viernes, 1 de febrero de 2013

Deja de decir no puedo y logra tus objetivos

"Quiero tener una pareja……quiero conseguir un mejor trabajo…quiero tener más dinero…quiero relacionarme bien con mi superiores…pero…no puedo…no puedo…no puedo…". ¿Quién no se siente identificado con alguna de ésas situaciones?

Es que la lista de cosas que quisiéramos podría ser infinita. Y cuántas veces terminamos diciendo que no podemos lograr aquello que tanto queremos y como conclusión, obviamente, no lo obtenemos.

La palabra "no puedo" aparece con mayor facilidad en el discurso. Nuestra mente se vuelve enemiga, tenemos pensamientos negativos y, por lo tanto, atraemos esto a nuestras vidas. Para obtener lo que queremos hay que empezar con la actitud mental correcta. En principio tener confianza en uno mismo.

Es importante desarrollar una "actitud positiva" que tiene que ver con comenzar a pensar que voy a lograr aquello que quiero.

La mente es una de las herramientas más poderosas del ser humano. Mente es sinónimo de vida inteligente, de conciencia humana. Desarrollar nuestra capacidad para crecer y obtener una vida plena y eficaz es eje fundamental de la mente.

Partimos de la idea que "nos convertimos en lo que pensamos". Así, si pensamos positivamente obtendremos buenos resultados pero muchas veces nuestros diálogos internos, las cosas que nos decimos a nosotros mismos nos crean las trabas y producen resultados negativos. Lo que piensas se expande en la vida, atrayendo muchas veces justamente lo contrario a lo que deseamos.

Algunas sugerencias para lograr lo que queremos pueden ser:

• Para transformar nuestros pensamientos debemos entrenar nuestra imaginación. Aprender a visualizarse con el propósito cumplido.

"Creer para ver", cuántas veces nos enseñaron lo contrario (ver para creer).

• Pensar positivamente que tengo el recurso para obtener lo que quiero.

• Evitar la queja sobre aquellas cosas que no son como esperamos.

• Pensar hacia el futuro. No nos sirve pensar en situaciones que fracasaron.

• Todo pensamiento que nos haga retroceder es un impedimento para que se manifieste lo que deseamos crear. Para esto es importante cerrar los asuntos inconclusos del pasado.

• Pensar desde nuestra autonomía y no en función de las expectativas familiares y otras personas, si nuestros pensamientos se centran en lo que los demás esperan de nosotros, aunque no nos gusten esas expectativas, actuaremos según lo que quieren y esperan de nosotros, atrayéndolo.

• Para lograr lo que deseamos es necesario que decidamos cambiar nuestra forma de pensar, poner límites a nuestros pensamientos negativos y nos centremos en lo que nos proponemos crear y atraer a nuestra vida. Tenemos que tomar el compromiso de no poner energía mental a lo que los demás piensan de nosotros.

• Repetir pensamientos positivos.

• Cambiar los "no puedo" por los "no quiero", esto nos reafirma poder sobre nosotros mismos, siempre esta la posibilidad de cambio.


El rol de la terapia cuando el cambio no llega

La psicoterapia es una potente herramienta de cambio. Son muchas las personas que tomaron conciencia de sus problemas y sienten que no pueden cambiar. No saben qué hacer o cómo hacer. Se sienten desbastados o frustrados, ante la imposibilidad de lograr lo que se proponen en la vida.

El objetivo de la terapia es lograr cambios, equilibrio en la mente y armonía en el cuerpo, las emociones y el espíritu.

El primer acercamiento hacia el cambio es decidir hacer terapia, al tomar la decisión ya estamos convencidos de que queremos cambiar y queremos lograrlo.

Al comienzo, las personas muchas veces ofrecen resistencia a cambiar tantos aspectos de sí mismo como pudiera parecer cuando expresan su situación. Si así fuera, ya habrían cambiado. Realmente una parte suya quiere cambiar y otra parte no, e incluso, se resistirá con mayor o menor conciencia al cambio.

