Como encarar y reducir los riesgos. (consulte a un profesional )
Hablar de suicidio,
malentendido como una muerte voluntaria, generalmente hace que la gente se
incomode. Pero desde el punto de vista de la salud mental se hace necesario
hablar, principalmente para hacernos conscientes del riesgo real que tiene
aquel que sufre una de estas enfermedades y sobre todo para poder adquirir
habilidades y pautas para aprender a detectar situaciones de riesgo y saber
actuar previniendo los comportamientos suicidas.
Mitos Y Realidades
1. La gente que habla
de suicidio no lo comete.
Comentario: No todas
las personas hablan de suicidio pero cuando sí lo hacen deben ser tomadas en
serio y debes preguntar sobre ello. De cada diez personas
que se suicidan, nueve manifestaron claramente sus propósitos y la otra dejó
entrever sus intenciones de acabar con su vida.
2. Las personas con
enfermedad mental tienen una alta incidencia de suicidio.
Comentario: Es muy
probable que las personas que padecen depresiones graves intenten suicidarse y
tienen una alta incidencia de ello, particularmente si no están tomando
medicamentos para su condición. Las cifras de suicidio son del orden del 10% en
las personas con esquizofrenia. Esta cifra fue calculada para un período de 10
años con la enfermedad. Los enfermos mentales
se suicidan con mayor frecuencia que la población general, pero no
necesariamente hay que padecer un trastorno mental para hacerlo. No hay duda de
que todo suicida es una persona que sufre.
3. Los problemas de las
personas no son causas suficientes para que se quiten la vida suicidándose.
Comentario: Nadie puede
juzgar qué es importante o qué no es importante en la vida de otra persona. Lo
que es importante para una persona no es importante para otra. Los jóvenes
pueden considerar importantes cosas que una persona mayor no consideraría
importante. No podemos estimar los traumas de otras personas o su angustia
mental.
4. Si alguien va a
morir por suicidio, nada los puede detener.
Comentario: En general
la gente quiere vivir. Empleando un acercamiento afectuoso para averiguar qué
ha llevado a la persona a esta situación y aprendiendo cómo acercarse a esa
persona, en algunos casos se puede lograr evitar el evento. En las personas con
enfermedad mental es útil hablar sobre la extraordinaria investigación que se
está llevando a cabo en la actualidad, que proveerá mejores medicamentos y
tratamientos para ayudarles con sus síntomas y para promover su recuperación.
5. Si una persona está
pensando en el suicidio, la proximidad de un arma puede precipitarlo.
Comentario: La
disponibilidad de alguna sustancia química venenosa, cuchillo, arma de fuego,
etc., puede precipitar el acto de suicidio. Si Ud. sospecha que una persona
puede quitarse la vida, trate de eliminar estas tentaciones.
6. Cuando las personas
parecen alegrarse, es señal de que ha pasado el peligro.
Comentario: Para
aquellos que padecen una enfermedad mental existe gran riesgo cuando demuestran
una aparente mejoría de su condición. A veces el obtener nuevos conocimientos
sobre su enfermedad puede hacer a la persona vulnerable a los intentos de
suicidio. Pase mayor tiempo con esa persona ahora que parece estar un poco
mejor, igual que como lo hizo cuando esa persona estaba muy enferma.
7. El suicidio o el
intento de suicidio suele ocurrir sin aviso.
Comentario: Casi
siempre hay signos de advertencia para las personas muy cercanas a alguien que
está pensando en suicidarse. Son cosas que dicen o hacen que pueden no ser
típicas de su conducta habitual. Sin embargo, estos signos no siempre son tan
obvios, de manera que debemos estar alertas.
8. Las personas que
intentan suicidarse solo buscan atención.
Comentario: Cualquiera
que intente suicidarse está pensando seriamente en terminar su vida. Cualquier
intento debe ser tomado seriamente y se debe hablar con esa persona sobre ello.
También existe la
posibilidad que sea un llamado de auxilio, así es que su cuidado, atención y
buena voluntad para querer hablar sobre el tema puede ser justo lo que esa
persona necesite.
9. Auxiliar a las
personas que están pensando en suicidarse puede ayudar a prevenirlo.
