Causas
Las causas concretas
de la soledad son:
-
Terminación de unas relaciones emocionales íntimas tales como el divorcio, viudedad o ruptura sentimental.
- Separación física de la familia o amigos.
- Cambio de estado social, como jubilación, paro, ...
- Cambio en los aspectos esenciales de la relación como cuando surge un conflicto, se rompe la comunicación o la confianza.
- Personas de la tercera edad que terminan quedando literalmente solas.
Debe hacerse una distinción
entre la soledad física y mental. Un
individuo puede buscar soledad física para eliminar distracciones y
concentrarse o meditar más fácilmente. Aun así, no es el fin en sí mismo, y una
vez se alcanza suficiente capacidad para ignorar las distracciones, la gente se
vuelve menos sensible a las mismas y puede mantener la concentración. Alguna
gente muy entrenada pueden alcanzar altos niveles de concentración a pesar de
las circunstancias externas. Dicha gente no desea interacción con el mundo
físico: su atención es su mundo, al menos ostensiblemente.
Los síntomas de
soledad impuesta frecuentemente incluyen ansiedad, alucinaciones, o incluso
distorsiones de la percepción y el tiempo.
El individuo cuando
se siente solo, lo vive como una experiencia desagradable. La explicación que
se dé a estas conductas determinará la reacción de individuo ante la soledad:
Causas
internas: "Me siento solo porque soy feo, y por ello no tengo
amigos". Es una causa estable, por lo que no da lugar a la
esperanza sino solo a la culpa.
Causas
externas: "Me siento solo porque los demás me rechazan, y vivo en un
ambiente donde no es fácil tener relaciones". Este sería el caso de
un inmigrante. Si la causa es externa, el individuo se revela contra el
ambiente que le causa el sufrimiento, entonces la soledad no crea culpa sino
rebeldía.
Además,
la soledad es un círculo vicioso ya que el que está solo, al igual que el
deprimido, se siente incapaz de salir de esa situación, por lo que no lo
intenta, lo cual le hace sentirse aún más solo. A este círculo hay que añadirle
además el anillo externo de lo social: a la persona que se siente sola tratamos de
consolarla, pero solo hasta que nos cansamos, luego le evitamos porque la
persona sola deprimida y acomplejada no resulta una compañía agradable. A la
soledad que la persona sufre le añadimos la que nosotros estamos atribuyéndole.
Por
todo ello, hay que recordar que algunos no sufren porque quieren, sino que
no disponen de las herramientas necesarias para dejar de hacerlo. Hay que
ayudar a la persona que se siente sola a que atribuya su estado a causas que
ella pueda controlar y que si se esfuerza puede mejorar, así aumentará su
esperanza.
Hay tres tipos de
aislamiento en las personas. Se
conocen como aislamiento protectivo, por enfermedad y aislamiento emocional. La
principal diferencia es que uno es voluntario, mientras que el otro no.
- El aislamiento protectivo es el que se busca en experimentos y pruebas. Se puede distinguir porque uno puede decidir abandonar la prueba y por tanto el aislamiento. Uno puede prepararse para él, y generalmente no es algo negativo. (En muchas ocasiones, hay una compensación al sujeto por su tiempo en el experimento.)
- El aislamiento por enfermedad no proporciona beneficios para el individuo que lo padece y no puede uno prepararse para él. Por tanto, no es deseable, además de poco frecuente.
- El aislamiento emocional es un término utilizado para describir el estado en el que el individuo está emocionalmente aislado, a pesar de tener una red social normal. Este estado de soledad interna, como intento demostrar, es producto del anhelo omnipresente de un inalcanzable estado interno perfecto.
La soledad interna.
Este
tipo de soledad, que todos experimentamos en cierta medida, proviene de
ansiedades paranoides y depresivas, las cuales son derivados de las ansiedades
psicóticas del bebé. Tales ansiedades existen, en algún grado, en todo
individuo, pero son excesivamente intensas en el individuo enfermo; por consiguiente,
la soledad forma parte también de la enfermedad, tanto de índole esquizofrénica
como depresiva. Para poder comprender cómo aparece el sentimiento de soledad,
debemos -lo mismo que en el caso de otras actitudes y emociones- retroceder
hasta la temprana infancia y rastrear la influencia de dicho período en las
etapas posteriores de la vida. (Melanie Klein)
El individualismo
Es
frecuente encontrarse dentro del ambiente a personas con un perfil psicológico
caracterizado por tendencias individualistas, ciertas dosis de egoísmo y falta
de interés por todo aquello que no les reporte un beneficio para su propia
persona. No suelen compartir su tiempo ni sus intereses con otros compañeros,
mostrando incluso un cierto desprecio por todos aquellos que no compartan sus
ideas o su forma de pensar. Entonces
se puede considerar una patología, en el sentido que el individualista o
solitario, es una persona débil que no puede establecer relaciones duraderas y
estables con otras personas. Sus relaciones personales suelen ser frágiles,
tienen dificultad para comprometerse en el amor y casi siempre son abandonados
por su pareja, porque su frialdad emocional los incluye más en la categoría de
lo animal que de lo humano. Con los años, su soledad se exhacerba, se quedan
solos, sin amigos y suelen morir incluso en la más extrema soledad, sin que nadie
note su ausencia ¿Nos podemos preguntar, porqué una persona puede rechazar ser un
ser social y recluirse en la soledad?.
El origen de la soledad se gesta en la más temprana infancia. Los solitarios son niños que rechazan al mundo, debido a que experimentan unos celos extremos hacia todo aquello que les rodea y que les separó de la figura materna. Son niños que vivieron muy apegados a la madre y cuando fueron separados, nació en ellos un odio increíble, junto a unos celos exagerados que les dificultó la entrada al mundo por el enorme rechazo que les produjo las personas. Todos, debemos analizar nuestras tendencias individualista. Si no podemos generar vínculos amistosos en el trabajo, en la vida, con el amor, debemos sospechar si no somos unos individualistas que nos hemos condenado a una futura muerte en soledad.
El origen de la soledad se gesta en la más temprana infancia. Los solitarios son niños que rechazan al mundo, debido a que experimentan unos celos extremos hacia todo aquello que les rodea y que les separó de la figura materna. Son niños que vivieron muy apegados a la madre y cuando fueron separados, nació en ellos un odio increíble, junto a unos celos exagerados que les dificultó la entrada al mundo por el enorme rechazo que les produjo las personas. Todos, debemos analizar nuestras tendencias individualista. Si no podemos generar vínculos amistosos en el trabajo, en la vida, con el amor, debemos sospechar si no somos unos individualistas que nos hemos condenado a una futura muerte en soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario