La distimia se trata de un trastorno depresivo persistente que suele presentar uno o dos síntomas de la depresión clínica y que dura al menos dos años en adultos (o uno en los niños). Cuando una persona empieza a vivir con esta depresión crónica, suele presentar un estado de ánimo triste que persiste mucho tiempo.
Es más leve y duradera que la depresión mayor, pero puede ser
igual de incapacitante.
De la misma manera que un resfriado se diagnostica con la
existencia de síntomas como la tos seca, dolor de cabeza, goteo nasal y/o
fiebre, existen indicios concretos para que un médico sepa que su paciente se
encuentra ante una depresión. Y la distimia es uno de sus subtipos. Para diagnosticar
una depresión mayor (la más tipificada) tiene que haber un mínimo de estos
cinco síntomas durante al menos dos semanas (sobreesfuerzo para realizar
actividades cotidianas, ausencia o exceso de apetito, baja energía, problemas
de autoestima, tristeza, falta de concentración o dificultad para tomar
decisiones, insomnio o hipersomnia, sentimientos de desesperanza, tendencia a
pasar más tiempo solo que con amigos o familiares, y ausencia de placer ante
actividades que antes hacían disfrutar).
En cuanto a la distimia (afecta a entre el 5% y el 6% de la
población), aunque el catálogo de síntomas es el mismo, para ser diagnosticada
tienen que darse dos de los síntomas antes enumerados, y mantenerse al menos
durante dos meses. En el último cambio del Manual Diagnóstico Estadístico de
los Trastornos Mentales, la distimia pasó a llamarse Trastorno Depresivo
Persistente. Y aunque sus síntomas pueden interferir en las tareas diarias, no
impiden cumplir con las responsabilidades.
Más que un trastorno de la personalidad, nosotros los
profesionales coincidimos en que es un estilo de personalidad que te acompaña
casi desde el momento en que naces, con una tendencia al pensamiento
victimista, atención al 'locus' externo sin tomar una perspectiva realista de
lo que pasa, acabando por desarrollar una indefensión aprendida ("haga lo
que haga, saldrá mal"). La distimia es un trastorno mental bastante
invisibilizado, porque se confunde con una persona triste. En ausencia de
formación clínica, no cualquier persona sabría diferenciarla.
¿Cómo se comporta una persona distímica?
Una persona con distimia repite esa tendencia al aislamiento,
a la incomprensión, vacío, soledad, baja autoestima... Y a su vez, con el
propio comportamiento que generan con su nula implicación con todo, se
encuentran bajos de energía, malhumorados y tristes, aislándose aún más.
Son personas que han ido a terapia en muchas ocasiones en su
vida porque su estado anímico basal es un poco más bajito. Cuando les preguntas
cómo se encuentran en el día a día, la respuesta no es negativa, pero afirman
creer que 'lo normal' es ser más feliz de lo que son, y refieren no saber qué
hacer. Yo me he dado cuenta de que, a pesar de los ejercicios que intentas
trabajar en terapia, les cuesta encontrar la satisfacción porque casi nada les llena,
son retraídas, se sienten incomprendidas... Es algo crónico. Y además, al
compararse con los demás, se incomodan más, por eso a ellos especialmente no
les ayuda nada las redes sociales. Tienen momentos de felicidad, pero estos son
bastante planos. Por eso en muchas ocasiones, la solución pasa por una
medicación que les ayude.
¿Cómo salir de ahí?
Desde luego, el primer paso ha de ser acudir a la consulta de
un profesional para que, hecho el diagnóstico, paute una terapia
cognitiva-conductual. Además, es importante escucharse a uno mismo, hacerse
preguntas valientes y necesarias acerca del trabajo, el estilo de vida y las
personas por las que estamos apostando como: ¿te hace tu entorno realmente feliz?
Hay que hacer los ajustes necesarios en la vida; a veces es simplemente un
cambio de aficiones. Hacer un movimiento en esa tuerca, aunque sea pequeño,
puede desencadenar una mejoría.
La psicoterapia con técnicas cognitivo conductuales consiste
en modificar patrones del pensamiento, reestructurando los posibles
pensamientos disfuncionales. Las herramientas de las que nos valemos son la
determinación de objetivos que el paciente va cumpliendo para obtener refuerzos
y salir del bucle de la depresión. También utilizamos técnicas de relajación
muscular y de visualización. En los casos en que la psicoterapia no funciona,
es muy importante no culparse. A veces tiene que ver simplemente con una
alteración de neurotransmisores como la serotonina o la noradrenalina y hay que
echar mano de los fármacos, una combinación de estás siempre traer un mejor resultado.
Lo importante es que no te juzgues y que "tomes la
temperatura de tu ánimo". Si sientes que, a pesar de tener todo lo que
deseas, no te sientes satisfecha con tu vida, no dudes en consultar a un
profesional. De la misma manera que cuando no te sientes en forma físicamente
porque estás cansada, tienes malestar estomacal, una contractura en la espalda
o te ha salido una mancha en la piel acudes a un profesional, el mismo respeto
se merece tu estado anímico. Y esto es extensible también si crees que alguien
cercano lo pueda estar pasando. No dudes y... ¡sal de dudas!
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