Comentario: Al
interrogar correctamente o escuchar a la persona es bastante posible que ella
vea que existen buenas razones para vivir.
10. El suicidio es más
frecuente entre los ricos/pobres.
Comentario: Nadie es
inmune. Todos tenemos pensamientos y sentimientos. Cualquiera puede sufrir
estrés, presiones o dolores intolerables que lo pueden poner en riesgo.
11. Si
se reta a un suicida este no lo intenta.
Comentario:
Pretender probar fuerzas con el sujeto en crisis suicida y desconoce el peligro
que significa su vulnerabilidad. Retar al suicida es un acto irresponsable,
pues se está ante una persona vulnerable cuyos mecanismos de adaptación han
fracasado, ya que predominan precisamente los deseos de autodestruirse.
12. Solo los viejos se suicidan.
Comentario: Pretende evadir el suicidio como causa de muerte en edades tempranas de la
vida como son los niños y los adolescentes. Los ancianos realizan menos intentos autolíticos que los jóvenes, pero utilizan métodos mas efectivos al intentarlo, lo que lleva a una mayor letalidad.
13. El
suicidio se hereda
Comentario:
Aunque el suicidio pueda tener influencia genética, existen una serie de factores
protectores que es preciso potenciar (habilidades en la resolución de los
problemas, tener confianza en uno mismo, integración social, etc.…).
14. El
que intenta el suicidio es un cobarde.
Comentario:
Los que intentan suicidarse no son cobardes sólo son personas que sufren. Los
atributos personales como cobardía o valentía no se cuantifican o miden en
función de las veces que alguien se intenta quitar la vida o la respeta.
15. Los
medios de comunicación no pueden contribuir a la prevención del suicidio.
Los
medios de comunicación pueden convertirse en un valioso aliado en la prevención
del suicidio si enfocan correctamente la noticia sobre el tema y tienen en
cuenta las sugerencias de los expertos: publicar señales de alerta de una
crisis suicida, dispositivos de salud mental a los que puede acudir, divulgar grupos
de riesgo y medidas sencillas que permitan a la población saber qué hacer en
caso de detectar a un sujeto con riesgo de suicidio.
Los factores de riesgo
del suicidio en adolescentes abarcan:
- Acceso a armas de
fuego.
- Miembro de la familia
que cometió suicidio.
- Antecedentes de auto-agresión deliberada.
- Antecedentes de
abandono o maltrato.
- Vivir en comunidades en
donde ha habido brotes recientes de suicidio en personas jóvenes.
- Ruptura sentimental.
¿Se siente ahora con
tendencia suicida?
Si siente severo dolor
mental y está considerando suicidarse, hable con alguien. Su vida vale la pena,
aunque usted no lo crea en este momento. Usted sufre un dolor insoportable,
trate de compartirlo con alguien ahora mismo. Por favor no haga nada
precipitado.
Para la familia y
amigos: Signos de alarma de un intento de suicidio inminente.
Los siguientes son
indicadores de que un familiar o amigo/a puede estar a punto de cometer
suicidio.
La persona puede:
• Tener cambios
inusuales de ánimo o calma (posiblemente después de tomar una decisión)
• Estar preocupado con
problemas insolubles; preocupación con la muerte
• Parecer estar
poniendo su vida en orden – arreglando cosas o regalando artículos personales o
dinero
• Haberse retraído de
amigos y familia
• Parecer imposible de
relacionarse con otros
• Tener ideas
definitivas sobre cómo morir por suicidio
• Expresar sentimientos
extremos de fracaso, de inutilidad, de vacío, desilusión y desesperanza
Qué hacer cuando el
suicidio parece probable o inminente
Si la amenaza de
suicidio parece inminente ya es demasiado tarde para hacer un plan para
ayudarle a tomar las decisiones correctas. Si usted sospecha que la persona
está pensando en el suicidio “ahora” por sus acciones o palabras, averigüe cuan
inminente es el suicidio haciendo preguntas directas:
- ¿Te has estado sintiendo triste o infeliz?
- A veces ¿te parece que
las cosas nunca mejorarán?
- ¿Te has sentido tan mal
como para pensar en hacerte daño a ti mismo/a?
- ¿Tienes pensamientos
acerca de poner fin tu vida?
- ¿Has pensado sobre cómo
matarte? ¿Cómo lo vas a hacer?
- ¿Has hecho planes para
hacerlo? ¿Tienes un plan de suicidio?
- ¿Tienes todo lo que
necesitas para hacerlo?
- ¿Cuándo piensas
hacerlo?
- ¿Se siente ahora con
tendencia suicida?
- ¿Hay algo que te
pudiera hacer cambiar de idea? Como por ejemplo ¿la gente que te importa, las creencias
religiosas, la responsabilidad hacia otros o algo que todavía quieras hacer o
ver?.
Las respuestas a estas
preguntas pueden darle el tiempo que usted necesita para desviarlo y ponerse en
contacto con su doctor, profesional de la salud mental, servicios de
emergencia, etc., y mantener a la persona implicada con usted y lejos de su
plan.
¿Qué señales de
advertencia debe usted esperar?
Junto con otros signos
de depresión o manía, esté atento a estas señales de alerta que pueden indicar
sentimientos o pensamientos suicidas en un adolescente:
- Aislamiento de
amigos, familia y actividades.
- Acciones violentas,
conducta rebelde o escaparse.
- Abuso de drogas o
alcohol.
- Inusual descuido de
su apariencia.
- Incapacidad para
tolerar recompensas o elogios.
- Describirse a sí
mismo/a como una mala persona.
- Hacer declaraciones
tales como “ya nada importa”, “ya no seré problema mucho tiempo más” o “no
volverán a verme”.
- Regalar posesiones
preciadas, eliminar pertenencias importantes o de alguna manera poner en orden
sus asuntos.
- Tornarse alegre de la
noche a la mañana después de un período de depresión.
- Tener alucinaciones o
pensamientos bizarros
Situaciones que no son
inminentes pero aún graves
Cuando haya situaciones
en que usted piense que el suicidio no es inminente pero sigue siendo un riesgo
grave, usted puede determinar el estado de ánimo de la persona con preguntas
menos directas.
Se sugiere: Usted debe
ser absolutamente sincero al abordar a la persona. No tenga miedo de hacer las
preguntas de la siguiente lista. A partir de las respuestas usted podrá
establecer con exactitud cuál es la situación y obtener una idea de lo que
tiene que hacer.
1. ¿Tienes un plan para
morir suicidándote? ¿Cómo? ¿y qué tan pronto? (Mientras más completo sea el
plan, más probable es que la persona actúe en consecuencia).
2. ¿Cómo es el dolor
que estás sintiendo? ¿Podemos encontrar maneras de aliviar ese dolor?
3. ¿Hay momentos en que
se te alivia el dolor? ¿Cómo te sientes entonces?
4. ¿Tienes a alguien, o
algo a que puedas recurrir para que te ayude?
5. ¿Has intentado
suicidarte antes?
6. ¿Estás viendo a tu
médico o a tu proveedor de salud mental con regularidad y frecuencia?
¿Puede el evento
evitarse?
Aquí hay una serie de
sugerencias que pueden disuadir los intentos de la persona:
• Llame o póngase en
contacto con el profesional de salud mental de la persona inmediatamente y
hágale notar la urgencia de la situación.
• Llame al número
telefónico de su Línea Local de Crisis, si existiera. Suele encontrarse en la
parte delantera de la guía telefónica.
• Pídale a un amigo/a
cercano de la persona que venga a hablar con su amigo/a.
• Permanezca con la persona.
• Obtenga una promesa
de no consumir alcohol o drogas si es que constituyen un factor.
Usted notará que el
peligro de suicidio aumenta con cada pregunta.
• Dé esperanza: hablar
sobre el alivio de sus problemas; intente hablarle para aplacar su soledad y
dolor, escuche más que hable, use los siguientes consejos para escuchar:
- No juzgue – sólo
escuche con atención
- Evite insertar sus
propias opiniones
- Concéntrese en lo que
el otro está diciendo
- Haga preguntas que
los obliguen a pensar y sentir
- Deje que la otra
persona dirija la conversación
- Trate de entender la
perspectiva de la persona – vea su punto de vista
- Manténgase enfocado
en la otra persona y lo que está diciendo
- Aliente activamente a
la persona a hablar a través de señales verbales y no verbales
- Reflexione sobre la
esencia de lo que se ha dicho
• Si la persona ha
intentado suicidarse antes, pregúntele cómo fue y qué ocurrió después.
• Con el permiso de la
persona, conéctelo a con su profesional(es) de salud mental, su médico de familia/psiquiatra, tan pronto como sea posible.
• Hable sobre los
factores de protección: algún pariente o mascota que dependa de ellos
• Elabore un plan,
tanto para la persona como para usted mismo, basado en sus conversaciones.
Escríbalo. Si le parece
apropiado haga que la persona escriba un plan también. Los planes deben ser
firmados. La acción de escribir es como un contrato y puede ayudar a evitar
cualquier daño a sí mismo. Éste debe ser sencillo.
• El plan contendrá:
- Retrasar la acción
para dar tiempo a la persona a reconsiderar.
- Un acuerdo con la
persona con respecto a ciertas acciones que retrasarán el realizar la acción
suicida.
- Cualquier otro
material que sea relevante a la situación específica (Por ejemplo, la
eliminación de armas, llaves, etc.).
• Siga con el plan de
contacto regular con la familia y red de amistades que usted ha desarrollado
previamente.
• Retire cualquier
medio para suicidarse, realice esto junto con la persona como señal de
compromiso para no intentar suicidarse esa noche.
¿Qué hacer si cree que
alguien está al borde del suicidio?
Pregunte
- Pregunte si la
persona está pensando en hacerse daño a sí mismo/a.
- Pregunte si la
persona tiene algún plan.
- Pregunte si la
persona ha hecho preparativos para llevar a cabo su plan.
Actúe
- Actúe eliminando los
medios por los que podría cometer suicidio (por ejemplo, píldoras, armas).
- Actúe notificando al
psiquiatra de la persona.
- Actúe instituyendo la
hospitalización, ya sea voluntaria o involuntaria, si es necesario.
- Actúe como si fuera
una emergencia, ya que suele ser una emergencia.
Busque
ayuda médica, psicológica, apoyo social. “Esté preparado” Realice un plan de
crisis familiar.
Tratamiento
Las personas que
intentan cometer suicidio pueden necesitar hospitalización para tratarlos y
reducir el riesgo de futuros intentos. La terapia es una de las partes más
importantes del tratamiento. Es posible que las personas que están en riesgo de
comportamiento suicida no busquen tratamiento por muchas razones.
Se debe evaluar y
tratar cualquier trastorno de salud mental que pueda haber llevado al intento
de suicido. Esto abarca:
- Trastorno bipolar
- Trastorno límite de la
personalidad
- Dependencia del alcohol
o las drogas
- Depresión mayor
- Esquizofrenia
Todo adolescente que
haya intentado suicidarse requiere de una evaluación física y
tratamiento, hasta recuperar la estabilidad física. El tratamiento de la salud
mental para los sentimientos, ideas o comportamientos suicidas comienza con una
evaluación minuciosa de los acontecimientos de la vida del adolescente previos al comportamiento suicida. Una
evaluación integral del adolescente y de la familia contribuye a la toma de
decisiones con respecto de las necesidades de tratamiento. Las recomendaciones
de tratamiento pueden incluir, entre otras, la terapia individual para el
adolescente, terapia de familia y, cuando sea necesario, la internación para
brindarle al adolescente un entorno supervisado y seguro. Los padres tienen un
rol vital de apoyo en cualquier proceso de tratamiento.
Prevención
- Esta es una mini guía de
ayuda para familia/amigos de una persona en crisis. Sin embargo, si usted es un
amigo, miembro de la familia o simplemente conoce a alguien que cree que puede
intentar suicidarse, nunca trate de manejar el problema por su cuenta. Busque
ayuda. Nunca ignore una amenaza o intento de suicidio. El
hecho de evitar el alcohol y las drogas (diferentes a los medicamentos
recetados) puede reducir el riesgo de suicidio.
- El tratamiento de las
enfermedades mentales y el abuso de sustancias pueden disminuir el riesgo de
suicidio.
- La prevención del
suicidio debe ser un esfuerzo sistemático no sólo para el sector salud, sino
también para los centros laborales, las escuelas, los centros comunitarios y en
especial, para las familias.
