jueves, 14 de mayo de 2020

Niñ@s Distraídos o Despistados

Una pequeña guía para padres. En este artículo tratare las posibles causas a este problema tan común en niños, así como soluciones prácticas y efectivas para ellos.

Desarrollar las habilidades y los conocimientos de cada niño es una tarea fundamental que debe aplicarse tanto en casa como en la escuela, pero en muchas ocasiones puede ocurrir que el niño se distraiga o se despiste con facilidad. Esto puede acarrear problemas de atención y concentración, y eso puede verse reflejado en sus notas escolares aun siendo un niño muy inteligente.

Si su hijo es despistado, existen factores que llevan a que la distracción sea una tendencia muy frecuente en su hijo. Quienes tienen niños más activos sabrán a ciencia muy cierta que educar a estos niños suele ser una tarea titánica. Los niños activos y que no pueden estar quietos por un momento son los más propensos a tener más distracción, son más despistados y eso le acarrea dificultades a la hora del aprendizaje.

Causas por las que un niño puede ser despistado o distraído

Los niños que suelen tener un nivel alto de actividad, no pueden estar quietos en ningún instante y mucho menos prestar atención durante los 45 minutos o una 1 hora que suele durar cada clase y/o cada explicación del profesor en la misma. Estos niños son más propensos a distraerse con facilidad y desconectar su mente por completo de la clase, dificultándose así, gravemente, su aprendizaje diario.

Las causas más comunes suelen ser:

Un trastorno por déficit de atención (TDA). Puede estar unido a la hiperactividad (TDAH).

El cansancio o el estrés: Si el niño tiene problemas de sueño o tiene cada día demasiadas actividades o clases extraescolares, esto puede influir negativamente en su concentración y/o atención. Descansar es una parte fundamental para que nuestro cerebro este siempre al 100%. Bien por dormir poco o por un exceso de actividades, disminuye la capacidad de concentración y se dificulta la memoria.

Problemas de visión o de audición: En muchas ocasiones puede ocurrir que nuestro hijo tenga algún problema visual o auditivo, impidiéndole concentrarse en las explicaciones del profesor. Cada año suelen hacerse revisiones en los colegios, pero si no es el caso, siempre podemos llevarle a un especialista por si el problema de su falta de atención radica ahí. Un defecto visual o auditivo no diagnosticado ni tratado puede hacer pensar en una falsa falta de atención.

El nerviosismo: Cualquier situación que nos produzca estrés o nerviosismo, influye en nuestra memoria y en la capacidad de almacenar nueva información. Cuando estamos nerviosos segregamos corticotesona una hormona que interfiere en el recuerdo.

Una mala alimentación: Una buena alimentación es fundamental para rendir bien, tanto mental como físicamente. En la actualidad existen multitud de suplementos para suplir estas deficiencias, pero lo mejor siempre es hacer una dieta variada y saludable. La falta de algunos nutrientes esenciales en su dieta puede interferir en la calidad de la memoria.

La buena noticia es que la distracción de los niños tiene solución. Existen algunas técnicas que pueden ayudar a los niños a superar sus problemas atencionales y desarrollar una mayor concentración.

Como mejorar la atención de los niños despistados

Cuando no exista evidencia de que su falta de atención se deba a algo patológico, puedes ayudar a tu hijo siguiendo los siguientes consejos:

Utiliza la motivación: Es muy importante el encontrar las actividades que le gustan al niño y motivar sus ganas de avanzar para que adquiera interés por superarse a sí mismo cada día. Una vez logrado este paso, será importante aplicar la misma táctica con el resto de actividades diarias. Hay que buscar aquello que le gusta mucho hacer y fomentarlo, a la par que lo utilizamos como forma de motivación para otras actividades.

Refuerzo positivo: Refuerza las actividades bien hechas y la dedicación con constantes felicitaciones y, de vez en cuando, con premios como jugar quince minutos más con la Tablet o regalarle un cuento, jugando con él, llevándole el fin de semana a ver una película o comprándole un libro.

Juegos de atención y concentración: Existen numerosos juegos para trabajar la atención y la concentración, como las secuencias temporales, emparejar figuras iguales, colorear dibujos con sumas y restas, láminas de trazos donde se deben seguir los números, etc. memorias de parejas, buscar un dibujo en una lámina, colorear mandalas o dibujos abstractos complejos, elegir una respuesta correcta entre varias, hacer una silueta siguiendo los puntos numerados, colorear según un código de color señalado por números, ordenar tarjetas según una secuencia temporal o buscar un objeto escondido siguiendo instrucciones o interpretando pistas.

No agobiar con varias cosas a la vez: Siempre es más fácil realizar las tareas de una en una. Así, no se distraerá al recibir varias órdenes al mismo tiempo.

Memoria visual: Utilizar con dibujos o fichas para que el niño/a recuerde sus obligaciones y tareas, como recoger el cuarto, lavarse los dientes, etc., o incluso temarios de asignaturas utilizando varios colores.

Métodos de relajación: Si el niño sufre de ansiedad y/o de nerviosismo.

Extra

Ayuda a los niños distraídos o despistados

Asegúrate de que tu hijo duerme y descansa lo suficiente: La falta de sueño y el agotamiento físico son unas de las causas más comunes de la falta de atención y las constantes distracciones en el niño. Si tu hijo no descansa lo suficiente o duerme mal por la noche es normal que al día siguiente se sienta cansado y que no logre concentrarse al 100%.

Instaura rutinas en su vida cotidiana: Las rutinas son una herramienta excelente para que tu hijo se implique más en las tareas cotidianas y no olvide lo que tiene que hacer. De hecho, cuando las rutinas se conviertan en hábitos, el niño realizará determinadas tareas de forma prácticamente automática, lo cual te evitará tener que recordárselas constantemente.

Explícale detalladamente cada orden o instrucción: Los niños con déficit de atención suelen ser despistados y olvidadizos, por lo que es importante que le expliques detalladamente qué deseas de él. Cuando le vayas a pedir algo, asegúrate de que te esté prestando atención y, al terminar, puedes pedirle que te repita las instrucciones, para asegurarte de que las ha comprendido y memorizado.

Evita las distracciones en su entorno: Si tu hijo se distrae con facilidad, evita exponerlo a distracciones adicionales: mantén su habitación lo más organizada posible, guarda los juguetes en un sitio donde no se puedan ver a simple vista, no enciendas el televisor mientras hace los deberes y mantén los dispositivos electrónicos fuera de su alcance, al menos hasta que llegue el momento del juego.

Comienza siempre por las tareas más complejas: A medida que el día avanza, es normal que el niño se sienta más agotado, que pierda más rápido el interés y que se distraiga con mayor facilidad. Por eso, es conveniente que comience por las tareas más complicadas ya que así podrá prestarles mayor atención. Asegúrate de que tu hijo lo comprenda y que comience siempre los deberes escolares por las materias más complejas.

 

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