Aun
cuando las drogas han estado presente en todas las culturas, y en todas las
épocas, hoy cada vez son más las personas que las usan, y cada vez son mayores
las facilidades para conseguirlas.
Frente al aumento de la tolerancia que la sociedad tiene frente al
consumo, ¿cómo es posible que una sustancia tan nociva como la marihuana genere
tanta enajenación humana y a la vez su ingesta tenga un incremento tan
significativo en estos tiempos?
Este
fenómeno se podría explicar a través de algunos "mitos" que conviven
sigilosamente en el saber popular y que se alejan de la realidad, generando
paradigmas sociales con consecuencias inciertas.
Según
estudios de la ONU, en nuestro país se incrementó 10 veces el consumo de drogas
en los últimos 10 años. También es recurrente escuchar en los medios masivos de
comunicación situaciones inherentes a la ingesta de sustancias, donde su
posición al respecto pareciera que se va tornando cada vez más laxa, tanto en
la percepción del incremento de esta enfermedad como la de sus políticas
sanitarias para contrarrestarlas.
La
adicción la marihuana se caracteriza por generar problemas físicos,
psicológicos, sociales y financieros. Es una enfermedad que tiene su origen en
el cerebro y se determina por su cronicidad y sus reiteradas recaídas. En un
principio los usuarios creen divertirse y con el tiempo no pueden estar si no
la consumen. Hasta incluso llegan a rendirle culto.
Frente
a este problema, el contexto tampoco ayuda, de hecho se observa a través de los
medios y el merchandising popular (en revistas, remeras, libros, etc.) una
cultura del consumo de cannabis, legitimando sus estados tóxicos, al
vincularlos con sensaciones de "felicidad", "sabiduría",
"creatividad" y "espiritualidad", entre otros atributos.
Es
sabido que el narcotráfico internacional es una de las empresas más importantes
y grandes del mundo, y como toda organización con fines de lucro, tiene
especialistas en marketing y publicidad abocados a que el negocio les resulte
rentable. Ellos están detrás de aquellos formadores de opinión, de jueces,
periodistas y políticos para legitimar el consumo y minimizar sus consecuencias,
gestando así representaciones mentales a través de algunos mitos, que se
reconocen a través de algunas afirmaciones tales como "la marihuana es menos adictiva que el alcohol",
"el que se drogas más, se divierte más", "los intelectuales, y
artistas consumen marihuana como fuente de inspiración", "la
marihuana es más inofensiva que el cigarrillo o el alcohol ", "fumar
hace que uno la tenga más clara", algunos van más allá y le atribuyen
propiedades "místicas” y hasta "terapéuticas" (basándose en sus
efectos anestésicos, como si no pudiera ser sustituida por centenares de
medicamentos con mejores propiedades y con menores riesgos).
A
los que están detrás de la empresa les importa poco la vida de los usuarios.
Entre esta población, muchos de ellos son jóvenes, (el 13 % de estudiantes
secundarios reconocen haber ingerido drogas) y es muy común escuchar que tras
consumirla se la pasa mejor: se creen libres y son muy pocos los que consideran
este estado como engañoso. En absoluto registran el riesgo de contraer una
adicción o volverse poli consumidores -de cocaína, psicofármacos, entre
otros- y en su lugar tienden a sostener otro mito: el "de poder
controlar el consumo".
De
hecho existen estadísticas nacionales realizadas a una población de drogodependientes
internados en comunidades terapéuticas donde reconocen en un 60% que la drogas
de inicio a su carrera adictiva fueron la marihuana y el alcohol.
En
general, la población de consumidores de cannabis y los adolescentes de esta
generación, suelen confundir estos "mitos" con las consecuencias
reales. Actualmente pareciera que se difunden más "los beneficios" y
escasamente se habla sus riesgos y de cómo afecta el ulterior desarrollo de su
calidad de vida. Entre sus posibles consecuencias están:
- Alteraciones psicológicas: desgano, falta de voluntad para sostener responsabilidades, estados de ánimos falsos (la persona se cree contenta pero en el fondo siente un profundo dolor),falta de tolerancia a la frustración, deterioro de la subjetividad, irritabilidad, falta de afecto en las relaciones interpersonales, crisis de angustia similares a los ataques de pánico, adicción, trastorno de ansiedad (como ideas obsesivas compulsivas, fobia social, cuadros de ansiedad generalizada o crisis de angustia).
- Afección de las funciones cognitivas: daño cerebral, pérdida de la atención y concentración, deterioro en la inteligencia y distorsión de los procesos lógicos del pensamiento.
- Disfunción del estado clínico orgánico: puede provocar cáncer pulmonar, afecta las vías respiratorias, y cardiovasculares, afecciones cardíacas (por lo que está altamente contraindicado el consumo a quienes practican algún tipo de deporte) y disfunción sexual
- Trastornos psiquiátricos: su toxicidad puede desenmascarar una vulnerabilidad genética, que deriva en trastornos psiquiátricos por una predisposición hereditaria, también el usuario puede experimentar ideación paranoide que va desde la suspicacia a francos delirios de persecución y alucinaciones.
- Alteración de conductas alimenticias: provoca trastornos en la alimentación, lo cual induce a otros problemas relacionados.
- Exposición a conductas de riesgo: su afección en los procesos de atención y concentración genera exposición a situaciones de riesgo, pudiendo atentar contra la propia vida como a la de terceros, sin que haya una intencionalidad manifiesta. Por esta razón su consumo compulsivo suele denominarse "para-suicidio" o "para-homicidio", definición asociada a los accidentes de tránsito (presente en 40 % de los casos) o accidentes laborales (en un 37%).
Estas consecuencias no solo alcanzan al
consumidor, sino también a quienes lo rodean. Un factor social asociado a esta
realidad capaz de incidir en generaciones futuras se vincula a que la edad
promedio de comienzo de consumo en nuestro país es a los 14 años, en plena
etapa pubertad y de desarrollo psicofísico. Esta ingesta, si no es detectada a
tiempo por su entorno y no cuenta con un tratamiento específico inmediato,
conlleva secuelas muy nocivas tanto para su ulterior desarrollo, como para la
sociedad en la que interactúa.
Fuente: De la red.
Puedes dar las fuentes y artículos para estudiar a fondo lo antes expuesto.
ResponderEliminarSaludos
Hola buenas noches es un compilador, se basa en información científica en la red e investigación personal en casos clínicos. Esté es 1 de varios artículos publicados sobre conducta adictiva en especial Marihuana. Dudas a sus órdenes vía whatsapp y msn.
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