El Trastorno de Personalidad Límite se relaciona principalmente con una profunda problemática narcisista y con una dimensión afectiva “enojada y hambrienta de atención”, que se expresa a través de una búsqueda continua de confirmación externa, para “rellenar” y apoyar unas “insaciables necesidades afectivas” así como una baja autoestima.
En el pasado este trastorno también ha sido definido como: «esquizofrenia pseudoneurótica» (Binswanger), «esquizofrenia afectiva» (Kansanin), «psicosis marginales» (Pankow), «personalidad como si” (Winnicott) o «carácter psicótico» (Frosch).
Está relacionado con defensas psicóticas, en particular con la escisión, que opera a través de la idealización y de la devaluación (tanto del Ego como del otro). Suele estar presente una dimensión agresiva importante, que puede dirigirse tanto hacia los demás como hacia uno mismo (conductas de riesgo, abuso de sustancias, conductas autolesivas y suicidas, por lo general acompañadas de amenazas y chantaje con fines manipulativos). Hay poca capacidad para identificarse con los demás (a los que se utiliza y manipula), hacia los cuales no hay sentimientos de amor verdadero y altruista. Puede derivar en un Trastorno Depresivo Mayor.
Parece que las experiencias traumáticas de la infancia (pérdida, separación temprana de los padres, abusos físicos, etc.) puedan jugar un papel decisivo en el desarrollo de este trastorno. Debido a estas experiencias, el niño no sería capaz de adquirir la capacidad de integrar, en una sola representación coherente, los aspectos positivos y negativos de sí mismo y de los demás. Como consecuencia, en la etapa adulta, oscilará entre estas dos posiciones (exageradamente positivo y exageradamente negativo), colocándose en el límite entre conductas adaptativas y muy patológicas.
Materson y Rinsley (1975) han conjeturado que en la base del Trastorno de Personalidad Límite pueda haber una alteración en la sub-etapa de acercamiento en el proceso de separación-individuación del niño. Estos autores encontraron que las madres de los «pacientes límite» eran altamente conflictivas en cuanto al crecimiento de su hijo (debe crecer pero también debe seguir siendo pequeño). Como resultado, el niño recibiría el mensaje de que el hecho de madurar y convertirse en una persona independiente puede dar lugar a la pérdida del amor y del apoyo materno. De esta manera, seguir siendo dependiente constituye la única posibilidad de conservar el vínculo maternal. Este poderoso mensaje causaría una «depresión abandónica» cada vez que se abre la perspectiva de la separación y de la autonomía del niño. Esto conduciría a una escisión del otro como: a) amor gratificante, que apoya y da confirmaciones (asociándose con una representación del niño bueno, obediente y pasivo); b) crítico, malo, blanco de la ira, fuente de depresión, abandono y desesperación (asociándose con la representación del niño malo, culpable y desagradable). De esta manera el paciente con Trastorno Límite de Personalidad permanecería fragmentado y convencido de que sólo hay dos opciones en la vida: sentirse abandonado y malo o bueno (cuando decide no crecer nunca)
Clasificación DSM V & CIE 10
El Trastorno de Personalidad Límite (DSM V) se caracteriza por un patrón dominante de inestabilidad en las relaciones interpersonales, de la autoimagen y de los afectos, e impulsividad intensa, que comienza al principio de la edad adulta y se manifiesta en diferentes contextos, por 5 o más de los hechos siguientes:
- Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginado (no incluye el comportamiento suicida ni de automutilación que figura en criterio 5).
- Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas que se caracteriza por una alternancia entre los extremos de idealización y devaluación.
- Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y persistente de la autoimagen y del sentido del yo.
- Impulsividad en dos o más áreas que son potencialmente autolesivas (e.g. gastos, sexo, drogas, conducción temeraria, atracones alimentarios).
- Comportamientos, actitud o amenazas recurrentes de suicidio, o comportamiento de automutilación.
- Inestabilidad afectiva debida a una reactividad notable del estado de ánimo (e.g. episodios intensos de disforia, irritabilidad o ansiedad que generalmente duran unas horas y, rara vez, más de unos días).
- Sensación crónica de vacío.
- Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar la ira (e.g. exhibición frecuente de genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
- Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés o síntomas disociativos graves.
