Los trastornos
alimenticios son un mal que muchas personas sufren en nuestra sociedad. En
muchos casos se solucionan, pero otras cuantas veces se cobran vidas o dejan
graves secuelas en las personas que los padecen. Un trastorno que no es todavía
demasiado conocido y que cada vez son más personas las que lo padecen es la
sadorexia, una mezcla de anorexia y sadomasoquismo que debemos conocer para
tratarlo.
Desde el punto de vista
psicológico, son trastornos que aparecen en personas que le dan un peso
excesivo a la imagen corporal a la hora de definirse. Son comunes pensamientos
del tipo «valgo más si estoy delgada». Al mismo tiempo, es
común que la sadorexia se alimente y alimente un estado de ánimo de valencia
negativa, en el que predominen emociones como la tristeza o sentimientos como
la melancolía. En este marco encontramos una gran dificultad -incapacidad
incluso- para disfrutar de situaciones placenteras, necesidad de complacer a
los demás y ser aceptados, aislamiento o deterioro en las relaciones sociales,
dificultad para concentrarse, ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, etc.
La sadorexia es una evolución
de la anorexia nerviosa tradicional, pero mucho más peligroso para la salud
porque incluye conductas autolíticas o de auto-maltrato.
Las personas que
padecen esta enfermedad suelen alcanzar una delgadez máxima, hasta que se
quedan sin fuerzas y dañan gravemente su organismo. Con frecuencia, son
personas con muy baja autoestima y que atesoran sensación de no controlar lo
que pasa a su alrededor, de modo que centran todos sus esfuerzos en lo poco que
piensan que sí pueden controlar: su dieta.
Más rasgos de la
personalidad:
- Las conductas sádicas son mayores, con más frecuencias en mujeres que en hombres.
- Hay una dificultad en el control de impulsos, son personas muy impulsivas y se ponen en situaciones de riesgo.
- Llegan a dañarse, a infligirse lesiones, a intentos suicidas, este resultado de su personalidad impulsividad.
- Al no tener el control no tienen un manejo de sus impulsos.
- Tienden aislarse (laceración social grave) para que la gente no se dé cuenta que tiene miedo a comer, que tiene miedo se subir de peso.
- Y cuando hay una actitud purgativa causa erosión en todo el cuerpo por la pérdida de líquidos y sales.
- Tiene que ver con la contracción de los músculos que derivan en calambres, además de que se deben atender problemas gastrointestinales como la ulceras, o en relación a la perdida de dientes, entre otros.
- Entre el 30% o 40% de los pacientes con estos síntomas, registran cuadro de ansiedad o depresión.
- “Es decir puedo tener un trastorno alimenticio, con una personalidad obsesiva, o depresiva, o dependiente”.
¿La diferencia? Esto sucede
de una manera mucha más agresiva. Son personas que pertenecen al grupo más
extremo denominadas las “ANAS” que engloban a los que no tienen conciencia de
la gravedad de sus actos. Si no se aceptan como son, pueden llegar a límites
insospechados.
En las personas sadorexicas,
estas formas de actuar, una vez combinadas, satisfacen sus necesidades de
autoimagen, autocontrol y autoestima. Con la “ventaja” que al mismo tiempo alivian
profundamente la ansiedad y no despiertan sospechas en familiares o amistades.
¿Cómo podemos detectar
la sadorexia?
La sadorexia
(sadomasoquismo + anorexia) se considera un trastorno alimentario de segunda
generación que, ha evolucionado de la anorexia. Conjuga comportamientos
anoréxicos junto con un maltrato corporal y el empleo de métodos de
adelgazamiento masoquistas que infringen dolor y quitan las ansias de comer.
Esto termina provocando pérdidas de peso rápidas y permanentes.
Las autolesiones
también pueden utilizarse como una forma de dejar salir sus emociones y
sentimientos. Estas personas piensan que el dolor físico evita prestar atención
al dolor emocional que su enfermedad les provoca, y hace que se hagan daño a sí
mismas.
La sadorexia es un
método empleado para conseguir una delgadez extrema, la cual es visible sólo
para los ojos de los demás. Quienes padecen esta enfermedad empiezan a perder
más y más quilos con la sensación de que nunca es suficiente o presos de un
intenso miedo a recuperarlos.
Por lo tanto, a día de
hoy, el dolor como fórmula de adelgazamiento máximo también está identificado.
Existen tres tipos de auto-maltrato o self-injury:
- Mutilación o desfiguración permanente: es decir, la amputación de un miembro.
- Mutilación estérea: golpearse, morderse, cortarse profundamente…
- Mutilación superficial: cortes, quemaduras, romperse algún hueso, etc.
Las autolesiones
también pueden utilizarse como una forma de dejar salir sus emociones y
sentimientos. Estas personas piensan que el dolor físico evita prestar atención
al dolor emocional que su enfermedad les provoca, y hace que se hagan daño a sí
mismas.
¿Existen tratamientos
eficaces para la sadorexia?
A falta de estudios que
nos permitan hablar de una intervención específica y efectiva, en consulta se
están adaptando protocolos que sabemos que funcionan con otros trastornos en
los que la imagen corporal y la autoestima están afectadas.
Es importante que
tengamos en cuenta la existencia de este trastorno, ya que están aumentando los
casos de personas que se maltratan físicamente para desviar la atención del
hambre y así evitar comer para mantenerse delgados. Como en todo trastorno
alimenticio, la sadorexia requiere de un tratamiento psicológico para hacer que
esas personas dejen de maltratarse a sí mismas y vuelvan a dotar a su cuerpo de
los nutrientes necesarios para poder vivir adecuadamente. El manejo nutricional
es básico e imprescindible.
Se sugiere: Si una
persona padece sadorexia, en primer lugar es necesario un control adecuado
sobre qué es lo que estas personas comen, así como el mantenimiento de un
cuidado excesivo por quienes le rodean (familiares y amigos directos), para
evitar que siga autolesionándose. Tratamiento psicológico y supervisión médica.
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