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jueves, 22 de agosto de 2024

Terapia de Pareja: 5 Ejercicios para Mejorar Tu Relación

En la terapia de pareja realizar ejercicios cuando la relación está en crisis o está pasando por un mal momento va a ser muy positivo ya que, a través del terapeuta, la pareja aprenderá a solucionar estos conflictos de una manera civilizada sin necesidad de discutir.
Todas las parejas tienen conflictos, pero cuando estas situaciones pasan a diario al final acaban desgastando la relación y llega un momento en el que todo es motivo de discusión y no se llega a un punto de entendimiento nunca. Con los ejercicios en la terapia de pareja el terapeuta les enseñará a lidiar con estas situaciones y a saber actuar en cada momento sin necesidad de convertir cada problema en un conflicto, cuando hay muchas formas de solucionar las cosas y no todo tiene la misma importancia.

Ejercicios para Matrimonios

Muchas veces, la rutina, los niños, la falta de intimidad, la falta de tiempo, nos impide llevar una relación matrimonial de película. Por ello, acudir a terapia de pareja puede ser la solución a estos problemas.

Sugerencias...

1.- Dedicar un tiempo al día a hablar con tu pareja y demostrar tus sentimientos

Muchas veces la rutina del día a día va a ser un impedimento para poder comunicarte con tu pareja. Por ello, debes esforzarte y dedicarle aunque sea un rato a estar con tu pareja, a preguntarle como está, que tal el día, a darle un abrazo, a ver una película juntos…en definitiva dedicarse unos minutos al día a ustedes. El desahogarte con tu pareja tras un largo día de trabajo es muy positivo, y el buscar ese momento del día debe ser algo mutuo, no solo de uno de los miembros.  El no hacer esto puede llegar a generar distancia emocional entre ambos, algo que luego puede acabar siendo un problema más grave.

2.- Decir mutuamente algunas cosas buenas que verdaderamente aprecias y valoras

En terapia de pareja este ejercicio es muy importante, aprender a valorar lo que hace cada miembro de la pareja va a servir como refuerzo para ambos.  El decirle a nuestra pareja qué es lo que aprecias y valoras de él/ella es satisfactorio tanto para él/ella. Muchas veces, pensamos que hacemos las cosas por obligación y que la otra persona no valora nada de lo que hacemos por ella, pero esto sucede porque no hay comunicación y preferimos quedarnos con lo malo antes que con lo bueno. El saber lo que piensa cada uno es algo positivo ya que, nos ayudará a reforzar todo aquello que hacemos mal y a valorar todo lo bueno que sucede en la relación que a veces, ni apreciamos.

3.- Contar en 15 o 20 minutos cómo se  conocieron, por qué están juntos y cuáles fueron sus mejores momentos hasta la fecha.

En terapia de pareja este ejercicio muchas veces es divertido a la vez que productivo, recordar cómo se conocieron y revivir momentos que para los dos han sido bonitos y agradables puede servir como antecedente de querer resolver los problemas que vives con tu pareja en la actualidad. Resumir en 15 minutos una relación es algo bastante complicado, por ello, en este ejercicio ambos sabrán cuáles han sido los momentos más bonitos para cada uno y saber qué es lo que ha marcado un antes y un después en la relación.

4.- Decir qué sentimos y por qué, cuando nos enfadamos con nuestra pareja.

Cuando existe un conflicto en una pareja, el instinto natural es echarle la culpa al otro de todo lo que pasa, en vez de pararnos a pensar cómo nos sentimos y por qué nos molestan las cosas. Aprender a escucharse es fundamental en la terapia de pareja. Los ejercicios que se realizan con los terapeutas van ayudarte a saber reaccionar cuando hay una discusión y, a saber que decir y cómo decirlo. Esto suele ser lo que siempre falla en las parejas, el no escuchar la versión de la otra persona y quedarte únicamente con lo que piensas tú. El tener empatía cuando hay un enfado o discusión es fundamental, por ello, en la terapia de pareja este ejercicio es muy importante y ponerlo en práctica cada vez que haya un conflicto,  sería lo más adecuado.

5.- Enumerar los problemas de pareja y proponer cada uno una solución.

