conducta.
  • Están preocupados por el padre que se va, no importa cómo haya sido su relación con él.
  • Otras veces sienten que el padre que se va de la casa los abandona deliberadamente.
  • Sienten que no los quieren.
  • No pueden usar la fantasía para negar -como hacen los más chiquitos- pero no son lo suficientemente maduros como para entender el proceso de duelo.
  • Anhelan volver a unir a sus padres.
  • Se distraen con facilidad, dificultades para concentrarse en el juego y en las tareas escolares.
  • Pueden convertirse en "cuidadores" de un padre (generalmente al que ven más sólo o más débil) o asumir un rol parental en el hogar.
  • Llanto fácil, pesadillas, dolor de panza o de cabeza.
  • Otras veces, dicen que "todo está bien", niegan la tristeza y la incomodidad o inventan historias sobre el padre ausente.
  • Pueden tornarse demandantes para compensar lo que les falta.

En los "divorcios destructivos" el miedo deriva en el desarrollo patrones de comportamiento perjudiciales a largo plazo: mentira, robo o agresión. Otras veces, tienen conductas manipuladoras y aprovechan las fisuras entre los adultos para satisfacer sus caprichos,

Hay niños que ven a sus padres violar las normas que ellos mismos les enseñaron y les da vergüenza cuando los escuchan pelear. Otros, cuando la tensión familiar crece, desarrollan síntomas físicos (vómitos, dolor de cabeza, de panza) que a modo de "bracke" separan a los contrincantes para ocuparse de ellos.

En esta etapa, los padres los ayudan cuando:

  • Cumplen con lo especificado en el ítem anterior.
  • Les explican el divorcio en términos que pueden entenderlos.
  • Tratan de que entiendan, que así como no son responsables del divorcio, tampoco lo son de la reconciliación.
  • No los aceptan como "un jefe" en la casa, "cuidadores" o "aliados".
  • Aceptan sus sentimientos de enojo o de tristeza como naturales.
  • No los involucran en pelea conyugal.

Los padres deben tratar de conservar estables tantos aspectos de la vida de sus hijos como sea posible.

Otro aspecto sumamente importante a tener en cuenta para el desarrollo saludable de los hijos es que los padres deben mantener entre sí un diálogo regular, por ej., una llamada telefónica semanal, que les permita compartir los progresos psicoevolutivos y tomar conjuntamente las decisiones importantes de la vida de sus hijos. Cuando el nivel de hostilidad entre ellos no lo permite, es necesario buscar ayuda profesional para restaurar o construir el ejercicio conjunto de la parentalidad.

 

Fuente: Dora Davison. Presidente de la Fundación Familias Siglo XXI. Coordina el curso para padres en proceso de divorcio, " Acuerdos duraderos". Autora del libro: Familias Ensambladas. Mitos y realidades delos tuyos los míos y los nuestros. Vergara Ediciones y de numerosos trabajos sobre estos temas. (planeta mamá)

lunes, 1 de febrero de 2021

Evita un amor Tóxico

Se dice fácil, pero en la práctica reconocer un amor tóxico es más difícil de lo que parece, el amante tóxico tiene una capacidad camaleónica, un instintito que lo hace capaz de camuflarse tantas veces como sea necesario. Y es que, a pesar de los consejos de familiares, las advertencias de amigos, e incluso del propio sentido común, quien padece un amor tóxico generalmente es la última persona en enterarse.

Los errores en el amor son normales. Mantener una relación de pareja sana, sin embargo, requiere mucho trabajo. A continuación les mostramos 5 hábitos y consejos que las parejas en relaciones saludables hacen de manera diferente a las de un amor tóxico.

1. El pasado no se puede borrar, pero puedes aprender a lidiar con el.

Todo lo que hemos hecho, ya sea bueno o malo, es una experiencia de aprendizaje diseñada para ayudar a nuestra evolución. Las personas en relaciones saludables no han olvidado o “liberado” sus heridas repentinamente, las han transformado. Han aprendido a honrar su pasado y lo ven como pasos necesarios para ascender en la escala de su evolución personal.

2. El compromiso es la clave.

Hay momentos en los que el compromiso es desigual y eso está bien. Lo que está mal es permanecer en ese estado de desigualdad. Todos pasamos por cosas que nos dejan destrozados o que de otra manera no podemos estar completamente presentes en una relación.

En lugar de quejarse, los que están en una relación de pareja sana entienden que a veces necesitamos dar un poco más, mientras que nuestra pareja se concentra en otras cosas. Podría ser un problema laboral o problemas personales que requieren su atención. Si se habla abiertamente y con honestidad, entonces está bien dar un poco más mientras la atención de nuestra pareja se desvía a otra parte.

Relación de pareja sana

Lo que no está bien es si este desequilibrio se convierte en parte de nuestra existencia cotidiana. Una persona no puede ser la columna vertebral de toda la relación.

3. La honestidad es algo imprescindible.

Esta es una las cosas más difíciles de lograr. Para una mujer independiente y que gana su propio dinero, puede ser difícil tener que decirle a su pareja a donde va cuando sale o en que gasta su dinero. Aparece la mujer rebelde y las palabras “No es asunto tuyo” salen a flote más de una vez. Sin embargo, esto no es saludable para la relación.

