Abatido
por la locura y habiendo pasado varios meses internado en un clínica, murió
luego de contraer una neumonía acompañado por su hermana Elisabeth.
Durante
años, Nietzsche mostró signos de demencia y megalomanía (condición psicopatológica caracterizada por fantasías delirantes de poder y exagerada
autoestima), presentando algunos episodios de crisis demenciales y accidentes
cerebrovasculares (ACV). Hay quienes aseguran que estos episodios y algunas
parálisis productos de los ACV fueron producto de una sífilis.
Su
madre Franziska se hizo cargo de él hasta que murió en 1897. A partir de ese
momento, Nietzsche se trasladó a Weimar donde su hermana se empieza a ocupar de
él. Durante este tiempo, Nietzsche superó varios ataques cerebrales y
justamente uno de ellos, le provocó la parálisis de la mitad de su cuerpo, por
lo que no podía moverse ni hablar. Finalmente,
una grave neumonía y otro ataque cerebral acabaron con la vida del pensador. Su
cuerpo fue enterrado junto al de su padre en la iglesia de Röcken, su ciudad
natal.
Una explicación médica sobre su demencia.
Si bien hasta una
década atrás se afirmaba que la muerte de F. Nietzsche se debió a una parálisis
general por lúes, la evidencia no es sólida. A los 24 años, en 1869, fue
nombrado Profesor de Filología; sin embargo, debió retirarse de este puesto en
1879 debido a jaquecas repetidas y problema de visión en su ojo derecho.
Posteriormente vivió como un filósofo itinerante en varios lugares de la
Riviera italiana y los Alpes suizos, y desde mediados de 1888 hasta enero de
1889 en Turin, Italia. En este lugar se hizo inmanejable su alteración mental y
debió ser internado en Basilea, luego en Jena y finalmente enviado al cuidado
de su madre y hermana el 20 de marzo de 1890. Nietzsche perdió progresivamente
sus capacidades cognitivas y su lenguaje, llegando a un estado de mutismo, no
reconociendo a sus pocos amigos. Falleció el 25 de agosto de 1900 de una
neumonía. Desde la infancia Nietzsche presentó jaquecas, en ocasiones muy
invalidantes, con aura visual con el fenómeno de espectros de fortificación. La
jaqueca era de predominio derecha, acompañada de vómitos, debiendo reposar
algunos días. Nietzsche contabilizó en un año 118 episodios de jaquecas. En
1887 fue examinado por el Dr. Eiser, quien diagnosticó una coriorretinitis en su
ojo derecho como causa de su defecto visual que prácticamente le provocó una
ceguera.
En la historia familiar
predominaban las enfermedades mentales: dos tías maternas tuvieron una
enfermedad psiquiátrica, una de ellas se suicidó; un tío materno desarrolló un
trastorno mental en la sexta década de la vida. Otro tío materno murió en un
asilo. El padre de Nietzsche murió a los 35 años, se le describió como autista
y estar en ausencia meses previos al fallecimiento. La autopsia habría revelado
un «reblandecimiento cerebral».
No existe claridad de
cuándo Friedrich Nietzsche inició los síntomas que lo llevaron a su deterioro
cognitivo. Sus amigos lo describieron «extraño» en 1886, como ausente, «como
que viniera de un país donde no hay habitantes». Mencionaron que su postura era
menos orgullosa, había perdido su marcha solemne y su discurso fluente,
haciéndose laborioso y entrecortado. También se puso negligente con su cuidado
personal y el lugar donde vivía.
En Turín, donde llegó
el 20 de septiembre, fue evidente su extraña conducta para Davide Fino, dueño
del hotel donde se hospedó. En diciembre de 1888, solía hablar solo, cantar y
bailar desnudo en su habitación. En sus cartas de octubre de 1888 a enero de
1889 se manifestó un claro delirio megalomaníaco, firmó sus misivas como
«Fénix», «Anticristo» y «Dionisio» y envió cartas irreverentes al Kaiser y a
Bismarck. Se llamó a sí mismo «el redentor de todos los milenios». Su colapso
sucedió el 3 de enero de 1889 cuando, al ver un caballo que era maltratado, se
abalanzó llorando sobre el cuello del animal con ánimo de protegerlo, cayendo
al suelo sin sentido. A los pocos días fue trasladado a un asilo mental en
Basilea.
