Pequeño mal, epilepsia
menor. Es una alteración temporal de
la función cerebral, ocasionada por una actividad eléctrica anormal en el
cerebro y caracterizada por una pérdida abrupta de poca duración en la
actividad consciente "ausencia" u otro cambio anormal en el
comportamiento.
Las
ausencias típicas son más comunes en personas menores de 20 años, generalmente
en niños entre los 4 y 12 años.
Pueden ocurrir con otros tipos de convulsiones (crisis epilépticas), como las convulsiones tonicoclónicas generalizadas (epilepsia mayor), fasciculaciones o espasmos musculares (mioclonía) o la pérdida súbita de la fuerza muscular (crisis atónicas). La mayoría de las ausencias típicas duran sólo unos pocos segundos y con mayor frecuencia involucran episodios de mirada fija o "ausencias". Generalmente dura una aproximación de 15 a 20 segundos y un niño puede tener más del 100 al día.
Algunas crisis de ausencia pueden ir acompañada de espasmos de los párpados y músculos faciales, que pueden confundirse con otro tipo de ataque, conocido como convulsiones parciales complejas. Pero a diferencia de las crisis parciales complejas, crisis de ausencia no empiezan con un aura, o premonición de que una crisis se avecina. También hacen no duran tanto, tienden a terminar pronto y no causan un periodo de confusión después de la convulsión. Hacer un diagnóstico correcto es esencial para el tratamiento eficaz y adecuado de las crisis de ausencia.
Pueden ocurrir con otros tipos de convulsiones (crisis epilépticas), como las convulsiones tonicoclónicas generalizadas (epilepsia mayor), fasciculaciones o espasmos musculares (mioclonía) o la pérdida súbita de la fuerza muscular (crisis atónicas). La mayoría de las ausencias típicas duran sólo unos pocos segundos y con mayor frecuencia involucran episodios de mirada fija o "ausencias". Generalmente dura una aproximación de 15 a 20 segundos y un niño puede tener más del 100 al día.
Algunas crisis de ausencia pueden ir acompañada de espasmos de los párpados y músculos faciales, que pueden confundirse con otro tipo de ataque, conocido como convulsiones parciales complejas. Pero a diferencia de las crisis parciales complejas, crisis de ausencia no empiezan con un aura, o premonición de que una crisis se avecina. También hacen no duran tanto, tienden a terminar pronto y no causan un periodo de confusión después de la convulsión. Hacer un diagnóstico correcto es esencial para el tratamiento eficaz y adecuado de las crisis de ausencia.
Los episodios pueden:
- Ocurrir muchas veces al día.
- Presentarse durante semanas a meses antes de que se noten.
- Interferir con el aprendizaje y el desempeño escolar.
- Tomarse erróneamente como falta de atención u otro mal comportamiento.
Las
dificultades inexplicables en la escuela y los problemas de aprendizaje pueden
ser el primer indicio de las ausencias típicas.
Durante la convulsión,
la persona puede:
- Dejar de caminar y empezar de nuevo después de unos segundos.
- Dejar de hablar en medio de una frase y comenzar de nuevo unos segundos más tarde.
- La persona por lo regular no se cae durante la convulsión.
Inmediatamente después
de la convulsión, la persona por lo regular:
- Está bien despierta.
- Está pensando claramente.
- No es consciente de la convulsión.
Los síntomas de las
ausencias típicas pueden abarcar: Cambios en la actividad muscular, como:
- Ausencia de movimiento.
- Torpeza con las manos.
- Temblor palpebral.
- Chasquido de labios.
- Masticación.
•Cambios en la lucidez mental (estado de
conciencia):
◦Episodios
de mirada fija o ausencias.
◦falta
de conciencia de los alrededores.
◦Interrupción
repentina en el movimiento, el discurso y otras actividades estando despierto.
◦En
algunos casos, pueden ser provocados por hiperventilación o luces destellantes.
