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jueves, 28 de noviembre de 2019

Sadorexia: La Dieta del Dolor

Los trastornos alimenticios son un mal que muchas personas sufren en nuestra sociedad. En muchos casos se solucionan, pero otras cuantas veces se cobran vidas o dejan graves secuelas en las personas que los padecen. Un trastorno que no es todavía demasiado conocido y que cada vez son más personas las que lo padecen es la sadorexia, una mezcla de anorexia y sadomasoquismo que debemos conocer para tratarlo.
La sadorexia es una evolución de la anorexia nerviosa tradicional, pero mucho más peligroso para la salud porque incluye conductas autolíticas o de auto-maltrato.

Las personas que padecen esta enfermedad suelen alcanzar una delgadez máxima, hasta que se quedan sin fuerzas y dañan gravemente su organismo. Con frecuencia, son personas con muy baja autoestima y que atesoran sensación de no controlar lo que pasa a su alrededor, de modo que centran todos sus esfuerzos en lo poco que piensan que sí pueden controlar: su dieta.

Desde el punto de vista psicológico, son trastornos que aparecen en personas que le dan un peso excesivo a la imagen corporal a la hora de definirse. Son comunes pensamientos del tipo «valgo más si estoy delgada». Al mismo tiempo, es común que la sadorexia se alimente y alimente un estado de ánimo de valencia negativa, en el que predominen emociones como la tristeza o sentimientos como la melancolía. En este marco encontramos una gran dificultad -incapacidad incluso- para disfrutar de situaciones placenteras, necesidad de complacer a los demás y ser aceptados, aislamiento o deterioro en las relaciones sociales, dificultad para concentrarse, ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, etc.

Más rasgos de la personalidad:
  • Las conductas sádicas son mayores, con más frecuencias en mujeres que en hombres.
  • Hay una dificultad en el control de impulsos, son personas muy impulsivas y se ponen en situaciones de riesgo.
  • Llegan a dañarse, a infligirse lesiones, a intentos suicidas, este resultado de su personalidad impulsividad.
  • Al no tener el control no tienen un manejo de sus impulsos.
  • Tienden aislarse (laceración social grave) para que la gente no se dé cuenta que tiene miedo a comer, que tiene miedo se subir de peso.
  • Y cuando hay una actitud purgativa causa erosión en todo el cuerpo por la pérdida de líquidos y sales.
  • Tiene que ver con la contracción de los músculos que derivan en calambres, además de que se deben atender problemas gastrointestinales como la ulceras, o en relación a la perdida de dientes, entre otros.
  • Entre el 30% o 40% de los pacientes con estos síntomas, registran cuadro de ansiedad o depresión.
  • “Es decir puedo tener un trastorno alimenticio, con una personalidad obsesiva, o depresiva, o dependiente”.
¿La diferencia? Esto sucede de una manera mucha más agresiva. Son personas que pertenecen al grupo más extremo denominadas las “ANAS” que engloban a los que no tienen conciencia de la gravedad de sus actos. Si no se aceptan como son, pueden llegar a límites insospechados.

En las personas sadorexicas, estas formas de actuar, una vez combinadas, satisfacen sus necesidades de autoimagen, autocontrol y autoestima. Con la “ventaja” que al mismo tiempo alivian profundamente la ansiedad y no despiertan sospechas en familiares o amistades.
¿Cómo podemos detectar la sadorexia?

La sadorexia (sadomasoquismo + anorexia) se considera un trastorno alimentario de segunda generación que, ha evolucionado de la anorexia. Conjuga comportamientos anoréxicos junto con un maltrato corporal y el empleo de métodos de adelgazamiento masoquistas que infringen dolor y quitan las ansias de comer. Esto termina provocando pérdidas de peso rápidas y permanentes.
Las autolesiones también pueden utilizarse como una forma de dejar salir sus emociones y sentimientos. Estas personas piensan que el dolor físico evita prestar atención al dolor emocional que su enfermedad les provoca, y hace que se hagan daño a sí mismas.

La sadorexia es un método empleado para conseguir una delgadez extrema, la cual es visible sólo para los ojos de los demás. Quienes padecen esta enfermedad empiezan a perder más y más quilos con la sensación de que nunca es suficiente o presos de un intenso miedo a recuperarlos.

Por lo tanto, a día de hoy, el dolor como fórmula de adelgazamiento máximo también está identificado. Existen tres tipos de auto-maltrato o self-injury:
  1. Mutilación o desfiguración permanente: es decir, la amputación de un miembro.
  2. Mutilación estérea: golpearse, morderse, cortarse profundamente…
  3. Mutilación superficial: cortes, quemaduras, romperse algún hueso, etc.
Las autolesiones también pueden utilizarse como una forma de dejar salir sus emociones y sentimientos. Estas personas piensan que el dolor físico evita prestar atención al dolor emocional que su enfermedad les provoca, y hace que se hagan daño a sí mismas.

¿Existen tratamientos eficaces para la sadorexia?

A falta de estudios que nos permitan hablar de una intervención específica y efectiva, en consulta se están adaptando protocolos que sabemos que funcionan con otros trastornos en los que la imagen corporal y la autoestima están afectadas.

Es importante que tengamos en cuenta la existencia de este trastorno, ya que están aumentando los casos de personas que se maltratan físicamente para desviar la atención del hambre y así evitar comer para mantenerse delgados. Como en todo trastorno alimenticio, la sadorexia requiere de un tratamiento psicológico para hacer que esas personas dejen de maltratarse a sí mismas y vuelvan a dotar a su cuerpo de los nutrientes necesarios para poder vivir adecuadamente. El manejo nutricional es básico e imprescindible.

Se sugiere: Si una persona padece sadorexia, en primer lugar es necesario un control adecuado sobre qué es lo que estas personas comen, así como el mantenimiento de un cuidado excesivo por quienes le rodean (familiares y amigos directos), para evitar que siga autolesionándose. Tratamiento psicológico y supervisión médica.