El síndrome de
acaparador compulsivo, también conocido como
síndrome de acumulación compulsiva, trastorno por acumulación o disposofobia1. Es un trastorno psicológico caracterizado por la tendencia a la acumulación de
artículos u objetos (implicando la incapacidad para deshacerse de ellos) en
forma excesiva en referencia a cantidades socialmente aceptadas, incluso si los
objetos no tiene valor, son peligrosos o insalubres. Este acaparamiento
compulsivo puede afectar la movilidad en la vivienda e interfiere con las
actividades básicas, como cocinar, limpiar, reposo, dormir y el uso de
instalaciones sanitarias. No está del todo claro
si el síndrome de acaparador compulsivo es un trastorno aislado o se combina
con otros problemas, como el trastorno
obsesivo-compulsivo o el síndrome de Diógenes.
Características
del trastorno por acumulación
A diferencia de quienes
también tienden a almacenar muchos objetos, los afectados por el trastorno de
acumulación perturban la convivencia y habitabilidad de su vivienda, al invadir
varias habitaciones o el pasillo, donde se apilan objetos sin ton ni son, y se
llega a crear un pequeño camino por el que hay que pasar. Incluso acaparan los
sillones y sofás del comedor, de manera que, para sentarse, hay que retirar
todo lo amontonado, o la cocina, con el peligro de infecciones e incendios que
entraña.
Los afectados por el
trastorno de acumulación perturban la convivencia y habitabilidad de su
vivienda.
"Todo el mundo
guarda cosas por si acaso, pero en estos casos hablamos de una acumulación
extraordinaria, ya que los armarios y las estanterías no son suficientes para
ellas y se invaden las habitaciones con pilas de objetos. Las personas
afectadas llegan a ocupar más del 70% o el 75% del espacio de su domicilio.
Atañe algo más a los hombres que a las mujeres, y los afectados tienden a vivir
solos”
En la actualidad, se
estima que alrededor de un 6% de la población reúne objetos en exceso, pero que
la proporción de afectados por un trastorno de acumulación patológica es menor,
del 2% o 3%
En la última revisión
del "Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales
(DSM-V)" de la Asociación Americana de Psiquiatría, que data de mayo de
este año, esta conducta problemática de acumulación enfermiza se ha clasificado
como una entidad independiente del trastorno obsesivo compulsivo (TOC),
mientras que en la anterior se incluía dentro de la esfera del TOC.
Trastorno
por acumulación distinto al síndrome de Diógenes
Se estima que alrededor
de un 6% de la población acumula objetos en exceso
El síndrome de
Diógenes, que se presta a confusión con el trastorno por acumulación, se
diferencia de este porque el individuo con un Diógenes no solo acumula objetos,
sino suciedad, alimentos y desperdicios y también padece un deterioro personal
importante, relacionado con la demencia, el alcoholismo crónico o la
drogadicción. "Estas personas se abandonan, no se cuidan, mientras que las
que sufren un trastorno por acumulación llevan una vida más o menos normal y no
sufren deterioro".
Pero, ¿por qué tienden
los afectados a guardar objetos sin criterio alguno? "Son personas que
realizan esta acumulación por trastornos obsesivos de persistencia, de rigidez
o de falta de flexibilidad cognitiva. Pero el porqué de esta conducta no queda
claro. Hay una hipótesis evolutiva: la conducta de acumular también existe en
las especies animales, entre ellas la humana, y este comportamiento se acentúa
en algunas personas que establecen una vinculación con los objetos. Es normal
que se otorgue un valor sentimental a unas fotografías y un valor más neutro a
otros artículos, pero estas personas tienen una vinculación más alta e intensa
con los objetos, desde el punto de vista emocional, de manera que les cuesta
desprenderse de ellos. Se puede almacenar de dos formas: adquiriendo objetos y
también no desprendiéndose de ellos. Pues bien, en estas personas predomina más
la dificultad para desprenderse".
Cuándo
acumular objetos se convierte en un problema patológico
Trazar una línea entre
la acumulación excesiva, pero no patológica, y la enfermiza puede resultar
difícil, pero Menchón aconseja guiarse por estos criterios:
¿La acumulación altera
el normal funcionamiento del domicilio? ¿El afectado no se conforma con apilar
sus artículos en la mesa del despacho, los armarios y estanterías, sino que
empieza a invadir el suelo del comedor, el despacho y el pasillo?
¿Colecciona objetos con
una intención o finalidad o simplemente los almacena? El coleccionista reúne
unos artículos determinados (libros, discos, figuritas), está más centrado en
un tipo de cosa o información y no acumula cualquier cosa, sino que su objeto
de interés está más acotado y definido. Busca una información determinada y
sigue una planificación, mientras que el afectado por el trastorno acapara sin
más, sin planificar.
¿La acumulación es
selectiva, organizada y tiene un propósito, o la persona guarda cada objeto que
le llega sin ser capaz de desprenderse de él?
Tratamiento
para aprender a desprenderse
En los pacientes con un
trastorno por acumulación casi siempre suele ser un familiar quien da el primer
paso de animarlo a que vaya a un profesional. Algunos lo aceptan y siguen el
tratamiento, pero a otros les cuesta de manera notable y, tras unas pocas
visitas, lo abandonan.
El tratamiento que
funciona mejor en estos casos es psicológico, por medio de la terapia
cognitivo-conductual, en ocasiones con el apoyo de tratamiento farmacológico.
"Esta terapia implica realizar cambios cognitivos sobre qué piensa el
paciente acerca de estos objetos y qué valor y atribuciones les asigna. Por
norma general, son ideas distorsionadas que les confiere un valor de utilidad
futura. En definitiva, el tratamiento exige un cambio de comportamiento, que
consiste en empezar a desprenderse de los objetos y aprender a tolerar el
malestar o disgusto que provoca tener que hacerlo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario