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sábado, 15 de febrero de 2014

Sadomasoquismo

Sadomasoquismo es un acrónimo de los términos sadismo y masoquismo.

El sadismo la obtención de placer al realizar actos de crueldad o dominio. Este disfrute puede ser de naturaleza sexual y consensuada, en cuyo caso se considera una de las parafilias que se engloban en el DSM-4. En caso contrario, puede ser indicativo de trastorno mental o el resultado de emociones humanas como el odio, la venganza e incluso ciertas concepciones de la justicia. Estamos, pues, ante una polisemia con matices de significado netamente diferenciados.

El término sadismo viene del Marqués de Sade, escritor y filósofo francés autor de numerosas obras donde el sadismo sexual ocupa un papel de gran importancia.

Su antónimo y complemento potencial es el masoquismo. El masoquismo es la obtención de placer al ser víctima de actos de crueldad o dominio. Este disfrute también puede ser sexual o asexual. La característica fundamental del masoquismo que lo distingue de otros tipos de sumisión es la algolagnia, esto es, la satisfacción obtenida sufriendo dolor físico en distintos grados.

Freud y el concepto de masoquismo

Freud extiende la noción de masoquismo más allá de la perversión descrita por los sexólogos y distingue tres formas de masoquismo: erógeno (la excitación erótica se encuentra en el dolor), femenino (esencia misma de la perversión masoquista en todo ser humano) y moral (agresividad feroz del superyó contra el yo; yo y superyó forman entonces una verdadera pareja sadomasoquista, en la cual, por la mediación del sentimiento inconsciente de culpa, la moral, observa Freud, se encuentra «resexualizada», siendo que no había podido surgir como conciencia moral más que una vez superado, es decir desexualizado, el complejo de Edipo).

Freud también hace una distinción entre masoquismo primario (estado en el que la pulsión de muerte todavía se dirige sobre el propio sujeto) y secundario (vuelta del sadismo hacia la propia persona).

Freud y el concepto de sadismo

Freud destaca que al principio el sadismo busca la dominación del compañero, el control ejercido sobre otro. El lazo entre dolor y excitación sexual aparece primero en el masoquismo, que constituye una inversión del sadismo, con vuelta hacia la propia persona. Sólo entonces infligir un dolor puede devenir una de las perspectivas del sadismo: allí, paradójicamente, el sujeto goza de manera masoquista por identificación con el objeto sufriente.

La hipótesis de la pulsión de muerte, del mismo modo, viene más bien a contradecir la idea del funcionamiento sádico primordial en el hombre. Si la pulsión de muerte es pulsión de destrucción, es sólo en el sentido de que el hombre tiende hacia su propia pérdida. El sadismo opera una intrincación de las pulsiones de muerte y de las pulsiones sexuales.

En 1905 establecería una hipótesis psicoanalítica sobre el sadismo y el masoquismo, en Drei Abhandlungen zur Sexualtheorie (Tres escritos sobre la teoría sexual), donde formula la tesis de que "la excitación sexual se genera como efecto colateral, a raíz de una serie de procesos internos, para lo cual basta que la intensidad rebase ciertos límites cuantitativos". Así, la excitación propia del dolor producido en el cuerpo, en tanto cumple con tal condición, equivaldría a una excitación sexual de este tipo, concebida como un mecanismo fisiológico que tiene lugar en la infancia, y sólo ocasionalmente se prolonga más allá de ésta. Más tarde, el psicoanalista Isidor Isaak Sadger usaría por primera vez el término "sadomasoquismo", en 1913.

En el año 1924, Freud publica un estudio sobre masoquismo «Das ökonomishe Problem des Masochismus», donde recopila su experiencia en el tratamiento psicoanalítico de personas aquejadas del padecimiento vinculado al mismo. Menciona que le fueron hallables tres formas de masoquismo que califica como masoquismo erógeno, masoquismo femenino y masoquismo moral, siendo el primero de ellos, según él, el fundamento de las otras dos formas.

