Ayuda a un familiar o a un amigo que esté afrontando depresión a que obtenga tratamiento y halle recursos.
Ayudar a una persona que tenga depresión puede ser un desafío. Si alguien que conoces tiene depresión, podrías sentirte desesperado y no saber qué hacer. Infórmate sobre cómo ayudarlo y comprenderlo, y ayúdalo a recibir los recursos que necesita.
Mientras más sepas sobre la depresión, cómo afecta a las personas y cómo se puede tratar, más preparado estarás para ayudar a alguien que te necesita.
Esto es lo que puedes hacer:
Aprende acerca de los síntomas de la depresión
Los
síntomas de depresión varían según la persona. Estos son algunos de los
síntomas:
- Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza.
- Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos poco importantes.
- Pérdida de interés o placer por la mayoría o todas las actividades habituales como las relaciones sexuales, los pasatiempos y los deportes.
- Dormir demasiado o muy poco.
- Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren mucho esfuerzo.
- Falta de apetito y pérdida de peso, o aumento del apetito y de peso.
- Problemas físicos sin causa aparente, como dolor de espalda o de cabeza.
- Ansiedad, inquietud o nerviosismo.
- Lentitud al razonar, hablar o mover el cuerpo.
- Sentimientos de inutilidad o culpa, insistencia en fracasos anteriores o sentimiento de culpabilidad por situaciones de las que no eres responsable.
- Problemas para pensar, concentrarte, tomar decisiones y recordar cosas.
- Hablar frecuentemente sobre no querer vivir, pensamientos suicidas, intentos de suicidio o suicidio.
En
el caso de muchas personas con depresión, los síntomas pueden interferir con
las actividades laborales o escolares diarias. La depresión también puede
afectar las actividades sociales y los vínculos con los demás. Otras personas
pueden sentirse infelices o tristes en general sin saber por qué. Los niños y
adolescentes podrían exhibir la depresión mediante el malhumor en lugar de la
tristeza.
Alienta a las personas a buscar ayuda
Las
personas con depresión pueden no saber o negarse a admitir que están deprimidas.
Tal vez desconocen los síntomas de la depresión y piensan que sus sentimientos
son normales.
Con frecuencia, sienten vergüenza de su depresión y creen, de manera errónea, que deberían poder superarla solo con fuerza de voluntad. Sin embargo, es poco probable que la depresión mejore sin tratamiento, y podría incluso empeorar. Con el tratamiento correcto, puede mejorar.
Esto es lo que puedes hacer para ayudar:
- Habla con la persona sobre lo que viste y por qué te preocupa.
- Explícale que la depresión es una enfermedad, no un defecto o una debilidad personal, y que suele mejorar con tratamiento.
- Aconséjale que busque ayuda profesional. Un proveedor de atención médica es un buen punto de partida. También puedes consultar a un proveedor de atención para la salud mental, como un psicólogo o consejero matriculado.
- Ofrece tu ayuda para preparar una lista de preguntas para hacer durante la primera cita con el proveedor de atención médica o para la salud mental.
- Exprésale tu predisposición para ayudarla al programar citas, acompañarla a ellas y asistir a sesiones de terapia familiar.
Si la depresión de la persona es grave o podría poner en riesgo su vida, comunícate con el proveedor de atención médica o para la salud mental, o con los servicios médicos de urgencia.
Busca los signos de advertencia que indican que la depresión empeora
Las
personas pueden pasar por la depresión de diferentes maneras. Al observar a una
persona, puedes aprender cómo la afecta la depresión. Aprende qué hacer cuando
empeora.
Ten en cuenta los siguientes aspectos:
- ¿Cuáles son los signos típicos de la depresión?
- ¿Qué comportamientos o lenguaje observas cuando la depresión empeora?
- ¿Qué comportamientos o lenguaje observas cuando la persona está bien?
- ¿Qué desencadena una depresión más grave?
- ¿Qué actividades ayudan más cuando la depresión empeora?
La
depresión que empeora debe tratarse lo antes posible. Alienta a la persona con
depresión a consultar con un proveedor de atención médica o un proveedor de
atención para la salud mental a fin de crear un plan que le indique qué hacer
cuando los síntomas llegan a determinado punto, por ejemplo a quién contactar.
En algunos casos, es posible que el proveedor de atención médica necesite
ajustar o cambiar los medicamentos, o recomendar tratamientos adicionales.
Conoce los riesgos de suicidio
Las
personas con depresión corren mayor riesgo de suicidarse. Si una persona tiene
una depresión grave, podría tener pensamientos suicidas en algún momento. Toma
con mucha seriedad todas las señales de conducta suicida y actúa de inmediato.
Toma medidas si es necesario:
- Hazle saber a la persona que estás preocupado. Pregúntale si tiene pensamientos suicidas o si tiene un plan para suicidarse. Tener un plan significa que es más probable que intente suicidarse.
- Busca ayuda. Comunícate con el proveedor de atención médica, el proveedor de atención para la salud mental u otro profesional de atención médica de la persona. Habla con otros miembros de la familia o amigos cercanos sobre lo que está sucediendo.
