Es difícil renunciar a
una ilusión, pero más difícil aún es desligarse de una relación peligrosa.
La
vida y la experiencia nos enseñan que no se puede vivir de ilusiones y que hay
que aprender a tomar decisiones más saludables. La ilusión (idealización) puede
hacer que una persona se enamore sin tener en cuenta lo que le dice la razón y
lamentablemente esto es lo mismo que arrojarse al vacío sin red.
Algunas
mujeres de pronto se enamoran, creen que les gusta alguien desesperadamente y
en esas condiciones se entregan a él sin querer verlo como realmente es. No les
importa que tome demasiado alcohol, que consuma drogas, que no trabaje, que sea
inestable, que no tengan nada en común, que tengan objetivos distintos y
también actitudes violentas.
Cada
persona es responsable de su destino, porque aunque es probable que sus
circunstancias ayuden a forjarlo, el resto, que es mucho, dependerá de sus
decisiones. Una vez que se comete un error, es difícil volver atrás y borrar
todo lo que hicieron, porque se desencadena una serie de acontecimientos que no
se pueden evitar pero que se podían haber previsto y que seguramente obligue a
pagar un alto costo y haga sufrir a las personas que se aman.
Los
costos de las ilusiones perdidas son altos y provocan sufrimiento, depresión,
desesperanza y desconfianza en cualquier otra posible relación, que aunque sea
diferente va a ser el vínculo que pagará injustamente por la desilusión
anterior. Una relación compromete a una persona tal vez por mucho tiempo,
porque si decide terminar con ella no será fácil si el otro no está de acuerdo
y es imposible hacer borrón y cuenta nueva sin pensar en las consecuencias.
La
baja autoestima hace creer a ciertas mujeres o hombres que no tienen opción,
que tienen que aceptar al primero que se presenta sin demasiadas pretensiones,
sin embargo, en esa elección puede estar en juego su propia vida. Parecen no
darse cuenta que no siempre a un armonioso cuerpo físico le corresponde un alma
noble y que precisamente esa condición puede predisponer a aprovecharse de esos
atributos y jugar con las mujeres.
Por
esta razón, saber elegir es un don muy preciado, porque garantiza mayor
estabilidad y bienestar duradero y porque además, aleja la desilusión y el
dolor y previene la desesperanza.
Muchas
mujeres creen que pueden cambiar la forma de ser de un hombre y esa creencia es
su mayor riesgo, o en el caso de los hombres querer que sea ella como uno es,
porque nadie puede cambiar a otra persona, sólo se puede cambiar uno mismo;
simplemente porque el cambio tiene que ser con convicción y nunca lo provoca
algo externo, sino que tiene que venir desde adentro.
Lo
primero que debes evitar es ser infiel, algo que todos sabemos que es el
principal motivo por el que muchas relaciones se destruyen. Una infidelidad es
el error más grande que se puede cometer dentro de una relación, ya que
inclusos en la pareja más liberal, esto tiende a lastimar y crear la desilusión
por la traición de la persona que amas.
Otro
aspecto muy importante a cuidar en una relación es el de evitar ser
indiferente, ya que esto conduce a que ese fuego se apague y la relación
colapse definitivamente. También es importante que consideres no reprimir tus
emociones, es decir si hay algo que te molesta sencillamente hazlo saber, no le
ocultes nada, así sea por evitar alguna discrepancia, recuerda que hablando
todo se entiende. No reprimas tus emociones, pues sencillamente harás una
acumulación de ellas que tarde o temprano dejará que salgan, y muchas veces no
es de la mejor manera.
Otro
aspecto que trae muchos problemas en una relación y frecuentemente lo veo en
mis consulta es cuando te vuelves extremadamente celoso (a), tanto así que no
puedes tolerar que se junte o salga con sus amigos e incluso familiares.
Recuerda que los celos matan, crean desconfianza y elaboran supuestas historias
que solo tú ves y por las que sufres y haces sufrir a tu pareja.
Analiza
si tu relación verdaderamente te hace feliz, de lo contrario reconsidera
terminar la misma, ya que el fin de toda relación es ser feliz, mas no hacer
una acto de caridad o estar con alguien por lastima.
Nota: Para “las mujeres” evita
ser rencorosa, pues generalmente guardan cierto resentimiento de las
discusiones con la pareja, y les encanta recordar detalles de la misma, como si
estuviera pasando en ese momento.
Apreciable
lector, una relación de pareja pasa por diferentes etapas y con el paso del
tiempo, se va conociendo a la otra persona, de esta forma decidimos si estamos
dispuestos a compartir nuestra vida con ella o no. Si estás buscando cómo
mejorar tu relación, hacerla más sólida y verdadera, procura no hacer cosas que
puedan dañarla.
Qué NO hacer:
Qué NO hacer:
1. Olvidar que la pareja es una persona individual con sus propios sentimientos
y necesidades y que no es de nuestra propiedad. Al paso del tiempo la
relación se hace tan cotidiana que tendemos a confundirnos y pensar que el otro
es prácticamente de nuestra propiedad. Un signo de ello son los celos
excesivos, la violencia, las recriminaciones y exigencias.
2. Utilizar el chantaje emocional como forma de comunicación para
conseguir lo que deseo del otro. Esta actitud es igual de común en hombres
como en mujeres y, en general, es aprendido de un padre o madre muy
manipulador. Frases como: "sin ti no soy nada", o "si tú no me
amas nadie más me amará"; son un chantaje directo para mantener dominado
al otro.
3. Criticar constantemente a tu pareja. Muchas veces estamos esperando
que el otro cometa un error para "caerle encima" con una lluvia de
críticas. Lo peor de esta actitud, es que jamás se soluciona algo. Al
contrario, destruye la espontaneidad y creatividad en la pareja e impide que el
que critica, exponga las cosas positivas que hace su pareja.
4. No pasar tiempo de calidad junto a tu pareja. Muchas veces nos
quejamos de que no nos queda tiempo para
nada, pero probablemente te pasaste una o dos horas en internet o viendo
televisión. Intenta aprovechar cada instante con tu pareja y ojo con no caer en
la rutina. Disfruten del tiempo que pasen juntos.
5. No escuchar a tu pareja. Todos sabemos lo fundamental de una buena
comunicación en las relaciones. Una buena comunicación se inicia dando
importancia a lo que te dice el otro. Escucha a tu pareja con total atención y
no cambies el tema o lo interrumpas. Esta es la mejor forma de demostrar al
otro cuánto lo amamos.
6. Tener una mala relación con los padres de tu pareja. En general
nuestras relaciones son el reflejo de las relaciones de nuestros padres. El no
tener una buena relación con los padres refleja nuestra incapacidad de
aceptarlos como personas, con defectos y virtudes. Cuando criticamos a los
padres, es porque esperamos que sean perfectos y sabemos que eso no es posible,
y esto es algo que debemos superar porque si no, será muy difícil que puedas
aceptar y valorar tu propia relación de pareja.
7. No saber reconocer cuándo nos equivocamos y, en consecuencia, no saber
pedir perdón. El orgullo y el temor a sentirse cuestionados son uno de los
principales motivos por los cuales no reconocemos nuestros errores. Pedir
disculpas o perdón requiere de una gran fortaleza. Tu pareja te agradecerá una
disculpa sincera.
8. Estar de mal humor todo el tiempo. Una de las cosas que más
fortalecen una relación de pareja es tener la capacidad de reír, bromear y de
disfrutar la compañía del otro. El buen humor es sinónimo de inteligencia. El
mal humor puede terminar con tu relación.
9. Decir mentiras. Las mentiras son la contracara de los celos. Si
uno descubre que el otro miente, se instala y corroe el vínculo de tal manera
que lo puede destruir irremediablemente. "La mentira aparece cuando faltan
otros recursos en la pareja. Uno debería preguntarse qué quiero obtener o qué
no me animo a perder y, además, saber que cuando uno de los dos miente, la
situación se vuelve en contra, como un búmeran".
10. Perder la comunicación. Cuando una
pareja pierde la capacidad del diálogo o de, simplemente, intercambiar miradas
cómplices, denota serios problemas en la relación. Aristóteles dijo:
"Debemos expresar lo que sentimos a la persona adecuada, en el momento
adecuado, con el propósito justo y de la forma correcta". La incomunicación es “el origen de todos los
errores” porque cuando una pareja pierde la capacidad del diálogo o de
simplemente intercambiar miradas cómplices. Por su parte, atribuye la
incomunicación al querer evitar peleas, algo que puede devenir en la
infidelidad. El antídoto infalible es el diálogo constante y fluido.
11. La rutina podría ser un veneno mortal: los
horarios, el cuidado de los hijos, los compromisos laborales y familiares, todo
contribuye a mecanizar el día a día. Por eso, el antídoto para ese veneno es
encontrar un espacio propio de la pareja, “divertirse de a dos”.
12. La saturación es el veneno que hace a
las personas “esquivas a la dedicación indispensable para solidificar una
relación de amor”, El mejor antídoto es buscar los momentos de intimidad entre la pareja, sin
trabajo ni familia de por medio, para “tener comprensión frente a las
necesidades o dificultades del otro”.
13. Bloqueos Psicológicos: Cargamos con
barreras mentales y emocionales que nos impiden completar el desarrollo humano
y alcanzar una verdadera madurez. Banalizamos el nexo existente entre las
experiencias de la infancia y el comportamiento del adulto, producto de heridas
muy concretas que vulneraron la dignidad e integridad en los momentos clave de
la estructuración psíquica. Una profunda empatía con nuestra historia y con
nosotros mismos puede devolvernos la vitalidad perdida y estabilidad emocional.
14. Otras consideraciones:
- Sentimiento de pertenencia: Creer que tu pareja es de tu propiedad sin importarte sus sentimientos y necesidades.
- Idealizar a la pareja.
- Exigir más de lo que se da.
- Dramatismo, capacidad de maximizar los problemas.
- Diferencias: generan fuertes conflictos en la pareja, que se van sumando uno a uno y que van desgastando la relación.
- Insatisfacción sexual, el sexo tiene gran peso en una relación amorosa, se aconseja una vida sexual activa, placentera y cómoda, para garantizar en gran proporción, fuerte unión en la pareja.
- El descuido personal y apatía.
- Hacerles reproches: Porque no te entiende, porque consideras que se equivoca o no es lo bastante cariñoso según tu criterio.
- Ignorar a tu pareja: Dejarle fuera de las decisiones importantes en tu vida e incluso de las que les atañen a ambos.
- Agresiones físicas y verbales.
- Etc…
En
el amor sano no cabe el tener que resignarse a vivir el martirio de la
insatisfacción.
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