Muchos dicen: "Tropiezo siempre con la misma piedra". Cuántas veces sentimos esto a la hora de cambiar y porque sucede? porque estamos acostumbrados desde que nacimos a reaccionar frente a un determinado estimulo de una manera y por ende nos encontramos repitiendo una y otra vez un mismo patrón de comportamiento. Si alguien nos avisara, no dudaríamos en evitarla.

El problema, al final, se reduce a que no nos damos cuenta de los obstáculos hasta que sufrimos sus consecuencias negativas. Este es uno de los puntos en donde reside la ayuda que ofrece la terapia. Por eso podemos decir que el terapeuta es un avisador de obstáculos, un entrenador del darse cuenta.

Y por otro lado, nos ayuda a generar nuevas conductas para generar diferentes resultados y de esta forma lograr aquellos objetivos o metas que queremos.

Y por otro lado, nos ayuda a generar nuevas conductas para generar diferentes resultados y de esta forma lograr aquellos objetivos o metas que queremos.

En todo cambio hay que tener en cuenta dos aspectos: el plano racional, que está vinculado con el hemisferio izquierdo y que reside en darnos cuenta del para qué, el cómo y el por qué nos pasa lo que nos pasa y paralelamente el cambio emocional, vinculado al hemisferio derecho, que tiene que ver con el cambio del sentido que para nosotros tienen los hechos y del significado que le damos dentro de nuestra historia.

Esto es muy importante porque generalmente cuando las personas se sienten que no pueden cambiar es porque hay cambio racional sin cambio emocional y esto es lo que provoca que las personas repitan una y otra vez la misma conducta.

domingo, 27 de enero de 2013

Crisis de Ausencia

Pequeño mal, epilepsia menorEs una alteración temporal de la función cerebral, ocasionada por una actividad eléctrica anormal en el cerebro y caracterizada por una pérdida abrupta de poca duración en la actividad consciente "ausencia" u otro cambio anormal en el comportamiento.
Las ausencias típicas son más comunes en personas menores de 20 años, generalmente en niños entre los  4 y 12 años. 

Pueden ocurrir con otros tipos de convulsiones (crisis epilépticas), como las convulsiones tonicoclónicas generalizadas (epilepsia mayor), fasciculaciones o espasmos musculares (mioclonía) o la pérdida súbita de la fuerza muscular (crisis atónicas). La mayoría de las ausencias típicas duran sólo unos pocos segundos y con mayor frecuencia involucran episodios de mirada fija o "ausencias". Generalmente dura una aproximación de 15 a 20 segundos y un niño puede tener más del 100 al día.

Algunas crisis de ausencia pueden ir acompañada de espasmos de los párpados y músculos faciales, que pueden confundirse con otro tipo de ataque, conocido como convulsiones parciales complejas. Pero a diferencia de las crisis parciales complejas, crisis de ausencia no empiezan con un aura, o premonición de que una crisis se avecina. También hacen no duran tanto, tienden a terminar pronto y no causan un periodo de confusión después de la convulsión. Hacer un diagnóstico correcto es esencial para el tratamiento eficaz y adecuado de las crisis de ausencia.

Los episodios pueden:

  • Ocurrir muchas veces al día.
  • Presentarse durante semanas a meses antes de que se noten.
  • Interferir con el aprendizaje y el desempeño escolar.
  • Tomarse erróneamente como falta de atención u otro mal comportamiento.
Las dificultades inexplicables en la escuela y los problemas de aprendizaje pueden ser el primer indicio de las ausencias típicas.

Durante la convulsión, la persona puede:

  • Dejar de caminar y empezar de nuevo después de unos segundos.
  • Dejar de hablar en medio de una frase y comenzar de nuevo unos segundos más tarde.
  • La persona por lo regular no se cae durante la convulsión.
Inmediatamente después de la convulsión, la persona por lo regular:

  • Está bien despierta.
  • Está pensando claramente.
  • No es consciente de la convulsión.
Los síntomas de las ausencias típicas pueden abarcar: Cambios en la actividad muscular, como:

  • Ausencia de movimiento.
  • Torpeza con las manos.
  • Temblor palpebral.
  • Chasquido de labios.
  • Masticación.
Cambios en la lucidez mental (estado de conciencia):

◦Episodios de mirada fija o ausencias.
◦falta de conciencia de los alrededores.
◦Interrupción repentina en el movimiento, el discurso y otras actividades estando despierto.
◦En algunos casos, pueden ser provocados por hiperventilación o luces destellantes.