Después de un intento
de suicidio
Después de un intento
de suicidio, los cuidadores familiares y la persona afectada probablemente
enfrentarán una mirada de consecuencias y sentimientos. Cuando se produce un
suicidio o un intento de suicidio, la familia se siente traicionada, culpable,
enojada, impotente y deprimida. También se sienten avergonzados. Esta
complejidad de emociones -junto con la necesidad de mantener segura a la persona
después del intento- implica una gran carga para la familia y amigos cercanos.
Para todos, el evento será un gran shock. Incluso aquellos familiares que se
consideraban preparados para cualquier posibilidad experimentaran shock, así
como una amplia gama de otras emociones.
Mientras la familia
está sobrepasada con lo sucedido, la persona se siente desconcertada por la
situación, como si se estuviera lanzando por una montaña rusa emocional.
Además, es probable que él/ ella experimente extrema vergüenza. A veces esto se
profundiza aún más si el individuo está hospitalizado con vigilancia las 24
horas en su habitación. (Esta vigilancia extra se considera necesaria después
de un intento ya que la persona está especialmente vulnerable).
Un intento de suicidio
es traumático para la persona y su familia. Nuevamente se deben experimentar
todas las emociones antes de que se introduzcan emociones positivas y la
persona pueda reconectarse con la esperanza y una razón para vivir.
Es bastante normal que
todos pasen por las fases de “negación, vergüenza, el culpar a otro, el propio
sentido de culpa y la ira” que son partes normales del proceso del duelo. No
obstante, el peligro está en que los miembros familiares transfieran sus
propios sentimientos a los demás integrantes de la familia, señalando culpas
con el dedo que producirán más y más estrés y multiplicarán estas emociones.
Trate de tener en cuenta que NADIE TIENE LA CULPA de lo que ha sucedido.
Después de un suicidio
Después de una muerte
por suicidio o de un intento de suicidio, las familias deben atravesar el
proceso de luto, la negación, culpabilidad, vergüenza, imputar culpabilidad y
la ira que son partes integrales de la pena y el duelo. Muchas familias pasaron
por este ciclo cuando descubrieron por primera vez que su ser querido tenía una
enfermedad mental. Ahora deben pasar por un nuevo duelo.
Puede que no haya sido
posible detener la muerte. No obstante, en un primer momento las familias se
pueden culpar a sí mismas y revivir constantemente lo que sabe del evento.
“No culpe a amigos ni
familiares. Todo el mundo está sufriendo. Nadie deseaba esta muerte. Entrar en
peleas con su familia sobre quién tiene la culpa u otros detalles de la
situación sólo producirán resentimientos. En este momento usted no necesita
alejarse de su familia. Necesitan recuperarse y trabajar juntos.”
Cuando se produce un
suicido, vuelve a aparecer el “por qué”. Nos preguntamos ¿Qué podíamos haber
hecho?, ¿Qué es lo que no hicimos? La familia vuelve a cuestionarse y al igual
que antes, suele no encontrar respuestas y deben ponerse de acuerdo en esto.
La pérdida de un ser
querido por suicidio puede traer intensos sentimientos de dolor y luto. Las
respuestas y emociones experimentadas en la pérdida por un suicidio pueden
diferir de los que se sienten después de otros tipos de muerte. El hecho de que
la muerte de un ser querido parecía involucrar un elemento de elección, plantea
dolorosas preguntas que no necesariamente aparecen si la muerte hubiese sido
accidental o natural. El duelo por suicidio puede ser prolongado. El proceso de
duelo se caracteriza por preguntas angustiosas y la búsqueda de alguna
explicación de lo sucedido. La investigación sugiere que los sentimientos
asociados a la culpa, la vergüenza, el rechazo y la estigmatización suelen ser
más pronunciadas que en otros tipos de duelo.
¿Qué puede hacer usted
si ha comenzado a pensar en el suicidio?
Recomendaciones
importantes para una persona que tiene ideas de suicidio.
1. Aunque no se le
ocurra otra solución que el suicidio, no significa que no la haya, sino que
usted no la puede ver en ese momento. Otra persona puede ayudarle a encontrar
esa solución.