Cuando estamos en una relación saludable, es hora de hablar sobre estas cosas. Ya sea a dónde nos dirigimos un sábado por la tarde o simplemente cuántos pares de zapatos nuevos compramos mientras intentamos esconder la evidencia en el armario. Todavía podemos ser independientes y abiertos, los que tienen relaciones sanas lo logran.

4. El silencio es mortal.

¿Sigues ignorando a tu pareja cuando están molestos? No lo hagas Por favor, no sigan esta tendencia peligrosa; ¡Destruye más relaciones de las que puedes imaginar!

Aquellos que están en relaciones saludables a largo plazo entienden que la clave para cualquier cosa, en última instancia, se reduce a una comunicación efectiva. Tenemos que estar dispuestos a hablar sobre lo que nos molesta. ¿Es bueno esperar hasta que hayamos enfriado nuestras emociones? Claro, nadie quiere tener un dedo en la cara y más aún si va acompañado de gritos.

5. Separados pero juntos. El espacio es importante.

Cuando estamos en una relación de pareja sana, hay un entendimiento de que cada uno debe tener sus propias metas y pasiones. Deberíamos tener tiempo para explorar nuestros propios intereses. Nada es más sexy que un hombre o una mujer apasionados por lo que hacen. Cuando empiezas a dejar de ver a tus amigos o dejar de hacer las cosas que te gustan por estar con tu pareja es cuando la relación comienza a morir, una muerte lenta debido a la falta de espacio, todo su mundo se desmorona.

Lo más importante es que aquellos que están en una relación de pareja sana entienden que todo se reduce al respeto y al amor. Respeto y amor por uno mismo, por su pareja y por la relación.

Si tu pareja tiene el poder de hacerte feliz (o infeliz), te da más tristezas que alegrías, o te cuestionas constantemente si debes seguir con esa relación, entonces esta información es para ti:


*En una fórmula: Amor Sano = Autonomía e Independencia Emocional, Amor Tóxico = Carencia y Necesidad Emocional.

Mientras que el amor sano concibe las relaciones como un fin (la cooperación entre sus integrantes), el amor tóxico concibe las relaciones como un medio (para satisfacer o subsanar carencias personales).

Si bien, ninguna relación es perfecta, no significa que en un amor sano no existan problemas, pero el distintivo en términos generales, es el desarrollo personal de sus integrantes como prioridad. No hay amor perfecto, ambos tipos de amor proporcionan buenos y malos momentos, y es por esto que resulta tan difícil poder distinguirlos con claridad.

Al terminar una relación es normal y necesario sentir decepción, coraje, tristeza y confusión… en fin, un cóctel de emociones, que varían de acuerdo a la razón del rompimiento. Son fases transitorias conocidas como etapas del duelo, y efectivamente hay momentos donde podría faltarnos la motivación, pero es sólo mientras aprendemos a retomar nuestra vida de forma normal.

Lo sé, suena mucho más fácil de lo que se vive realmente, pero es así: lo sano es superar cualquier rompimiento (al margen de su importancia) y salir adelante.

Si has caído en las redes de un amor tóxico, lo más probable es que necesites superar una depresión, no dudes en pedir ayuda profesional si la situación se sale de tus manos. El amor tóxico es una conducta y una forma de pensar socialmente aceptada, pero tiene consecuencias graves de no detectarse a tiempo, así que no lo subestimes. Cuando lo adoptamos como nuestro, cabe la posibilidad de que olvidemos que esta no es la forma en que realmente queríamos experimentar el amor.

Somos un ser único y completo, por eso es tan importante amarnos a nosotros mismos: conocernos, aceptarnos, querernos, aprender a vivir con nosotros.

Red

miércoles, 20 de enero de 2021

Celotipia

Los celos patológicos o celotipia se caracterizan por ser preocupaciones excesivas y reiteradas sobre la fidelidad y lealtad de la pareja. Estas preocupaciones generan una elevada ansiedad y un estado de hipervigilancia que lleva a desarrollar conductas de control sobre la pareja orientadas a la disminución del malestar emocional derivado de estas preocupaciones.


Si te preocupa excesivamente la fidelidad de tu pareja, si ejerces conductas de control sobre ella, sí el hecho de que tu pareja realice actividades fuera del entorno de la relación te genera ansiedad y pensamientos de sospecha y esto no te permite disfrutar de ella o te genera problemas en tu relación... es posible que tengas celos patológicos.

Síntomas de los celos

La sintomatología de los celos patológicos no siempre es vista como un problema por la persona que lo sufre ya que en muchos casos se interpreta cómo una conducta demostrativa de preocupación y amor hacia el otro. No obstante la sintomatología de los celos patológicos es clara y se manifiesta en diferentes niveles.

A nivel cognitivo

Las personas que sufren celotipia tienen habitualmente, pensamientos distorsionados e intrusivos sobre la posibilidad de infidelidad por parte de su pareja.

Por otro lado tienden a procesar los estímulos ambiguos cómo muestras inequívocas de infidelidad cómo pueden ser sonreír o mirar a otra persona, llamadas o mensajes de amigos o compañeros de trabajo que interpretan cómo señales o pruebas de una infidelidad real.

También suelen realizar comparaciones personales con respecto a otras personas con las que se relaciona su pareja, focalizando estas comparaciones en los aspectos positivos del otro y negativos de sí mismo.

