lunes, 29 de enero de 2018

Ludopatía: Adicción al Juego

El juego patológico es un trastorno del control de los impulsos cuya característica esencial es un comportamiento de juego, desadaptativo y persistente, que altera la continuidad de la vida personal, familiar o profesional. Consiste en un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar y apostar, de forma persistente y progresiva.
“el ludópata es como un drogodependiente que necesita el juego y hace lo que sea por jugar, es decir, convierte el juego en una primera necesidad urgente”.

El ludópata presenta los mismos rasgos que un adicto:
  • Repetición de una conducta o acción que resulta placentera y aumento de su frecuencia para obtener los efectos deseados. Diferentes sustancias químicas, como la dopamina y las endorfinas, actúan como estimulantes y refuerzan las conductas patológicas.
  • Pérdida de control de la persona derivada del fallo de los mecanismos cerebrales de inhibición de la conducta .
  • Aparición del síndrome de abstinencia si se interrumpe el hábito.
Síntomas

La ludopatía se manifiesta a través de las consecuencias que derivan del juego patológico. Según Saiz, se hace visible a raíz de los cambios que el juego produce en los hábitos y conducta de los jugadores, que comienzan un período de autodestrucción. Los signos que pueden indicar un caso de ludopatía son:
  • Abandono de la vida laboral y social: Según explica Saiz, el juego empieza a ocupar un lugar preponderante en la vida de los individuos, que comienzan a despreocuparse de su vida laboral y de sus relaciones sociales. La pasividad repentina y la conducta excesivamente reservada, asociadas a factores como que la persona acuda de forma frecuente al casino o que esté constantemente apostando en internet, pueden indicar un caso de juego patológico.
  • Problemas económicos: Gastos imprevistos, préstamos, falta de dinero, etcétera. Todo esto hace que el individuo pueda recurrir a la mentira para eludir responsabilidades y ocultar las consecuencias derivadas de su ludopatía.
  • Trastornos de ansiedad y depresión: El ludópata tiene necesidad de seguir apostando, a pesar del daño que le hace. Su mente está preocupada por las apuestas, en obtener fórmulas para ganar y en conseguir dinero para apostar. Todo esto, unido al hecho de que en muchas ocasiones el ludópata no tiene acceso al juego, puede provocar trastornos de ansiedad. Por otro lado, el conjunto de problemas económicos, mentiras acumuladas, deterioro de las relaciones sociales y familiares y el resto de situaciones conflictivas que conlleva el juego patológico pueden conducir a una depresión.
  • Cambios en la personalidad: Los problemas derivados de la ludopatía y la necesidad constante de jugar pueden producir cambios en la conducta, como irritabilidad, falta de comunicación o, incluso, agresividad.
El juego está fuera de control si:
  • Está afectando a sus relaciones, sus finanzas o su vida laboral
  • Usted está dedicando cada vez más tiempo y energía a actividades de juegos de azar
  • Usted ha intentado, sin éxito, para detener o reducir en su juego
  • Intenta ocultar su juego de los profesionales de familiares o de salud
  • Usted recurre al robo o fraude para conseguir dinero del juego
  • Usted le pide a otros a que saquen de los problemas financieros porque has apostó dinero.
Factores de riesgo

El juego compulsivo afecta a hombres y mujeres y a través de líneas culturales y socio-económicos. Aunque la mayoría de las personas que juegan a las cartas o apuesta nunca desarrollan problemas con el juego, algunos factores se asocian más a menudo con los jugadores compulsivos. Las personas que parecen apostar compulsivamente a menudo tienen problemas de abuso de sustancias, el estado de ánimo y los trastornos de la personalidad, así como el déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Muchos jugadores compulsivos abusan del alcohol, y muchos jugadores compulsivos experimentan depresión mayor.

Problemas psicológicos y sociales

Las personas que estén pasando por momentos de inestabilidad psicológica o que tenga problemas personales y sociales representan un grupo de riesgo importante a la hora de desarrollar ludopatía. El juego puede servir de escape para huir de la realidad y acabar convirtiéndose en un hábito patológico necesario.

La influencia de la familia: Si sus padres tuvieron un problema con el juego, hay mayor probabilidad de que usted también lo hará.

Perfil de ludopatía en hombres y mujeres

En el caso de las mujeres, la edad media es de 46-55 años. En cambio, en los  hombres es de 31-45 años. La mayoría de ellos son solteros, a diferencia que las mujeres, que en su mayoría con casadas.

También difieren variables psicopatológicas: en la mayoría de mujeres también está presente la depresión; en el caso de los hombres, el abuso de drogas/alcohol.

