El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
o Obsessive Compulsive Disorder (OCD) es un trastorno de ansiedad caracterizado por pensamientos intrusivos,
recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o
preocupación y conductas repetitivas, denominadas compulsiones dirigidas
a reducir la ansiedad.
Una persona con TOC se da cuenta de que tiene un problema.
Normalmente, sus familiares y amigos también se dan cuenta. Los pacientes suelen
sentirse culpables de su conducta anormal y sus familiares pueden enfadarse con
ellos porque no son capaces de controlar sus compulsiones. Otras veces, en su
deseo de ayudarles, pueden aparentar que los síntomas no existen, justificarlos
o incluso, colaborar en sus rituales. El TOC es un síndrome psiquiátrico
perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad caracterizado por:
Obsesiones: son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y
persistentes que son egodistónicos, es decir, que no son experimentados
como producidos voluntariamente, sino más bien como pensamientos que invaden la
conciencia y que son vividos como repugnantes o sin sentido. El enfermo realiza
intentos para ignorarlos o suprimirlos, a veces sin conseguirlo.
Compulsiones: son conductas repetitivas y aparentemente
finalistas que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada. La
conducta no es un fin en sí misma, sino que está diseñada para producir o
evitar algún acontecimiento o situación futura, relacionados con la obsesión en
cuestión, por lo que su realización reduce la ansiedad provocada por la última.
Sin embargo, o bien la actividad no se halla conectada de forma realista con lo
que se pretende impedir o provocar, o bien puede ser claramente excesiva. El
acto se realiza con una sensación de compulsión subjetiva junto con un deseo de
resistir a la compulsión, por lo menos inicialmente. Por lo general, el
individuo reconoce la falta de sentido de la conducta y no obtiene placer en
realizar esta actividad, aunque esta disminuye la ansiedad provocada por su obsesión.
En las personas que sufren este tipo de desorden, el pensamiento aparece
dominado por una idea intrusiva o secuencia de ideas, que buscan apagar con
comportamientos rituales, casi siempre muy caprichosos. Son plenamente
conscientes de su trastorno, que es vivido como un malestar y puede estar
asociado a un sentimiento de culpa o de vergüenza.
Las obsesiones y
las compulsiones: son una fuente
significativa de malestar para el individuo o interfieren en su funcionamiento
social. No debe confundirse con los desórdenes fóbicos.
DSM
A. Se cumple para las
obsesiones y las compulsiones:
Las obsesiones se
definen por 1, 2, 3 y 4:
1. Pensamientos,
impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún
momento del trastorno como intrusos e inapropiados, y causan ansiedad o
malestar significativos
2. Los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real
3. La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos
4. La persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto de su mente (y no vienen impuestos como en la inserción del pensamiento)
2. Los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real
3. La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos
4. La persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto de su mente (y no vienen impuestos como en la inserción del pensamiento)
Las compulsiones se
definen por 1 y 2:
1. Comportamientos (p. ej., lavado de
manos, puesta en orden de objetos, comprobaciones) o actos mentales (p. ej., rezar,
contar o repetir palabras en silencio) de carácter repetitivo, que el
individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a
ciertas reglas que debe seguir estrictamente
2. El objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativos; sin embargo, estos comportamientos u operaciones mentales o bien no están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien resultan claramente excesivos
2. El objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativos; sin embargo, estos comportamientos u operaciones mentales o bien no están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien resultan claramente excesivos
B. En algún momento
del curso del trastorno la persona ha reconocido que estas obsesiones o
compulsiones resultan excesivas o irracionales. Nota: Este punto no es
aplicable en los niños.
C. Las obsesiones o
compulsiones provocan un malestar clínico significativo, representan una
pérdida de tiempo (suponen más de 1 hora al día) o interfieren marcadamente
con la rutina diaria del individuo, sus relaciones laborales (o académicas) o
su vida social.
