Los
mitos y las afirmaciones falsas que se vierten con tanta frecuencia resultan
especialmente dañinos porque a menudo disuaden a los padres de niños con TDAH y
a los adultos con TDAH de buscar tratamiento. Sin intervenciones y apoyos
apropiados, muchos seguirán luchando inútilmente. Es importante corregir estas
percepciones erróneas.
Si tú hijo(a) tiene TDAH, o lo tiene tú cónyuge, o tú mismo es inevitable que te topes con negacionistas que simplemente no entienden el trastorno ni su impacto en la vida cotidiana, ya debiste de
haber escuchado algunas de las siguientes afirmaciones erróneas y provocadoras
sobre el TDAH, o quizá todas ellas. Si quieres servir de apoyo a quienes conviven con el
TDAH, puede interesarte la siguiente lista:
1. “El TDAH no existe. ¿Por qué no dejamos que los niños sean niños? “
1. “El TDAH no existe. ¿Por qué no dejamos que los niños sean niños? “
2.
“Todo el mundo tiene algo de TDAH. No es un problema serio.”
3.
“El TDAH se diagnostica con demasiada rapidez y con demasiada frecuencia.”
Estas
primeras afirmaciones erróneas tienen que ver con la existencia real del TDAH
como trastorno. Tus amigos pueden decir inocentemente que han tenido un
“momento TDAH” o que tienen “un poquito de TDAH”. Puedes oír a gente quejarse
de que “no dejamos que los niños sigan siendo niños” o que “diagnosticamos
demasiado rápidamente a un niño que tan solo es activo y lleno de energía”.
Ciertamente, todo el mundo experimenta en ocasiones olvidos o falta de
atención. ¿Y qué padre no ha vivido conductas descontroladas de sus hijos? Esto
es algo normal. Sin embargo, para los niños y adultos con TDAH, es algo más que
un problema ocasional. Para una persona con TDAH, los síntomas se presentan con tal intensidad
que entorpecen de forma significativa la vida cotidiana.
4. “Si lo
intentara con más ganas, lo haría mejor”
5. “Lo que tiene
es vagancia.”
6. “La gente usa
el TDAH como excusa para su mal comportamiento.”
A veces, la gente
presupone erróneamente que si un niño o un adulto con TDAH “se esforzarse más”,
le saldrían mejor las cosas. Esto puede llevar a etiquetar negativamente a la
persona con TDAH: “Es un vago” o “Es apática, ni siquiera lo intenta.” Para
echar más leña al fuego, es común que una persona con TDAH muestre altibajos
muy llamativos en su rendimiento. Puede resultar desconcertante que alguien sea
capaz de completar las tareas algunas veces de forma rápida y correcta,
mientras que otras veces hace bastante mal esas mismas tareas. Este patrón de
eficacia y corrección irregulares es algo común para alguien con TDAH, y puede
ser desesperante para quienes no acaban de entender las limitaciones asociadas
al trastorno. La verdad es que las personas con TDAH dedican una enorme
cantidad de energía y esfuerzo a tratar de organizarse, concentrarse y
mantenerse atentos. El TDAH no es una “excusa” para la conducta, pero a menudo
es una “explicación” que puede guiarte hacia estrategias y formas de
intervención que pueden ayudar a mejorar la gestión de los síntomas.
7. “Lo que ese
niño necesita es más disciplina.”
8. “El TDAH es una
consecuencia de educar mal a los hijos.”
Por desgracia,
muchos padres de niños con TDAH tienen que hacer frente a este tipo de juicios
sobre su forma de educar a sus hijos. Es directamente falso que la mala crianza
de los hijos o la falta de disciplina en el hogar lleven al TDAH. Es cierto que
los niños con TDAH pueden ser mucho más difíciles para los padres. Es fácil
sentirte frustrado y dudar de tus propias habilidades como padre cuando tienes
un hijo con TDAH, sobre todo cuando existen estas ideas erróneas en torno a las
causas del TDAH. El TDAH es un trastorno neurobiológico cuyas causas
principales son genéticas. Ciertamente, el entorno de una persona puede influir
en la expresión del TDAH. Tanto a los niños como a los adultos con TDAH les
benefician la disciplina, los hábitos y las intervenciones conductuales.
9. “Los
estudiantes con TDAH que reciben adaptaciones juegan con ventaja.”
Si el TDAH afecta
al aprendizaje y perjudica el rendimiento académico, el estudiante puede
recibir apoyo y adaptaciones. El propósito de este tipo de atenciones
especiales es garantizar que las necesidades educativas individuales de los
estudiantes con discapacidad se cubran igual que las de aquellos sin discapacidades.
No se trata de dar ventaja a los estudiantes con TDAH, sino de equilibrar el
juego.
10. “El TDAH
en las mujeres es menos grave que en los hombres.”
Es una
equivocación muy común pensar que los síntomas del TDAH afectan menos a las
niñas y mujeres que a los varones. El hecho es que las mujeres con TDAH
experimentan problemas muy serios, que a menudo se pasan por alto. Las mujeres
con TDAH suelen ser diagnosticadas erróneamente de depresión, ansiedad o
trastorno bipolar. Las niñas con un TDAH no diagnosticado ni tratado tienden a
internalizar mucho más sus problemas y corren un mayor riesgo de fumar, abusar
del alcohol o las drogas, tener conductas sexuales promiscuas / embarazos /
enfermedades de transmisión sexual, tener conductas autolesivas y, en general,
muestran una menor autoestima en comparación con su homólogos masculinos. Al
igual que los hombres con un TDAH no diagnosticado, las mujeres pueden tener un
bajo rendimiento crónico. Las dificultades cotidianas que han de afrontar las
madres con TDAH pueden hacer que la educación de sus hijos les desborde. Debido
a la relación genética con el TDAH, muchas de estas mujeres estarán educando
niños con TDAH; niños que requieren mucha más organización, atención y
coherencia.
Fuente: How You Should Not Speak to Someone With ADHD
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