Del mismo modo valoran la conducta de la pareja cómo muestras de amor y fidelidad. Por ejemplo, sí la pareja desea quedar con otra persona para hacer algún plan, la persona celosa lo interpretará cómo prueba de infidelidad o como mínimo como muestra de falta de interés en la relación.

Encontramos en la persona celosa una percepción exagerada de las amenazas que acechan a su relación. Interpreta como amenazas a otras personas con las que se relaciona su pareja. Percibe los deseos y necesidades personales de su pareja cómo prueba y amenaza de pérdida de interés en la relación. Incluso en algunos casos la vida sentimental anterior de a pareja se percibe como una amenaza para la relación.

A nivel conductual

Encontramos conductas de control y supervisión del comportamiento de la pareja cómo son la revisión del móvil, preguntas frecuentes sobre quiénes son las personas con las que se relaciona y el tipo de relación mantienen con ellas. Qué actividades realiza cuando no está con ella y cómo gestiona el tiempo para verificar si esos tiempos se respetan y si no son respetados por cualquier circunstancia se interpretará como muestra de infidelidad por ejemplo sí habitualmente se llega a una hora y un día la pareja se retrasa esto se interpretará como señal de infidelidad.

Presentan conductas que les permitan el acceso continuo a la persona amada. Necesitan mantener el contacto de forma constante por ejemplo a través de llamadas telefónicas y si la pareja no responde a las llamadas, este silencio será interpretado cómo señal y amenaza de infidelidad.

También presentan conductas negativas en la interacción hacia el otro cuando sienten celos por ejemplo lanzan reproches sobre su manera de comportarse, critican a las personas con las que se relacionan o emiten juicios negativos sobre la pareja.

A nivel emocional

Las personas con celos patológicos desarrollan sentimientos negativos hacia el entorno con el que se relaciona la pareja es decir, sus amigos, sus familiares, compañeros de trabajo, hacia sus gustos y aficiones personales.

Sienten desconfianza y suspicacia sobre aspectos de su pareja y su manera de comportarse.

También puede generar trastornos como ansiedad, depresión y la irritabilidad continua con explosiones de ira incontenible.

Consecuencias de los celos

  • Las consecuencias de los celos se manifiestan tanto en la persona que los sufre, la persona objeto de los celos y la propia relación de pareja:
  • Las consecuencias de los celos a nivel personal son trastornos como ansiedad, depresión irritabilidad y dificultad para controlar la ira con la pareja y con el entorno. Sensación de pérdida de control sobre la relación, sentimientos de culpabilidad y una perdida gradual de la autoestima.
  • Las consecuencias para la otra persona suelen ser sentimientos de frustración, distancia emocional con la pareja, miedo a las reacciones de la pareja. Sentimientos de confusión sobre la adecuación y la idoneidad de sus conductas, necesidades y deseos personales que les hace desarrollar emociones de culpabilidad.
  • Las consecuencias para la pareja es el establecimiento de dinámicas disfuncionales, como el establecimiento de una comunicación negativa e ineficaz.
  • Se crea al mismo tiempo una dinámica de acercamiento y alejamiento de los miembros. La conducta de control de la persona celosa genera como reacción una conducta de alejamiento en la persona objeto de los celos para preservar su autonomía e intimidad. Esto es interpretado por la persona celosa como señal de infidelidad y ejerce más conductas de control sobre la pareja y como consecuencia, la persona objeto pone más distancia, esto a su vez hace que la persona celosa aumente su nivel e intensidad de las conductas controladoras creando esta dinámica de acercamiento y alejamiento que siempre será fuente de conflicto en la relación.

En definitiva la persona objeto de los celos buscará protegerse de las conductas de control y la persona celosa intentará eliminar sus miedos sobre la infidelidad a través del aumento de las conductas de control. Todo esto llevará a situaciones insostenibles en la relación que pueden por último, comportar la ruptura de la relación.

Tratamiento de los celos

  • Trabajar en el cambio de pensamientos disfuncionales e irracionales que presentas sobre las relaciones, los comportamientos de la pareja y la infidelidad.
  • Aprenderás conductas para neutralizar y eliminar los rituales de control sobre tu pareja.
  • Trabajar en el aumento de la confianza en la pareja y el cambio de expectativas y creencias sobre las relaciones.
  • Terapia para el control de la ira.
  • Durante la terapia también aprenderás estrategias de aumento y refuerzo de la autoestima, dotándote de un auto concepto más positivo.
  • Todas estas estrategias están apoyadas por materiales, ejercicios y documentos de ayuda para un óptimo desarrollo de la terapia.

Solicita tu primera consulta, en la que estudiare en profundidad la situación que atraviesas y diseñare la terapia más indicada para ti.


Red

martes, 19 de enero de 2021

Trastorno Limite de la Personalidad (BPD)

Si tienes BPD, todo se siente inestable: tus relaciones, estados de ánimo, pensamiento, comportamiento, incluso tu identidad. Pero hay esperanza y esta guía para los síntomas, el tratamiento y la recuperación pueden ayudar.

¿Qué es el trastorno límite de la personalidad?

Si tienes trastorno límite de la personalidad (BPD) probablemente sientas que estás en una montaña rusa, y no solo por tus emociones o relaciones inestables, sino también por el sentido vacilante de quién eres. Tu autoimagen, tus metas e incluso tus gustos y aversiones pueden cambiar con frecuencia de maneras que se sienten confusas y poco claras.

Las personas con BPD tienden a ser extremadamente sensibles. Algunos lo describen como tener una terminación nerviosa expuesta. Las cosas pequeñas pueden desencadenar reacciones intensas. Y una vez enfadado, tienes problemas para calmarte. Es fácil entender cómo esta volatilidad emocional y la incapacidad para calmarse a sí mismo conduce a la agitación de las relaciones y al comportamiento impulsivo, incluso imprudente.

Cuando estás en medio de emociones abrumadoras, eres incapaz de pensar bien o permanecer en tierra. Usted puede decir cosas hirientes o actuar de maneras peligrosas o inapropiadas que lo hacen sentir culpable o avergonzado después. Es un ciclo doloroso que puede sentirse imposible de escapar. Pero no lo es. Existen tratamientos eficaces para la BPD y habilidades de afrontamiento que pueden ayudarte a sentirte mejor y volver a controlar tus pensamientos, sentimientos y acciones.

BPD es tratable

En el pasado, a muchos profesionales de la salud mental les resultaba difícil tratar el trastorno límite de la personalidad (BPD), por lo que llegaron a la conclusión de que había poco que hacer. Pero ahora sabemos que la BPD es tratable. De hecho, el pronóstico a largo plazo para la BPD es mejor que los de la depresión y el trastorno bipolar. Sin embargo, requiere un enfoque especializado. La conclusión es que la mayoría de las personas con BPD pueden y mejoran, y lo hacen con bastante rapidez con los tratamientos y el apoyo adecuados.

La curación es cuestión de romper los patrones disfuncionales de pensar, sentir y comportarse que le están causando angustia. No es fácil cambiar los hábitos de por vida. Elegir hacer una pausa, reflexionar y luego actuar de nuevas maneras se sentirá antinatural e incómodo al principio. Pero con el tiempo formarás nuevos hábitos que te ayudarán a mantener tu equilibrio emocional y mantener el control.

¿Se identifica con las siguientes declaraciones?

  1. A menudo me siento "vacío".
  2. Mis emociones cambian muy rápidamente, y a menudo experimento tristeza extrema, ira y ansiedad.
  3. Siempre temo que la gente que me importa me abandone o me deje.
  4. Yo describiría la mayoría de mis relaciones románticas como intensas, pero inestables.
  5. La forma en que siento por las personas en mi vida puede cambiar dramáticamente de un momento a otro, y no siempre entiendo por qué.
  6. A menudo hago cosas que sé que son peligrosas o insalubres, como conducir imprudentemente, tener relaciones sexuales inseguras, beber alcohol, consumir drogas o gastar.
  7. He intentado lastimarme, he participado en conductas de autolesiones como cortar o amenazar con suicidarme.
  8. Cuando me siento inseguro en una relación, tiendo a arremeter o hacer gestos impulsivos para mantener a la otra persona cerca.

Si se identifica con varias de las declaraciones, puede sufrir de trastorno límite de la personalidad. Por supuesto, necesitas un profesional de salud mental para hacer un diagnóstico oficial, ya que la BPD se puede confundir fácilmente con otras cuestiones. Pero incluso sin un diagnóstico, es posible que los consejos de autoayuda de este artículo sean útiles para calmar la tormenta emocional interna y aprender a controlar los impulsos que se dañan a sí mismos.

Signos y síntomas

El trastorno límite de la personalidad (BPD) se manifiesta de muchas maneras diferentes, pero para fines de diagnóstico, los profesionales de la salud mental agrupan los síntomas en nueve categorías principales. Para ser diagnosticado con BPD, usted debe mostrar signos de al menos cinco de estos síntomas. Además, los síntomas deben ser de larga data (generalmente comenzando en la adolescencia) e impactar en muchas áreas de su vida.

Los 9 síntomas de la BPD

Miedo al abandono. Las personas con BPD a menudo están aterrorizadas de ser abandonadas o abandonadas solas. Incluso algo tan inocuo como un ser querido llegar a casa tarde del trabajo o irse el fin de semana puede desencadenar un miedo intenso. Esto puede provocar esfuerzos frenéticos para mantener a la otra persona cerca. Usted puede suplicar, aferrarse, iniciar peleas, rastrear los movimientos de su ser querido, o incluso bloquear físicamente la persona de salir. Desafortunadamente, este comportamiento tiende a tener el efecto contrario: alejar a los demás.

Relaciones inestables. Las personas con BPD tienden a tener relaciones intensas y efímeras. Puedes enamorarte rápidamente, creyendo que cada nueva persona es la que te hará sentir entero, sólo para decepcionarte rápidamente. Tus relaciones parecen perfectas o horribles, sin ningún punto medio. Sus amantes, amigos o familiares pueden sentir que tienen latigazo emocional como resultado de sus rápidos cambios de idealización a la devaluación, la ira y el odio.

