La salud mental es un
fenómeno complejo determinado por múltiples factores de índole social, ambiental,
biológica y psicológica. Los síndromes depresivos y ansiosos, la epilepsia, la
demencia, la esquizofrenia, las adicciones y los trastornos del desarrollo
infantil, se han incrementado en México durante los últimos años, y como el
proceso de salud-enfermedad-salud mental se vincula con la salud física y la
pobreza, la incidencia de los trastornos mentales, merma aún más los ingresos de
sus portadores, por lo que se precisa de un mayor esfuerzo asistencial que
reduzca la posibilidad de que estos trastornos incapacitantes, limiten el
potencial de desarrollo de los afectados y la sociedad.
Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es el “bienestar que una persona
experimenta como resultado de su buen funcionamiento en los aspectos
cognoscitivos, afectivos y conductuales, y, en última instancia el despliegue óptimo
de sus potencialidades individuales para la convivencia, el trabajo y la
recreación”.
Respecto a la patología psiquiátrica de los adultos y la población infantojuvenil, se calcula una prevalencia de TM de 5-18% de la población y otro sexo (4.9% hombres y 9.7%, mujeres), por lo que se espera que 1 de cada 6 personas desarrolle Salud mental y atención psiquiátrica en México
Respecto a la patología psiquiátrica de los adultos y la población infantojuvenil, se calcula una prevalencia de TM de 5-18% de la población y otro sexo (4.9% hombres y 9.7%, mujeres), por lo que se espera que 1 de cada 6 personas desarrolle Salud mental y atención psiquiátrica en México
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Eventualmente un TM que
podría requerir atención especializada. Es decir, que en México, que tiene una
población mayor a 100 millones de personas, padecen TM casi 15 millones, esto
es, una sexta parte de sus habitantes. Además, 18% de la población urbana de entre
18 y 64 años de edad sufre T del estado de ánimo.
Los T depresivos y por
ansiedad son los TM más frecuentes atendidos en la consulta de los 3 niveles de
atención.
Se ha documentado que 1.6% de la población
adulta ha intentado suicidarse y la tasa de suicidios creció 125% entre 1970 y
1991 (de 1.13% a 2.55%). La epilepsia es prevalente en 3.7% de la población de
18 a 64 años de edad y representa 1.6% en niños de poblaciones urbanas y 2.1- 4.1%
en niños de poblaciones rurales, que aún son estigmatizados por ello, a falta
de una apropiada educación en SM comunitaria. Esta circunstancia minimiza el hecho
de que en la actualidad 80% de los pacientes diagnosticados puedan ser tratados
exitosamente y desarrollarse en los ámbitos familiar, laboral y social.
Lamentablemente, al no
recibir la atención requerida, muchos de los TM infantiles no se identifican ni
corrigen como sería deseable. Por ejemplo, 7% de la población de entre 3 y 12
años de edad se encuentra afectada y en las escuelas de educación especial de
la Secretaría de Educación Pública (SEP) se atienden al año 140 mil niños con T
del aprendizaje, 35 mil por déficit mental, 12 mil por T de lenguaje; 8 mil por
T de la audición, 3 mil por T motrices y 2 mil por T de conducta. Además, en el
país ocurren anualmente diversos tipos de desastres naturales como sismos,
ciclones y tormentas, que complican aún más la situación, así como algunos problemas
provocados por el hombre como desplazamientos poblacionales, problemas
ecológicos, etc, que afectan la SM de las comunidades que los enfrentan. Ello sin
contar que las enfermedades crónico-degenerativas y el VIH/sida provocan
circunstancias que propician psicopatologías diversas y producen ansiedad y
depresión. Todo esto se adicionará a los incrementos globales calculados para
el año 2010 de casi 16.5 millones de personas hipertensas, 4.5 millones de
diabéticos, cerca de 700 mil casos de infartos de miocardio y más de 13
millones de obesos. Respecto a la patología adictiva, más de 3 millones de
personas son adictos al alcohol, existen 13 millones de fumadores y 400 mil
pacientes adictos a psicotrópicos. Además, 500 mil personas sufren
esquizofrenia, 1 millón epilepsia y 5 de cada mil niños sufren retardo mental.
Por su parte, los T afectivos
en la Ciudad de México incluyen 9% de la población adulta de entre 18 y 65 años
con 7.8% de episodios depresivos mayores a razón de 2.5 mujeres por cada varón.
