El médico latinoamericano
tuvo un viraje conceptual que lo alejó del referente. |
Fotografía de la Red |
Honorio Delgado nació en
la ciudad de Arequipa, en 1892. Esta fotografía se la envió Delgado a Freud en
1920. Entre los años 1919 y 1936, ambos intercambiaron cartas, investigaciones
y regalos. Freud, desde Viena, y Delgado, desde la ciudad de Arequipa, en Perú.
El médico latinoamericano
incluso visitó dos veces al padre del psicoanálisis en su casa en Austria,
junto a su esposa, Helene Rehe, quien era alemana.
La fascinación de Honorio
Delgado por el prominente psiquiatra e intelectual europeo lo llevó a escribir
la primera biografía de él en español. Y a convertirse en uno de los más
grandes difusores de su pensamiento en la región. Pero con los años, el peruano
experimentó una suerte de viraje conceptual que lo alejó gradualmente de las
ideas de quien consideraba un verdadero mentor.
Lo anterior, sin embargo,
no impidió que se le reconociera hasta el día de hoy como uno de los
psiquiatras y pensadores más importantes de la historia latinoamericana. Pero
quién fue realmente Honorio Delgado, cómo llegó a entablar una relación tan
cercana con Freud y por qué se terminó divorciando del psicoanálisis.
Primeros pasos
Proveniente de una
familia de clase alta, Honorio Delgado transcurrió su niñez y adolescencia en
la ciudad de Arequipa donde nació en septiembre de 1892.
Tras obtener un bachiller
en Ciencias Naturales en la Universidad Nacional del Gran Padre San Agustín, se
trasladó a Lima para estudiar Medicina en la universidad de San Marcos.
Cursó con éxito sus
estudios y se graduó en 1918.
Honorio Delgado se
interesó por el psicoanálisis a temprana edad. En la foto, la ilustración
"Botella del Mar" creada en 1950 por Grete Stern (Argentina).
Según el libro “Honorio Delgado,
un pionero de la psicología en América Latina”, escrito por Ramón León y
Alfredo Zambrano Mora en 1992, la influencia de Hermilio Valdizán Medrano,
destacado médico, psiquiatra y escritor peruano, fue muy importante para
Delgado.
Así es cómo, a pesar de
que la psiquiatría no gozaba de mucho prestigio académico y social en el siglo
XX en Perú, Delgado decidió hacer su doctorado en aquella especialidad.
Su interés por el
psicoanálisis comenzó inmediatamente.
Cuando tenía sólo 23 años
y todavía era un estudiante, publicó en 1915 en el diario limeño “El Comercio”
un artículo titulado “El Psicoanálisis” que exponía la teoría de Sigmund Freud
en un momento donde se sabía poco o nada sobre este intelectual en América
Latina
Los expertos creen que
este es el primer trabajo en la región sobre la doctrina de Freud. Tiempo después, siguió
profundizando en el campo, realizando su tesis de graduación sobre el
psicoanálisis.
Relación íntima con
Sigmund Freud
Todos estos trabajos lo
llevaron a establecer una relación con el propio Freud. Existe evidencia que
demuestra cómo ambos se intercambiaron cartas, artículos e incluso regalos
entre 1919 y 1936
En una exhibición sobre
la relación de Sigmund Freud con América Latina -que está presentándose en
Londres-, hay una fotografía de Honorio Delgado que, según los registros, fue
enviada por el peruano al médico austríaco en 1920.
Freud, tras recibir la
imagen, le respondió
“Acepte mi más sincero
agradecimiento por la fotografía que llegó aquí hace unos días. Fue una
agradable sorpresa para mí y la aprecio. Realmente lo describe como muy joven y
estoy encantado de que haya logrado tal dominio del material científico a una edad
tan temprana y, como supongo desde lejos, también haya alcanzado una posición
respetada en su profesión. Ahora tiene muchos años
más por delante; deseo que durante todo este tiempo siga fiel al psicoanálisis
y siga contribuyendo a su avance”.
Mariano Ben Plotkin,
experto en historia del psicoanálisis, le explica a BBC Mundo que la fotografía
revela un grado de intimidad que pocos latinoamericanos alcanzaron con Freud.
“En general, con otros
investigadores de la región, Freud entabló un intercambio de bienes simbólicos
en un sentido asimétrico. Él les mandaba fotos suyas a latinoamericanos que lo
tenían en un altar y ellos le respondían con libros o artículos”.
“Pero con Honorio Delgado
se estableció una relación mucho más simétrica, a pesar de que era mucho más
joven”, dice el historiador y autor del libro “Estimado doctor Freud: una
historia cultural del psicoanálisis en América Latina”.