Las crisis parciales
pueden ser simples (sin alteración del nivel de
conciencia) o complejas (si provocan una alteración de la conciencia). En los
casos en los que no podemos obtener una descripción detallada del fenómeno por
un observador, pero el individuo sufre amnesia del evento, consideramos que se
ha afectado la conciencia. Las crisis parciales se subdividen luego según si
las manifestaciones son motoras, sensitivas, autonómicas o relacionadas con la
esfera psíquica, lo que puede aportar información importante sobre la
localización del inicio de la crisis.
La Crisis de Ausencia
no es dramática, de hecho algunas veces no se notan.
Por lo general se nota al niño distraído con pérdida de relación con el medio
que lo rodea, el niño no cae al piso y la recuperación es rápida. Los ataques
pueden ser muy frecuentes en un día por lo que el trabajo escolar puede
deteriorarse.
La forma más sencilla
de identificar un ataque de ausencia es la búsqueda de una mirada vacía que
dura unos pocos segundos. La gente en el medio de tener un
ataque de ausencia no hablar, escuchar, o parecen entender. Una crisis de
ausencia no suele provocar una caída hacia abajo.
Las ausencias atípicas
comienzan de manera más lenta y duran más tiempo.
Los síntomas son similares, pero los cambios en la actividad muscular pueden
ser más notorios.
"Si
usted o su hijo experimentan movimientos espasmódicos, puede ser un signo de
otro tipo de crisis que tienen lugar a lo largo de la crisis de ausencia".
El tratamiento de las
crisis de ausencia
Las
crisis de ausencia puede afectar su capacidad para desempeñarse en el trabajo o
la escuela, así que es una buena idea consultar a su médico sobre el
tratamiento.
Las
crisis de ausencia pueden ser tratadas con un número de diferentes
medicamentos:
•
El ácido valproico •La acetazolamida • Lamotrigine •El clonazepam •Ethosuximide
Mayoría
de los fármacos antiepilépticos no son eficaces en el tratamiento de las crisis
de ausencia. Muchas personas que sufren de ataques de ausencia también tienen
convulsiones generalizadas y por lo tanto tendría que tener uno o más de los
medicamentos antes mencionados. En este momento, sólo dos fármacos tienen la
aprobación de la FDA para el tratamiento de las crisis de ausencia: el ácido
valproico y etosuximida. Se recomienda psicoterapia breve y a los padres de familia hacerles ver el manejo afectivo y conductual del niño.
Gestión de las crisis
de ausencia
Los
medicamentos pueden ayudar a controlar las crisis de ausencia. Hacer cambios en
el estilo de vida también puede ayudar a mantenerlos bajo control. Si tiene
problemas para manejar su crisis de ausencia, es posible que desee trabajar más
estrechamente con su médico para encontrar una mejor manera de tratarlos.
Llame
a su médico si nota que su hijo tiene episodios de miradas fijas, períodos
breves de ensueño profundo u otros comportamientos que puedan ser síntomas de
crisis de ausencias.
Si
la maestra se queja de que su hijo no presta atención o no hace caso ,
pregúntele si muestra otros síntomas de crisis de ausencias. Por ejemplo, si
mira fijamente al pizarrón, parpadea repetidamente o se sacude mientras está en
estado de ensueño. Pídale que realice una descripción detallada de los
síntomas. Una vez que tenga esta descripción, observe si su hijo los presenta
en casa.
Pronóstico
El
pronóstico es muy bueno. La mayoría de los niños con epilepsia de ausencias
finalmente superan la condición sin complicaciones. Con un tratamiento
adecuado, el niño puede llevar una vida normal en la escuela y la casa. En la
mayoría de los casos, no hay un efecto a largo plazo sobre el desarrollo del
cerebro, su función o su inteligencia.
Para mayor información ver:
- Epilepsia.
- Crisis epilépticas (convulsiones).
- Convulsión tonicoclónica generalizada.
- Crisis epiléptica parcial (focal).
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