El Trastorno de Estrés Postraumático Complejo (TEPT-C), reconocido en la CIE-11, se define como un trastorno que surge tras la exposición a eventos traumáticos crónicos o repetitivos, con mayor impacto en el desarrollo emocional, social y cognitivo de la persona. A diferencia del TEPT, el TEPT-C incluye, además de los síntomas centrales del TEPT, alteraciones en la regulación emocional, en las relaciones interpersonales, en la percepción de uno mismo y en la consciencia de la propia experiencia.
Características del
TEPT-C según la CIE-11:
Exposición a trauma
crónico:
La persona ha
experimentado un evento traumático prolongado o repetitivo, donde la escapada
de la situación era imposible o peligrosa.
Síntomas centrales del
TEPT:
Reexperimentación del
trauma, evitación de recuerdos o situaciones asociadas, y cambios negativos en
las cogniciones y el estado de ánimo.
Alteraciones adicionales:
- Afecto: Dificultad para regular las emociones, incluyendo cambios bruscos de ánimo, impulsividad y conductas autodestructivas.
- Relaciones: Patrones de apego inseguros o desorganizados, dificultades en la intimidad y en la capacidad de establecer límites.
- Conciencia: Amnesia selectiva, sensación de desapego o disociación, dificultad para procesar las emociones y la experiencia del trauma.
- Autoconcepto: Sentimiento de pérdida de sí mismo, desvalorización, culpa y vergüenza.
Impacto en el desarrollo:
En niños y adolescentes,
el TEPT-C puede interferir con el desarrollo de habilidades sociales,
emocionales y cognitivas, así como con la formación de la identidad personal.
Diferencias con el TEPT:
Origen:
El TEPT se asocia a una
exposición a un evento traumático único, mientras que el TEPT-C se relaciona
con traumas crónicos y repetitivos.
Síntomas:
El TEPT se caracteriza
por la reexperimentación del trauma, la evitación y cambios en el estado de
ánimo, mientras que el TEPT-C incluye, además, alteraciones en la regulación
emocional, las relaciones y la autopercepción.
Importancia de la CIE-11:
- La CIE-11 introduce el TEPT-C como un diagnóstico independiente, reconociendo la especificidad clínica de los traumas complejos y la necesidad de un tratamiento más específico.
- Ayuda a identificar y diferenciar el TEPT-C de otros trastornos, como el TEPT o el trastorno límite de personalidad.
- Promueve un abordaje más integral y personalizado en el tratamiento de personas con traumas complejos.
En resumen, el TEPT-C de
la CIE-11 es un diagnóstico importante para comprender las consecuencias de los
traumas crónicos y para ofrecer un tratamiento más eficaz a las personas que
los han experimentado..
Grupo Editorial Psicoinformación
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