Consideraciones.
La ansiedad y la depresión son los dos trastornos más comunes en nuestra sociedad. Todos hemos pasado por momentos malos que han mermado nuestro estado de ánimo, pudiendo haber caído en las garras de la depresión.
También todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos sufrido una pérdida o adversidad que nos hemos sabido afrontar no gestionar, haciendo que nuestros niveles de estrés se elevan tanto que nos lleve a padecer la temida ansiedad. Y aunque a veces pueda padecer lo contrario, tenemos que tener en cuenta las grandes diferencias entre ansiedad y depresión para poder afrontar cada trastorno del modo más efectivo posible.
Los resultados del Instituto Americano de estadística sobre las enfermedades mentales afirman que, el 81% de la población adulta ha sufrido alguna vez en sus vidas un cuadro depresivo o algún episodio ansioso, viéndose incrementado la incidencia en un 6% más durante la pandemia que hemos sufrido por el Covid-19 en el año 2020. Estos dos trastornos son muy comunes en nuestras sociedades, pero realmente sabemos muy poco de ellos, como por ejemplo cuáles son sus síntomas, sus causas, o sus tratamientos, y eso es algo que debemos reparar o solucionar por el bien de todos.
Es esencial que aprendamos las características de cada uno de estos dos trastornos. Hay muchas personas que por desinformación piensas que la depresión y la ansiedad se entremezclan, llegando a ser parte del mismo trastorno, cuando cada una de dichas patologías tiene unas características muy diferencias como podremos ver a continuación. La información es la vía que da paso a la búsqueda de un tratamiento efectivo, porque solo podemos afrontar aquello que podemos identificar.
Si sufres ansiedad o depresión, o ambas a la vez, debes saber a qué te enfrentas. Son dos patologías que ataca a cada persona de un modo diferente, pero cada una tiene unas características que se repiten en cada paciente. Sabiendo como nos puede atacar cada una de estas patologías mentales, podemos saber cómo debemos afrontarla, y que ayuda tenemos que pedir para poder hacerles frente con éxito. En este artículo veremos las grandes diferencias entre ansiedad y depresión.
Entre las grandes
diferencias entre ansiedad y depresión que podemos encontrar son:
Tipo de trastorno
La depresión corresponde
a un trastorno del estado de ánimo, mientras que la ansiedad es un trastorno de
tipo ansioso. Es decir, los cuadros depresivos se centran en la falta de
motivación, la apatía y una profunda tristeza que nos paraliza y no nos permite
tener una vida normal. La ansiedad es producto de un miedo irracional cuando
nos enfrentamos a algo que nos sobrepasa. El estrés que eso nos genera hace que
nos sintamos realmente nerviosos, y nos paralicemos por completo. La ansiedad
se alimenta de nuestro miedo, y de nuestra incapacidad de afrontar las cosas de
un modo constructivo.
Las causas de la ansiedad y de la depresión
La depresión puede tener
dos causas bien diferenciadas. La primera es una causa biológica, es decir, una
alteración cerebral y hormonal que puede llevarnos a sufrir una tristeza tan
profunda que nos paralizará por completo. Esta clase de depresión se le
denomina: depresión endógena. Después está las depresiones cuya causa se centra
en estímulos negativos externos, como sufrir una gran pérdida, o pasar por un
mal momento personal. Esas experiencias que no podemos gestionar nos puede llevar
a sufrir una bajada del estado de ánimo, y por tanto sufrir un cuadro
depresivo. En esta clase de depresión se le denomina: depresión exógena.
Las causas de la ansiedad no tienen tanto que ver con alteraciones de tipo biológico, sino que surge por no saber como enfrentarnos a un estímulo adverso externo. Es decir, cuando no somos capaces de afrontar un problema, una adversidad, o una pérdida, nuestros niveles de estrés se elevan, y ese hecho prolongado en el tiempo, da paso a la ansiedad. La ansiedad es la respuesta de todo nuestro organismo a padecer una gran presión ocasionada por un problema que no podemos resolver. Podemos decir que la ansiedad patológica es una reacción a un miedo incontrolable.
Sus síntomas principales
Entre los principales síntomas de la ansiedad y de la depresión encontramos:
Como podemos observar, existen algunos síntomas comunes entre la ansiedad y la depresión, como es la alteración del sueño o del apetito, pero lo cierto es que tiene una sintomatología muy diferenciada. Cada psicopatología ataca de un modo diferente, y nos ataca a cada persona de un modo distinto, todo dependerá de nuestras características personales. Es decir, hay personas que sufrirán algunos síntomas, y otras personas que sufren el mismo trastorno puede sufrir otros distintos.
Por ello es importante conocer todos los síntomas que podemos
llegar a sufrir si padecemos alguno de estos dos trastornos.
Los pensamientos y sentimientos
La depresión hace que nos
sumerjamos en una terrible y profunda tristeza, donde la apatía y la
desmotivación están totalmente presentes, haciendo de nuestra vida un auténtico
infierno. Estar mucho tiempo atrapados en ese pozo oscuro puede destruirnos por
completo. Cuando nuestro estado de ánimo es muy bajo como ocurre en los cuadros
depresivos, nuestra mente solo se centrará en lo inútil que nos sentimos, y
todo lo que se nos ha escapado de nuestra vida. Es decir, nos centraremos en el
pasado, y en nuestra incapacidad para poder salir de esa tristeza que nos
envuelve y nos oprime.
En cambio, la ansiedad hace que nos centremos en el futuro, y en el miedo que nos produce la incertidumbre de aquello que sucederá. La ansiedad se alimenta por completo del miedo, y no hay nada que podamos temer más que aquello que no podemos controlar, como es el futuro. Por ese motivo, las personas que sufren ansiedad siempre están pendientes de lo que ocurrirá, siempre intentando prevenir algún posible peligro. El miedo se hace dueño de las personas que padecen este trastorno. Pero aun así, las personas que sufren ansiedad tienen la suficiente motivación para hacer cosas, e incluso plantearse luchar contra el trastorno ansioso que padecen.
Las emociones predominantes
La emoción predominante
en la depresión es la tristeza. Padecer un cuadro depresivo lleva a las
personas a padecer un profundo estado de tristeza continua y persistente. La
aparición de esta emoción es fruto de una caída de nuestro estado de ánimo.
Sufrir este tipo de emociones hace que toda nuestra vida se vea alterada. Las
personas que sufren depresión sufren tal grado de tristeza que eso les lleva a
padecer otra sintomatología intensa como la apatía o la desesperanza. También
añadir que una persona que sufra depresión puede sentirse incapaz e inútil, ya
que no puede tener un ritmo de vida normalizado. Un estado anímico afectado nos
incapacita, generándonos una gran apatía, y una dificultad importante para
hacer cualquier actividad.
En la ansiedad la emoción predominante es el miedo. Padecer ansiedad hace que nuestros temores más primitivos afloren, percibiendo todo como un peligro potencial. La ansiedad se alimenta del miedo, y el miedo hace que nuestra ansiedad se haga cada vez más fuerte. Es el pez que se muerde la cola, al final si no controlamos aquello que tanto miedo nos produce se convertirá en nuestros dueños, y nuestra vida quedará limitada por ello. Normalmente quien padece un cuadro ansioso suele sentir un gran sentimiento de culpabilidad por no poder controlarse y enfrentarse a las adversidades. Ese sentimiento puede tener un lado positivo, y es la voluntad por combatir este trastorno buscando la ayuda que necesita esa persona.
Recuerda que para afrontar tanto la ansiedad como la depresión no existen los atajos, ni hay medicamentos mágicos que te sanen sin más. Para afrontar cualquier problema emocional o psicológico siempre es necesario la terapia. Gracias a la terapia podrás obtener todas las herramientas que necesitas para poder superar cualquier obstáculo. Así que, si sufres ansiedad o depresión no lo dudes más y busca ayuda terapéutica. La solución está en tu mano. ¡Adelante!
Conclusión
Tanto la ansiedad como la
depresión paralizan al individuo y son consideradas enfermedades que restan
calidad de vida y el placer de realizar actividades que antes eran placenteras.
Son trastornos que van de la mano, pero cada uno tiene sus síntomas y un
tratamiento adecuado. la mayor diferencia es que la ansiedad se caracteriza por
el miedo y la angustia constante, mientras que la depresión suele ser un
trastorno en el que la persona se siente deprimida y no tiene motivación ni
interés para realizar tareas que antes eran satisfactorias.
En general, la presencia
de un trastorno de ansiedad se considera un factor de riesgo de depresión y
viceversa. ¿Pero por qué?
Según un grupo de ocho
investigadores de la Universidad de Groningen, en los Países Bajos, existe la
perspectiva de una red interconectada en el área de la psicopatología (el brazo
de la ciencia dedicado a la salud mental). Explican que un trastorno
psiquiátrico tiende a generar síntomas que desencadenan nuevos trastornos. Por
ejemplo, sentirse letárgico dificulta mantenerse activo durante el día, lo que
luego se traduce en mayor tristeza e inquietud porque la persona no logró lo
que pretendía hacer", detalló el grupo de investigadores en un artículo
publicado en 2020
Los investigadores sugirieron la posibilidad de que exista una especie de puente de estados mentales que conectaría la ansiedad y la depresión. Además, hay varios síntomas comunes (y superpuestos) en estos dos trastornos que pueden ayudar a comprender la comorbilidad entre los dos. Como es el caso del dolor.
Según la Universidad de
Harvard, los estudios científicos muestran que existe una relación anatómica
entre la ansiedad, la depresión y el dolor, especialmente en pacientes con
afecciones crónicas como fibromialgia, síndrome del intestino irritable,
lumbalgia, migrañas y dolor neuropático (causado por daño nervioso).
La corteza
somatosensorial (la parte del cerebro que interpreta sensaciones como el tacto)
interactúa con la amígdala, el hipotálamo y la circunvolución del cíngulo
anterior (áreas que regulan las emociones y la respuesta al estrés) para
generar la experiencia mental y física del dolor. Estas mismas regiones también
contribuyen a la ansiedad y la depresión.
Además, dos
neurotransmisores, la serotonina y la noradrenalina, contribuyen a la
señalización del dolor en el cerebro y el sistema nervioso. Estos
neurotransmisores también están relacionados con la ansiedad y la depresión.
Los trastornos mentales
comórbidos (como la ansiedad y la depresión) ocurren en el 60% al 90% de los
casos y que hay un aumento en las tasas de trastornos depresivos y, en menor
grado, de trastornos por uso de sustancias psicoactivas en los primeros años
del trastorno de ansiedad.
La presencia de estas
condiciones en la infancia, adolescencia o adultez temprana aumenta el riesgo
de trastornos depresivos y la probabilidad de un curso de depresión grave con
cronicidad e intentos de suicidio.
Además, los estudios científicos indican que todos los trastornos de ansiedad, en particular el trastorno de pánico, la agorafobia y el trastorno de ansiedad social son fuertes factores de riesgo para el desarrollo de trastornos depresivos y abuso de sustancias.
Psic. Cl. Alexandro A R
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