Mientras que a finales del siglo XIX, Europa
estaba conmocionada por los asesinatos de Jack El Destripador en las calles de
Londres, un singular criminal mexicano, causó el terror en la Ciudad de México. "El Chalequero" es el primer asesino en serie de quien se tienen registro en nuestro país, Francisco Guerrero, fue acusado de matar a 20 sexo servidoras de 1880 a 1888.
Y una última (una anciana no prostituta, aunque hay fuentes que manejan que sí lo era) en 1908, donde ella lo insulto, araño en la cara por la cual la violó, golpeó y degolló. Poco tiempo después, el cadáver de la anciana degollada fue encontrado a la orilla del rió Consulado, su nieta señalo al asesino, a Guerrero lo encontraron cerca de ahí, sentado, absorto y todavía con las manos ensangrentadas.
Nombre
real: Francisco Guerrero Pérez
Nacimiento: 1840 Bajío
mexicano
Fallecimiento: Noviembre de 1910 Hospital
Juárez, Ciudad de México
Alias: "El Chalequero", "Antonio
Prida", "El Destripador Mexicano", "El Destripador del río
Consulado", "El Barbázul Mexicano", "El Degollador del río
Consulado" o "El Estrangulador del río Consulado".
Cargo(s)
criminal(es): Homicidio agravado,
violación, abuso sexual.
Condena: Primera condena a pena de muerte
conmutada a 20 años de prisión finalmente recibió el indulto. Segunda condena a
pena de muerte.
Situación
actual: Muerto.
Ocupación: Zapatero y asesino serial, posiblemente también fungió como proxeneta.
Preso: (de 1888
a 1908, y de 1908 a 1910)
Cónyuge: 1 (llamada "María")
Hijos: 4 reconocidos.
Nota:
“Felipe Espinosa”: Es el primer asesino en serie de nacionalidad mexicana,
adelantándose casi con 20 años a los crímenes de Francisco Guerrero.
Guerrero
también fue nombrado por la prensa de la época como el "Barbázul
mexicano", el "Destripador mexicano o del río Consulado", o el
"Degollador del río Consulado". Pero que se hacía llamar en el barrio
“Antonio Prida, El Chaleco”. Guerrero era un asesino organizado, misionero
motivado por el odio y sedentario. Existen dos teorías de porque se le apodaba
"el Chalequero", una apunta a que simplemente era porque solía usar
este tipo de prendas, otra menciona que se debía a que sostenía relaciones
sexuales "a chaleco" con la mujer que el quisiera (la expresión
"a chaleco" indica que algo se hace de manera forzada).
El
modus operandi de Francisco consistía en abordar a sus futuras víctimas con el
pretexto de hacer uso de sus servicios y así sucedía, pero posteriormente las
estrangulaba, decapitaba y arrojaba sus cuerpos al Río Consulado. Su periodo de
actividad concordó con el de Jack el Destripador, por lo que algunos autores de
su época y actuales lo han llegado a comparar con él.
Una
característica de Francisco Guerrero es que veía a la mujer como un simple objeto sexual. Sus
asesinatos estaban marcados por una crueldad desmesurada, pero no tenía fijado
un móvil sexual, ya que en sus crimines no había sadismo era meramente por
odio. Llegaba a violar a sus víctimas con el fin de demostrar su superioridad y
poder, que creía tener entre las mujeres.
Perfil
Psiquiátrico
Poseía
una muy marcada personalidad psicopática pues carecía de empatía, no sentía
culpa, tenía un estilo de vida parasitario, cosificaba a las personas a su
alrededor, tenía una autoestima inflada, sufría de ataques súbitos de ira, era
manipulador y promiscuo; pese a ello era una persona carismática (de ahí sus
muchas amantes). En su época no se prestó atención a su diagnóstico pero su
comportamiento y personalidad concuerdan con los de un trastorno errático de la
personalidad (personalidad antisocial y/o personalidad narcisista). Lo
describían como tranquilo y callado, ponía demasiado cuidado en su cuidado
personal.
Veía
al sexo femenino como un simple satisfactor sexual desechable. Sus crímenes
estaban marcados por una crueldad desmesurada con marcados tintes sexuales, eran de odio. Violaba a sus víctimas para poder demostrar la supuesta
"superioridad y poder" que creía tener sobre las mujeres. Todas sus
víctimas (exceptuando la última) fueron prostitutas pero, a diferencia de lo
que se llegó a creer, no las mataba por el hecho de serlo, sino porque ellas
eran más vulnerables Según él las mujeres le debían una total
fidelidad a sus maridos, el adulterio tendría que ser castigado con la muerte,
consideraba especialmente pecaminoso el labor de una sexoservidora ya que no
guardaban fidelidad hacia ningún hombre. Curiosamente sus hijas eran prostitutas.
Es
fácil intuir que su trastorno de personalidad y su misoginia, fue producto de
un rechazo maternal durante la infancia, que degeneró en un complejo de Edipo
no superado. Muy probablemente no conoció una imagen paterna o ésta representó
el patrón de la violencia contra las mujeres (un padre golpeador). Pertenecía a
un estrato social bajo y era prácticamente analfabeto. Proyectaba en sus víctimas
la imagen de su madre.
Carlos
Roumagnac, uno de los primeros criminólogos mexicanos, concluyó que el
"Degollador del río Consulado" era un criminal nato, al afirmar:
"...no
hay datos suficientes que autoricen a suponer que el Chalequero, haya cometido
sus crímenes bajo la influencia irresistible de la perversión sexual, no los ha
cometido bajo la influencia de una obsesión morbosa, los ha consumado por
impulsiones violentas y conscientes, es por tanto un degenerado inmoral
violento."
Cabe
destacar que pese a que los asesinatos de Guerrero mostraran evidentes rastros
de agresión sexual y patrones de desfeminización, Romagnac dudaba de que
estuviera motivado por una compulsión sexual y, contrario, a la concepción de
"criminal nato", lo describiera como un asesino organizado.
Quizás
los investigadores no se equivocaron en la etnia, condición social y académica
del asesino, pero si en su descripción física, en su comportamiento ante las
demás personas Guerrero era educado e incluso caballeroso, era descrito como guapo, elegante, galán y
pendenciero, vestía de casimir, con sombrero ancho y zapatos relucientes. Se
decía que su vestimenta no le costaba un sólo centavo, era así como se
ganaba la confianza de sus víctimas y en su capacidad intelectual, jamás se
identificó algún grado de deficiencia intelectual en él, y de hecho sus
crímenes mostraban a un asesino altamente organizado. No fue hasta 1908, que un
grupo de periodistas quienes, quizás influenciados por la noción de Jack el
Destripador, retrataron ante las masas una imagen más cercana al verdadero
Francisco Guerrero: un hombre delgado de tez morena, estatura mediana,
escrupulosamente arreglado a la manera occidental, con un comportamiento
refinado y galante, solo con una mirada penetrante y vacía.
Lorenza
Urrutia una joven prostituta, lo desprecio. Cuando lo volvió a encontrar, el “Chalequero”
se la llevo a una cueva cercana donde la ató, violó y torturó por 2 días, La
joven se salvó sólo porque al asesino se le acabo el pulque y fue a comprar
más, fue adonde aprovecho para escapar.
A
diferencia de otros criminales históricos, “El Chalequero” jamás trató de
ocultar su verdadera identidad, sus homicidios era conocidos por todas las
prostitutas de la zona pero ninguna fue capaz de denunciarlo o entregarlo a la
policía debido al temor de posibles represalias en su contra. Pero en realidad,
parece, era proxeneta. Guerrero era “el souteneur de una pandilla de
mujerzuelas que se lo rifaban, como vulgarmente suele decirse”.
Gracias
a la denuncia del vecino de una de sus víctimas, El Chalequero fue atrapado. el
13 de julio de 1888. Esa noche, un grupo de gendarmes llegó a la pulquería “Los
Coyotes” de Peralvillo y detuvo a Guerrero, acusado de al menos veinte
crímenes.
En
el juicio, que fue seguido con pasión por la prensa y el vulgo, se fue
dibujando el perfil psicológico de lo que hoy conocemos como psicópata. Según
él, las mujeres debían una total fidelidad a sus maridos y el adulterio tenía
que ser castigado con la muerte. Él era el pecado y el verdugo.
Guerrero
fue sentenciado a muerte en septiembre de 1908, para ese entonces el presidente
de México Porfirio Díaz, cambio la sentencia de muerte por 20 años de prisión, el
homicida fue llevado a la cárcel en San Juan de Ulúa Veracruz. Guerrero ya se
había convertido en una celebridad gracias a los periódicos de la época.
El
“Chalequero” falleció en el Hospital Juárez dos años después en 1910 a la edad
de 70 años, a 4 meses de ser llevado a la horca por su segunda sentencia en la
cual no obtuvo clemencia. Unos días después se desató la revolución mexicana.
Algunas
versiones manejan que murió de tuberculosis, otras manejan la tifoidea como
causa de su muerte y otras indican que falleció de una contusión cráneo-cefálica
al sufrir un accidente, hasta la fecha no se sabe a ciencia cierta cuál fue la
verdadera causa de su muerte, solo se sabe que el signo final de la patología
fue una trombo-embolia cerebral, fue encontrado inconsciente en su celda,
posteriormente fue trasladado al Hospital Juárez donde falleció. Jamás mostró
señales de arrepentimiento.
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