Sigmund Freud le escribió
varias cartas a Honorio Delgado donde le pide que "siga
contribuyendo" al avance del psicoanálisis.
Tanto es así que Freud no
sólo lo nombró en algunas de sus publicaciones sino que también lo describió
como su “primer amigo extranjero”.
Los expertos creen que
Delgado logró construir esta amistad con el llamado “padre del psicoanálisis”,
en parte, gracias a que hablaba en alemán.
Divulgador de sus ideas
en la región
Así, durante
aproximadamente una década y media (entre 1915 y 1930), se convirtió en su más
fiel representante en la región y en un entusiasta defensor de sus ideas.
Llegó, incluso, a escribir la primera biografía en español del médico austríaco
desde Perú, que luego fue traducida al portugués.
“Freud le hizo algunas
correcciones a esa biografía y eso también le interesó porque Delgado se
convirtió en una especie de misionero del psicoanálisis en América Latina”,
señala Mariano Ben Plotkin.
El médico peruano también
mantuvo una estrecha relación con Karl Abraham, a quien Sigmund Freud calificó
como uno de “mis mejores alumnos”, convirtiéndose en su primer discípulo.
Los historiadores
aseguran que Abraham no solo dio a conocer los trabajos de Delgado sino que también
tradujo al alemán algunos de sus estudios. Por otra parte, a
mediados de la década de 1910, Honorio Delgado fundó la Revista de Psiquiatría
Y Disciplinas Conexas.
De acuerdo con el libro
“Honorio Delgado, un pionero de la psicología en América Latina”, en esta
revista Delgado “desplegó una activa labor difusora del psicoanálisis”.
“Se convirtió en la vía
de ingreso y difusión de la ya para ese entonces abultada literatura
psicoanalítica (…). Delgado se preocupó de modo constante por resumir y recensionar
libros y artículos psicoanalíticos publicados en Estados Unidos y Europa para
los lectores de esta importante publicación limeña”, señala.
Honorio Delgado publicó
la primera biografía de Sigmund Freud en español. El texto se está exhibiendo
en el Museo de Freud, en Londres. Pero por dificultades
económicas, la revista dejó de publicarse en 1924. Su término decepcionó al
propio Freud que veía en esta publicación un modo de difundir su pensamiento en
tierras que, según los historiadores, él consideraba “exóticas”.
Divorcio del
psicoanálisis
Hacia 1930, Honorio
Delgado comenzó a distanciarse cada vez más del psicoanálisis.
En artículos biográficos
sobre él, se dice que le fue encontrando sentido a autores alejados de este
pensamiento (e inclusos opuestos a él) y más cercanos a la psicología. Entre ellos, los filósofos alemanes William Stern, Max
Scheler y Hennann von Keyserling.
“En estos autores debió
encontrar respuestas y estímulos para algunos de sus intereses personales que
no encontraban eco en el psicoanálisis”, dice el libro “Honorio Delgado, un
pionero de la psicología en América Latina”.
En 1933, el médico
peruano escribió “Psicología” en donde su alejamiento del pensamiento freudiano
queda en evidencia.
“No se puede negar
tampoco que el cuerpo de doctrina del psicoanálisis es, en su mayor parte,
afirmación no demostrada”, dice.
Estas críticas severas
las siguió haciendo desde la labor académica en la Facultad de Letras de la
Universidad de San Marcos y a través de otras publicaciones, como “La
personalidad y el carácter” (1943), donde expuso distintas teorías sobre la
personalidad (que tenían poco o nada que ver con la doctrina freudiana).
En el Museo de Freud, en
Londres, hay una exhibición sobre la relación entre Freud y América Latina
donde Honorio Delgado es nombrado como el médico de la región que tuvo la
relación más cercana con el "padre del psicoanálisis".
Todo lo anterior llevó a
que Honorio Delgado fuera reconocido como uno de los primeros psicólogos de
“talla internacional” en Perú.
Algunos lo consideran el
fundador de este campo en el país latinoamericano gracias a su larga labor
docente y a su continua búsqueda intelectual sobre temas que, hasta entonces,
estaban prácticamente ocultos.
Delgado murió en Lima el
27 de noviembre de 1962. En su homenaje, se han creado cátedras e instituciones
que hasta el día de hoy llevan su nombre.
Y aunque no le fue “fiel”
al pensamiento psicoanalítico, como le pidió Freud en una de las cartas que le
envió, alcanzó una posición más que respetada en su profesión.
Durante el resto de su
vida, el médico psiquiatra ocupó importantes cargos públicos en su país. Llegó,
incluso, a ser ministro de Educación durante el gobierno de José Luis
Bustamante y Rivero, en 1948.
Por Fernanda Paúl BBC
Mundo