El ser una persona negativa nada tiene que ver con ser realista. De hecho, la realidad no es ni
positiva ni negativa, simplemente “es”. Nosotros somos quienes calificamos las
situaciones como buenas o malas. La actitudes son proyecciones mentales.
Es un hecho que
nuestra sociedad está muy orientada a lo negativo, a los problemas y al estrés.
Simplemente date cuenta de los programas que pasan en la televisión, en los
noticieros y en los comentarios de la gente en general. La gran mayoría de la
información que está a nuestro alcance es información cargada de violencia y
problemas, ya sean “reales” o ficticios como en las series de tv, sin embargo
esa es la información que le estamos dando a nuestro cerebro.
Hoy quiero enseñarte
a ser una persona positiva y a comenzar a hacerte consciente de la “otra
realidad”, la que está ahí pero nos estamos olvidando de ver. Observa cómo por
cada queja y por cada situación negativa que te encuentras, a tu alrededor hay
decenas de situaciones positivas que pasan desapercibidas. Son estas cosas a
las que no les damos mucha importancia, pero que si no estuvieran, tendríamos
realmente de qué preocuparnos.
Nos referimos a
aprender a poner tu atención en todo aquello que está bien en tu vida hoy en
día, así como es, a pesar de lo negativo. Si no tienes trabajo, si chocaron tu
auto, si en la tintorería arruinaron tu traje, si tienes un pariente enfermo,
si te dejó tu pareja… aunque algunas de estas situaciones pueden ser realmente
dolorosas, la verdad es que al mismo tiempo están sucediendo muchas otras cosas
que te favorecen.
Date cuenta que por
encima de esas situaciones, estás tú, con muchas situaciones a tu favor. Quizá
tienes tu salud, tu familia, algún amigo, un lugar donde vivir con
tranquilidad, una situación económica estable, la capacidad de trabajar, un
hijo, vives en un país que te da libertades, gente que te aprecia, la capacidad
de ver, de oír, de caminar, etc… Ya sea que tengas todas estas cosas o sólo
alguna, es suficiente para aprender a sentirte la persona más afortunada del
mundo, ya que la fortuna no está en las circunstancias, sino en la forma como
agradecemos aquellos que tenemos.
El secreto para ser
una persona positiva es quererte a ti mismo, valorar todo lo que te rodea,
aprender a conocer la vida y valorarla de fondo, vive sonriéndole a la vida,
el humor es como una brújula
que marca el equilibrio de nuestro estado de ánimo. Ser positivo es una actitud
que marca la diferencia.
Algunas
características en Gral. Para ser positivo: Inteligencia y perseverancia,
preferir la constancia a la “buena suerte”, pensar que los infortunios son
pasajeros, preferible ser práctico y realista, vivir “aquí, hoy y ahora”, aceptar con calma lo que
llega, etc.. Otros
puntos de una ser positivo es que siempre mira hacia adelante planeando tu
camino. Tener expectativas, planes, anhelos, esperanzas. Es saber lo que quiere
hacer y a qué quieres dedicarte. Es ubicar su meta y trabajar en ella desde
ahora. Es cumplir con tus obligaciones, y al mismo tiempo disfrutar sanamente
de tus placeres. Es utilizar tu raciocinio humano y hacer a un lado tu instinto
animal. Es sensibilizarte al mundo que te rodea, es buscar tu propio cambio y
luchar por él con inteligencia.
Es saber que dependes
enteramente de ti. Así que tienes en tus manos nada menos que tu vida. ¿Qué vas
a hacer con ella? En eso consiste la máxima libertad, pero también la
responsabilidad máxima.
Para el optimista,
las situaciones dramáticas le brindan una oportunidad de crecer y fortalecerse
como persona.
Por su parte, ser
negativo es una actitud vital que puede perjudicar nuestra salud, nuestras
relaciones personales y nuestro trabajo. Si lo ves todo negro, desconfías de
todo y te tomas las tareas diarias como algo desagradable y no como algo
susceptible de hacer bien y con entusiasmo, necesitas modificar tu forma de ver
las cosas y tu forma de actuar.
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