D. Si hay otro
trastorno, el contenido de las obsesiones o compulsiones no se limita a él (p. ej.,
preocupaciones por la comida en un trastorno alimentario, arranque de cabellos
en la tricotilomanía, inquietud por la propia apariencia en el trastorno
dismórfico corporal, preocupación por las drogas en un trastorno por consumo de
sustancias, preocupación por estar padeciendo una grave enfermedad en la hipocondría,
preocupación por las necesidades o fantasías sexuales en una parafilia o
sentimientos repetitivos de culpabilidad en el trastorno depresivo mayor).
E. El trastorno no se
debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas,
fármacos) o de una enfermedad médica.
¿Cuáles son algunas obsesiones
comunes?
A continuación, se incluyen
algunas obsesiones comunes:
•Miedo a la suciedad
o a los gérmenes.
•Disgusto por los
desechos corporales o líquidos.
•Preocupación por el
orden, la simetría (equilibrio) y la exactitud.
•Preocupación por
haber hecho mal una tarea, aun cuando la persona sabe que esto no es verdad.
•Miedo a tener
pensamientos malvados o pecaminosos.
•Pensar sobre determinados
sonidos, imágenes, palabras o números todo el tiempo.
•Necesidad de recibir
consuelo constante.
•Miedo de dañar a un
familiar o a un amigo.
¿Cuáles son algunas compulsiones comunes?
A continuación, se incluyen
algunas compulsiones comunes:
•Limpiarse y asearse,
como lavarse las manos, bañarse o lavarse los dientes una y otra vez.
•Controlar los
cajones, las cerraduras y los aparatos, para asegurarse de que están cerrados,
guardados o apagados.
•Repetir acciones,
como entrar y salir por una puerta, sentarse en una silla y pararse, o tocar
determinados objetos varias veces.
•Ordenar y arreglar
objetos de determinadas maneras.
•Contar hasta una
determina cantidad, una y otra vez.
•Guardar periódicos,
correos o recipientes cuando ya no se necesitan.
•Buscar consuelo y
apoyo constantes.
El trastorno obsesivo-compulsivo estadísticamente es igual
de frecuente en varones que en mujeres.
Causas
El descubrimiento de que algunos fármacos son eficaces en el
tratamiento del TOC ha cambiado el punto de vista que se tenía de este problema
neurológico. Hoy no solo existen terapias eficaces, sino que también hay una
gran actividad investigadora sobre las causas que producen este problema
neurológico y una búsqueda de nuevos tratamientos.
Teorías sugieren una base biológica para el trastorno, y
actualmente una serie de estudios está explorando esta posibilidad. La Tomografía de
Emisión Transaxial de Positrón (TETP) y otras técnicas de representación
del cerebro han sugerido que pueden existir algunas anormalidades en el lóbulo
frontal y en los ganglios basales que influyen en los síntomas del TOC
Meta-análisis recientes de los estudios de voxel-based morphometry que
comparan personas con TOC y controles sanos han encontrado que las personas con
TOC presentan un aumento bilateral del volumen de sustancia gris en los núcleos
lenticulares, extendiéndose a los núcleos caudados, mientras que una
disminución del volumen de materia gris en los giros frontal medial
dorsal/cingulado anterior bilaterales. Esto contrasta con los hallazgos en
personas con otros trastornos de ansiedad, que presentan una disminución (en
vez de aumento) bilateral del volumen de sustancia gris en los núcleos
lenticulares / caudados, mientras que también una disminución del volumen de
materia gris en los giros frontal medial dorsal/cingulado anterior bilaterales.
Otros estudios
parecen indicar que pueden estar implicadas anormalidades en ciertos neurotransmisores
(los mensajeros del cerebro). Uno es la serotonina, que se cree ayuda a regular la disposición de
ánimo, la agresión y la impulsividad. También es el encargado de mandar la
información de una neurona a otra, proceso que parece ser está
"ralentizado" en las personas con TOC Las neuronas que responden a la
serotonina se encuentran en todo el cerebro, pero especialmente en los lóbulos
frontales y en los ganglios basales.