Imagen de sí mismo poco clara o cambiante. Cuando tienes BPD, tu sentido de sí mismo suele ser inestable. A veces puedes sentirte bien contigo mismo, pero otras veces te odias a ti mismo, o incluso te ves a ti mismo como malvado. Probablemente no tengas una idea clara de quién eres o qué quieres en la vida. Como resultado, con frecuencia puede cambiar de trabajo, amigos, amantes, religión, valores, metas o incluso identidad sexual.

Comportamientos impulsivos y autodestructivos. Si tienes BPD, puedes participar en comportamientos dañinos que buscan sensaciones, especialmente cuando estás molesto. Usted puede gastar impulsivamente dinero que no puede permitirse, comer atracones, conducir imprudentemente, robar en tiendas, participar en relaciones sexuales de riesgo, o exagerar con drogas o alcohol. Estas conductas de riesgo pueden ayudarte a sentirte mejor en el momento, pero te hacen daño a ti y a los que te rodean a largo plazo.

Autolesionarse. El comportamiento suicida y las autolesiones deliberadas son comunes en las personas con BPD. El comportamiento suicida incluye pensar en el suicidio, hacer gestos o amenazas suicidas, o en realidad llevar a cabo un intento de suicidio. La autolesión abarca todos los demás intentos de lastimarse sin intención suicida. Las formas comunes de autolesiones incluyen el corte y la quema.

Swings emocionales extremos. Las emociones y los estados de ánimo inestables son comunes con la BPD. Un momento, puede que te sientas feliz, y el siguiente, abatido. Pequeñas cosas que otras personas se cepillan pueden enviarte a un giro de cola emocional. Estos cambios de humor son intensos, pero tienden a pasar bastante rápido (a diferencia de los cambios emocionales de depresión o trastorno bipolar), por lo general duran sólo unos minutos u horas.

Sentimientos crónicos de vacío. Las personas con BPD a menudo hablan de sentirse vacío, como si hubiera un agujero o un vacío dentro de ellos. En el extremo, puede sentirse como si fuera "nada" o "nadie". Esta sensación es incómoda, por lo que puede tratar de llenar el vacío con cosas como drogas, comida o sexo. Pero nada se siente realmente satisfactorio.

Ira explosiva. Si tienes BPD, es posible que tengas una ira intensa y un temperamento corto. También es posible que tengas problemas para controlarte una vez que se encienda el fusible: gritar, lanzar cosas o consumirse por completo por la rabia. Es importante tener en cuenta que esta ira no siempre se dirige hacia afuera. Usted puede pasar mucho tiempo sintiéndose enojado con sí mismo.

Sentirse sospechoso o fuera de contacto con la realidad. Las personas con BPD a menudo luchan con la paranoia o pensamientos sospechosos sobre los motivos de los demás. Cuando estás bajo estrés, incluso puedes perder el contacto con la realidad, una experiencia conocida como disociación. Es posible que sientas niebla, espaciada o como si estuvieras fuera de tu propio cuerpo.

Trastornos comunes de la coocurrencia

El trastorno límite de la personalidad rara vez se diagnostica por sí solo. Los trastornos comunes que ocurren incluyen:

  1. Depresión o trastorno bipolar
  2. Abuso
  3. Trastornos de la alimentación
  4. Trastornos de ansiedad

Cuando la BPD se trata con éxito, los otros trastornos a menudo también mejoran. Pero lo contrario no siempre es cierto. Por ejemplo, puedes tratar con éxito los síntomas de la depresión y seguir teniendo problemas con la BPD.

Causas y esperanza

La mayoría de los profesionales de la salud mental creen que el trastorno límite de la personalidad (BPD) es causado por una combinación de factores biológicos hereditarios o internos y factores ambientales externos, como experiencias traumáticas en la infancia.

Diferencias cerebrales

Hay muchas cosas complejas sucediendo en el cerebro BPD, y los investigadores todavía están desenredando lo que todo significa. Pero en esencia, si tienes BPD, tu cerebro está en alerta máxima. Las cosas te dan más miedo y estresante que a otras personas. Su interruptor de lucha o vuelo se dispara fácilmente, y una vez que está encendido, secuestra su cerebro racional, desencadenando instintos de supervivencia primitivos que no siempre son apropiados para la situación en cuestión.

Esto puede hacer que suene como si no hubiera nada que puedas hacer. Después de todo, ¿Qué puedes hacer si tu cerebro es diferente? Pero la verdad es que puedes cambiar tu cerebro. Cada vez que practicas una nueva respuesta de afrontamiento o técnica de auto-calma te estás creando nuevas vías neuronales. Algunos tratamientos, como la meditación consciente, pueden incluso hacer crecer la materia cerebral. Y cuanto más practiques, más fuertes y automáticas serán estos caminos. ¡Así que no te rindas! Con tiempo y dedicación, puedes cambiar tu forma de pensar, sentir y actuar.

Trastornos de la personalidad y estigma

Cuando los psicólogos hablan de "personalidad", se refieren a los patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento que nos hacen únicos a cada uno de nosotros. Nadie actúa exactamente igual todo el tiempo, pero tendemos a interactuar e interactuar con el mundo de maneras bastante consistentes. Esta es la razón por la que a menudo se describe a las personas como "shy", "saliente", "meticuloso", "amante de la diversión", etc. Estos son elementos de personalidad.

