Reflexión
Cuando
aprendas a considerar tu vida y cuanto hay en ella como el milagro que es,
comprenderás enseguida que quejarse es desperdiciar el milagro que eres.
Cada
instante que pasas disgustado, desesperado, angustiado, furioso o dolido a
causa del comportamiento de otra persona es un instante en el que renuncias al
control sobre tu vida.
Obsérvate
a ti mismo y a los demás en este mundo disparatado y después decide que es
mejor, pasear por ahí la rabia o desarrollar un sentido del humor que te
proporcionará a ti y al prójimo el más preciado de todos los dones: la risa.
En
la vida todo es paradoja. Cuanto más desees la aprobación, más contundente será
la negativa de los demás aprobarte; cuanto menos te importe el que te
aprueben o no, más aprobación conseguirás.
Cuando
alcanzas suficiente paz interior y te sientes realmente positivo, es prácticamente
imposible que otra persona te controle y te manipule.
Si
eres feliz, si vives cada momento aprovechando al máximo sus posibilidades,
entonces eres una persona inteligente.
Si
crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus
posibilidades.
En
verdad no puedes crecer y desarrollarte si sabes las respuestas antes que las
preguntas.
No
necesitas admitir a nadie en tu vida a menos que llegue cargado de afecto y
armonía.
El
progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal
como siempre ha hecho.
No
dejes que los planes que tienes para ti sean más importantes que tú mismo.
¡Vive!
¡Ama! ¡Se Feliz!
WAYNE
W. DYER
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