Para cumplir los
criterios del DSM-IV-TR, deben tomarse en cuenta ciertos factores. Primero, el
desafío debe ser lo suficientemente severo como para interferir con su
habilidad para funcionar en la escuela, hogar o la comunidad. Segundo, el
desafío no ha de provenir de algún otro trastorno, tal como la depresión,
ansiedad o un trastorno de conducta de mayor severidad. Tercero, las conductas
problema de la niña o niño han estado sucediendo por lo menos durante seis
meses.
El trastorno
negativista desafiante es un trastorno del comportamiento, normalmente
diagnosticado en la niñez, que se caracteriza por comportamientos no
cooperativos, desafiantes, negativos, irritables y enojados hacia los padres,
compañeros, maestros y otras personas en posición de autoridad.
¿Qué causa el
trastorno negativista desafiante?
La causa precisa
de este trastorno no se conoce por el momento, pero se aventuran dos teorías
primarias para explicar el desarrollo. Una teoría del desarrollo sugiere que
los problemas comienzan cuando los niños tienen entre uno y dos años y medio de
edad. Los niños y adolescentes que desarrollan el TND pueden haber tenido
dificultades para aprender a separarse de su figura de apego primaria y
desarrollar habilidades autónomas. Las malas actitudes características del TND se consideran una continuación de las
cuestiones normales durante el desarrollo que no fueron resueltas adecuadamente
en los primeros años de vida.
La teoría del
aprendizaje sugiere, sin embargo, que las características negativas del TND son
actitudes aprendidas que reflejan los efectos de las técnicas de refuerzo
negativo empleadas por los padres y personas en posición de autoridad. Se
considera que el empleo de refuerzos negativos por parte de los padres
incrementa la frecuencia e intensidad de los comportamientos opositores en el
niño que de este modo logra la atención, el tiempo, la preocupación y la
interacción deseados con los padres o personas en posición de autoridad.
¿A quiénes afecta
el trastorno negativista desafiante?
Los trastornos del
comportamiento, como categoría, son sin duda la causa mas común de remisión a
los servicios de salud mental para niños y adolescentes. Las estadísticas
indican que el trastorno negativista desafiante afecta a 20 por ciento de la
población de edad escolar. El TND es más
común en los niños que en las niñas.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno negativista desafiante?
La mayoría de los
síntomas observados en niños y adolescentes que tienen el trastorno negativista
desafiante también se observa a veces en niños que no lo padecen, especialmente
alrededor de los 2 ó 3 años de edad o durante la adolescencia. Muchos niños,
especialmente cuando están cansados, con hambre o disgustados, tienden a
desobedecer, discutir con sus padres y desafiar la autoridad. Sin embargo, en
los niños y adolescentes que tienen el trastorno negativista desafiante, estos
síntomas ocurren de forma más frecuente e interfieren con el aprendizaje, el
ajuste a la escuela y algunas veces, con las relaciones del niño (o adolescente)
con los demás.
Los síntomas del trastorno negativista desafiante pueden incluir los siguientes:
- Pierde los estribos con frecuencia.
- Tiene excesivas discusiones con los adultos.
- Cuestiona constantemente las normas, se niega a obedecer las reglas.
- Su comportamiento está dirigido a molestar o enojar a los demás, incluyendo a los adultos.
- Culpa a otras personas por su mal comportamiento o errores.
- Los demás le causan fastidio con facilidad.
- Tiene frecuentemente una actitud de enojo.
- Habla con severidad o poca amabilidad.
- Se comporta deliberadamente de formas que suscitan venganza.
Los síntomas del
TND pueden parecerse a los de otras condiciones médicas o problemas del
comportamiento. Siempre consulte con su pediatra o su medico del adolescente
para el diagnóstico.
¿Cómo se
diagnostica el trastorno negativista desafiante?