- Llama a la línea directa para prevención del suicidio. Pide consejos y averigua qué recursos hay disponibles en tu zona. O bien, alienta a la persona a llamar a la línea directa para hablar con un consejero. En la Línea Directa de Prevención del Suicidio y Crisis la llamada es gratuita.
- Asegúrate de que la persona está a salvo. En lo posible, quita cualquier objeto que podría usar para intentar suicidarse. Por ejemplo, puedes guardar bajo llave o deshacerte de las armas de fuego, otro tipo de armas y medicamentos.
- Llama de inmediato al 911 o al número local de emergencias si una persona podría hacerse daño o intentar suicidarse. Asegúrate de que la persona esté acompañada en todo momento.
Presta
atención a cualquier signo de advertencia de suicidio
- Infórmate y mantente alerta para detectar las señales de advertencia del suicidio o los pensamientos suicidas:
- Hablar sobre el suicidio, por ejemplo, decir cosas como “Voy a matarme”, “Quisiera estar muerto” o “Desearía no haber nacido”.
- Obtener los medios para intentar suicidarse, por ejemplo, comprar un arma o almacenar pastillas.
- Evitar el contacto social y querer estar solo.
- Tener cambios de humor, como euforia un día y desazón profunda e irritabilidad al día siguiente.
- Perderse en los pensamientos sobre la muerte, el morir o la violencia.
- Sentirse atrapado o sin esperanzas a causa de alguna situación.
- Aumentar el consumo de alcohol o sustancias adictivas.
- Cambiar la rutina normal, incluidos los hábitos de alimentación y sueño.
- Hacer actividades riesgosas o autodestructivas, como consumir drogas ilícitas o conducir de manera imprudente.
- Regalar pertenencias o poner en orden los asuntos cuando no hay motivos para hacerlo.
- Despedirse de las personas como si no las fuera a ver de nuevo.
- Tener cambios en la personalidad o ponerse demasiado ansioso o triste, en especial con algunas de las señales de advertencia mencionadas.
Demuestra
tu apoyo
Recuerda
que la depresión no es culpa de nadie. No puedes solucionar la depresión de una
persona, pero tu apoyo y comprensión pueden ayudarla.
Puedes hacer lo siguiente:
- Alienta a la persona a seguir el tratamiento. Si alguien está realizando un tratamiento para la depresión, ayúdalo a recordar que debe tomar los medicamentos recetados y asistir a las citas médicas.
- Mantente dispuesto a escuchar. Hazle saber que te interesa cómo se siente. Cuando quiera hablar contigo, escucha con atención. Pero no des consejos ni opiniones, y no lo juzgues. La atención y la comprensión pueden ser herramientas muy beneficiosas para la recuperación.
- Proporciona un refuerzo positivo. Algunas personas con depresión se juzgan con dureza y ven defectos en todo lo que hacen. Recuérdales sus virtudes y lo importante que son para ti y para los demás.
- Ofrece tu ayuda. Es posible que una persona tenga dificultad para realizar algunas tareas correctamente. Propone tareas específicas que estés dispuesto a realizar. Además, pregunta si puedes hacerte cargo de alguna tarea en particular.
- Ayuda a reducir el estrés en su vida. Elaborar una rutina habitual podría ayudar a una persona con depresión a sentir que tiene las cosas bajo control. Pregúntale si puedes hacer un cronograma de comidas, medicamentos, actividad física, contacto social y horas de dormir, y ayúdala a organizar las tareas del hogar.
- Busca apoyo de organizaciones que pueden ayudar. Muchas organizaciones cuentan con grupos de apoyo y ofrecen asesoramiento y otros servicios para la depresión. Por ejemplo, la Alianza Nacional sobre las Enfermedades Mentales, los programas de asistencia para empleados y muchas organizaciones religiosas ofrecen ayuda para las preocupaciones relacionadas con la salud mental.
- Si son creyentes de alguna religión, aliéntalos a participar de manera activa en las actividades relacionadas con ella. Para muchas personas, las creencias religiosas forman una parte importante de la recuperación de la depresión, ya sea que pertenezcan una comunidad religiosa organizada o que tengan creencias y realicen actividades espirituales personales.
- Alienta a la persona a tomar medidas de cuidado personal. Esto incluye comer sano, dormir las horas apropiadas y hacer actividad física.
- Hagan planes juntos. Invita a la persona a caminar, ver una película o realizar contigo una actividad o pasatiempo que solía disfrutar. Procura no obligarla a que haga algo.
Cuídate
Para
evitar el agotamiento:
- Pide ayuda. Cuidar de alguien con depresión no es sencillo. Pide a familiares o amigos que te ayuden. Diles lo que necesitas.
- Toma medidas para mantenerte saludable. Tómate tiempo para ti. Haz cosas que disfrutas, realiza actividad física, reúnete con amigos y renueva tu espíritu.
- Sé paciente. Los síntomas de la depresión mejoran con el tratamiento, pero puede llevar tiempo. Es posible que debas probar más de un tipo de medicamento o enfoque de tratamiento para encontrar el mejor para ti. Para algunas personas, los síntomas mejoran rápidamente después de comenzar el tratamiento. Para otras, puede llevar más tiempo.
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