jueves, 30 de agosto de 2018

Cómo Superar el Estigma de las Enfermedades Mentales

Aprende qué puedes hacer con los estigmas.
Las creencias falsas sobre las enfermedades mentales pueden provocar problemas importantes. Un estigma sucede cuando alguien te ve de manera negativa por alguna característica distintiva o por un rasgo personal que se considera, o de verdad es, una desventaja (un estereotipo negativo). Lamentablemente, las creencias y las actitudes negativas hacia las personas que tienen alguna afección de la salud mental son frecuentes.

El estigma puede dar lugar a la discriminación. La discriminación puede ser evidente y directa, por ejemplo, si alguien hace un comentario negativo sobre la enfermedad mental o sobre el tratamiento. O también puede ser no intencional o sutil, como cuando alguien te evita porque asume que podrías ser inestable, violento o peligroso a causa de tu enfermedad mental. Es posible que hasta te juzgues a ti mismo.

Algunos de los efectos nocivos del estigma comprenden:
  • Resistencia a buscar ayuda o tratamiento
  • Falta de comprensión por parte de familiares, amigos, compañeros de trabajo u otras personas
  • Menos oportunidades laborales, o para participar en actividades escolares o sociales, o problemas para encontrar una vivienda
  • Hostigamiento, violencia física o acoso
  • Un seguro médico que no cubre adecuadamente el tratamiento de la enfermedad mental
  • La creencia de que nunca superarás ciertos desafíos o de que tu situación no mejorará
Medidas para sobrellevar un estigma
  1. Busca tratamiento. Es posible que te muestres reacio a reconocer que necesitas tratamiento. No dejes que el miedo a que te etiqueten como enfermo mental te impida buscar ayuda. El tratamiento puede brindar alivio mediante la identificación del problema y la reducción de los síntomas que interfieren en tu vida laboral y personal.
  2. No permitas que el estigma te avergüence y te haga dudar de ti mismo. Los estigmas no provienen de los demás. Tal vez creas erróneamente que tu afección es un signo de debilidad personal o que deberías poder controlarla sin ayuda. Buscar asesoramiento, investigar la afección y conectarte con otras personas que tienen una enfermedad mental puede ayudarte a aumentar tu autoestima y a sobrellevar la autocrítica destructiva.
  3. No te aísles. Si tienes una enfermedad mental, tal vez dudes en contárselo a los demás. Tus familiares y amigos, un miembro del clero o los miembros de tu comunidad pueden ofrecer apoyo si saben de tu enfermedad mental. Acude a personas de confianza en busca de compasión, apoyo y comprensión de lo que necesitas.
  4. No te equipares con tu enfermedad. No eres una enfermedad. Por lo tanto, en lugar de decir «Soy bipolar», di: «Tengo trastorno bipolar». En lugar de autodenominarse «esquizofrénico», di: «Tengo esquizofrenia».
  5. Únete a un grupo de apoyo. Algunos grupos locales y nacionales, como la National Alliance on Mental Illness (Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales), ofrecen programas locales y recursos de Internet que pueden ayudar a reducir el estigma mediante la educación de las personas que tienen enfermedades mentales, sus familias y el público general. Algunas agencias y algunos programas estatales y federales, como los que se centran en la rehabilitación vocacional y el Departamento de Asuntos de los Veteranos, ofrecen apoyo para personas con enfermedades mentales.
  6. Busca ayuda en la escuela. Si tú o tu hijo tienen una enfermedad mental que afecta el aprendizaje, averigua qué planes y programas pueden ser de ayuda. La discriminación contra los estudiantes a raíz de una enfermedad mental constituye un incumplimiento de las leyes, y los educadores de los niveles primario, secundario y universitario deben hacer todos los arreglos que estén a su alcance para los estudiantes que los necesiten. Habla con los maestros, los profesores o los administradores sobre el mejor enfoque y los mejores recursos. Si un maestro no está al tanto de la discapacidad de un estudiante, esto puede generar discriminación, obstáculos en el aprendizaje y calificaciones bajas.
  7. Habla en contra del estigma. Considera la posibilidad de expresar tus opiniones en acontecimientos, en cartas al editor o en Internet. Puede ayudar a infundir coraje en otras personas con desafíos similares y a educar al público sobre las enfermedades mentales.
Las valoraciones de los demás casi siempre provienen de la falta de compresión, y no de información basada en hechos. Aprender a aceptar tu afección y reconocer lo que debes hacer para tratarla, buscar apoyo y ayudar a educar a los demás puede marcar una gran diferencia.



Fuente: Mayo Clinic.

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