Según la Clasificación Internacional de los Trastornos Mentales y del Comportamiento (CIE-10), se considera bajo la etiqueta de (F60.3) Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad. «Se trata de un trastorno de personalidad en el que existe una marcada predisposición a actuar de un modo impulsivo sin tener en cuenta las consecuencias, junto a un ánimo inestable y caprichoso. La capacidad de planificación es mínima y es frecuente que intensos arrebatos de ira conduzcan a actitudes violentas o a manifestaciones explosivas; éstas son fácilmente provocadas al recibir críticas o al ser frustrados en sus actos impulsivos. Se diferencian dos variantes de este trastorno de personalidad que comparten estos aspectos generales de impulsividad y falta de control de sí mismo».
F60.30
Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo impulsivo. «Las
características predominantes son la inestabilidad emocional y la ausencia de
control de impulsos. Son frecuentes las explosiones de violencia o un
comportamiento amenazante, en especial ante las críticas de terceros.» Se
incluyen: Personalidad explosiva y agresiva; El trastorno explosivo y agresivo
de la personalidad. Se excluye el Trastorno disocial de la personalidad
(F60.2).
F60.31
Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo límite. «Se
presentan varias de las características de inestabilidad emocional. Además, la
imagen de sí mismo, los objetivos y preferencias internas (incluyendo las
sexuales) a menudo son confusas o están alteradas. La facilidad para verse
implicado en relaciones intensas e inestables puede causar crisis emocionales
repetidas y acompañarse de una sucesión de amenazas suicidas o de actos
autoagresivos (aunque éstos pueden presentarse también sin claros factores
precipitantes)». Se incluye: La Personalidad «borderline»; El Trastorno
«borderline» de la personalidad.
Los cuatro subtipos de pacientes con Trastorno Límite de Personalidad (Grinker, Werble, & Drye, 1968).
Tipo I – Lado Psicótico
- Comportamiento inapropiado y desadaptativo.
- Problemas con el examen de la realidad y el sentido de identidad.
- Comportamiento negativo y enojo expresado abiertamente.
Tipo II – Núcleo de la Síndrome Límite de Personalidad
- Afectividad negativa generalizada.
- Implicación relacional inestable con los demás.
- Acción agresiva.
- Identidad de sí mismo inconsciente
Tipo III – Grupo «Como sí”
Tendencia a imitar la identidad de los
demás.
- Anafectividad.
- Comportamiento más adaptativo.
- Relaciones carentes de espontaneidad y autenticidad.
Tipo IV – Lado neurótico
- Depresión anaclítica.
- Ansiedad.
- Aspectos neuróticos y narcisistas.
Características diferenciales del Trastorno Límite de la Personalidad (Zannarini, Gunderson, & Frankenburg, 1990)
- Pensamiento casi-psicótico.
- Automutilaciones.
- Intentos de manipulación a través del suicidio.
- Miedo a ser abandonado o aniquilado.
- Severidad/Indulgencia.
- Regresiones terapéuticas.
- Dificultades en la contratransferencia.
Criterios de Kernberg para la organización Límite de la Personalidad (Kernberg, 1975)
I. Manifestaciones no específicas de debilidad del Ego:
- Falta de tolerancia de la angustia.
- Falta de control de impulsos.
- Falta de canales sublimatorios maduros.
II. Deslizamiento hacia procesos de pensamiento primario.
III.
Operaciones defensivas específicas de la organización del Trastorno de
Personalidad Límite:
- Idealización primitiva.
- Formas primitivas de proyección, presencia en particular de la identificación proyectiva.
- Negación.
- Omnipotencia y devaluación.
IV. Relaciones de objeto patológicas internalizadas
Características diferenciales del Trastorno Límite de Personalidad respecto al Trastorno de Personalidad Narcisista
Mientras
en el Trastorno de Personalidad Narcisista estaría presente un “yo grandioso” y
la incapacidad de aceptar la dependencia, en el Trastorno de Personalidad
Límite el concepto de “sí mismo” sería más estable, con tendencia a instaurar
relaciones de dependencia (anaclitismo). Según Rinsley (1980, 1989), mientras
que la persona con Trastorno de Personalidad Límite habría sufrido, durante la
niñez, un paro en ambas fases del proceso de separación-individuación
(acercamiento y separación), el paciente narcisista habría sufrido una
disociación entre la fase de acercamiento (que se ha podido desarrollar) y la
fase de separación, que se ha quedado bloqueada.
Fuente: PSISE
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