Si los hombres encuentran en esta adicción una forma de liberar tensiones con un hábito que implica cierto riesgo, las mujeres lo ven más como una evasión a los problemas cotidianos. Pero en ambos casos, el perfil es el de una persona cercana a un estado depresivo, con ansiedad, tristeza y envuelta en una situación familiar problemática.

Actualmente estamos viendo un cambio brusco de tendencia, con la entrada del juego online, lo que ha traído consigo un perfil diferente de jugador, más joven e internauta, con estudios universitarios, con más recursos, y con una evolución mucho más corta en su desarrollo del trastorno.

Ciertas características de la personalidad

El jugador patológico como dependiente emocional del juego, con pérdida de control y su correspondiente afectación negativa en su vida cotidiana. Esta dependencia puede estar generada por la falsa expectativa de ganar para recuperar lo perdido; distorsión cognitiva o pensamiento erróneo que mantiene la espiral del juego. Las mentiras y el ocultamiento del juego es otra gran característica observable en este trastorno. Al ser altamente competitivo, un adicto al trabajo, inquieto o aburrido fácilmente podrían aumentar su riesgo.

Complicaciones

El juego compulsivo puede tener consecuencias profundas y duraderas para su vida, incluyendo:
  • Problemas de pareja
  • Problemas financieros, incluyendo la quiebra
  • Problemas legales o encarcelamiento
  • Pérdida del empleo o el estigma profesional
  • Desarrollo de los problemas asociados, como el alcohol o abuso de drogas
  • Suicidio
Mirada desde el psicoanálisis

El ludópata no juega para ganar sino para perder. El juego no termina para él hasta que ha perdido. La pérdida nos constituye como sujetos psíquicos y toda pérdida implica siempre una ganancia ¿Qué? Ese amor mitificado al que todo el mundo recurre cuando la realidad se desvanece, con el juego busca calmar la angustia que le provoca todo aquello cuanto le rodea.

Como decía Freud: Lo que verdaderamente le importa al jugador es jugar, ubicando una “adicción original” en el onanismo y dice que las otras que se presentan como “tentación irrefrenable”  revelan a si mismo su origen en la masturbación. (Análisis de Dostoivski) el jugador empedernido termina arruinado. Freud analiza allí, tanto como el sentimiento de culpa del sujeto como la satisfacción de la necesidad del castigo

“El jugador adicto al juego de azar busca desesperadamente ‘recuperar’ un goce, repite su necesidad de gozar”.
Tratamiento

La terapia farmacológica es de gran utilidad, ya que los medicamentos ayudan a frenar los impulsos y a manejar los sistemas de regulación de la conducta. Se pueden administrar fármacos inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, empleados también en el tratamiento de la depresión. También se utiliza la naltrexona, un fármaco que frena la impulsividad.

Es necesario que los fármacos se acompañen de psicoterapia individual, cuyo objetivo es reforzar las conductas positivas y suprimir las negativas.

El tratamiento de la ludopatía puede ser un reto. Eso es en parte porque la mayoría de la gente tiene dificultades para admitir que tienen un problema. Sin embargo, un componente importante del tratamiento que se trabaja es en el reconocimiento de que 'es' un jugador compulsivo. Si su familia o su jefe, amigo le presiona para ir a terapia, usted puede resistirse al tratamiento. Pero el tratamiento de un problema de juego puede ayudarle a recuperar una sensación de control y tal vez incluso ayudar a sanar las relaciones dañadas o las finanzas. Ya que a partir de reconocer la situación y querer cambiarla, existen diferentes tipos de terapia donde la implicación familiar y del entorno desempeñan un papel crucial. 

Una de las claves para tratar la ludopatía es establecer un control externo. Además, muchas veces el juego sustituye carencias, por lo que hay que intentar reforzar ciertos factores, como las habilidades sociales o la autoestima, para darle al individuo ese pilar que le falta y que, de alguna manera, encuentra en el juego.

