2. Las normas y límites que desde
la familia reciban nuestros hijos, serán los que más van a influir en ellos.
3. Si establecemos reglas,
límites, normas claras y reducimos o eliminamos las críticas ganaremos
comunicación y obtendremos resultados más positivos y más duraderos.
4. No por dar mucho más de lo que
piden o necesitan tendremos hijos más felices y creativos sino todo lo
contrario.
5. Valoramos mucho lo que no
tenemos, pero deseamos, y para conseguirlo no sólo lucharemos sino que también
desarrollaremos el ingenio.
6. Las privaciones nos enseñan a
valorar y a cuidar lo que con esfuerzo conseguimos.
7. Si potenciamos esfuerzo
potenciaremos creatividad, seguridad, autoestima, libertad, superación,
valoración de objetivos conseguidos. y en general valores fundamentales para un
perfecto desarrollo.
8. Si aprendemos a utilizar el
refuerzo verbal y positivo incrementaremos actitudes y comportamientos mucho
más adaptativos.
9. Se consigue más respeto y
autocontrol con calma y serenidad que con gritos y exigencias.
10. Antes de reñirles pensémoslo
3 veces y después intentemos animarles para conseguir los objetivos que
deseamos modificar o incorporar.
11. Para educar, mejor hablar con
calma que con gritos, si gritamos transmitimos mensajes cargados de agresividad
y ansiedad, de ahí que consigamos todo lo contrario de lo que pretendemos.
12. Si cada vez que observamos un
comportamiento positivo lo valoramos y lo reforzamos, automáticamente lo
convertiremos en algo importante y como tal tenderá a repetirse.
13. Si además lo registramos, la
importancia aún será mayor y con ello incrementaremos el orgullo por lo bien
hecho y la autoestima se incrementará.
14. Y si además lo comentamos
como algo importante, ante la familia o con los amigos (cuando nuestros hijos
estén delante), su repetición estará garantizada y con ello su aprendizaje.
15. Cuanto mayor sea la lista de
comportamientos positivos anotados mayores serán los objetivos que desearemos
conseguir y con ello estaremos garantizando la adquisición de hábitos
adecuados.
16. Un hábito se adquiere con la repetición y una
vez adquirido es muy difícil modificarlo.
18. Se consigue mucho más con refuerzo positivo
que con castigo.
19. El castigo lleva a mentir
para ocultar errores cometidos y con la mentira no sólo aprenderemos a mentir a
los demás sino también a mentirnos a nosotros mismos.
20. El castigo conlleva
resentimiento, sensación de fracaso, agresividad entre otras cosas, por ello
cuanto menos lo utilicemos mejor.
21. El refuerzo positivo nos
lleva a desear repetir y a no tener que ocultar, a querer que los demás
conozcan lo que hacemos bien y a sentirnos seguros.
22. Las críticas y censuras
inhiben, las alabanzas potencian el aprendizaje y el correcto desarrollo evolutivo.
23. Las críticas hechas, cuando
estamos enfadados, impiden el autocontrol y conducen a decir barbaridades que
decimos pero que no creemos ni sentimos.
24. Lo dicho con respeto genera
confianza, seguridad, autoestima, satisfacción y en general deseos de
superación.
25. Se corrige más alabando lo
positivo que castigando o criticando los errores.
26. Cuando alabamos un mínimo
esfuerzo estamos sentando bases para lograr grandes objetivos.
27. Si nos mostramos orgullosos
por pequeños detalles bien hechos estaremos dando alas y sentando las bases
para realizar grandes esfuerzos y conseguir grandes objetivos.
28. Si aceptamos a nuestros hijos
como son y no como nos gustaría que fueran les estaremos enseñando respeto,
seguridad en sí mismos y autoestima.
29. Las comparaciones son
odiosas, aportan más daño que beneficio, generan inseguridad, miedos,
sentimientos de fracaso, falta de autoestima, inhibición y mucha inseguridad.
30. Si enseñamos a ver lo
positivo de los demás estaremos aprendiendo a ver lo positivo en nosotros
mismos.
31. Si enseñamos a ver lo
positivo de los demás estaremos aprendiendo a establecer relaciones
gratificantes y a percibir y a compartir lo mejor de cada uno.
32. Si obligamos a nuestros hijos
a respetar las normas y los límites estaremos sentando las bases para ser
personas equilibradas, sin traumas, felices consigo mismas y con el medio que
les rodea pues sabrán siempre a qué atenerse y a no estar desorientados.
33. Si permitimos que se salten las normas cuando son
pequeños no sabrán respetarlas conforme vayan creciendo.
34. Si permitimos que nuestros
hijos se salgan siempre con la suya estaremos gestando adultos egoístas e
insatisfechos con todo.
