¿Qué es un trauma psicológico?
Un trauma es un evento que, desde un punto de vista psicológico, ha supuesto un problema para el paciente. Pueden ser hechos que hayan ocurrido de manera repentina o inesperada, excediendo la capacidad del individuo de manejar este problema y perturbando los marcos de referencia básicos por los que se guía la persona para entender y manejar las situaciones que le rodean.
Los traumas se pueden dividir dependiendo de la acción que los haya desencadenado. Así pues, puede haber traumas relacionados con la infancia, la violencia, el duelo, desastres naturales o accidentes.
Evolución de un trauma psicológico
El trauma psicológico es una patología que se puede tratar mediante la Psicología. Existen diferentes técnicas usadas por los psicólogos para trabajar sobre el inconsciente y la parte emocional del cerebro, que es donde se produce el shock postraumático.
Síntomas de un trauma psicológico
Tras experimentar una situación traumática, el cerebro entra en shock, lo que desencadena un trauma psicológico. Algunos síntomas que pueden indicar la existencia de un trauma psicológico son:
- Insomnio y pesadillas
- Irritabilidad
- Ansiedad y nerviosismo
- Miedo
- Confusión
- Sensación de culpa y vergüenza
- Indiferencia emocional
¿Cómo se determina la existencia de un trauma?
Los síntomas del trauma psicológico son claves para el diagnóstico de esta patología. El especialista en Psicología evaluará al paciente y valorará el tipo de trauma y el efecto que ha podido tener en su día a día.
Los pacientes con un trauma psicológico suelen manifestar: ansiedad, depresión y sentimiento de culpa
¿Cuáles son las causas de un trauma psicológico?
Las causas de los traumas psicológicos se basan en experiencias traumáticas que no se han superado y que han roto el equilibrio psicológico del individuo. Por lo tanto, estas causas serán individuales, ya que lo que para una persona puede ser una vivencia traumática para otras no.
No obstante, hay situaciones generalizadas que tienen un impacto emocional importante en muchas personas, como por ejemplo el maltrato físico y psicológico, los abusos, la muerte de alguien querido, las enfermedades con secuelas graves etc. Además, hay factores que pueden propiciar la aparición de un trauma como la existencia de problemas psicológicos previos.
¿Se puede prevenir?
No es posible prevenir un trauma psicológico ya que el hecho que desencadena este trauma ocurre de manera repentina o inesperada. El tratamiento de este trauma será clave para que frenar su desarrollo.
Tratamientos para un trauma psicológico
Cuando existe un trauma psicológico que es limitante en la vida del paciente, lo ideal es asistir a terapia psicológica. Además, existen diferentes técnicas que pueden ser de utilidad para tratar un trauma psicológico:
- Técnica EMDR, una de las técnicas más vanguardistas dentro de la Psicología que se utiliza mucho para superar el estrés postraumático. Esta técnica estimula ambos hemisferios cerebrales mediante sonidos alternos en los oídos, las manos o mediante estimulación visual. Esto le da un significado a lo ocurrido, ya que se trabaja en los sonidos, olores, pensamientos, imágenes y sensaciones relacionadas con el momento traumático.
- Hipnosis: es otra técnica recurrente a la hora de superar un evento traumático. En este caso el paciente está relajado pero atento, lo que produce una disminución de la activación cortical. Esto permite reestructurar recuerdos y disminuir el impacto negativo que se produce en nuestras emociones.
- Técnicas Mindfulness: consiste en ejercicios mentales para combatir el impacto traumático. Es un tipo de meditación que ayuda al paciente a paliar los malestares mentales, prestando atención al momento y dejando de lado las cosas banales que le rodean.
- Técnicas de integración cerebral: es una de las técnicas más utilizadas para resolver traumas, ataques de pánico y ansiedad. Esta técnica trabaja, desde un abordaje neurofisiológico, cognitivo y eléctrico, el campo del pensamiento y la manera en la que el cerebro recopila la información.
- Brainspotting: aborda los traumas desde una perspectiva profunda y transformadora, lo que ayuda al paciente a superar las heridas emocionales provocadas por el hecho traumático. La técnica consiste en conectar las reacciones emocionales y físicas con el objetivo de identificar el punto cerebral y liberar las emociones bloqueadas.
¿Qué especialista lo trata?
El
especialista que trata esta patología es un experto en Psicología Clínica y Psicotraumatología.
¿Qué tipo de consecuencias puede producir un trauma psicológico?
El
malestar psicológico asociado a un evento traumático o estresante es bastante
variable. La persona podría presentar síntomas dentro de un contexto de miedo y
ansiedad, pero también síntomas anhedónicos, disfóricos que se pueden expresar
como enfado, hostilidad, o síntomas disociativos.
Según el DSM-V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), cuando el evento traumático causa alteración significativa de las áreas vitales de la persona, describe cinco tipos de trastornos mentales que podría padecer la persona, en función de las circunstancias particulares de cada caso. En concreto, apunta al trastorno de estrés postraumático, el trastorno adaptativo, al trastorno de estrés agudo, al trastorno de apego reactivo y al trastorno de relación social desinhibida.
A parte de la terapia psicológica, ¿Cómo se puede ayudar a una persona que ha sufrido un trauma psicológico?
Lo
más importante es que la persona empiece a ser consciente de su dolor
emocional, lo reconozca y pida ayuda inicialmente a sus familiares, pareja o
personas de confianza que le asistan para acompañarlo a que inicie un proceso
terapéutico. Es muy importante no intentar ignorarlo, negarlo o esperar a que
se vaya sola esta sensación desagradable, porque simplemente con el paso del
tiempo no se aliviará y se podría enquistar, agravando el malestar subjetivo de
la persona.
Es recomendable que la persona que padece un trauma, complemente la terapia psicológica con hábitos de vida saludables, enfocándose en cuatro pilares básicos de salud (actividad física, alimentación sana, higiene del sueño y momentos de tranquilidad/soledad), que le aportan coherencia a su vida. De esta manera, se ayudará a sí misma para evitar que se activen los mecanismos de negación, evasión y substitución que tan comúnmente aparecen en estos casos.
En concreto, se insta a que se eviten patrones de comportamiento compulsivo con fines evasivos, como podría ser la sobre ingesta de alimentos (sobre todo procesados y azúcares), el consumo abusivo de alcohol y resto drogas psicoactivas, o el consumo de psicofármacos sin prescripción médica adecuada. Así como, también se aconseja evitar comportamientos extremos en la esfera social (aislamiento brusco - hiperactividad social).
Es importante que por parte de los familiares con los que convive, la persona que padece un trauma se sienta escuchada, sienta que validan y dan espacio a su malestar, así como se evite restar importancia al evento desagradable en cuestión. Interpretar o juzgar desde fuera la situación traumática puede ser muy contraproducente, así como tampoco se recomienda restarle importancia al hecho en cuestión, porque la reacción emocional es subjetiva y particular de cada uno, con lo que es mejor centrarse en lo que significa desde la óptica de la persona no desde lo que representa a los demás. Tampoco es recomendable presionar, agobiar o insistir a la persona cuando no se encuentre preparado/a para hablar sobre esta situación. Se recomienda apoyar a la persona sin que se sienta presionada, cuestionada ni invalidada emocionalmente. Tanto la carencia de apoyo como el exceso podrían ser contraproducentes.
Trauma Psicológico | Psicología Clínica (alex-psicoclinica.blogspot.com)
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