El tratamiento para la ludopatía compulsiva implica tres enfoques principales:
  1. Psicoterapia: tratamientos psicológicos, como la terapia conductual o terapia cognitivo-conductual, pueden ser beneficiosos para la ludopatía compulsiva. La terapia de comportamiento utiliza la exposición sistemática de la conducta que desea que desaprender La terapia cognitiva conductual se centra en la identificación de las creencias malsanas, irracionales y negativos y reemplazarlos con los positivos, saludables.
  2. Medicamentos: Los antidepresivos y estabilizadores del estado de ánimo pueden ayudar a los problemas que a menudo acompañan a la ludopatía – como la depresión, el trastorno obsesivo compulsivo o ADHD – pero no necesariamente en sí el juego compulsivo. Los medicamentos llamados antagonistas de los narcóticos, que se han mostrado útiles en el tratamiento de abuso de sustancias, pueden ayudar a tratar la ludopatía.
  3. Grupos de autoayuda: Algunas personas encuentran los grupos de autoayuda, como Jugadores Anónimos, una parte útil del tratamiento.
Incluso con tratamiento, es posible volver a los juegos de azar, especialmente si usted pasa tiempo con la gente que juega o en entornos de juego. Si usted siente que usted comenzará a jugar de nuevo, póngase en contacto con su proveedor de atención médica o patrocinar de inmediato para evitar una recaída total.

En terapia: Se utilizan diferentes técnicas como la desensibilización automática y la relajación que se dirigen a controlar la ansiedad generada por la abstinencia de jugar. Técnicas de terapia cognitiva como el registro de pensamientos automáticos repetitivos o distorsionados, la toma de conciencia del problema, o la solución de problemas. Y se considera muy efectiva la terapia de grupo, ya que ayuda el compartir dificultades, favorecer la comunicación y encontrar estrategias de solución de problemas.

En psicoanálisis: la ludopatía requiere una escucha de los procesos inconscientes, que permita leer a quién y para qué entrega el sujeto toda su vida.

Nota: Siendo el juego una conducta social normalizada, en el jugador patológico o ludópata aumenta tanto en frecuencia de episodios, implicada en juegos del azar, destruyendo su vida familiar y laboral.

DSM

Por otro lado, con respecto al DSM (Manual diagnóstico y estadístico de los Trastornos Mentales), éste aparece por primera vez en el DSM-III, situándolo en la categoría Trastorno del control de los impulsos no clasificado en otros apartados. Posteriormente con la publicación del DSM-IV pasa a ser clasificado como Trastorno del control de los impulsos. Actualmente, el DSM-5 lo clasifica como una conducta adictiva en el apartado Trastorno adictivo no relacionado con sustancias.

¿Cómo afrontar una adicción de juego patológico?
  • Si existen indicios razonables de juego patológico, en caso de sospecha, acudir a profesionales especializados en adicciones.
  • Es difícil que un ludópata pueda dejar de jugar sin recibir ayuda, por mucha fuerza de voluntad que tenga o declare tener.
  • Muy pocas veces la ludopatía tiene una sola causa o circunstancia que la genere, por lo que requiere de la intervención de especialistas.
  • Es frecuente que el ludópata tenga ciertas características de personalidad inmadura, miedos, sentimientos de inferioridad y falta de responsabilidad.
  • La familia debe entender que se trata de una enfermedad y asumir la responsabilidad de acompañar y ayudar al paciente en el proceso de tratamiento.
  • Es importante tener en cuenta que ninguna persona se vuelve jugador patológico o compulsivo desde un inicio, y que es un hecho que nadie comienza a jugar con la intención de convertirse en un adicto.
De volverse un jugador patológico, al igual que la adicción a las drogas, la ludopatía se genera de una manera progresiva.

“Las personas ludópatas manifiestan efectivamente un sufrimiento profundo”

Prevención

Una de las claves para prevenir la ludopatía es encontrar el límite entre el juego sano como actividad de ocio y el juego patológico o perjudicial, para ello son necesarias la información y la comunicación. Encontrar alternativas de ocio y mantener una vida ocupada también pueden ser una forma de prevención. Pero si usted tiene factores de riesgo de la ludopatía, evite los juegos de azar en cualquier forma, la gente que juega y los lugares donde se produce el juego pueden ayudar. Recibir tratamiento al primer síntoma de un problema puede ayudar a prevenir un problema de juego empeore. Más vale prevenir que lamentar, con responsabilidad.

El curso de la ludopatía tiende a cronificarse, por lo que es difícil que remita, es decir, que la persona deje de jugar, si no es con intervención psicológica. Al igual que en otros trastornos de adicción sin sustancia (comida, internet, trabajo), la persona tiene la falsa creencia de controlar su problema, y poder dejarlo sin necesidad de ayuda.

Además en general los estudios sugieren que las personas que buscan ayuda tienen una mayor variedad e intensidad de problemas psicológicos que aquellos que no buscan ayuda.

EL JUEGO SE HA CONVERTIDO EN UNA PATOLOGÍA CADA VEZ MÁS FRECUENTE ENTRE LA POBLACIÓN MUNDIAL






Fuentes:


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