Debido a que la personalidad está tan intrínsecamente relacionada con la identidad, el término "trastorno de la personalidad" podría dejarte sintiendo que hay algo fundamentalmente malo con quién eres. Pero un trastorno de la personalidad no es un juicio de carácter. En términos clínicos, "trastorno de la personalidad" significa que su patrón de relacionarse con el mundo es significativamente diferente de la norma. (En otras palabras, usted no actúa de maneras que la mayoría de la gente espera). Esto causa problemas constantes para usted en muchas áreas de su vida, como sus relaciones, carrera y sus sentimientos acerca de usted y los demás. Pero lo más importante, ¡estos patrones se pueden cambiar!

Consejos de autoayuda: 3 teclas para hacer frente a BPD

  1. Calmar la tormenta emocional
  2. Aprender a controlar la impulsividad y tolerar la angustia
  3. Mejora tus habilidades interpersonales

Consejo de autoayuda 1: Calmar la tormenta emocional

Como alguien con BPD, probablemente has pasado mucho tiempo luchando contra tus impulsos y emociones, por lo que la aceptación puede ser algo difícil de envolver tu mente. Pero aceptar tus emociones no significa aprobarlas o resignarte al sufrimiento. Todo lo que significa es que dejas de tratar de luchar, evitar, suprimir o negar lo que sientes. Darse permiso para tener estos sentimientos puede quitarle gran parte de su poder.

Trate de experimentar simplemente sus sentimientos sin juicio o crítica. Suelta el pasado y el futuro y concéntrate exclusivamente en el momento presente. Las técnicas de atención plena pueden ser muy eficaces en este sentido.

  • Comienza observando tus emociones, como desde afuera.
  • Mira cómo van y vienen (puede ayudar pensar en ellas como olas).
  • Concéntrate en las sensaciones físicas que acompañan tus emociones.
  • Dígase que acepta lo que está sintiendo en este momento.
  • Recuérdate que sólo porque sientas algo no significa que sea la realidad.
  • Haz algo que estimule uno o más de tus sentidos

Participar en su sentido es una de las maneras más rápidas y fáciles de auto-calmar rápidamente. Usted tendrá que experimentar para averiguar qué estimulación basada en la tecnología funciona mejor para usted. También necesitarás diferentes estrategias para diferentes estados de ánimo. Lo que puede ayudar cuando estás enojado o agitado es muy diferente de lo que puede ayudar cuando estás entumecido o deprimido. Estas son algunas ideas para empezar:

Toca. Si no sientes lo suficiente, intenta correr agua fría o caliente (pero no escaldarte caliente) sobre tus manos; sostenga un pedazo de hielo; o agarrar un objeto o el borde de un mueble tan firmemente como sea posible. Si te sientes demasiado y necesitas calmarte, prueba a tomar un baño caliente o ducha; acurrucarse debajo de las sábanas, o abrazarse con una mascota.

Sabor. Si te sientes vacío y adormecido, prueba a chupar mentas o caramelos de sabor fuerte, o come lentamente algo con un sabor intenso, como papas fritas con sal y vinagre. Si quieres calmarte, prueba algo relajante, como té caliente o sopa.

Huele. Enciende una vela, huele las flores, prueba la aromaterapia, rocía tu perfume favorito o prepara algo en la cocina que huela bien. Usted puede encontrar que usted responde mejor a los olores fuertes, como cítricos, especias, e incienso.

La vista. Concéntrese en una imagen que capte su atención. Esto puede ser algo en su entorno inmediato (una gran vista, un hermoso arreglo floral, una pintura o foto favorita) o algo en su imaginación que usted visualiza.

El sonido. Trate de escuchar música fuerte, tocar un timbre o soplar un silbato cuando necesite una sacudida. Para calmarte, enciende música relajante o escucha los relajantes sonidos de la naturaleza, como el viento, las aves o el océano. Una máquina de sonido funciona bien si no puedes oír la cosa real.

Reduce tu vulnerabilidad emocional

Es más probable que experimentes emociones negativas cuando estás agotada y bajo estrés. Por eso es muy importante cuidar de tu bienestar físico y mental.

Cuídate:

  • Evitar las drogas que alteran el estado de ánimo
  • Comer una dieta equilibrada y nutritiva
  • Dormir de calidad
  • Hacer ejercicio regularmente
  • Minimizar el estrés
  • Practicar técnicas de relajación

Consejo 2: Aprende a controlar la impulsividad y tolerar la angustia

Las técnicas calmantes discutidas anteriormente pueden ayudarte a relajarte cuando estás empezando a descarrilar por el estrés. Pero, ¿Qué haces cuando te sientes abrumado por sentimientos difíciles? Aquí es donde entra en juego la impulsividad del trastorno límite de la personalidad (BPD). En el calor del momento, estás tan desesperado por alivio que harás cualquier cosa, incluyendo cosas que sabes que no deberías, como cortar, tener relaciones sexuales imprudentes, conducir peligrosamente y beber atracones. Incluso puede sentir que no tienes elección.

Pasar de estar fuera de control de tu comportamiento a tener el control

Es importante reconocer que estos comportamientos impulsivos sirven para un propósito. Están afrontando mecanismos para lidiar con la angustia. Te hacen sentir mejor, aunque sea por un breve momento. Pero los costos a largo plazo son extremadamente altos.

