Muchas veces estas personas tienen una razón de base, de una u otra forma, se han sentido abandonados o engañados y esto ha despertado ese sentimiento negativo tan fuerte. Lo curioso es que todos ellos piensan que al odiar, le están haciendo daño al otro. No se dan cuenta de que se están haciendo daño a sí mismos.
“Cada
vez que se sienta invadido por el resentimiento, estará cediendo el control de
su vida emocional a la manipulación por parte de otras personas."
El
rencor y el odio son dos sentimientos muy profundos que se arraigan y terminan
desequilibrando nuestra mente y cuerpo. Porque cualquier sentimiento negativo
que experimentemos, sobre todo si está presente durante años, termina
pasándonos la cuenta y volviéndose contra nosotros.
La
capacidad de odiar es una característica humana; un sentimiento de raíces
profundas que se define, desde la perspectiva psicológica, como una emoción
intensa de ira y hostilidad hacia una persona, grupo u objeto.
El
odio es una emoción de profunda antipatía, rencor, disgusto, aversión,
enemistad o repulsión hacia una persona, cosa, o fenómeno, así como el deseo de
evitar, limitar o destruir el objeto odiado. "El odio se describe con frecuencia
como lo contrario del amor o la amistad".
El
rencor es un enojo profundo y persistente; un resentimiento arraigado que
desequilibra y enferma el cuerpo y la mente. El rencor, esa emoción tan destructiva
tiene la potencialidad de colarse en nuestro ser por todas las rendijas,
activando la imaginación de terribles escenas de venganza y amargando la vida a
quien lo experimenta, sobre todo si dura
un largo tiempo.
El
odio es un sentimiento bajo de rencor y repulsión a lo extraño, a lo que no nos
gusta, a lo que puede agredirnos en una situación de indefensión. "El rencor y
el odio son sentimientos que destruyen y estancan".
De
una forma u otra, lo cierto es que ir por la vida cargado de odio y rencor es
como tener que llevar siempre un pesado fardo a nuestra espalda que no nos deja
ser del todo felices. Entonces, además de albergar sentimientos negativos, te
estás negando la oportunidad de ser feliz. En resumen, lo veas por donde lo
veas, estos sentimientos no generan nada positivo. Por eso lo mejor es trabajar
para canalizarlos y eliminarlos de una vez y por todas.
Depende
de nosotros no engancharnos a todo aquello que nos haga caer en la trampa. Recuerden
que el odio es una forma de matar la nobleza del corazón.
La
máxima herramienta que te brindo es la de “Olvida y Perdona”.
Olvidar
y perdonar nos permite, en primer lugar, controlar nuestras emociones y
reacciones. Eleva la autoestima, nos da mayor seguridad y confianza. Facilita
la recuperación de la habilidad para aprender, discriminar y seleccionar
nuestras respuestas ante situaciones futuras. Aprenderemos, además, a actuar
con madurez y sabiduría frente a la adversidad.
Olvidar,
perdonar y perdonarnos, aunque doloroso, es deshacernos de la pesada carga de
la culpabilidad, la amargura, la ira que nos embarga cuando nos sentimos
heridos. Es abrir caminos hacia la esperanza de nuevas oportunidades. Es crecer
y desarrollarnos como personas positivas, libres para vivir en paz y armonía
con nosotros mismos y con los demás.
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