1.- De 45 a 59 años Pre vejez
2.- De 60 a 79 años Vejez
3.- De 80 y más años Ancianidad
¿VIEJO YO?
La vida trae
consigo el inexorable paso del tiempo, crecer, sin embargo, parece que duele.
Todos tememos la llegada de la vejez, demasiado asociada a enfermedad,
deterioro, soledad. Me pregunto ¿estamos preparados para envejecer? Sé que
nadie está pre-parado para nada, todos tenemos que aprender a tolerar el paso
del tiempo, tiempo que viene asociado a la palabra muerte. Nadie nos educa para
saber vivir sin huir del final. Si les dijera que tanto jóvenes como viejos
estamos igual de cerca o lejos de la muerte. A todos, algún día, nos llegará la
hora, mientras tanto hay que vivir con esa intensidad.
La vida de cada uno depende de sus propios pensamientos y deseos, nada
de suerte o casualidad. Llegar a mayores para estar en un asilo, maltratados, o
en casa de un familiar, como un inútil, dependen de lo que nosotros hayamos
hecho para conseguirlo. Tal vez sea el momento de decirles que cada uno tiene
que aprender a ocuparse de su vejez. ¿Queremos estar en manos de otros?
¿Queremos pedir una limosna de amor? ¿Queremos ser unos pobres viejos?
Es mejor que
cada uno se ocupe de sus cosas y sabemos, una vejez sin dinero no puede ser
buena. Con dinero podemos comprar servicios y calidad de vida, entre otras
cosas, para no depender de nuestros hijos. Desde jóvenes tenemos que cuidar
nuestros deseos para permitirnos una vida menos sufriente. Tener dinero no
quiere decir estar por encima de los demás, quiere decir que uno es capaz de
trabajar para lo que desea. Decir yo quiero tal cosa y no tener el dinero para
ello, es lo mismo que decir yo no quiero.
No todos
llegaremos a viejos, sin embargo, un joven puede sentirse más viejo que alguien
que le doble en la edad. La vejez es lo de menos, tratar de ocultar el paso de
los años es la única vejez. Es muy frecuente ver personas obsesionadas por su
aspecto físico, por ocultar sus arrugas, por vestir de forma juvenil, con la
intención de permanecer en un tiempo de su vida. Sin embargo, por mucho que
queramos escapar de ello, no vamos a poder. Hay que conquistar los años con
dignidad, lo que no quiere decir que no tengamos que cuidar el cuerpo que
tenemos, sabiendo que cada arruga forma parte de nuestro ser.
Otras personas,
parecen más resignadas y sólo nos hablan de sus dolores, padecimientos,
pérdidas, como un deprimido cuando habla de sí mismo. Ya lo dice el poeta: Hubo
un instante en mi vida que mis arrugas y mis dolores tenían más fuerza que mi
pensamiento, en ese instante fue donde envejecí. El envejecimiento es,
entonces, sentirse viejo, caduco, inservible. No tener deseos es lo que nos
conduce irremediablemente a la muerte y ser mayor no significa “no desear”,
significa tener deseos diferentes, nuevos.
Se recomienda a
cualquier edad comenzar a aprender una nueva disciplina, ya sea aprender cosas
nuevas o mantenerse ocupado en algo, tener medios distractores, comenzar algo, porque
más allá de terminarla o no, lo que interesa es la dimensión que le da a una
persona ser aprendiz en algo, la energía que se genera y los deseos.
No son las
neuronas las que se deterioran, son las relaciones sociales. “la vejez es el estado de una persona
que, por razón de su crecimiento en edad sufre una decadencia biológica de su
organismo y un receso de su participación social”. Justamente una vez que uno
se jubila pierde un montón de relaciones, parece que el jubilado no es
importante para nadie. Tristemente, la sociedad tal y como está planteada, nos
trae una vejez marginal, donde se nos va apartando de los lugares, amores,
amistades.
El
periodo de envejecimiento se caracteriza psicológicamente por los esfuerzos que
debe realizar el individuo para adaptarse a los cambios biológicos y
limitaciones físicas y a las nuevas condiciones de vida que supone el
envejecimiento.
Los
momentos críticos más importantes por los que tiene que pasar todo anciano son:
pérdidas de relaciones afectivas significativas, especialmente la pérdida de la
pareja, la aparición de una o más enfermedades que constituyen una amenaza para
la vida o una limitación de la capacidad de autonomía.
No cabe
duda de que a pesar de que la vejez tiene elementos positivos y de que se puede
vivir de forma satisfactoria, es una edad de pérdida. El anciano vive con la
esperanza de perder lo menos posible, de conservar los logros obtenidos. Un
buen aprendizaje en la frustración y en la aceptación de los impedimentos que
se van a encontrar a lo largo de la vida supone, indudablemente, la mejor forma
para prepararse para la tercera edad.
Los cambios
psicológicos los podemos dividir en tres grandes áreas:
1.
Cognitivo,
2. Afectivo, 3. Sexual.
¡Señores! para
vivir hay que desear. Una persona con 50, 60, 70 , 80 años puede emprender un
nuevo proyecto de vida, hacer lo que desee.
Ocurre que
tendemos a comparar, a decir antes podía hacer esto y ahora no, antes, antes…
Uno se olvida que ahora, cada instante, es distinto. No podemos pensar cada
tiempo de la vida con las mismas ideas. Por ejemplo, la adolescencia con las
ideas infantiles, la vejez con las ideas de cuando uno tenía 30 años. Si
pensamos ese tiempo de nuestra vida con las mismas ideas de antes, nos va a ir
mal. Lo nuevo hay que pensarlo con nuevas ideas, de esta forma no existe la
vejez, es una etapa más de la vida, donde no se acaban los deseos, hay otros deseos. Hay que averiguar cuáles son.
La vejez es una etapa de la vida y el
envejecimiento es un proceso que ocurre a lo largo de la vida. Ambos objetos de
conocimiento son multidisciplinares puesto que el ser humano es una realidad
bio-psico-social. La psicología como disciplina científica que se ocupa del
comportamiento humano a los niveles de complejidad necesarios es una disciplina
básica de los cambios psicológicos que se producen en el transcurso de la vida.
¿Joven? ¿Viejo?
Lo importante es que no hay edad para comenzar y disfrutar de una nueva vida.
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