La distimia, en su calidad de variante de afectación del T anímico, mantiene
1.5% con un rango similar entre los géneros (2.6%), y a la par existe un
porcentaje menor en los cuadros de relación del talante con 1.3% y diferencia similar
entre géneros. La prevalencia de los T por ansiedad afecta a 8.3% de la población,
donde la agorafobia sin pánico (3.8%) y la fobia social (2.2%) son los
diagnósticos más comunes.
En este punto cabe destacar que tales
prevalencias son más bajas que las observadas en Estados Unidos, donde existen
cifras de hasta 19.5 y 25% para cualquier T afectivo y por ansiedad,
respectivamente.
No obstante, el panorama
general brindado hasta aquí resalta algunos datos que se magnifican al considerar
las transformaciones demográfico-epidemiológicas del país, dado que se espera
que para los próximos 12 años ocurra un aumento global de 29% de individuos
afectados por alguno de los T referidos (patología adictiva y su comorbilidad y
los T afectivos y ansiosos).
Vista la gravedad de
este problema desde una óptica social acorde a cifras oficiales, se indica que
8% de los TM son de tipo neuropsiquiátrico, 10% de los adultos mayores de 65
años de edad sufren cuadros demenciales y 15% de la población de entre 3 y 12
años presentan algún tipo de TM o de conducta, lo cual insta al desarrollo nacional
de acciones firmes, permanentes y coordinadas.
Los TM causan pérdida
de años de vida saludable según cifras oficiales, entre los 15 principales están
los T psiquiátricos neurológicos, 6 de los cuales se vinculan con este tipo de
T así como con patología adictiva, homicidios, violencia, accidentes producidos
por vehículos automotores, enfermedad cerebrovascular, cirrosis hepática y
demencias. Pero sólo la patología alcohólica y los T depresivos, representan casi
18% del total, las principales causas de ello en México se relacionaron con TM
vinculados a homicidios y violencia.
La patología adictiva
es responsable de gran carga social, ya que los T relacionados con alcohol y abuso
de sustancias constituyen un serio problema de salud pública, reflejado en la
afectación directa al desarrollo del capital humano y social y la génesis de
altos costos económicos, no sólo a través del sistema de salud, sino también
por vía de accidentes y lesiones, violencia y criminalidad, que menoscaban el
bienestar de las futuras generaciones con su alta prevalencia y comorbilidad. Tal
impacto económico se refleja además, en el ingreso personal y en la capacidad
de las personas y familias para trabajar y contribuir a la productividad
nacional.
La actividad
asistencial ha de buscar incluir la atención de personas con padecimientos
mentales a través de los servicios de salud general y especializados de atención
ambulatoria y hospitalaria, para prevenir, tratar las enfermedades y reintegrar
a la sociedad a las personas con TM, siempre sobre la base de la utilización de
criterios de atención integral y humanitaria. En la reestructuración del
Sistema de Servicios de Psiquiatría y Salud Mental en México es un imperativo
el crear nuevos y eficientes modelos de atención en SM donde la SSA en
colaboración con ONG, instituciones de asistencia privada (IAP), universidades,
sociedades médicas y la sociedad civil entre otras, participen en la propuesta
y desarrollo de un Modelo Nacional de Atención en Salud Mental. En él ha de
contemplarse la creación de nuevas estructuras de atención basadas en el
respeto a recibir una atención integral médico-psiquiátrica y a los derechos de
los usuarios, así como de recibir una atención médico-psiquiátrica, y psicológica
integral.
La Ley General de Salud
pretende crear nuevas estructuras de atención asistencial basadas en el derecho
de la gente de recibir atención médica y psiquiátrica, a través de un modelo de
red de servicios con complementarias de prevención, hospitalización y
reintegración social de los TM. Ver hacia el logro de la consolidación y el
mantenimiento perenne de una anhelada meta conveniente para la vida de los
enfermos mentales y sus familias, en aras de la instauración de una sociedad más
justa, sana y digna para todos.
Un país que presente serios problemas en la salud de sus habitantes tendrá problemas para llevar adelante un plan nacional de desarrollo de sus propios pobladores, del uso de sus riquezas y del bienestar de sus habitantes.
Un país que presente serios problemas en la salud de sus habitantes tendrá problemas para llevar adelante un plan nacional de desarrollo de sus propios pobladores, del uso de sus riquezas y del bienestar de sus habitantes.
http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/documentos/SaludMentalMexico.pdf
UNAM Mario Souza y
Machorroa, Domingo Lenin Cruz Morenob