La concentración
cerebral de serotonina es mayor en los varones que en las mujeres Esto hace que los psicofármacos (como un Inhibidor
de la recaptación de serotonina, ISRS) actúen mejor en ellos.
Últimos estudios
revelan que, aunque el nivel de serotonina sea mayor en los varones, no es
reflejado en el TOC ya que la incidencia de este trastorno no se ha analizado
correctamente bajo las bases del IIS. Las investigaciones clínicas y los
experimentos que se llevan a cabo han generado información que ha favorecido el
uso de tratamientos tanto farmacológicos, como cognitivo-conductuales que
pueden beneficiar a la persona con TOC. A un paciente le puede favorecer
significativamente una terapia conductista (generalmente aquellos en
los que predominan las compulsiones), mientras que otro puede
beneficiarse de la farmacoterapia (normalmente recetada a pacientes en los que predomina un trastorno
obsesivo incapacitante). Otros pueden usar tanto medicación, como
terapia conductista. También hay quien puede empezar con medicación para ganar
control sobre sus síntomas y entonces continuar con terapia conductista. El
tipo de terapia debe ser decidido por el psiquiatra o psicólogo clínico que
diagnostique el trastorno, en cualquier caso. Por lo general, se considera que
combinar la terapia con medicamentos es la manera más eficaz de tratar el OCD.
Tratamiento
Están disponibles
varios medicamentos para tratar el TOC. A menudo, estos medicamentos también se
utilizan para tratar la depresión e incluyen: la clomipramina, la fluoxetina, la
sertralina, la paroxetina y la
fluvoxamina. Estos fármacos pueden provocar efectos secundarios,
como boca seca, náuseas y somnolencia. A veces, también tienen efectos secundarios
sexuales. Es posible que pasen varias semanas antes de que vea una mejoría en
su conducta
Psicofármacos
Diversas pruebas
clínicas han demostrado que aquellos medicamentos que afectan la serotonina (neurotransmisor) pueden
reducir significativamente los síntomas del TOC. El primero de estos
psicofármacos, específicamente aprobado para su uso en el tratamiento del TOC,
fue el antidepresivo tricíclico clomipramina. Los psicofármacos de segunda
generación, que son los utilizados hoy en día, se llaman Inhibidores selectivos de la recaptación de Serotonina
(ISRS). Algunos de ellos son fluoxetina, fluvoxamina y paroxetina. Otro que ha
sido estudiado en pruebas clínicas controladas es sertralina. Estudios extensos
han demostrado que estos medicamentos favorecen, al menos ligeramente, a casi
el 80% de los pacientes. Y en más de la mitad de los casos, la medicación
alivia los síntomas del TOC al disminuir la frecuencia e intensidad de las
obsesiones y compulsiones. La mejoría por lo general lleva dos semanas o más.
Si un paciente no
responde bien a uno de estos medicamentos, o tiene efectos secundarios
inaceptables, otro ISRS puede dar una respuesta mejor. La medicación es útil
en el control de los síntomas del TOC pero a menudo, si se deja el medicamento,
sobreviene una recaída. De hecho, aun cuando los síntomas han disminuido, la
mayoría de las personas necesitará medicarse indefinidamente, quizás con una
dosis menor.
Psicoterapia conductual (Exposición con Prevención de Respuesta, EPR)
Un método específico psicológico llamado Exposición y Prevención de Respuesta (EPR) es
efectivo para muchas personas con TOC, especialmente en aquellas con rituales
conductistas. Mediante este método el paciente se enfrenta, deliberada o
voluntariamente, al objeto o idea temida, ya sea directamente o con la
imaginación. Al mismo tiempo, el paciente es alentado a evitar sus rituales con
apoyo y medios provistos por el terapeuta, y posiblemente por otros que el
paciente reclute para asistirle.