35. Beneficiamos más a nuestros
hijos cuando los padres nos ponemos de acuerdo en las decisiones que tomamos
que cuando uno decide una cosa y el otro le lleva la contraria.
36. El desacuerdo entre los
padres genera ambigüedad y manipulación, el acuerdo seguridad y respeto.
37. Conseguimos más pidiendo las cosas que
ordenándolas.
38. Conseguimos más dialogando que exigiendo.
39. Si ordenamos y exigimos sin
diálogo, impediremos que puedan desarrollarse otros puntos de vista y otras
alternativas.
40. Si tenemos en cuenta otros
puntos de vista y otras alternativas estaremos potenciando nuestro desarrollo
personal.
41. No hay mejor modelo que unos
buenos padres y no hay mejor escuela que un buen modelo.
42. Se aprende mucho más a través
de los modelos que a través de la teoría.
43. Una promesa hay que cumplirla
por encima de todo pues con ello generaremos confianza, seguridad, valores,
ideas claras y en consecuencia saber muy bien a qué atenernos en todo momento.
44. Cuando se toma una decisión
sobre lo que es correcto hacer, hay que mantenerla y si nos hemos equivocado
aprender de ello para no volver a equivocarnos.
45. Si cambiamos continuamente de
opinión sobre lo que deben hacer nuestros hijos estaremos generando ambigüedad
y desorientación.
46. Dejemos que nuestros hijos
cometan errores, no lo hagamos todo nosotros para evitarles problemas, pues de
hacerlo así, los estaremos creando.
47. No consideremos los errores
como fracasos sino como posibilidades para aprender y poder salir fortalecidos
de ellos.
48. Es importante que nuestros
niños aprendan a frustrarse, pero solemos impedírselo porque les damos todo
mucho antes de que nos lo pidan, incluso aunque no lo hayan pedido ni les haga
ninguna falta.
49. Es fundamental aprender a
dilatar la gratificación y aprender a esperar el premio para poder aprender a
enfrentarnos a la frustración y poder adquirir las habilidades necesarias para
combatirla.
50. La sobreprotección pasa factura pues genera
personas inseguras.
51. Para
aprender hay que cometer errores pues de los errores se aprende.
52. Cuantos más errores cometamos
mayor nº de veces lo habremos intentado y mayores recursos y habilidades
podremos adquirir.
53. No se consiguen grandes metas sin antes
haberlas intentado.
54. Los grandes científicos cometieron muchos
errores hasta lograr su objetivo final
55. Si enseñamos a nuestros hijos
a decir la verdad aprenderán a no ocultar, a asumir responsabilidades, a
aprender de las consecuencias, a ser sinceros con ellos mismos, a ser honestos
y a sentirse orgullosos de sí mismos.
56. Si aprendemos a escuchar
podremos enseñar a escuchar, a compartir dudas, a confiar, a razonar, a reconocer
errores, a dialogar y la comunicación vendrá sola.
57. Es más importante aprender a
controlar, aprendiendo a escuchar, que aprender a anticipar sin dejar terminar
lo que nos están diciendo.
58. Si aprendo a escuchar,
aprenderé a concentrarme en lo que otros puedan decirme y a no generar ideas
equivocadas.
59. Si aprendo a escuchar estaré
aprendiendo a razonar y a comprender, a ponerme en el lugar de los otros, a
valorarles, a hacerles sentirse importantes y los beneficiados seremos todos.
60. Si aprendemos a escuchar y a
no gritar, cuando no estamos de acuerdo, estaremos enseñando a razonar y a
dialogar.
61. No tiene más razón quien más
grita sino quien, a través de la escucha activa, ofrece más alternativas.
62. Es más fácil equivocarse
cuando nos precipitamos que cuando esperamos y escuchamos.
63. Si aprendemos a escuchar a
los demás también aprenderemos a escucharnos a nosotros mismos.
64. Si admitimos que nos hemos
equivocado ganaremos respeto y sentaremos las bases para poder corregir los
errores.
65. Es más importante admitir un
error y poner los medios para corregirlo que negarlo para que otros no nos
critiquen.
66. El equivocarse es de sabios, se cometen
muchos errores hasta descubrir un gran resultado.
67. Los errores son muy
importantes no los veamos como fracasos sino como medios para conseguir un fin.
68. Si cuando hacemos algo bien hecho nos lo
valoran tenderemos a repetirlo, mucho más que si nos critican lo que hacemos
mal.
69. La base del aprendizaje es la
repetición, cuanto más repitamos algo, mejor lo aprenderemos.
70. Nos sentiremos más importantes y más seguros
cuando nos valoren lo bien hecho y, nos sentiremos más inseguros y más
fracasados cuando nos critiquen por lo que hemos hecho mal.
