jueves, 6 de noviembre de 2014

Perfil de Francisco Guerrero "el Chalequero"

Mientras que a finales del siglo XIX, Europa estaba conmocionada por los asesinatos de Jack El Destripador en las calles de Londres, un singular criminal mexicano, causó el terror en la Ciudad de México. "El Chalequero" es el primer asesino en serie de quien se tienen registro en nuestro país, Francisco Guerrero, fue acusado de matar a 20 sexo servidoras de 1880 a 1888.

Y una última (una anciana no prostituta, aunque hay fuentes que manejan que sí lo era) en 1908, donde ella lo insulto, araño en la cara por la cual la violó, golpeó  y degolló. Poco tiempo después, el cadáver de la anciana degollada fue encontrado a la orilla del rió Consulado, su nieta señalo al asesino, a Guerrero lo encontraron cerca de ahí, sentado, absorto y todavía con las manos ensangrentadas.

Nombre real: Francisco Guerrero Pérez
Nacimiento: 1840 Bajío mexicano
Fallecimiento: Noviembre de 1910 Hospital Juárez, Ciudad de México
Alias: "El Chalequero", "Antonio Prida", "El Destripador Mexicano", "El Destripador del río Consulado", "El Barbázul Mexicano", "El Degollador del río Consulado" o "El Estrangulador del río Consulado".
Cargo(s) criminal(es):  Homicidio agravado, violación, abuso sexual.
Condena: Primera condena a pena de muerte conmutada a 20 años de prisión finalmente recibió el indulto. Segunda condena a pena de muerte.
Situación actual: Muerto.
Ocupación: Zapatero y asesino serial, posiblemente también fungió como proxeneta.
Preso: (de 1888 a 1908, y de 1908 a 1910)
Cónyuge: 1 (llamada "María")
Hijos: 4 reconocidos.

Nota: “Felipe Espinosa”: Es el primer asesino en serie de nacionalidad mexicana, adelantándose casi con 20 años a los crímenes de Francisco Guerrero.

Guerrero también fue nombrado por la prensa de la época como el "Barbázul mexicano", el "Destripador mexicano o del río Consulado", o el "Degollador del río Consulado". Pero que se hacía llamar en el barrio “Antonio Prida, El Chaleco”. Guerrero era un asesino organizado, misionero motivado por el odio y sedentario. Existen dos teorías de porque se le apodaba "el Chalequero", una apunta a que simplemente era porque solía usar este tipo de prendas, otra menciona que se debía a que sostenía relaciones sexuales "a chaleco" con la mujer que el quisiera (la expresión "a chaleco" indica que algo se hace de manera forzada).

El modus operandi de Francisco consistía en abordar a sus futuras víctimas con el pretexto de hacer uso de sus servicios y así sucedía, pero posteriormente las estrangulaba, decapitaba y arrojaba sus cuerpos al Río Consulado. Su periodo de actividad concordó con el de Jack el Destripador, por lo que algunos autores de su época y actuales lo han llegado a comparar con él.

Una característica de Francisco Guerrero es que veía  a la mujer como un simple objeto sexual. Sus asesinatos estaban marcados por una crueldad desmesurada, pero no tenía fijado un móvil sexual, ya que en sus crimines no había sadismo era meramente por odio. Llegaba a violar a sus víctimas con el fin de demostrar su superioridad y poder, que creía tener entre las mujeres.

Perfil Psiquiátrico

Poseía una muy marcada personalidad psicopática pues carecía de empatía, no sentía culpa, tenía un estilo de vida parasitario, cosificaba a las personas a su alrededor, tenía una autoestima inflada, sufría de ataques súbitos de ira, era manipulador y promiscuo; pese a ello era una persona carismática (de ahí sus muchas amantes). En su época no se prestó atención a su diagnóstico pero su comportamiento y personalidad concuerdan con los de un trastorno errático de la personalidad (personalidad antisocial y/o personalidad narcisista). Lo describían como tranquilo y callado, ponía demasiado cuidado en su cuidado personal.

Veía al sexo femenino como un simple satisfactor sexual desechable. Sus crímenes estaban marcados por una crueldad desmesurada con marcados tintes sexuales, eran de odio. Violaba a sus víctimas para poder demostrar la supuesta "superioridad y poder" que creía tener sobre las mujeres. Todas sus víctimas (exceptuando la última) fueron prostitutas pero, a diferencia de lo que se llegó a creer, no las mataba por el hecho de serlo, sino porque ellas eran más vulnerables Según él las mujeres le debían una total fidelidad a sus maridos, el adulterio tendría que ser castigado con la muerte, consideraba especialmente pecaminoso el labor de una sexoservidora ya que no guardaban fidelidad hacia ningún hombre. Curiosamente sus hijas eran prostitutas.