Cuando una pareja tiene problemas lo sabe, es decir, si discutes cada día con tu pareja por motivos que ya ni ni les van ni les vienen quiere decir que existe un problema anterior que les ha llevado a tener esta situación tan insoportable. Antes de llegar a este punto, es importante identificar el problema en el momento en el que sucede, el dejar pasar las cosas y creer que se olvidan es un error que muchas parejas cometen. Muchas veces por orgullo o por desidia, se evitan solucionar problemas pasados pero a la larga se van a convertir en un obstáculo entre ustedes. En terapia de pareja haremos ejercicios a través de los cuales, podamos identificar cuál es el detonante de los problemas de la relación y a su vez qué soluciones pondrías a este problema y cómo vas a evitar que vuelva a suceder.

Estos solo son algunos de los ejercicios de pareja que se desarrollarán en cada una de nuestras terapias. Cada pareja recibirá un tratamiento personalizado y como terapeuta haré un seguimiento exhaustivo de los avances que experimente la relación.




Fuente: Psico Master/ Psicólogos Barcelona / Psic. Alexandro A R

martes, 20 de agosto de 2024

Convivir con una Persona Adicta

Convivir con una persona que tiene problemas de adicción puede ser una experiencia abrumadora y desafiante. Como pareja, te enfrentas a una serie de emociones y dificultades que pueden afectar tu bienestar emocional y tu relación en general. En este post, quiero explorar contigo las emociones que surgen al convivir con una persona adicta, destacando la importancia del apoyo psicológico en este proceso.

El desafío emocional de la convivencia

Cuando tu pareja lucha contra una adicción, es común que experimentes una amplia gama de emociones. La confusión, la frustración, la tristeza y la ira pueden aparecer de forma intermitente en tu vida cotidiana. Te encuentras tratando de entender por qué tu ser querido no puede superar su adicción, y es posible que te sientas impotente ante su comportamiento autodestructivo. Es fundamental reconocer que estas emociones son normales y comprender que no estás solo/a en este proceso.

La convivencia con una persona con problemas de adicción puede ser extremadamente complicada. A menudo, te enfrentas a situaciones difíciles, como mentiras, manipulaciones y violaciones de la confianza. La rutina diaria puede volverse caótica, y es posible que te sientas atrapado/a en un ciclo de crisis y recaídas. Es importante recordar que no eres responsable de las acciones de tu pareja y que no puedes controlar su adicción. Sin embargo, puedes aprender a establecer límites saludables y cuidar de ti mismo/a durante este proceso.

Algunos de los problemas de convivencia más habituales son los siguientes:

  1. Desconfianza: La adicción a menudo conlleva comportamientos deshonestos y manipuladores, lo que puede minar la confianza en la relación.
  2. Inestabilidad emocional: La persona adicta puede experimentar cambios de humor bruscos, lo cual puede generar tensión y estrés en el entorno familiar.
  3. Negligencia de responsabilidades: La adicción puede hacer que la persona descuide sus responsabilidades cotidianas, como el trabajo, las finanzas o el cuidado de los hijos, lo que puede recaer sobre ti como pareja.
  4. Codependencia: En algunos casos, puedes desarrollar una dinámica codependiente, en la que te sientes responsable de cuidar y controlar a la persona adicta, descuidando tus propias necesidades.

Límites saludables en la relación:

Es fundamental establecer límites a la persona adicta, y estos límites no significa que la vayas a abandonar. Sino que necesitas protegerte a ti mismo/a y necesitas fomentar un ambiente más saludable. Además, en muchas ocasiones esos límites alientan a la persona adicta a buscar ayuda y asumir su responsabilidad en el proceso de su recuperación.

Esos límites van a ocasionar numerosos beneficios, algunos de ellos son los siguientes:

