El
psicólogo clínico cuenta con una amplia gama de intervenciones para atender los
diversos cuadros clínicos que enfrenta día a día. La capacidad de atención de
un psicólogo clínico depende de su especialización.
Atención
clínica más comunes: Trastorno del estado de ánimo como la depresión, bipolar,
tras. de Ansiedad como TOC, TEPT, TAG, TP, fobias, TDHA, hipocondriasis, somatización,
control de impulsos, tras. de Personalidad como obsesivo-compulsivo, antisocial,
limites, dependientes, tras. Alimenticios como la anorexia y bulimia nerviosa. Tras
del sueño, sexuales y de conducta, problemas de pareja, de aprendizaje, de comunicación,
adicciones, esquizofrenia y tras. espectro autista, intervención, etc etc…
Actualmente,
en nuestras consultas recibimos gran variedad de pacientes, al igual como sus actitudes
que luego te abren puertas para el proceso terapéutico adecuado.
El
Cazador de osos
Es
el tipo de paciente que durante la sesión trata de ponerle trampas al terapeuta
para demostrar que él es más apto que el terapeuta. Hace preguntas rebuscadas,
descalifica lo que le dicen o responden y se pasa el proceso obstaculizando
posibilidades de estar mejor. De hecho viene a confirmar su neurosis.
El
dependiente
Es
el tipo de paciente que antes de hacer algo le pregunta al terapeuta qué haría
él en su lugar. Viene a sesión para sentir que alguien lo puede ayudar sin
responsabilizarse de sí mismo. Hay que tener mucho cuidado con este tipo de
pacientes para no perder la verdadera esencia del proceso terapéutico.
El
aplanado
Es
el tipo de paciente que afectivamente parece deprimido, pero no aparecen las
causas. Puede confundirse con una esquizofrenia si no logra hacer contacto
continuo.
El
paciente niño
Es
el tipo de paciente que actúa como demasiado niño esperando las respuestas del
terapeuta para hacer cambios.
El
adolescente que se siente adulto
Es
el tipo de paciente que continuamente desafía al terapeuta con actitudes
incongruentes con su edad de adulto.
El
anciano
Es
el tipo de paciente que siendo adulto joven llega con la actitud de una persona
mayor cansada de la vida, los hombros caídos, poca ilusión por tener una mejor
calidad de vida y continuas quejas.
El
seductor
Es
el tipo de paciente que trata de crear un vínculo amoroso con el terapeuta para
evitar la resolución de sus problemas. Toda seducción es una necesidad de ser
aceptado y una resistencia a crecer.
El
ausente
Es
el tipo de paciente que siempre tiene una excusa para no venir a la sesión a la
que se comprometió o siempre llega tarde.
El
esquizofrénico
Es
el tipo de paciente quien siempre tiene excusas para resolver alguna situación
ajena a su situación, olvidándose así de resolver sus problemas.
El
quejoso
Es
el tipo de paciente que de todo se queja, parece un barril sin fondo porque
nada le viene bien. Se queja de su situación financiera, económica, familiar y
social.
El
desesperado
Es
el tipo de paciente que acaba de iniciar el proceso terapéutico y ya quiere
acabarlo. Le pesa perder tiempo, como dice siempre que puede. Este tipo de
pacientes creen que con una o dos sesiones tendrán resuelta la vida.
El
deprimido
Es
el tipo de paciente que hace lo posible por estar cada día peor que el
anterior. A pesar que el terapeuta hace su trabajo, el paciente parece no
responder. Mucho cuidado con estos pacientes porque el terapeuta puede
desgastarse emocionalmente sin ver resultados. En casos como este el terapeuta
debe manejar muy bien todo el tema de la depresión y saber cómo afrontarla.
El
agresivo
Es
el tipo de paciente del que hay que tener cuidado porque puede llegar hasta
golpear al terapeuta, si no le cae bien algún comentario o no está de acuerdo
con lo que el paciente dice o piensa. El terapeuta debe ser muy cauteloso.
El
soberbio
Es
el tipo de paciente que ve al terapeuta como si fuera su sirviente, le cambia
el horario o le paga los honorarios cuando él quiere. Devalúa cualquier idea
del terapeuta que no esté acorde con su estilo de vida. Critica el mobiliario
del consultorio, o la calle o la colonia o la ropa o lo que sea del terapeuta
para demostrarle que él es más que cualquiera.
El
obsesivo
Es
el tipo de paciente que no puede trabajar en sesión a menos que no haya nada
fuera de lugar.
El
paranoide
Es
el tipo de paciente que piensa que el terapeuta lo está filmando o grabando sin
que él se dé cuenta. Pregunta constantemente si alguien lo está oyendo y al
terapeuta le pregunta que a quién le habla de sus pacientes.
El
chismoso
Es
el tipo de paciente que trae a sesión lo que otras personas dicen de otros.
Conoce la vida y obra de mucha gente e intentará hacer lo mismo con el
terapeuta mostrándose interesado en su vida. En estos casos el terapeuta debe
saber cómo tratar a este tipo de pacientes para no caer en su juego.
El
paciente víctima
Es
el tipo de paciente que siempre dice que lo han tratado mal, nadie lo ayudó
nunca. Es una persona que generaliza y culpa a otros de sus desgracias sin
admitir su responsabilidad. Si logramos hacer un contacto sano y profundo puede
cambiar, aunque sea poco a poco y hay probabilidades de éxito.
“Tipos
de Pacientes en consulta” Referencia: Héctor Salama Penhos “Gestalt 2.0.
Actualización en Psicoterapia Gestalt” Alfaomega Grupo Editor, S.A. de C. V.,
México. ISBN: 978-607-707-319-Página: 35