¿Qué implica una herida de abandono? ¿Cómo podemos saber si padecemos de un trauma de abandono? Descubre las señales y cómo afrontarlo.
Una herida de abandono puede afectar en cualquier momento. Para algunas personas, estos sentimientos pueden empezar en la infancia, pero para otras, el efecto puede ser más tarde. Estos sentimientos pueden desencadenarse por el miedo de perder a un ser querido, una relación romántica o incluso por un trabajo. Entonces, ¿Cómo podemos saber si padecemos de este ‘trauma’ por abandono?
¿Qué es la herida de abandono?
Cuando hablamos de una herida de abandono, estamos apuntando
a aquellos pensamientos o comportamientos que suelen estar impulsados por la
ansiedad o el miedo de que alguien o de que algo que te importa,
inevitablemente, se vaya. Por lo general, estos efectos suelen ser una
respuesta aprendida durante la infancia que se acaba normalizando con el
tiempo.
¿Cómo saber si sufro de una herida del abandono?
Las personas que sufren de un ‘síndrome’ de abandono suelen
tener los siguientes síntomas:
- Inseguridades crónicas: Haber sufrido una herida de abandono acaba destruyendo nuestra autoestima. La razón de ello es que cuando un niño padece de un trauma por abandono, suele pensar que esto tiene una conexión con su valor personal. Por lo tanto, acaban pensando que este sentimiento es por su culpa.
- Ansiedad en las relaciones: Una persona con un trauma por abandono puede acabar lidiando con el constante pensamiento de que las personas importantes en su vida acabarán dejándolos o rechazándolos. Es decir, estas personas acaban proyectando una sensación de traición anticipada, de abandono en las relaciones románticas o en sus nuevas amistades.
- Preocupaciones constantes: La sensación que produce una herida del abandono puede hacer que una persona acabe planeando constantemente cómo evitarlo, incluso antes de que haya empezado el problema en sí.
- Problemas de confianza: Los problemas de abandono a menudo suele implicar acabar padeciendo de una falta de confianza hacia los demás. Por lo tanto, estos problemas de confianza pueden acabar significando una incapacidad para confiar en las otras personas.
- Miedo al compromiso: Los problemas de abandono pueden presentarse como un miedo al compromiso, lo que implica que una persona no puede comprometerse por completo en una relación a largo plazo o emocionalmente comprometida. En consecuencia, las personas con una herida del abandono pueden acabar evitando el compromiso con los demás.
- No poder poner límites: Un trauma por abandono también puede implicar que las personas no sepan poner límites a los demás. Esto puede suponer que los demás acaben aprovechándose de estas personas, debido a que no saben cómo limitar a las personas de su alrededor.
- Miedo al rechazo: Esto puede ir más allá de una simple negación. Es decir, estas personas pueden creer que no están siendo rechazados y traten de aferrarse a la relación hasta llegar al punto de intentar manipular a la otra persona.
- Comportamientos o episodios depresivos: Cuando esta herida del abandono acaba afectando a diferentes aspectos de la vida de quien lo sufre, puede acabar provocando problemas de salud mental. De hecho, si la causa de estos problemas de abandono es debido a un trauma, entonces, esto puede acabar derivando en un episodio depresivo.
Estas son algunas señales que podrían indicar de que estás
padeciendo de una herida de abandono. Ante estos sentimientos, es importante
acudir cuanto antes a un profesional de la salud mental.
¿Cómo afrontar una herida de abandono?
Para afrontar un síndrome del abandono es vital tener en cuenta lo siguiente:
- Tomar conciencia: Para poder superar un trauma por abandono o una herida de abandono debemos saber de dónde vienen estos sentimientos. Es decir, comprender cuáles son nuestros patrones de comportamiento en las relaciones.
- Expresa tus necesidades: Por otro lado, al tomar conciencia de donde provienen nuestros sentimientos de abandono, otro paso será intentar relacionarse conscientemente con los demás de una manera más saludable. Por ejemplo, saber expresar nuestros límites o necesidades será una buena manera de empezar a promover mejores vínculos con los demás.
- Acude a terapia: Para poder afrontar estar heridas emocionales de la infancia es necesario acudir a un psicólogo profesional. Un terapeuta será capaz de identificar aquellas actitudes que reflejan este problema, así como a aprender a afrontarlos de una manera más saludable, poniendo a los demás en su lugar, es decir, no permitiendo que sean el centro de nuestra vida.
Las personas con miedo al abandono suelen experimentarlo
debido a que han padecido de una pérdida, un trauma. o un duelo mal gestionado.
De hecho, estas experiencias pueden acabar derivando en problemas de salud
mental leves, pero que requieren un tratamiento. Aun así, es posible aprender
nuevas formas de vivir con estos sentimientos sin tener que proyectarlos en
nosotros o en aquellas personas que amamos.
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