El examen neurológico de ingreso a este asilo
lo mostró grandilocuente, desorientado, con anisocoria con la pupila derecha
mayor que la izquierda pero reactivas a la luz. No presentaba temblores y no
había alteraciones motoras. Presentaba conductas extrañas como mantenerse
aplaudiendo un lapso largo, hiperoralidad con un apetito muy voraz.
En su etapa en Jena
presentó ataques de ira, golpeando a algunos compañeros de asilo, confundió a
su cuidador con Bismarck y presentó severos desajustes conductuales tales como
beberse su propia orina, ensuciar su cuerpo con heces y coprofagia. Desde un
principio el diagnóstico fue una parálisis general luética, planteado incluso
por autoridades médicas como Binswanger. En el siglo XIX no existía
prácticamente el diagnóstico diferencial de una demencia y formular este
diagnóstico era asumido como una sentencia de muerte, ya que no había tratamiento.
La sobrevida no superaba cuatro años. En cuanto a una infección sifilítica
primaria, no existen antecedentes clínicos sólidos y es dudoso que Nietzsche
haya alguna vez tenido relaciones sexuales, ya que los informes de que habría
contraído la infección en el año 1865 son muy cuestionados. El principal
argumento en contra de una parálisis general es que la enfermedad de Nietzsche
duró al menos 12 años, lo que sobrepasa en demasía la sobrevida esperada. La
alteración pupilar descrita estaba presente desde la infancia. Tampoco presentó
la signología típica, con temblor facial y de la lengua al protruirla fuera de
la boca, signo considerado en esa época como patognomónico.
Orth y Trimble
revisaron en el año 2006 los expedientes médicos de Nietzsche y plantearon una
demencia frontotemporal. Este diagnóstico se sostiene cuando el paciente
presenta un cambio de personalidad o de conducta, con alteraciones del
comportamiento (apatía o desinhibición) o del lenguaje (disnomia, laconismo),
aun cuando no exista compromiso importante de la memoria.
Durante su último año
activo, 1888, escribió 7 libros, «La calda de Wagner», «Nietzsche contra
Wagner», «El anticristo», «Ditirambos para Dionisio», «La voluntad del poder»,
«Ecce Homo» y «El crepúsculo de los ídolos». Esta productividad es incompatible
con alguien afectado por una parálisis general, pero sí compatible con una
demencia frontotemporal en que se ha descrito la aparición de una creatividad
excesiva en sus primeras etapas. En la demencia frontotemporal es frecuente la
hiperfagia, que también estuvo presente en Nietzsche.
La vida de Nietzsche fue solitaria y trágica, era un «laboratorio del pensamiento» según su biógrafo Safranski. Desde los 32 años vivió prácticamente solo, acompañado de su piano y la música que amaba. Según Nietzsche «la vida sin música es un error». Su final en la alienación mental envolvió su obra en una contradictoria convicción: había penetrado tan profundamente en el misterio del ser que perdió por ello el entendimiento.
La vida de Nietzsche fue solitaria y trágica, era un «laboratorio del pensamiento» según su biógrafo Safranski. Desde los 32 años vivió prácticamente solo, acompañado de su piano y la música que amaba. Según Nietzsche «la vida sin música es un error». Su final en la alienación mental envolvió su obra en una contradictoria convicción: había penetrado tan profundamente en el misterio del ser que perdió por ello el entendimiento.
Referencias:
Marcelo Miranda C1, Luz Navarrete T2.
1Unidad
de Neurología, Clínica Las Condes. 2Bibliotecaria, Clínica Las Condes, Santiago
de Chile.
1.
Figueroa G. El último año de lucidez de Friedrich Nietzsche. RevMéd Chile
2007'; 135: 661-8.
2.
Chamberlain L. Nietzsche en Turin. Editorial Gedi-sa, Barcelona, 1998.
3.
Orth M, Trimble M. Friedrich Nietzsche's mental illness-general paresis of the
insane vs frontotempo-ral dementia. ActaPsychiatrScand2006; 116: 439-45.
4.
Safranski R. Nietzsche: biografía de un pensamiento. Tusquets Editores,
Barcelona. 2000.
5.
Yalom I. El día que Nietzsche lloró. Editorial Emecé, Buenos Aires. 2005.
6.
Neary D, Snowden JS, Gustafson L, Passant U, Stuss D, Black S et al.
Frontotemporal lobar degeneration: A consensus on clinical diagnostic criteria.
Neurology 1998; 51: 1546-54.
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