En su estudio se mencionan, en lo concerniente al masoquismo femenino, sólo unos casos en los que se trató de pacientes varones. Dentro de esta forma distingue, por otra parte, entre aquellos sujetos que llevaban a cabo «escenificaciones» masoquistas y los que se contentaban obteniendo la satisfacción que les procuraba el sólo fantasearlas. Según el estudio, ambas, las escenificaciones reales y las fantaseadas, se correspondían punto por punto. Su contenido «manifiesto» era idéntico: "ser amordazado, atado, golpeado dolorosamente, azotado, maltratado de cualquier modo, sometido a obediencia incondicional, ensuciado, denigrado".

Freud asegura que en todos los casos puede hallarse que la persona es colocada en una "situación característica de la feminidad, vale decir, ser castrado, ser poseído sexualmente o parir". Si bien, aclara, ocasionalmente "la castración o el dejar ciego, que lo subroga, ha impreso a menudo su huella negativa en las fantasías: la condición de que a los genitales o los ojos, justamente, no les pase nada".

Por otra parte, el autor destaca que dicha forma de masoquismo se basa en el erógeno, que también califica de primario, y lo vincula a la actividad de cierta pulsión que denomina pulsión de muerte o pulsión de destrucción. Una parte de la cual sería puesta al servicio de lo que se conoce como sadismo, quedando otro sector como un remanente donde discierne el «masoquismo erógeno primario». De este modo, la pulsión de destrucción se desdoblaría en un fragmento reconducido sobre los objetos y otro que encuentra su objeto en el propio sujeto. De éste distingue, a su vez, el masoquismo secundario, correspondiente a una reintroyección del sadismo.

En cuanto a la tercera forma, el masoquismo moral, allí no es tan evidente su vínculo con la sexualidad. En particular, desaparece la condición que parecía general de todo padecer masoquista de provenir de la persona amada. Lo que parece, más bien, es que "el padecer es lo que importa, no interesa que lo inflija la persona amada o una indiferente".

Destaca además algunos casos en los que le fue dado encontrarse con una suerte de «sentimiento de culpa inconsciente» que se exterioriza en una extraña satisfacción obtenida de las resistencias hacia el restablecimiento, vinculada a la «reaccción terapéutica negativa». En relación a este punto, manifiesta además que en algunos casos de neurosis graves, refractarias al tratamiento psicoanalítico, los síntomas desaparecen ante circunstancias tales como un matrimonio desdichado, la pérdida de la fortuna económica, una grave enfermedad orgánica. Aparentemente, un padecimiento ha venido en sustitución de otro, tomando su relevo.

En cuanto a la explicación de semejantes fenómenos clínicos, Freud vincula la «conciencia inconsciente de culpa» a la tensión que puede darse entre el yo y el superyó en el sujeto debido a que aquél "puede volverse duro, cruel, despiadado hacia el yo a quien tutela. De este modo, el imperativo categórico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipo", ya que dicha instancia psíquica surge, según sus teorías, de la desexualización de este complejo, en el que en virtud del masoquismo primario el sujeto se hace castigar por un poder parental. Luego, el mismo puede ser revivido mediante el proceso de regresión que torna fallida su superación.

El Sadismo y el masoquismo quedaron atrapados durante más de un siglo como "enfermedades mentales" potencialmente peligrosas. No se establecía una distinción clara entre el asesino sádico y el practicante de sadomasoquismo consensuado. Fueron considerados locos y posibles criminales hasta 1994, cuando un siglo de progreso científico borró finalmente el sadismo y el masoquismo del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Con la publicación del DSM-IV, los agresores y asesinos sexuales quedaron categorizados en los trastornos que causan sus actos (normalmente, alguna forma de trastorno antisocial de la personalidad), mientras que los practicantes del sadomasoquismo pudieron reivindicarse como personas con una afectividad diferente, que podría integrarse en una parafilia sexual.

El sadismo y el masoquismo trasciende el ámbito de las perversiones y esa antítesis actividad pasividad condiciona la vida sexual general.


Fred tenía razón ¿Es amor o es sadomasoquismo?

viernes, 14 de febrero de 2014

Has que el Amor dure

Una relación puede empezar a deteriorarse hasta romperse por cosas tan tontas, los reproches por pequeñas cosas parecen ir acumulándose hasta formar una pesada montaña que se desmorona sobre la relación acabando con ella. Los pequeños reproches empiezan a convertirse en discusiones más serias y con cada nueva discusión se discute por lo sucedido en ese momento y por todo lo anterior. Aparecen el desprecio y los comentarios hirientes, que dejan una huella difícil de borrar. Cada miembro de la pareja se queda solo con sus propias heridas tras esas discusiones, quedando un resentimiento que volverá surgir en la siguiente discusión. Las críticas, defensividad y falta de comunicación se instalan en la relación permanentemente.

El amor verdadero y el compromiso surgen de un enamoramiento firme, lleno de vida, a la vez que apasionante y sosegado; un estado en el que uno es feliz cuando hace feliz a la otra persona.

Lograrlo tiene sus obstáculos (cotidianidad, rutina, tedio, enojos no resueltos, resentimientos, envidias, etc.) y si no se saben superar, estarán en peligro de fracasar.
¿Qué puedes hacer para que la relación dure?
1.-   Enamorarse y mantenerse enamorado. Implica plantearse un proyecto con otra persona para ser compartido y mantenido a lo largo del tiempo, con un amor lleno de generosidad, entrega, renuncia y alegría.

2.-  Conocer el equilibrio entre pasión y amor. Al principio, todo es sentimiento, emoción y pasión, que varían según la edad, el momento y las propias circunstancias. A medida que pasa el tiempo, el amor "madura" sin que por ello deba perder su fuerza y valor.

3.-  Cuidar el amor. Hay que trabajar en este día a día, atendiendo a esos pequeños detalles que constituyen el eje de la convivencia en pareja.


4.-  Utilizar las herramientas que ayudan a seguir enamorados. Estas son la inteligencia y la voluntad. La inteligencia permite conocer la realidad y ensayar hasta llegar a soluciones eficaces. La voluntad es ese deseo "voluntario" de luchar con constancia pare facilitar la convivencia.

5.-  No descuidar los sentimientos, la sexualidad, los valores comunes, el esfuerzo por una buena convivencia diaria, el compromiso y un proyecto dinámico.