  • Protección personal: Establecer límites saludables te permite protegerte a ti mismo/a emocional y físicamente. La adicción puede generar comportamientos perjudiciales, manipuladores o incluso violentos. Al establecer límites, te aseguras de mantener tu propia seguridad y bienestar.
  • Promover la responsabilidad: Al establecer límites, estás fomentando la responsabilidad de la persona adicta sobre sus propias acciones y elecciones. Le estás enviando un mensaje claro de que sus comportamientos adictivos tienen consecuencias y que deben asumir la responsabilidad de sus acciones.
  • Evitar la codependencia: La codependencia es una dinámica en la cual la persona que convive con alguien adicto se centra en satisfacer las necesidades de la persona adicta, descuidando sus propias necesidades y bienestar. Establecer límites ayuda a evitar esta dinámica codependiente y promueve un equilibrio más saludable en la relación.
  • Estimular la búsqueda de ayuda: Al establecer límites, puedes motivar a la persona adicta a buscar ayuda y tratamiento para su adicción. Al establecer consecuencias claras por cruzar los límites establecidos, puedes crear una motivación adicional para que busquen cambios positivos en su vida.
  • Mantener la salud de la relación: Establecer límites puede ayudar a preservar la salud de la relación a largo plazo. Al comunicar claramente tus expectativas y necesidades, se fomenta una comunicación más abierta y honesta. Esto puede conducir a una relación más equilibrada y a una mayor confianza una vez que la persona adicta busca ayuda y recibe tratamiento.
  • Aprende a decir «no»: Establece límites claros sobre lo que estás dispuesto/a a tolerar y lo que no. Aprende a decir «no» cuando la situación se vuelve perjudicial para ti y busca tu propio bienestar emocional.
  • Establece límites de comportamiento: Define las conductas inaceptables y comunica claramente las consecuencias que habrá si se cruzan esos límites. Esto puede incluir la necesidad de buscar tratamiento, asistir a terapia o establecer acuerdos específicos.
  • Cuida de ti mismo/a: Es importante priorizar tu propio cuidado y bienestar. Mantén tus propias rutinas y actividades, y busca apoyo en amigos, familiares o grupos de apoyo para compartir tus emociones y recibir orientación.
  • Busca apoyo profesional: La terapia individual puede ser de gran ayuda para fortalecerte emocionalmente y aprender estrategias para lidiar con los desafíos de convivir con una persona adicta. Un terapeuta te brindará un espacio seguro para procesar tus emociones y te ayudará a establecer límites saludables.

Recuerda que establecer límites no implica ser insensible o abandonar a la persona adicta, sino proteger tu propio bienestar y fomentar un ambiente más saludable para ambos. Puede ser útil buscar apoyo profesional, como la terapia de pareja o individual, para aprender estrategias específicas y recibir orientación durante este proceso.

La importancia del acompañamiento psicológico

Enfrentar los desafíos emocionales y las dificultades asociadas con la convivencia con una persona adicta puede resultar abrumador. Es por eso que el apoyo psicológico se vuelve esencial en este viaje. Un profesional de la psicología puede brindarte un espacio seguro para expresar tus emociones, explorar tus preocupaciones y encontrar estrategias efectivas para lidiar con la situación. A través de la terapia, puedes fortalecer tu resiliencia emocional, adquirir herramientas de comunicación y establecer límites saludables en tu relación.

La terapia individual puede ser especialmente beneficiosa cuando convives con una persona con problemas de adicción. Un terapeuta te ayudará a comprender tus propias emociones y reacciones, y te proporcionará técnicas de afrontamiento para lidiar con el estrés y la ansiedad. Además, trabajar en tu propio bienestar emocional puede fortalecerte para establecer límites saludables y fomentar una comunicación abierta y honesta con tu pareja adicta. No dudes en escribirme para solicitar información.

Por psicologia_adharamonzo

lunes, 19 de agosto de 2024

Trastorno de la Personalidad Narcisista

Consideraciones 

En el mundo de la psicología clínica, nos encontramos con una variedad de trastornos de la personalidad que afectan significativamente la vida de quienes los padecen y de quienes los rodean. 

Uno de los trastornos más complejos y desafiantes de tratar es el Trastorno de la Personalidad Narcisista (TPN). Como psicólogo clínico especializado en trauma, apego y abuso narcisista, he tenido la oportunidad de trabajar con individuos que conviven con este trastorno y de observar cerca las devastadoras consecuencias que puede tener en sus vidas y relaciones, así como las graves consecuencias emocionales y psicológicas en aquellas personas que rozan y las acompañan en la vida.

En este artículo, exploraremos qué es el trastorno de la personalidad narcisista, sus síntomas principales, causas subyacentes, tipos de narcisistas, así como las consecuencias tanto para quienes lo sufren como para las personas con las que se relacionan con ell@s.

El trastorno de la personalidad narcisista se caracteriza por un patrón general de grandiosidad, necesidad de admiración excesiva y falta de empatía hacia los demás. Las personas con este trastorno tienden a sobrevalorarse a sí mismos, buscan constantemente la validación externa y tener dificultades para relacionarse de manera saludable con los demás, pero detrás de esta fachada de autoconfianza y superioridad, se esconde una profunda inseguridad y fragilidad emocional y falta de definición… sana de la identidad por traumas y vivencias infantiles.