Las crisis parciales pueden ser simples (sin alteración del nivel de conciencia) o complejas (si provocan una alteración de la conciencia). En los casos en los que no podemos obtener una descripción detallada del fenómeno por un observador, pero el individuo sufre amnesia del evento, consideramos que se ha afectado la conciencia. Las crisis parciales se subdividen luego según si las manifestaciones son motoras, sensitivas, autonómicas o relacionadas con la esfera psíquica, lo que puede aportar información importante sobre la localización del inicio de la crisis.

La Crisis de Ausencia no es dramática, de hecho algunas veces no se notan. Por lo general se nota al niño distraído con pérdida de relación con el medio que lo rodea, el niño no cae al piso y la recuperación es rápida. Los ataques pueden ser muy frecuentes en un día por lo que el trabajo escolar puede deteriorarse.

La forma más sencilla de identificar un ataque de ausencia es la búsqueda de una mirada vacía que dura unos pocos segundos. La gente en el medio de tener un ataque de ausencia no hablar, escuchar, o parecen entender. Una crisis de ausencia no suele provocar una caída hacia abajo.

Las ausencias atípicas comienzan de manera más lenta y duran más tiempo. Los síntomas son similares, pero los cambios en la actividad muscular pueden ser más notorios.

"Si usted o su hijo experimentan movimientos espasmódicos, puede ser un signo de otro tipo de crisis que tienen lugar a lo largo de la crisis de ausencia".

El tratamiento de las crisis de ausencia

Las crisis de ausencia puede afectar su capacidad para desempeñarse en el trabajo o la escuela, así que es una buena idea consultar a su médico sobre el tratamiento.

Las crisis de ausencia pueden ser tratadas con un número de diferentes medicamentos:

• El ácido valproico •La acetazolamida • Lamotrigine •El clonazepam •Ethosuximide

Mayoría de los fármacos antiepilépticos no son eficaces en el tratamiento de las crisis de ausencia. Muchas personas que sufren de ataques de ausencia también tienen convulsiones generalizadas y por lo tanto tendría que tener uno o más de los medicamentos antes mencionados. En este momento, sólo dos fármacos tienen la aprobación de la FDA para el tratamiento de las crisis de ausencia: el ácido valproico y etosuximida. Se recomienda psicoterapia breve y a los padres de familia hacerles ver el manejo afectivo y conductual del niño.

Gestión de las crisis de ausencia

Los medicamentos pueden ayudar a controlar las crisis de ausencia. Hacer cambios en el estilo de vida también puede ayudar a mantenerlos bajo control. Si tiene problemas para manejar su crisis de ausencia, es posible que desee trabajar más estrechamente con su médico para encontrar una mejor manera de tratarlos.

Llame a su médico si nota que su hijo tiene episodios de miradas fijas, períodos breves de ensueño profundo u otros comportamientos que puedan ser síntomas de crisis de ausencias.

Si la maestra se queja de que su hijo no presta atención o no hace caso , pregúntele si muestra otros síntomas de crisis de ausencias. Por ejemplo, si mira fijamente al pizarrón, parpadea repetidamente o se sacude mientras está en estado de ensueño. Pídale que realice una descripción detallada de los síntomas. Una vez que tenga esta descripción, observe si su hijo los presenta en casa.

Pronóstico

El pronóstico es muy bueno. La mayoría de los niños con epilepsia de ausencias finalmente superan la condición sin complicaciones. Con un tratamiento adecuado, el niño puede llevar una vida normal en la escuela y la casa. En la mayoría de los casos, no hay un efecto a largo plazo sobre el desarrollo del cerebro, su función o su inteligencia.

Para mayor información ver:

  • Epilepsia.
  • Crisis epilépticas (convulsiones).
  • Convulsión tonicoclónica generalizada.
  • Crisis epiléptica parcial (focal).