La carencia afectiva es
la falta de cuidados o de atención y protección necesaria en la vida del niño
que ocasiona distintas consecuencias según la edad.
"Los padres deben estar
muy conscientes de la importancia de su rol modelador y de soporte que tienen
con sus hijos".
Se conoce como carencia
afectiva la privación del amor, afecto, cariño y cuidado de los padres, pero
sobre todo de la madre, hacia los hijos. Se manifiesta por distintos factores
que pueden ser desde la ausencia física de los padres por maltrato, negligencia,
rechazo o abandono, por rupturas del hogar o incluso, ausencias inesperadas
como la muerte de los padres o la estadía por largos períodos de tiempo del
niño o de la madre en hospitalización.
El amor es importante
tanto como los alimentos y la educación para el desarrollo físico, psíquico y
emocional del niño. Quien en su infancia carece de afecto, podría desarrollar
patrones de apego insanos o ser más propenso a conductas autodestructivas. El
niño que crece con carencia de amor de sus progenitores o cuidadores se
conducirá por el mundo con avidez de afecto. Tenderán a buscar reconocimiento,
aceptación y afecto a toda costa en otras personas y a depositar su valía en la
opinión de los demás.
La privación del afecto de padres o cuidadores del bebé es una falta grave de estimulación afectiva
que interrumpe la maduración cognitiva, física, emocional y social del niño y
causa trastornos conductuales y sociales.
Los niños con síndrome
de carencia afectiva presentan problemas de lenguaje y
bajo rendimiento académico. Demoran en desarrollar el lenguaje y poseen pocas
habilidades sociales. Por lo general ven de forma negativa la expresión de afecto
por lo que no son muy afectuosos con quienes le rodean. Censuran sus emociones.
Diversos estudios han demostrado que los niños con carencias afectivas son más
propensos a contraer enfermedades.
Los niños con carencias
afectivas profundas, que no son atendidas terapéuticamente o superadas, crecen
con una sensación de vacío y desconfianza que mina sus relaciones. El miedo al
abandono es parte de los patrones que ha adquirido y del que le costará
desprenderse. La dependencia emocional, la baja estima y el aislamiento serán
vestigios de las faltas de amor en la infancia.
Síntomas de la carencia
afectiva según la edad y sus consecuencias:
La carencia afectiva
afecta a todas las edades, culturas y clases sociales. La evolución de las
personas que manifiestan este síndrome depende en gran medida de la situación
social en la que se desarrollen.
La primera infancia: Son
aquellos niños que lloran para llamar la atención, sonríen poco y son más
propensos a contraer enfermedades infecciosas.
Suelen aparecer
problemas digestivos como estreñimientos entre otros, aunque pueden remitir con
el crecimiento.
Entre la edad escolar y
la pre-adolescencia: El niño presenta
trastornos del comportamiento, actitudes de inhibición, de retraimiento,
actitudes de oposición y de rebeldía, aunque relativamente sociables y en
ocasiones extrovertidos, sienten miedo a sentirse rechazados en un grupo, por
lo que tienden a integrarse a toda costa. De aquí la importancia de las
relaciones sociales en esta etapa ya que determinará su conducta futura.
En la adolescencia: Los
comportamientos extraños y los actos impulsivos son muy frecuentes
(hiperactividad), en cambio los trastornos psicóticos o los comportamientos
neuróticos son raros.
- Son personas que se ilusionan fácilmente con los que les proponen las personas mayores que él.
- No quieren responsabilidades y son rebeldes con las normas. En esta fase suelen aparecer las primeras adicciones como al alcohol, a las drogas, etc.
- Deseo por buscar afectividad continuamente en alguien o algo que les aumente la autoestima.
Un niño sometido a la
privación del afecto, en su adultez tenderá a presentar inmadurez emocional,
será alguien egoísta, sin empatía, presentará dependencia emocional,
inseguridad en sus relaciones, trastornos depresivos, fobias y será una persona
egocéntrica y con propensión a los vicios. Son innumerables los males que causa
en una persona la crianza en un hogar sin amor.
Cómo evitar las
carencias afectivas
- Para evitar las carencias afectivas en la niñez es importante que los padres estén al pendiente del mundo e intereses de sus hijos. Padres que entablen relaciones saludables con sus hijos. No basta con estar físicamente, sino que esté mentalmente y emocionalmente dispuesto a dar lo mejor de sí a su familia e hijos.
- Mantén una buena comunicación con tu hijo. Sé un buen escucha y atiende sus demandas. Lee sus expresiones y valora sus opiniones.
- Pasa tiempo de calidad junto a tu hijo, juegue, realicen viajes juntos.No raciones ni escatimes en muestras de afecto. Haz que tu hijo siempre se sienta seguro y querido cuando esté a tu lado.
Pequeñas soluciones que
marcan grandes diferencias
Si observamos que estos
síntomas perduran en nuestros pequeños, debemos poner remedio transmitiendoles
afecto y cariño, hacerles sentir que son amados para que se desarrollen
adecuadamente en el plano afectivo, para no encontrarnos con personas
egocéntricas, con escasas habilidades sociales y dependientes emocionalmente
cuando sean adultos.
Si percibes que tu niño
presenta cualquiera de los síntomas antes citados:
- Pide ayuda médica.
- Préstale toda la atención y el cariño posibles.
- Abrazalo, bésalo.
- Cántale y léele cuentos.
- Fortalece el vínculo afectivo escuchando sus opiniones, ayudándolo con sus problemas y dudas.
- Desarrollen todo tipo de actividades juntos (quehaceres del hogar y el jardín, paseos al campo, visitas a la playa, recorridos por la ciudad,…).
- Juega con él.
- Evita que tu hijo crezca sin ese amor que como madre/padre debes profesarle. Disfruta de tu maternidad/paternidad y de su niñez, ésa que sucede sólo una vez en la vida.
- Sé cada día una madre y un padre mejor.
Fuente: Red
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