Recuperar el control de su comportamiento comienza con aprender a tolerar la angustia. Es la clave para cambiar los patrones destructivos de la BPD. La capacidad de tolerar la angustia te ayudará a presionar la pausa cuando tengas ganas de actuar. En lugar de reaccionar a emociones difíciles con comportamientos autodestructivos, aprenderás a sacarlas mientras mantienes el control de la experiencia.

Para un programa auto guiado paso a paso que te enseñará a montar el "caballo salvaje" de sentimientos abrumadores, echa un vistazo a nuestro kit de herramientas de inteligencia emocional gratuito. El kit de herramientas le enseña a:

  • Ponerse en contacto con sus emociones
  • Vivir con intensidad emocional
  • Manejar sentimientos desagradables o amenazantes
  • Mantener la calma y la concentración incluso en situaciones perturbadoras

El kit de herramientas le enseñará cómo tolerar la angustia, pero no se detiene allí. También te enseñará cómo pasar de estar emocionalmente cerrado a experimentar tus emociones completamente. Esto le permite experimentar toda la gama de emociones positivas como la alegría, la paz y la realización que también se interrumpen cuando intenta evitar sentimientos negativos.

Un ejercicio de puesta a tierra para ayudarle a pausar y recuperar el control

Una vez que se activa la respuesta de lucha o huida, no hay manera de "pensar en ti mismo" calma. En lugar de enfocarte en tus pensamientos, concéntrate en lo que sientes en tu cuerpo. El siguiente ejercicio de puesta a tierra es una forma sencilla y rápida de poner freno a la impulsividad, calmarse y recuperar el control. Puede hacer una gran diferencia en pocos minutos.

Encuentra un lugar tranquilo y siéntate en una posición cómoda.

Concéntrese en lo que está experimentando en su cuerpo. Siente la superficie en la que estás sentado. Siente tus pies en el suelo. Siente tus manos en tu regazo.

Concéntrese en su respiración, tomando respiraciones lentas y profundas. Respira lentamente. Haga una pausa para un recuento de tres. Luego exhala lentamente, una vez más haciendo una pausa para un recuento de tres. Continúe haciendo esto durante varios minutos.

En caso de emergencia, distraerse

Si tus intentos de calmarte no funcionan y estás empezando a sentirte abrumado por impulsos destructivos, distraerte a ti mismo puede ayudarte. Todo lo que necesitas es algo para capturar tu enfoque el tiempo suficiente para que el impulso negativo desaparezca. Cualquier cosa que llame tu atención puede funcionar, pero la distracción es más efectiva cuando la actividad también es relajante. Además de las estrategias sensoriales mencionadas anteriormente, estas son algunas cosas que podrías probar:

Mira la tele. Elige algo que sea lo opuesto a lo que sientes: una comedia, si te sientes triste, o algo relajante si estás enojado o agitado.

Haz algo que disfrutes que te mantenga ocupado. Esto podría ser cualquier cosa: jardinería, pintura, tocar un instrumento, tejer, leer un libro, jugar un juego de computadora, o hacer un Sudoku o rompecabezas de palabras.

Lánzate al trabajo. También puede distraerse con tareas y mandados: limpiar su casa, hacer trabajo en el patio, ir de compras, acicalar a su mascota o lavar la ropa.

Ponte activo. El ejercicio vigoroso es una forma saludable de obtener el bombeo de adrenalina y desahogarse. Si te sientes estresado, es posible que desees probar actividades más relajantes, como yoga o un paseo por tu vecindario.

Llama a un amigo. Hablar con alguien de confianza puede ser una manera rápida y altamente efectiva de distraerse, sentirse mejor y obtener alguna perspectiva.

Consejo 3: Mejora tus habilidades interpersonales

Si tienes un trastorno límite de la personalidad, probablemente hayas tenido problemas para mantener relaciones estables y satisfactorias con amantes, compañeros de trabajo y amigos. Esto se debe a que tienes problemas para dar un paso atrás y ver las cosas desde la perspectiva de otras personas. Tiendes a malinterpretar los pensamientos y sentimientos de los demás, malinterpretar cómo te ven los demás y pasar por alto cómo se ven afectados por tu comportamiento. No es que no te importe, pero cuando se trata de otras personas, tienes un gran punto ciego. Reconocer su punto ciego interpersonal es el primer paso. Cuando dejas de culpar a los demás, puedes empezar a tomar medidas para mejorar tus relaciones y tus habilidades sociales.

Compruebe sus suposiciones

Cuando estás descarrilado por el estrés y la negatividad, como lo son las personas con BPD a menudo, es fácil malinterpretar las intenciones de los demás. Si eres consciente de esta tendencia, comprueba tus suposiciones. ¡Recuerda, no eres un lector de mentes! En lugar de saltar a conclusiones (generalmente negativas), considere las motivaciones alternativas. Como ejemplo, digamos que tu pareja fue abrupta contigo por teléfono y ahora te sientes insegura y teme que hayan perdido interés en ti. Antes de actuar en función de esos sentimientos:

Deténgase a considerar las diferentes posibilidades. Tal vez tu compañero está bajo presión en el trabajo. Tal vez esté teniendo un día estresante. Tal vez aún no ha tomado su café. Hay muchas explicaciones alternativas para su comportamiento.