Es fácil intuir que su trastorno de personalidad y su misoginia, fue producto de un rechazo maternal durante la infancia, que degeneró en un complejo de Edipo no superado. Muy probablemente no conoció una imagen paterna o ésta representó el patrón de la violencia contra las mujeres (un padre golpeador). Pertenecía a un estrato social bajo y era prácticamente analfabeto. Proyectaba en sus víctimas la imagen de su madre.

Carlos Roumagnac, uno de los primeros criminólogos mexicanos, concluyó que el "Degollador del río Consulado" era un criminal nato, al afirmar:

"...no hay datos suficientes que autoricen a suponer que el Chalequero, haya cometido sus crímenes bajo la influencia irresistible de la perversión sexual, no los ha cometido bajo la influencia de una obsesión morbosa, los ha consumado por impulsiones violentas y conscientes, es por tanto un degenerado inmoral violento."

Cabe destacar que pese a que los asesinatos de Guerrero mostraran evidentes rastros de agresión sexual y patrones de desfeminización, Romagnac dudaba de que estuviera motivado por una compulsión sexual y, contrario, a la concepción de "criminal nato", lo describiera como un asesino organizado.

Quizás los investigadores no se equivocaron en la etnia, condición social y académica del asesino, pero si en su descripción física, en su comportamiento ante las demás personas Guerrero era educado e incluso caballeroso, era descrito como guapo, elegante, galán y pendenciero, vestía de casimir, con sombrero ancho y zapatos relucientes. Se decía que su vestimenta no le costaba un sólo centavo, era así como se ganaba la confianza de sus víctimas y en su capacidad intelectual, jamás se identificó algún grado de deficiencia intelectual en él, y de hecho sus crímenes mostraban a un asesino altamente organizado. No fue hasta 1908, que un grupo de periodistas quienes, quizás influenciados por la noción de Jack el Destripador, retrataron ante las masas una imagen más cercana al verdadero Francisco Guerrero: un hombre delgado de tez morena, estatura mediana, escrupulosamente arreglado a la manera occidental, con un comportamiento refinado y galante, solo con una mirada penetrante y vacía.

Lorenza Urrutia una joven prostituta, lo desprecio. Cuando lo volvió a encontrar, el “Chalequero” se la llevo a una cueva cercana donde la ató, violó y torturó por 2 días, La joven se salvó sólo porque al asesino se le acabo el pulque y fue a comprar más, fue adonde aprovecho para escapar.

A diferencia de otros criminales históricos, “El Chalequero” jamás trató de ocultar su verdadera identidad, sus homicidios era conocidos por todas las prostitutas de la zona pero ninguna fue capaz de denunciarlo o entregarlo a la policía debido al temor de posibles represalias en su contra. Pero en realidad, parece, era proxeneta. Guerrero era “el souteneur de una pandilla de mujerzuelas que se lo rifaban, como vulgarmente suele decirse”.

Gracias a la denuncia del vecino de una de sus víctimas, El Chalequero fue atrapado. el 13 de julio de 1888. Esa noche, un grupo de gendarmes llegó a la pulquería “Los Coyotes” de Peralvillo y detuvo a Guerrero, acusado de al menos veinte crímenes.

En el juicio, que fue seguido con pasión por la prensa y el vulgo, se fue dibujando el perfil psicológico de lo que hoy conocemos como psicópata. Según él, las mujeres debían una total fidelidad a sus maridos y el adulterio tenía que ser castigado con la muerte. Él era el pecado y el verdugo.

Guerrero fue sentenciado a muerte en septiembre de 1908, para ese entonces el presidente de México Porfirio Díaz, cambio la sentencia de muerte por 20 años de prisión, el homicida fue llevado a la cárcel en San Juan de Ulúa Veracruz. Guerrero ya se había convertido en una celebridad gracias a los periódicos de la época.

El “Chalequero” falleció en el Hospital Juárez dos años después en 1910 a la edad de 70 años, a 4 meses de ser llevado a la horca por su segunda sentencia en la cual no obtuvo clemencia. Unos días después se desató la revolución mexicana. 

Algunas versiones manejan que murió de tuberculosis, otras manejan la tifoidea como causa de su muerte y otras indican que falleció de una contusión cráneo-cefálica al sufrir un accidente, hasta la fecha no se sabe a ciencia cierta cuál fue la verdadera causa de su muerte, solo se sabe que el signo final de la patología fue una trombo-embolia cerebral, fue encontrado inconsciente en su celda, posteriormente fue trasladado al Hospital Juárez donde falleció. Jamás mostró señales de arrepentimiento.

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