lunes, 24 de julio de 2017

¿Cuál es la diferencia entre Psicótico y Psicópata?

Las variables son muchas y diversas. Estamos hablando de una persona enferma con graves problemas mentales en un caso y en el otro de una persona aparentemente normal, fría y calculadora. 
Un psicótico es una persona que padece algún tipo de psicosis. La característica principal de las Psicosis es su pérdida de contacto con la realidad con aparición de ideas e interpretaciones delirantes y eventuales alucinaciones.

Un estado psicótico propiciado por el consumo y abuso de drogas o alcohol, provocadores y amplificadores de los días de furia, episodio psicopatológico agudo, y por tanto la pérdida del juicio o la desconexión temporal con la realidad. Presenta alucinaciones visuales: ver personas, animales, objetos que no existen, alucinaciones auditivas: escuchar palabras, ruidos que no existen, alucinaciones táctiles y olfativas: percepciones inexistentes. Cambios fuertes de humor o estado de ánimo. Termina afectando a la salud mental.  La apariencia física se ve deteriorada, ya que denota el temor que vive, el arreglo personal se descuida y pueden presentarse sucios, despeinados, o con una forma de vestir inusual; la mirada dirigida a un lugar indefinido, hablar solos y hacer ademanes con sus manos y cuerpo. El brote psicótico puede presentarse en las siguientes enfermedades: depresión mayor, trastorno bipolar, trastorno de ansiedad, esquizofrenia o después de haber tenido una vivencia traumática. El estado de psicosis puede ocurrir de manera única o presentarse varias veces, cada recaída deteriora más al paciente por lo que se debe evitar. Si no hay apego al tratamiento o bien éste no se realiza de manera integral, puede repetirse. Para recuperar la calidad de vida es importante que se obtenga tratamiento adecuado para estabilizarse y continuar con un proceso integral, con Psicoeducación, tanto para el paciente como para la familia.

La persona en psicosis, no tiene la capacidad de razonar correctamente porque tiene alucinaciones, ya sean auditivas, visuales, táctiles y/u olfativas; el cerebro experimenta un desequilibrio en los neurotransmisores y se provoca una crisis cerebral que lo deja con una discapacidad psicosocial. El aspecto personal denota el desarreglo emocional, puede presentarse: sucios, desarreglados o con ropa atípica, la conducta denotará la confusión que lo domina. La mayoría de estas personas no presentan ningún peligro para la sociedad o sí mismas. Estas características pueden presentarse en enfermedades como la esquizofrenia, y se encuentran en las calles, con aspecto desarreglado; pueden causar miedo, pero en realidad la mayoría son personas inofensivas que sufren y necesitan tratamiento.

El término psicópata decir que se refiere a cualquier persona que padezca un trastorno psicopático o tenga una personalidad psicopática. Es una disfunción psicológica cuyas causas las encontramos en la infancia. Los comportamientos familiares han creado la imposibilidad de sentir empatía, de sentir arrepentimiento y por lo tanto remordimientos. Como consecuencia lógica estas personas son terriblemente egocéntricas y tienden al comportamiento sádico con los demás (malos tratos y abusos).

En la práctica, utilizamos el término ‘psicópata’ para describir a ciertas personas con un patrón prolongado de manipulación, explotación y/o violación de los derechos de los otros, a menudo asociado a comportamientos delictivos. Los psicópatas no son necesariamente criminales, la mayoría los tenemos al rededor desenvolviéndose con normalidad como cualquier persona social. Sus actuaciones son a nivel individual, no colectiva. Esta disfunción la vemos en estafadores, déspotas, impostores, corruptos y agresores. Lo rasgos característicos del psicópata los podríamos resumir así:
  • Carecen de conciencia moral o ética.
  • Carecen de empatía hacia los sentimientos de los demás. Para los psicópatas los demás son objetos para ser usados, no personas que sienten y a quienes hay que tener en cuenta.
  • Son muy ingeniosos y manipuladores y, además, lo hacen de forma deliberada, e inclusive disfrutan con ello. Para lograr sus fines no dudan en disfrazarse de seres encantadores y dulces. Saben cómo halagar a las personas para obtener el máximo de ellas o las hacen sentir que son las culpables de cualquier cosa que ocurra.
  • A veces suelen ser narcisistas, egocéntricos, rudos y arrogantes.
  • En los psicópatas son frecuentes los comportamientos antisociales.
La investigación ha mostrado que estos sujetos poseen áreas del cerebro responsable de la regulación emocional y el control de los impulsos no desarrolladas. Son extremadamente fríos e incapaces de establecer relaciones de apego, por lo que su estilo de relación es artificial y distante. Ven en el otro una mera herramienta para satisfacer sus propias necesidades. Ejercen la explotación interpersonal de una manera sistemática y para ello despliegan las más refinadas artes seductoras con un amplio repertorio de buenos modales e inteligencia. Por eso resultan muchas veces fiables ante los demás y alcanzan cotas importantes de desarrollo personal, social y laboral como ha sido siempre visible en la política, la economía y otros círculos de poder. Al igual que en la personalidad antisocial en estas personas tampoco hay sentimiento de culpa independientemente del daño que hayan causado pero a diferencia de aquella, cuando incurre en una conducta delictiva lo hace de forma calculada y planificada reduciendo al máximo el riesgo en que incurren, la probabilidad de que sean detenidos. Es raro (ahora cada vez menos, afortunadamente) que terminen en la cárcel como los antisociales. Sin embargo para el psicópata, el fin justifica los medios, no siente culpa, puede engañar, robar, mentir. No le importa el daño que pueda causar, promete grandes ganancias, mata sin sentir culpa, todo con tal de lograr sus objetivos. A pesar de su aspecto pulcro y su conducta adecuada ante la sociedad, causa mucho daño. Conjuntamente, éste sujeto nos presenta una imagen de una persona preocupada por sí misma, cruel y sin remordimientos, con una carencia profunda de empatía y de la capacidad para formar relaciones cálidas con los demás, una persona que se comporta sin las restricciones que impone la conciencia. Lo que destaca en él es que están ausentes las cualidades esenciales que permiten a los seres humanos vivir en sociedad.

Con frecuencia escuchamos en conversaciones privadas y públicas pero que con poca frecuencia se refieren al verdadero concepto que representan pues no están relacionadas más que en la cultura popular y la gente acostumbra a utilizar estos conceptos indistintamente. 

*Clasificación presentada a grandes rasgos. En la misma, no se considera relevante la inclusión de variables biológicas o genéticas. 

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