Comparto este articulo....
En
esta entrada hablaré de:
*Por
qué hay bebés que no saben poner las manos al caer.
*Qué
son los padres helicóptero y guardaespaldas.
*Si
la crianza con apego, crean niños dependientes e inseguros.
*Consejos
para criar niños seguros, con alta autoestima y asertivos.
Los
niños que no sabían caer
En
las escuelas infantiles o tradicionalmente mal llamadas “guarderías”. Resulta
que hay niños que no saben poner las manos en el suelo al caerse ¡aterrizan de
cara! A esa edad los niños deberían tener unas habilidades motrices lo
suficientemente maduras como para poner las manos antes de caer al suelo.
Extrañada, pregunté a las maestras más experimentadas:
–
No es una dificultad física. Por desgracia, sus padres no les han dejado caer
lo suficiente. Les cogen antes de que toquen el suelo y no aprenden a evitar la
caída. Ahí estaba la clave. Cada vez hay más casos de sobreprotección a los
niños.
Los
padres helicóptero y guardaespaldas.
Que
un bebé no aprenda que hay que poner las manos para no caer de cara al suelo es
privarlo de un aprendizaje de supervivencia básico. Según vaya creciendo se irá
perdiendo otros aprendizajes porque sus padres (u otros cuidadores de su
alrededor) no le dejan caer, equivocarse o sufrir. Esto crea una dependencia
del niño hacia sus cuidadores. La dependencia crea inseguridad, pues el niño
cree que no es capaz de hacer las cosas por sí mismo y que necesita al adulto
para todas las tareas.
La
moda últimamente es llamar a éstos
“padres helicóptero”, por aquello de que siempre revolotean alrededor de
sus hijos y son el centro de sus vidas. O bien “padres guardaespaldas” porque
tienden a evitarles conflictos, solucionarles problemas y luchar todas sus
batallas. Padres que no fomentan la autonomía, no dan espacio al error y que
hacen las tareas de sus hijos, sin darles opción a aprender por ellos mismos. Eso
sí es dañino: la sobreprotección.
Baja
autoestima, problemas de auto imagen, dependencia y poca asertividad (capacidad
de expresar opiniones o sentimientos y defenderlos), especialmente al llegar la
adolescencia. ¿Cómo va a tomar buenas
decisiones un adolescente si no confía en sí mismo? Si piensa que alguien
siempre debe ayudarle o hacer las tareas por él, cuando tenga que tomar
decisiones más complicadas (rechazar drogas, alejarse de malas compañías, etc.)
le costará muchísimo. Y no podemos estar siempre ahí para tomar las decisiones
por ellos.
Crianza
con apego: niños dependientes e inseguros
Últimamente,
voces expertas (y no tan expertas) advierten de los peligros de la llamada
“crianza con apego” que se suele relacionar con la lactancia a demanda y
prolongada. Criar niños seguros de sí mismos, asertivos y con alta autoestima
no depende de cómo duerman, cuanto pecho tomen (o no tomen) o de si van en
carrito o en mochila. Depende de los hábitos que haya en cada casa. Igualito
que las familias que fomentan la autonomía y la alta autoestima en sus hijos.
Consejos
para criar niños seguros
Déjales
caer:
Todos
sabemos que de los errores se aprende (¡o debería ser así!) Obviamente debe
existir un equilibrio. Dejar que un niño se caiga al suelo estando de pie no
supone un peligro real para él. En cambio, permitir que se suba a un tobogán
altísimo y no estemos cerca por si cae sí. En otras palabras, debemos
proponerles y animarles a superar situaciones que les supongan un reto pero
éste debe ser asumible. Hay que darles espacio para que se caigan, se
equivoquen y aprendan de la experiencia.
Guía
desde la distancia:
Dar
consejos, ser la brújula que indica el camino, dar ejemplo son acciones que
ayudan a que los niños no se vean perdidos. Lo importante es no confundir
sugerir con hacerles el trabajo. No es lo mismo decir “Si quieres beber agua y
que no se te caiga es más fácil si te sientas” o preguntar “¿Cómo podrías hacer
para que se te cayera menos agua?” que coger el vaso y darle tú de beber “que
si no se te cae, que no sabes“. Si lo haces por él lo único que aprende es que
no confías en sus capacidades.
Alaba
el esfuerzo:
Al
felicitar deberíamos evitar expresiones que pongan el énfasis en la
inteligencia del niño e intentar usar más las que ponen más el acento en el
esfuerzo que ha hecho para lograr algo. Por ejemplo, si un niño saca una buena
nota es mejor no decir “¡Qué listo que eres!”. En lugar de eso, es mejor decir
“¡Cuánto has trabajado!“. Ser inteligente o no serlo es algo pasivo y muy
difícil de cambiar. Tener éxito a base de esfuerzo depende de uno mismo y de
las ganas que le pongamos.
No
busques la perfección:
Tu
hijo empieza a usar la cuchara y se tira la mitad del plato por encima
(¡normal!). Pero si consigue llevarse algo a la boca ¡felicítalo! Lo más fácil
es darles de comer nosotros para que todo esté más limpio. Pero entonces
transmitimos el mensaje de “dame, que tú no sabes “¿Y cuándo sabrá si no le
dejamos aprender?
Plantea
retos superables:
Lo
mejor para que los niños ganen en confianza e independencia es que puedan
superar las tareas que les encomendamos. Para ello, han de aprender poquito a
poco. Divide una tarea grande en muchas pequeñas y el proceso será mucho más
fácil. Las rutinas diarias son fantásticas para que aprendan a planear,
practicar e ir superando retos ¡Dan muchísima seguridad! Recuerda que las
rutinas no tienen por qué ser horarios fijos. Más bien situaciones que se
repiten en el mismo orden casi cada día. Por ejemplo: ducha, cena, cuento y
dormir.
¿Tú
cuáles crees que son las claves para tener niños y adolescentes seguros? ¿Crees
que el colecho (cama familiar) el porteo o la lactancia afectan a la
independencia y/o autonomía de los niños?
Fuente:
Teacher
Nerea (mamá, maestra y psicopedagoga.)
www.teacherandcoach.com