2. Busque ayuda lo
antes posible. Si cree que no puede más, hable con un amigo o con un familiar
en quien confíe, vaya a ver a su médico o llame a un servicio de atención
telefónica.
3. Hable de sus
pensamientos suicidas. No se guarde para si mismo sus pensamientos suicidas.
4. Posponga cualquier
decisión acerca del suicidio: cuando la persona es capaz de posponer su
decisión tan sólo 24 horas, las cosas mejoran y se sentirá más capaz de
enfrentarse a sus problemas.
5. Permanezca
acompañado hasta que los pensamientos sobre el suicidio disminuyan.
6. Las crisis son
transitorias. Muchas personas han pensado en el suicidio en algún momento de su
vida, pero deciden vivir porque se dan cuenta de que las crisis son
transitorias, mientras que la muerte no lo es.
7. Muchas personas que
alguna vez han pensado en suicidarse, en realidad no querían morir sino acabar
con su sufrimiento. Por eso están contentas de no haberlo hecho una vez que el
sufrimiento ha pasado.
8. Piense en las cosas
o personas importantes que le han ayudado a superar otros momentos difíciles.
Esas son precisamente las cosas o personas por las que también ahora merece la
pena vivir.
9. No se aísle. Trate
de salir o de recibir en su casa a familiares y amigos, aunque no disfrute de
su compañía como antes. Es muy importante seguir manteniendo el contacto.
10. Trate de centrarse
en el día a día. Pensar más allá puede ser abrumador si siente que tiene muchos
problemas y no se ve capaz de afrontarlos.
11. Cuando esté
desanimado, evite las drogas y el alcohol. Muchas sustancias aumentan su
malestar. Además, no le ayudarán a resolver los problemas y pueden llevarle a
hacer cosas que normalmente no haría.
12. Manténgase sano,
trate de hacer suficiente ejercicio y de comer bien. El ejercicio puede
ayudarle a sentirse mejor mediante la liberación de ciertas substancias en su
cerebro. Comer bien ayuda a notarse con más energía y a sentirse capaz de manejar
los momentos difíciles de la vida.
13. Vaya a ver a su
médico o a su especialista para hablar del apoyo o el tratamiento. Hable de sus
pensamientos y sentimientos sobre el suicidio con su médico.
Converse sobre los
modos con los que usted se mantiene a salvo y asegúrese de que recibe los
mejores tratamientos y cuidados
Conclusión
- El suicidio es un problema complejo determinado
por la interacción entre varios factores: la contribución de aspectos biológicos,
historia personal, historia familiar, eventos circunstanciales, aspectos
religiosos, contexto socio-cultural, histórico y socioeconómico.
- El acto suicida no
suele ser un acto voluntario, forma
parte de una enfermedad. Este es un tema que, por la importancia que tiene,
tendría que trabajar dentro de la familia, también se ha de tener el apoyo
profesional para evaluar la ideación e intención y por dar las intervenciones
adecuadas como los cuidados necesarios, con el fin de evitar que la enfermedad
prive la vida de la persona.
- Los temas de suicidio
deben abordarse directamente. Reconozca con empatía la visión del paciente en
torno a que la muerte es una solución al problema del insoportable dolor
psicológico.
- La mayoría de los
intentos de suicidio no terminan en muerte. Muchos de estos intentos se llevan
a cabo en una forma en que el rescate sea posible. Estos intentos a menudo
representan un grito en busca de ayuda. Aunque siempre se debe de tomar en
serio los intentos y amenazas de suicidio.
- En México hablamos poco
del suicidio. No porque sea irrelevante, sino porque incomoda. Paradójicamente,
este fenómeno reservado, que comúnmente se maneja con tanto disimulo es
considerado una de las principales causas de muerte en México, particularmente
entre nuestros adolescentes. El suicidio en México es un problema de salud
pública.
“El suicidio no se
elige, sucede cuando el dolor sobrepasa los recursos para superarlo”
http://alex-psicoclinica.blogspot.mx/2013/09/el-suicidio.html
http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_481_Conducta_Suicida_Avaliat_vol1_compl.pdf
http://alex-psicoclinica.blogspot.mx/2014/02/indicadores-prevencion-e-intervencion.html