Los padres,
maestros y otras personas en posición de autoridad del entorno del niño o del
adolescente suelen identificar al niño o adolescente que tiene TND. No
obstante, un psiquiatra infantil o un profesional de la salud mental capacitado
normalmente diagnostica el TND en los niños y adolescentes. Una historia
detallada del comportamiento del niño por parte de los padres y maestros,
observaciones clínicas del comportamiento del niño y algunas veces, un examen
psicológico contribuyen a realizar el diagnóstico. Los padres que advierten
síntomas de TND en sus niños o hijos adolescentes pueden ayudar procurando una
evaluación y tratamiento tempranos. El tratamiento temprano puede prevenir a
menudo problemas futuros.
Además, el
trastorno negativista desafiante a menudo se manifiesta junto con otros
trastornos de la salud mental, como los trastornos del estado de ánimo, de
ansiedad, de conducta y el trastorno de déficit de atención con hiperactividad
aumentando la necesidad de un diagnóstico y un tratamiento tempranos. Siempre
consulte con el pediatra (o médico del adolescente) para obtener más
información.
Tratamiento del
trastorno negativista desafiante:
El tratamiento
específico de los niños que tienen el trastorno negativista desafiante será
determinado por el pediatra (o médico del adolescente) basándose en lo
siguiente:
- La edad, estado general de salud e historia médica del niño (o adolescente).
- Qué tan avanzados están los síntomas del niño (o adolescente).
- La tolerancia del niño (o adolescente) a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
- Sus expectativas para la trayectoria de la condición.
- Su opinión o preferencia.
- Terapia familiar: tiene a menudo como objetivo la introducción de cambios en la familia, como por ejemplo, mejorar la capacidad de comunicación y fomentar la interacción entre los miembros de la familia. La crianza de los niños que tienen TND puede ser una tarea muy difícil para los padres. Los padres necesitan apoyo y comprensión y también necesitan desarrollar enfoques más eficaces para la crianza de los hijos.
- Terapia de grupo con los compañeros: a menudo se enfoca en desarrollar y utilizar las capacidades sociales e interpersonales.
Medicamentos: Si
bien no se consideran eficaces para tratar el TND, pueden utilizarse
medicamentos si otros síntomas o trastornos están presentes y responden al
medicamento.
Prevención del
trastorno negativista desafiante en la niñez:
Algunos expertos
creen que en el desarrollo del trastorno negativista desafiante se produce una
secuencia de experiencias específicas. Esta secuencia puede iniciarse con la
ineficacia por parte de los padres, seguida de dificultades con otras personas
en posición de autoridad y malas relaciones con los compañeros. A medida que
estas experiencias se exacerban y persisten, el comportamiento de oposición y
desafiante se transforma en un patrón de comportamiento. La detección precoz y
la intervención en las experiencias negativas familiares y sociales pueden
servir para alterar la secuencia de experiencias que llevan a conductas más
negativas y desafiantes. La detección temprana y la intervención con
habilidades más efectivas de comunicación, de crianza, de resolución de
conflictos y de control de la ira pueden alterar el patrón de comportamientos
negativos y disminuir la interferencia del comportamiento negativista y
desafiante en las relaciones interpersonales con los adultos y los compañeros,
y en el ámbito escolar y social. El objetivo principal de la intervención
temprana es favorecer el crecimiento y el proceso de desarrollo del niño o
adolescente que tiene el trastorno negativista desafiante para mejorar su
calidad de vida.
Conclusión
El TND afecta
tanto a los que la padecen como a los padres de familia, profesores y
compañeros. El origen es un tanto biológico como psicosocial, resaltando que se
asocia con patrones de crianza agresivos, rígidos e inconsistentes. Cuando el
TND no se atiende adecuadamente puede evolucionar a un problema de conducta
mayor por ejemplo el Trastorno Disocial, en caso de tener alguna duda
diagnostica o si presenta mas de un padecimiento, de ser posible refiéralo a
otro nivel de atención o tenga asesoría con otro especialista. Si usted ve
estos síntomas en su hijo, tomarlo con calma y llevarlo con su medico o psicólogo
clínico para su atención.
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