El tratamiento se empieza por una compulsión que provoque
poca ansiedad en el paciente y una vez superada ésta, se pasa a la siguiente y
así paso por paso, guiado por la habilidad del paciente a tolerar ansiedad y
controlar los rituales. A medida que progresa el tratamiento, la mayoría de los
pacientes gradualmente sienten menos ansiedad causada por los pensamientos
obsesivos y pueden resistir los impulsos compulsivos.
Psicoterapia cognitiva
Las obsesiones son
pensamientos, fantasías o impulsos intrusos que tienen que ver con estar en
peligro o ser agresivo. Otras veces son sensaciones de que algo
"malo" va a pasar o de que el malestar no se acabará nunca. En
cualquier caso, cuando aparecen en la mente, el paciente trata de darles una
explicación, de evitarlas o de anularlas siguiendo algún procedimiento que le
calme (lo que llamamos compulsiones).
La terapia cognitiva
parte de la idea de que los pensamientos, fantasías o impulsos que invaden la
mente no son el problema en sí mismo, ya que todo el mundo los experimenta en
algún momento, sobre todo cuando está tenso por algún motivo. El problema
aparece cuando el paciente valora como peligrosa la aparición de estos
fenómenos en su mente y se siente responsable de lo que ocurra, momento en el
que trata de hacer algo que le permita sentirse seguro y no responsable de lo
que pase.
Mediante
experimentos que el terapeuta diseña para el paciente, se pone a prueba ideas
destructivas sobre el poder de los pensamientos, la culpa, la búsqueda de
seguridad absoluta, la tendencia al catastrofismo, el perfeccionismo, el
autocastigo y la intolerancia al malestar. Esto permite que el paciente no reaccione con la angustia de antes,
consiguiendo que las obsesiones y las compulsiones vayan desapareciendo
progresivamente.
Psicoterapia de orientación psicoanalítica
El abordaje
psicoanalítico es una de las opciones que existen para tratar el TOC. Para esta
clase de terapia, el énfasis está puesto en indagar el origen de las ideas
obsesivas y las repeticiones compulsivas por medio de las asociaciones propias
del paciente, para luego interpretar los mecanismos psíquicos inconscientes que
están involucrados en la formación de los síntomas, las ideas obsesivas y las
repeticiones compulsivas.
Freud analizó un caso
emblemático de un paciente que presentaba un cuadro que él llamó de "neurosis
obsesiva", denominado El
hombre de las ratas. En este caso se veía que sus compulsiones y obsesiones
tenían elementos que se repetían a nivel inconsciente desde la homofonía de
palabras o de situaciones relacionadas a la historia familiar del individuo. En
el famoso caso de Freud publicado como un caso de neurosis
obsesiva se encuentra el análisis y la solución de una serie de síntomas
obsesivos de carácter grave.
En la época de su
fundación, la posición del psicoanálisis frente a las patologías neuróticas en
general y a la neurosis obsesiva en particular constituyó una innovación
importante. La teoría freudiana instaló por primera vez el supuesto básico de
la "causalidad psíquica" del conflicto inconsciente,
en donde el sujeto, en este caso neurótico obsesivo, genera síntomas como
satisfacciones sustitutivas a los deseos reprimidos. El yo del neurótico queda
avasallado por el conflicto inconsciente entre los mandatos y las
reglamentaciones superyoicas y los
deseos inconscientes provenientes del ello. De esta forma, las mociones de
deseo inconsciente sólo pueden aflorar mediante formaciones de compromiso, que
son las que se expresan en los síntomas obsesivos. El tratamiento
psicoanalítico ha demostrado efectividad en casos de neurosis obsesivas
A menudo, las personas que tienen TOC tienen otros tipos de
ansiedad, como fobias o ataques de
pánico.
Las personas que tienen TOC también podrían tener depresión,
trastorno de déficit de atención con hiperactividad, un trastorno de la
alimentación o un trastorno del aprendizaje, como dislexia.
Tener uno o más de
estos trastornos puede hacer más difícil el diagnóstico y el tratamiento, por
lo que es importante hablar con su médico sobre cualquier síntoma que tenga.
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