71. Si alabamos y valoramos el esfuerzo realizado
conseguiremos mucho más que si lo obviamos.
72. Se
aprende mucho más a través de los hechos que a través de las palabras.
73. La teoría es útil y necesaria, pues aporta
información, pero si la teoría dice una cosa y los hechos dicen otra
aprenderemos lo que digan los hechos.
74. Si decimos una cosa y hacemos otra estaremos
transmitiendo inseguridad, falta de sinceridad y mucha desorientación.
75. Si enseñamos a respetar a los demás estaremos
enseñando a respetarnos a nosotros mismos.
76. Si enseñamos a respetar lo que nos rodea,
enseñaremos a valorar lo que tenemos, a sentirnos orgullosos, a ser objetivos,
a captar lo mejor y lo más positivo del medio.
77.. No podemos pedir que recojan su habitación,
si cuando vamos por la calle nos ven tirar un cigarrillo o un papel al suelo.
78. En el colegio nos enseñan teoría, pero en
casa podemos aprender la práctica, y los padres somos los mejores profesores de
nuestros hijos.
79. Un minuto dedicado a escuchar a nuestros
hijos, será un minuto durante el cual nuestros hijos podrán sentirse
importantes, porque alguien valorará lo que están diciendo.
80. Cuanta más importancia tiene una cosa más
tiempo le dedicamos ¿por qué no hacer lo mismo con nuestros hijos, si es lo más
importante que tenemos?
81. Lo que para nosotros puede ser una tontería
para nuestros hijos puede ser lo más importante del mundo.
82. Si les escuchamos les enseñamos a dialogar, a
expresar sentimientos, a no sentir vergüenza por lo que dicen o piensan y eso
es muy importante para su desarrollo.
83. Tener pocos años implica tener poca
experiencia pero los padres podemos enseñarles a ser mejores adultos.
84. Quererles y decírselo, les ayuda mucho más
que darlo por hecho y no decirlo por ser obvio.
85. Al darles besos y achuchones cariñosos hará
que valoren lo importantes que son para nosotros y eso permitirá que se sientan
mucho más seguros.
86. Si transmitimos optimismo,
estaremos enseñando a ver lo positivo y con ello garantizaremos el bienestar,
la alegría, la satisfacción personal y las ganas por compartir nuestras
emociones.
87. La
mejor escuela de la vida es el ejemplo de los padres.
88. Son mucho más útiles los
ejemplos, a través de nuestros comportamientos, que las mejores teorías.
89. La misión de los padres es orientar, aclarar
ideas, amar a nuestros hijos sin comparaciones, comprenderles, incentivarles,
ayudarles pero sobre todo es ser un buen modelo.
90. Si no escatimamos esfuerzos nos
beneficiaremos todos.
91. A mayor esfuerzo mayor logro y a mayor logro
mayor autoestima.
92. Si les pillamos haciendo algo
bien, nosotros aprenderemos este hábito y con él garantizaremos su aprendizaje,
su espíritu de superación, su seguridad y su autoestima.
93. Cuando repiten lo que saben
que ha gustado están aprendiendo pues la repetición es la base de todo
aprendizaje.
94. Para conseguir resultados positivos hay que
aplicar lo aprendido con perseverancia.
95. Es mejor marcar metas
pequeñas y celebrar los éxitos que marcarles metas grandes pero imposibles.
96. Es más importante reforzar los logros a corto
plazo que exigir alcanzarlos a largo plazo.
97. Si realizamos críticas delante de nuestros
hijos les enseñaremos a criticar y a no valorar los potenciales que todos
tenemos.
98. Es fundamental focalizar la
atención en los puntos fuertes de nuestros hijos por mínimos que sean,
minimizando sus dificultades, potenciando sus recursos y valorando sus
habilidades.
99. Todos somos genios en
potencia, desarrollemos la genialidad y ayudemos a nuestros hijos a
conseguirla.
100. Cuanto antes comencemos a trabajar mejores
resultados obtendremos.
Nuestros hijos son nuestro
futuro, no escatimemos esfuerzos pues todos nos beneficiaremos de ello. Trasmite
a tu hijo que si se propone conseguirlo, será capas de mejorar,
aprender y progresar en todos los sentidos y en todos los ámbitos de la vida. Por
último decir que siempre es mejor prevenir que curar
Hola Dr Alexandro me gusto mucho leer este blog y le agradesco por compartirlo. Usted atendio a mi niña a los 6 años y aun recuerdo todo lo que me dijo, actualmente mi hija tiene 11 y a salido adelante en su escuela y mejoro notablemente su conducta, hace 2 meses le mande pacientes 2 casos muy sonados aqui, que Dios me lo bendiga y siga ayudando a la gente sigo su blog en mis tiempos libres. saludos
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