La persona que padece dicho trastorno recibe el nombre de “cleptómano o ladrón compulsivo”.
¿Cual es la verdad respecto a la Cleptomanía?
A
diferencia del ladrón común el cual, por tener un objetivo y una estrategia de
robo ya planificada, se encuentra dentro de la categoría de psicopatía, el
cleptómano, por otro lado, por un impulso incontratable de robo, es muchas
veces confundido. El cleptómano con frecuencia experimenta temor de ser
arrestado y se siente deprimido y/o culpable de los robos que realiza, lo cual
no ocurre en el ladrón convencional que por tratarse este de tener conductas
propias de su psicopatía es un agente ausente de sentimiento de culpa. A
diferencia de los ladrones, los cleptómanos no planifican los robos y no
utilizan cómplices, muchas veces no tienen idea de que van a hurtar algo, es
hasta que ven ese objeto y sienten el impulso de tomarlo, que concretan el
acto.
La persona cleptómana está conciente de que padece un trastorno, pero es incapaz de controlarlo; algunas disimulan al saber que los miran, otras ya no lo pueden disimular, es entonces que la gente se da cuenta de que hurtan es cuando son arrestadas y su reputación se ve afectada, pues la cleptomanía es uno de los trastornos peor vistos en la sociedad actual.
Estos sujetos reconocen que el deseo de robar sale de ellos mismos y son conscientes de que se trata de un acto equivocado y sin sentido. Con frecuencia temen ser arrestados y se sienten deprimidos o culpables. El trastorno suele crea problemas legales, familiares, profesionales y personales. Parece que dos tercios de la población cleptómana en centros son mujeres.
¿Cómo
se manifiesta?
El
individuo experimenta una sensación de tensión creciente antes del robo,
seguida de bienestar, gratificación o liberación cuando lo lleva a cabo. El
robo no se comete para expresar cólera o por venganza porque en ese caso sería
otro trastorno. Los objetos son robados a pesar de que tengan poco valor para
el individuo, que tendría medios para adquirirlos y que con frecuencia se
desprende de ellos y no los usa. A veces, los acumula o los devuelve
inesperadamente.
Aunque
las personas con este trastorno evitarán robar cuando sea probable un arresto
inmediato (por ejemplo, en presencia de un oficial de policía), no planifican
los robos ni toman medidas adecuadas para evitar las posibilidades de arresto.
El robo se comete sin la asistencia de otras personas.
Criterios
para el diagnostico (DSM-4 TR)
A.
Dificultad recurrente para controlar los impulsos de robar objetos que no son
necesarios para el uso personal o por su valor económico.
B.
Sensación de tensión creciente inmediatamente antes de cometer el robo.
C.
Bienestar, gratificación o liberación en el momento de cometer el robo.
D.
El robo no se comete para expresar cólera o por venganza y no es en respuesta a
una idea delirante o a una alucinación.
E.
El robo no se explica por la presencia de un trastorno Disocial, un episodio
maníaco o un trastorno antisocial de la personalidad.
Causas
Las
compras compulsivas, trastornos del estado de ánimo como la depresión, los
trastornos de ansiedad, de la conducta alimentaria como la bulimia nerviosa,
los trastornos de la personalidad pueden estar asociados con la cleptomanía.
Prevalencia
La
cleptomanía es una alteración rara que se presenta en menos del 5% de los
ladrones en tiendas identificados. Su prevalencia en la población general se
desconoce.
Finalmente, es necesario aclarar que los
criterios de diagnostico tienen que trabajarse dentro de un proceso terapéutico
de tipo conductual (terapia de modificación de conducta) con bases en lo
cognitivo, esto con la finalidad de lograr su adaptación dentro del medio de
desarrollo en el que se encuentre el paciente. Entendamos, pues, a la cleptomanía en su real dimensión como un
problema por el que el paciente atraviesa y que le dificulta no solo su vida
social sino también personal. Muchas veces cuando el trastorno ya es evidente
la propia persona es la que busca ayuda psicológica
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