Pida a la persona que aclare sus intenciones. Una de las maneras más sencillas de comprobar sus suposiciones es preguntarle a la otra persona lo que está pensando o sintiendo. Compruebe dos veces lo que querían decir con sus palabras o acciones. En lugar de preguntar de una manera acusatoria, probar un enfoque más suave: “Podría estar equivocado, pero se siente como..." o “Tal vez estoy siendo demasiado sensible, pero tengo la sensación de que..."

Poner fin a la proyección

¿Tienes tendencia a llevar tus sentimientos negativos y proyectarlos a otras personas? ¿Arremete contra los demás cuando te sientes mal contigo mismo? ¿La retroalimentación o la crítica constructiva se sienten como un ataque personal? Si es así, es posible que tenga un problema con la proyección.

Para combatir la proyección, tendrás que aprender a aplicar los frenos, tal como lo hiciste para frenar tus comportamientos impulsivos. Sintonice sus emociones y las sensaciones físicas en su cuerpo. Toma nota de los signos de estrés, como la frecuencia cardíaca rápida, la tensión muscular, la sudoración, las náuseas o la mareo. Cuando te sientes así, es probable que vayas al ataque y digas algo de lo que te arrepentirás más tarde. Haga una pausa y respire lentamente. Luego hágase las siguientes tres preguntas:

  • ¿Estoy molesto conmigo mismo?
  • ¿Me siento avergonzado o asustado?
  • ¿Me preocupa que me abandonen?

Si la respuesta es sí, tome un descanso para la conversación. Dile a la otra persona que te sientes emocional y que te gustaría tener tiempo para pensar antes de seguir discutiendo las cosas.

Asumir la responsabilidad de su papel

Por último, es importante asumir la responsabilidad del papel que desempeñas en tus relaciones. Pregúntate cómo tus acciones podrían contribuir a los problemas. ¿Cómo se sienten tus palabras y comportamientos a tus seres queridos? ¿Estás cayendo en la trampa de ver a la otra persona como buena o como mala? A medida que haces un esfuerzo por ponerte en el lugar de otras personas, darles el beneficio de la duda y reducir tu actitud defensiva, empezarás a notar una diferencia en la calidad de tus relaciones.

Diagnóstico y tratamiento

Es importante recordar que no puedes diagnosticar el trastorno límite de la personalidad por tu cuenta. Así que si usted piensa que usted o un ser querido puede estar sufriendo de BPD, lo mejor es buscar ayuda profesional. La BPD a menudo se confunde o se superpone con otras afecciones, por lo que necesitas un profesional de salud mental para evaluarte y hacer un diagnóstico preciso. Trate de encontrar a alguien con experiencia en el diagnóstico y tratamiento de la BPD.

La importancia de encontrar al terapeuta adecuado

El apoyo y la orientación de un terapeuta calificado pueden hacer una gran diferencia en el tratamiento y la recuperación de la BPD. La terapia puede servir como un espacio seguro donde usted puede comenzar a trabajar a través de su relación y problemas de confianza y "probar" nuevas técnicas de afrontamiento.

Un profesional experimentado estará familiarizado con las terapias de BPD como la terapia dialéctica del comportamiento (DBT) y la terapia centrada en el esquema. Pero si bien estas terapias han demostrado ser útiles, no siempre es necesario seguir un enfoque de tratamiento específico. Muchos expertos creen que la terapia semanal que involucra educación sobre el trastorno, apoyo familiar y capacitación en habilidades sociales y emocionales puede tratar la mayoría de los casos de BPD.

Es importante que te tomes el tiempo para encontrar un terapeuta con el que te sientas seguro, alguien que parezca atraparte y te haga sentir aceptado y comprendido. Tómese su tiempo para encontrar a la persona adecuada. Pero una vez que lo hagas, con comprometerte con la terapia. Puedes empezar a pensar que tu terapeuta va a ser tu salvador, sólo para desilusionarse y sentir que no tienen nada que ofrecer. Recuerde que estos cambios de idealización a demonización son un síntoma de la BPD. Trate de sobresalir con su terapeuta y permita que la relación crezca. Y tenga en cuenta que el cambio, por su propia naturaleza, es incómodo. Si nunca te sientes incómodo en la terapia, probablemente no estés progresando.

No cuentes con una cura de medicamentos

Aunque muchas personas con BPD toman medicamentos, el hecho es que hay muy poca investigación que muestre que es útil. Además, en los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no ha aprobado ningún medicamento para el tratamiento de la BPD. Esto no significa que los medicamentos nunca sean útiles, especialmente si sufres de problemas co-ocurrentes como depresión o ansiedad, pero no es una cura para la BPD en sí.

Cuando se trata de BPD, la terapia es mucho más eficaz. Sólo tienes que darle tiempo. Sin embargo, el médico puede considerar medicamentos si:

  • Se le ha diagnosticado bpd y depresión o trastorno bipolar.
  • Sufre de ataques de pánico o ansiedad severa.
  • Empiezas a alucinar o a tener pensamientos extraños y paranoicos.
  • Te sientes suicida o corres el riesgo de lastimarte a ti mismo o a otros.

 

Autores: Melinda Smith, M.A. y Jeanne Segal, Ph.D.

Borderline Personality Disorder (BPD)