6.-  Saber que la sexualidad desempeña un papel importante y que debe estar centrada en el afecto y en la comunicación. El acto sexual como un encuentro entre personas es algo físico, por la unión de dos cuerpos; psicológico, por el intercambio de emociones, sentimientos, pasiones y espiritual. Mantener una vida sexual activa también ayudará mucho a la buena marcha de la relación. No esperes a que sea siempre el otro el que tome la iniciativa, todos necesitamos sentirnos deseados.
7.-  Compartir sentimientos, ideas y creencias asegura su permanencia. En las creencias compartidas se encuentra el apoyo y fundamento.
 8.-  No hay que perder de vista a grandes enemigos como el cansancio del día a día, el no buscar soluciones a los conflictos, la monotonía y el hecho de no compartir cosas ni intercambiar experiencias gratificantes.
 9.-   Comprometerse. No hay amor autentico si no existe compromiso.
10.-  Potenciar la espiritualidad. La espiritualidad es el elemento de unión que facilita el equilibrio entre los sentimientos y la razón.
11.- Expresar aprecio y mantener interacciones positivas a diario. Por ejemplo, reír juntos, tomarnos  de las manos, abrazarnos, hacer cumplidos, hacer pequeños actos de amabilidad. Sobre todo en épocas de conflictos (y cuando no haya conflictos también), ser amable de manera consistente con tu pareja, crea una poderosa capa protectora y buenos sentimientos en la relación. En realidad, nuestro deseo de que nos elogien y muestren aprecio es mucho más intenso que el deseo de ser amados o comprendidos. Por desgracia, muchas personas se resisten a elogiar a aquellos a quienes aman o incluso peor recalcan los defectos de sus parejas por el hecho de quererlos mejorar. Además, cada persona tiene que descubrir qué tipo de elogio o muestras de aprecio le gusta a su pareja recibir y cómo desea que se lo muestren. Por ejemplo, a algunas personas les gustan las muestras de afecto físico, a otras las notas escritas, a otras los pequeños regalos, o ciertos gestos o detalles, etc. A veces, la mejor muestra de aprecio consiste en agradecer a tu pareja las cosas que hace pero que habitualmente no llaman tu atención.
12.-  Ten cuidado con el modo como criticas sus comportamientos. Hay muchas formas de decir las cosas. Si tu pareja hace algo que desapruebas y se lo dices de un modo que expresa desprecio hacia él o ella como persona (ej: "no eres más que un vago que nunca hace nada"; "no sé que clase de persona hay que ser para hacer esto"; "no te importa nadie más que tú"), entonces tu pareja se sentirá dolida y despreciada y no muy dispuesta a cambiar. En lugar de eso, expresa tu queja de un modo que le indique cómo eso te afecta (ej: me siento bastante mal cuando haces esto y te agradecería que dejaras de hacerlo). Intenta decir, en esos momentos, algo que de verdad aprecies de tu pareja. Usa el humor, el interés y el afecto porque precisamente en los momentos de conflicto es cuando más necesitas acercarte a tu pareja en vez de alejarte y tratar de entender su conducta y ser comprensivo.
 13.- Observa tus reacciones. Si observas tus propias reacciones en momentos de discusión, te resultará más fácil modificarlas. Es importante que durante una discusión mantengas la calma, hablado sin levantar la voz. Si entras en un estado de descontrol reaccionas con una respuesta de estrés: tu cuerpo se acelera, las hormonas del estrés se elevan y tu cerebro no funciona del todo bien, viéndose limitada la percepción y la capacidad para captar nueva información, tan solo percibes un sentimiento de amenaza y el deseo de luchar para defenderte o salir corriendo. Esto te aleja de tu pareja, de tu capacidad para entender cómo se siente. Si mantienes la calma serás más capaz de ver dónde está el límite, sentir compasión por tu pareja y no excederte con comentarios hirientes y desprecio.
14.-  Conoce a tu pareja. Algo común en parejas a punto de separarse es la falta de curiosidad por la vida interna del otro. Por tanto, trata de conocer el mundo interior de tu pareja: lo que le gusta y lo que no, sus miedos, sus fortalezas, sus sueños, sus frustraciones, lo que le hace reír o relajarse, sus rarezas o excentricidades, sus peculiaridades, sus valores, lo que ama o lo que odia, su historia y su pasado, etc.
15.-  Comparte tu vida. Muchas parejas suelen compartir un espacio común en el que vivir, actividades como salidas, cenas, etc., pero lo que de verdad te unirá a tu pareja es compartir cosas importantes, como metas comunes, proyectos, experiencias importantes, pues es lo que te da la sensación de que son un equipo y trabajan juntos en la vida.
16.-  Los mejores amigos. Haga que su cónyuge sea su mejor amigo y confidente. Dígale todas las cosas esenciales que son importantes para él  y así el confiara en ti. Al hacer su cónyuge su mejor amigo, esto le dará mas la importancia a la relación para que sea estable y funcional para el cumplimiento de los dos.
17.-  Intente algo nuevo. Siempre este en busca de nuevas experiencias que puedas tener con tu pareja. Las experiencias son las que unen a las personas.
18.-  Minimizar los conflictos. El conflicto es algo que inevitablemente se produce cuando dos personas se involucran en una relación. Sin embargo, se pueden minimizar y resolver fácilmente, si uno pone de su parte. Conozca los tipos de problemas que pueden desencadenar a su pareja. Enseñe a él, también, las cosas que te molestan y que le molestan a usted. Una vez que han establecido las zonas de peligro en su relación, asegúrese de evitar estas áreas en todo momento. Cuando discutan traten de siempre disculparse y asegurarse de que no vuelva a ocurrir, de una manera madura y amor. Aquí tenga cuidado en no caer un circulo vicioso de codependencia.
19.-  Haga un plan. Comience por hacer un plan. Todas las cosas que duran necesitan de un plan de acción y no pueden dejarse en manos de  la fortuna y el capricho. El plan no tiene que ser detallado y no tiene que tomar ninguna forma en particular. Lo importante es que hay cosas que usted quiere hacer con su pareja a lo largo de los años.
20.-  La libertad es importante. Aunque amemos con locura a nuestra pareja, tampoco debemos vivir exclusivamente “por y para ella o el” y olvidarnos del resto del mundo. Mantener actividades de independencia y disponer de libertad para compartir momentos con los amigos o familiares enriquece una relación y la aleja de la rutina.
No podemos pretender que él o ella sean siempre la mejor compañía: tal vez para ir al fútbol o para hablar de política, prefiramos a un amigo o ellas en actividades propias de pláticas de mujeres entre amigas y el café. Si hay respeto y confianza se puede disfrutar de las amistades solo o en pareja. Disfrutar actividades juntos o como separado es bueno y sano para la relación. Amar es libertad al igual, hay que sostener con el corazón.