Algunos de los síntomas más comunes del Trastorno de la Personalidad Narcisista incluyen:

  • Grandiosidad y sentido exagerado de importancia propia.
  • Necesidad constante de admiración y validación.
  • Falta de empatía hacia los sentimientos y necesidades de los demás.
  • Envidia y actitudes competitivas hacia los demás.
  • Tendencia a explotar a los demás en beneficio propio.
  • Dificultad para aceptar críticas o rechazo.

Estos síntomas pueden manifestarse de diferentes maneras en función de la personalidad y el contexto de cada individuo.

Las causas exactas del Trastorno de la Personalidad Narcisista no están completamente claras, pero se cree que una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos puede contribuir a su desarrollo. En algunos casos, experiencias traumáticas en la infancia, como abuso emocional o negligencia, pueden desempeñar un papel importante en la configuración de patrones narcisistas de personalidad.

Dentro del espectro del Trastorno de la Personalidad Narcisista, podemos encontrar dos tipos principales: los narcisistas activos y narcisistas pasivos. Los narcisistas activos tienden a mostrar su grandiosidad de manera más evidente, buscando constantemente la admiración y el reconocimiento externo.

Por otro lado, los narcisistas pasivos suelen manifestar su trastorno a través de una actitud victimista, manipulativa y de necesidad constante de atención.

Ambos tipos de narcisistas comparten la falta de empatía y la tendencia a priorizarse a sí mismos por encima de los demás, pero su forma de expresar estas características puede diferir significativamente desde lo obvio a lo sutil, pero ambos tienen en común la infravaloración, sumisión y coacción… más o menos visible de sus relaciones.

Lo primero que hay que decir es que desafortunadamente, los narcisistas raramente acuden a terapia salvo para intentar invalidar las vivencias de las otras personas y entrar en el juego de la victimización y en consecuencia activar la culpa en sus relaciones cercanas.

En consecuencia, el Trastorno de la Personalidad Narcisista puede tener consecuencias devastadoras tanto para quienes lo padecen como para las personas con las que se relacionan. Para el individuo con NPT, las consecuencias pueden incluir sentimientos de vacío emocional, inestabilidad en las relaciones interpersonales, dificultades en el ámbito laboral y una profunda sensación de insatisfacción constante a pesar de sus logros aparentes.

Además, la falta de empatía y la tendencia a explotar a los demás pueden llevar a un aislamiento social ya una incapacidad para establecer vínculos a auténticos y significativos con el consecuente detrimento y deterioro de las relaciones cercanas y/o regulares.

Por otro lado, las personas que mantienen relaciones con individuos narcisistas pueden experimentar un profundo impacto en su bienestar emocional y psicológico. La constante necesidad de validación y la falta de empatía del narcisista pueden llevar a un desgaste emocional significativo en sus relaciones, provocando sentimientos de frustración, confusión, baja autoestima y estrés postraumático en quienes están cerca de ellos.

Además, la manipulación y la explotación emocional pueden dejar cicatrices profundas en las personas que han sido objeto del comportamiento narcisista.

En conclusión, el Trastorno de la Personalidad Narcisista es un trastorno complejo que afecta no solo a quienes lo padecen, sino también a las personas que los rodean. Desde la psicología clínica, es fundamental abordar este trastorno con comprensión, empatía y un enfoque terapéutico integral que permita a los individuos narcisistas explorar y trabajar en sus patrones de pensamiento y comportamiento dañinos.

Asimismo, es crucial brindar apoyo y orientación a las personas que se relacionan con narcisistas para ayudarlos a establecer límites saludables, fortalecer su autoestima y sanar las heridas emocionales causadas por estas relaciones. Solo a través de un enfoque holístico y colaborativo podemos comenzar a abordar de manera efectiva el impacto del Trastorno de la Personalidad Narcisista en la vida de quienes lo sufren y en la sociedad en su conjunto.

La recuperación requiere tiempo, tenacidad y un acompañamiento terapéutico especializado, pero es posible y cuando antes se comience sin duda mejor. Recuerda que no estás sol@ y no te lo estás inventando, es real y cada día te degrada y te devasta más. Comienza tu recuperación, sin duda te lo agradecerás.


Gabinete de Psicología