Hay algunos colegas que
afirman rotundamente que el desenamoramiento comienza en un periodo que se
puede extender entre los seis meses o los dos años después de iniciada la
relación. Esto no indica que las personas no se amen sino que pasan a otro estadío
de la vida en pareja. No obstante, esta no es una teoría aceptada por todos.
Más allá del momento en
que se produce el desenamoramiento, hay muchas personas que se preguntan cómo
detectarlo. En este sentido podría afirmarse que cuando comienzan a aparecer
conflictos, problemas sexuales o las manifestaciones amorosas comienzan a hacerse
menos usuales, éste es un indicador de que “las cosas ya no andan bien”.
Reconocer cuando se
termina el amor es un tema importante en una relación de pareja, pero en muchas
ocasiones nosotros mismos nos negamos a reconocer que hemos dejado de querer a
la otra persona e incluso podemos negar las manifestaciones evidentes del
desenamoramiento. El hecho de que no aceptemos normalmente la pérdida del amor
y la crisis de pareja puede deberse a razones que no hacemos conscientes, si bien en la mayoría de los casos el amor se
extingue por causas que conocemos muy bien, que son racionales y que se
encuentran perfectamente definidas y en los casos extremos, estas razones
conllevan a la separación.
El fin del amor puede
depender de una convivencia monótona y aburrida, de expectativas no
confirmadas, de que el tiempo es insuficiente para compartir con el otro y
brindarse placer mutuamente, de las ofensas de la pareja o de personas cercanas
a la misma, de que se evidenció un flechazo amoroso hacia otra persona, la
existencia del maltrato físico o psicológico, la desconfianza e infidelidad, el
abuso de sustancias adictivas, las enfermedades biológicas o psicológicas, los
caracteres inestables o la inmadurez de la personalidad. Cuando estas razones
se hacen permanentes en el tiempo, indiscutiblemente, conllevan a la pérdida
del romanticismo y al rompimiento de los lazos amorosos que unen a la pareja,
dando paso a las expresiones voluntarias o involuntarias de desenamoramiento.
Los
síntomas más comunes del desenamoramiento:
- Pérdida de la alegría que significaba la llegada de la pareja.
- Disminución de las fantasías placenteras con la pareja y, la aparición de escenas agradables con terceras personas.
- Ausencia de actos de cariño, elogios, regalos.
- Desatención de las necesidades espirituales, sexuales, económicas, domésticas o físicas de la otra persona.
- Evitación del contacto corporal con la pareja.
- Intercambio de los recuerdos agradables de la pareja por experiencias negativas.
- Desgaste de la comunicación, pudiendo aparecer recriminaciones, ofensas, conflictos.
- Valoración negativa de las cualidades físicas y psicológicas del amante.
- Intolerancia ante los errores irrelevantes de la pareja.
- Evitación del tiempo para compartir con la pareja.
- Rechazo sexual que se expresa en la falta de iniciativa o cooperación, reducción del deseo erótico, llegando incluso a la disfunción eréctil o a la anorgasmia.
- Las manifestaciones de amor son remplazadas por expresiones de aburrimiento, ansiedad, depresión, indiferencia o tristeza.
- Omisión del atractivo personal para agradar al otro.
- Infidelidad fantaseada o actuada.
Por
supuesto, no siempre la ausencia de expresiones de cariño indica que falta el
amor, pues en algunos casos, el estrés, la tristeza patológica, la existencia
de alguna afectación emocional o la presencia de algún evento particular
conducen a la omisión de los gestos de cariño sin que esto signifique
necesariamente que está iniciando el proceso de desenamoramiento.
El
desenamoramiento es un proceso que no siempre transcurre de manera lineal pero
es importante conocer sus síntomas a tiempo en aras de revertir el proceso o no
hacerlo más doloroso para ambos miembros de la pareja.
En
muchas ocasiones el desenamoramiento viene en dosis lentas. Esto significa que
el amor se va apagando de a poco y en su lugar se instaura el cariño. En estos
casos, es muy difícil romper una relación porque no se experimentan
sentimientos negativos hacia la otra persona sino que simplemente perdimos la
pasión. “el amor no es solo pasión sino también compromiso para con el otro”.
Las
relaciones humanas son muy complicadas. En muchas ocasiones decidimos romper
una relación de pareja por motivos prácticos y no por desamor o en otras
ocasiones porque estamos confundidos. En ocasiones la inteligencia no está en
solucionar un problema sino en saber abandonar a tiempo antes de hacernos más
daño, lo más importante es la sinceridad.
El
amor no está exento de dudas. No obstante, es importante que la otra persona
sea capaz de respetar nuestra individualidad. Eso significa que no debemos
plegarnos a los deseos del otro si no son los nuestros. El amor se trata de
llegar a un punto medio que satisfaga a ambos.
Es
importante deslindar el "amor pasional" del "amor maduro".
Es decir, muchas personas desean que el amor de los primeros tiempos se
mantenga para toda la vida pero desgraciadamente, este primer periodo pasa con
el tiempo y va dejando paso a un sentimiento de amor más sosegado. Precisamente,
este "amor sosegado" se caracteriza por el cariño, el respeto mutuo,
la responsabilidad y por supuesto, la atracción sexual.
Son
muchos los casos de parejas que, aunque ya no sienten más la pasión y el amor
de una vez, les une el cariño y las experiencias compartidas. Algunos deciden
mantener la relación de por vida y otros simplemente necesitan buscar nuevas
emociones. La decisión dependerá de cada persona. No
obstante, si lo que se ha apagado entre ustedes es la pasión y el deseo sexual,
existen muchísimas formas de reavivarlo, sobre todo si ambos ponen de su parte.
No
se puede afirmar rotundamente que después del desenamoramiento no hay una
segunda oportunidad. Eso sí, siempre que ambos hayan aprendido de sus errores y
enfrenten la relación desde una perspectiva diversa. Es importante no dejarse
engañar por mitos irreales pero a la misma vez es esencial no renunciar al
placer de ser feliz.
Autora Jennifer Delgado Suárez (Rincón de la Psicología)
“el amor hace pasar el tiempo y el tiempo hace pasar
al amor”
Nota:
Las relaciones de pareja son complejas y cambiantes, por lo que muchas veces
pueden entrar en crisis. Las grandes relaciones no se construyen evitando los
conflictos, sino enfrentando los problemas de manera correcta, esto lleva al
crecimiento y madurez de las personas y la relación.