La educación, tolerancia, cariño, admiración mutua y grandes dosis de confianza y respeto,  son indispensables para que una pareja funcione, sea cual sea la combinación de caracteres. No todas las relaciones duran toda la vida. Pero cuando usted pone esfuerzo y cuando los dos realmente quieren que el amor dure, no importan los muchos obstáculos que se presenten a lo largo del camino.



Reglas para Tener una Buena Calidad de Vida

Hay tres cosas en la vida que nunca vuelven atrás: la palabra pronunciada, la flecha lanzada y la oportunidad perdida… No te pierdas esta oportunidad de SER FELIZ!
1.-HAGA una pausa de mínima de 5 a 10 minutos por cada 2 horas de trabajo, a lo máximo. Repita estas pausas en su vida diaria y piense en usted, analizando sus actitudes.

2.- APRENDA a DECIR NO, sin sentirse culpable, o creer que lastima a alguien. Querer agradar a todos es un desgaste enorme.

3.- PLANEE su día, pero deje siempre un buen espacio para cualquier imprevisto, consciente de que no todo depende de usted.

4.- CONCÉNTRESE en apenas una tarea a la vez. Por mas ágil que sean sus cuadros mentales, usted se cansa.

5.- OLVÍDESE de una vez por todas de que usted es indispensable en su trabajo, su casa o su grupo habitual. Por más que eso le desagrade, todo camina sin su actuación, salvo usted mismo.

6.- DEJE de sentirse responsable por el placer de los otros. Usted no es fuente de los deseos, ni el eterno maestro de ceremonia.

7.- PIDA AYUDA siempre que sea necesario, teniendo el buen sentido de pedírsela a las personas correctas.

8.- SEPARE los problemas reales de los imaginarios y elimínelos, porque son pérdida de tiempo y ocupan un espacio mental precioso para cosas más importantes.

9.- INTENTE descubrir el placer de cosas cotidianas como dormir, comer y pasear, sin creer que es lo máximo que puede conseguir en la vida.

10.- EVITE envolverse en ansiedades y tensiones ajenas, en lo que se refiere a ansiedad y tensión. Espere un poco y después retorne al diálogo y a la acción.

11.- SU FAMILIA NO es usted, está junto a usted, compone su mundo, pero no es su propia identidad.

12.- COMPRENDA qué principios y convicciones inflexibles pueden ser un gran peso que evite el movimiento y la búsqueda.

13.- ES NECESARIO tener siempre a alguien a quien le pueda confiar y hablar abiertamente. No sirve de nada si está lejos.

14.- CONOZCA la hora acertada de salir de una cena, levantarse del palco y dejar una reunión. Nunca pierda el sentido de la importancia sutil de salir la hora correcta.

15.- NO QUIERA saber si hablaron mal de usted, ni se atormente con esa basura mental. Escuche lo que hablaron bien de usted, con reserva analítica, sin creérselo todo.

16.- COMPETIR en momentos de diversión, trabajo y vida entre pareja, es ideal para quien quiere quedar cansado o perder la mejor parte.

17.- LA RIGIDEZ es buena en las piedras pero no en los seres humanos.

18.- Una hora de INMENSO PLACER sustituye, con tranquilidad, tres horas de sueño perdido. El placer recompensa más que el sueño. Por eso, no deje pasar una buena oportunidad de divertirse.

19.- NO ABANDONE sus tres grandes e invaluables: Sabiduría, Pasión y Fe.


20.- ENTIENDA de una vez por todas, definitivamente y en conclusión: Usted ES LO QUE USTED HAGA de USTED MISMO.