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miércoles, 1 de diciembre de 2021

Mareos por Ansiedad

El aturdimiento y el mareo por ansiedad o mareo, vértigo psicógeno es una patología psicosomática que aparece con mucha frecuencia. Una de las causas más frecuentes de padecer esta patología de salud mental suele ser el estrés.

Por desgracia, es bastante frecuente que no se contemple como causa la ansiedad para explicar los mareos. Esto suele alargar el tiempo en el diagnóstico correcto, potenciando tratamientos farmacológicos que pocas veces resuelven los síntomas o mareo y llegando a empeorar la patología de ansiedad e inestabilidad.

Los síntomas de mareos por ansiedad se diferencian de los provocados por mareos que están causados por un problema físico subyacente porque la persona que los sufre suele sentir o experimentar lo siguiente:

  • Sensación de mareo que aparece de forma repentina.
  • Sensación de que todo da vueltas a su alrededor o de que todo se mueve.
  • Aturdimiento.
  • Debilidad generalizada intensa.
  • Inestabilidad.
  • Alteración de las funciones psicomotoras. En algunos casos severos, la persona puede llegar incluso a desmayarse.

Hay dos factores que desatan estos síntoma

  • La Hiperventilación
  •  Presíncope vasovagal.  

Cuando nuestros niveles de estrés son muy altos, normalmente, debido a atravesar por situaciones que nos generan miedo, temor, angustia o una tensión excesiva y prolongada. Son todas estas emociones negativas tan intensas las que pueden hacer que nuestro organismo reaccione ante un posible peligro mediante la sensación de mareo, además de otros síntomas como sudoración excesiva, pulso acelerado, tensión muscular, dificultades para respirar con normalidad, etc.

Algunos factores que nos pueden ayudar a identificar si los mareos están causados por la ansiedad o, por el contrario, se deben a otro tipo de causas físicas que deben ser diagnosticadas por un médico profesional:

  • No existe una causa biológica que esté detrás de los mareos.
  • Los mareos por ansiedad se experimentan de manera continuada y se prolongan en el tiempo.
  • La sensación de mareo aparece después de experimentar emociones negativas que elevan nuestro nivel de ansiedad.
  • La realización de movimientos bruscos puede provocar cierta sensibilidad al movimiento.
  • Se experimenta una sensación de aturdimiento y una falta de reacción tanto a nivel físico como mental.
  • Si la ansiedad es intensa, estos mareos pueden ir acompañados también de problemas de equilibrio y del sistema motor, llegando incluso a ser incapaz de llevar a cabo las actividades cotidianas habituales.

Principales causas de los mareos por ansiedad

Ya hemos comentado que ante situaciones que percibimos como un peligro o negativas, nuestra mente tiene la capacidad de provocar algunos síntomas físicos como los mareos, entre otros. Los principales factores que pueden hacer que dichos mareos aparezcan y se mantengan en el tiempo son los que enumeramos a continuación:

  1. Respiración: unos niveles de ansiedad elevados provocan una alteración en la respiración, siendo esta más acelerada, entrecortada o superficial. Cuando nuestra frecuencia respiratoria aumenta, podemos sufrir de hiperventilación, lo que significa que en nuestro cuerpo entra una mayor cantidad de oxígeno de la que necesitamos y disminuye el dióxido de carbono. Este desequilibrio provoca que nuestro organismo trate de equilibrar el ph de la sangre, la cual se vuelve alcalina y esto puede generarnos esa sensación de mareo, además de otros síntomas como debilidad, visión borrosa, hormigueo, etc.
  2. Miedo y tensión alta: cuando sentimos miedo, nuestra frecuencia cardíaca aumenta y, con ella, nuestra tensión arterial. Una vez pasado el momento de angustia y estresante, nuestro cuerpo reduce la tensión arterial para equilibrarla y es entonces cuando muchas personas pueden sufrir mareos y sensación de confusión.
  3. Tensión muscular: este tipo de tensión también puede favorecer la aparición de mareos por ansiedad. Ante situaciones que nos producen miedo o angustia, nuestros músculos se tensan como un mecanismo de defensa o huida. Esta tensión tiene repercursiones en nuestra mente y esta puede hacer que aparezcan los mareos.
  4. Sobrecarga mental: el hecho de estar constantemente en una posición de alerta y angustia provoca un gran desgaste energético. Esto a su vez puede causar un gran cansancio mental y una debilidad generalizada que pueden ir acompañados también de sensación de mareo, confusión, apatía, dificultad para reaccionar, etc.

Cómo evitar los mareos por ansiedad - soluciones efectivas

Los mareos por ansiedad no constituyen un síntoma de grave peligro y es necesario mantener la calma cuando aparezcan para no empeorar la situación. 

Algunos de los consejos que pueden ayudarnos a evitar los mareos por ansiedad y a reducir los niveles de estrés que pueden propiciar su padecimiento son:

  • Ser conscientes y tener claro que estos mareos no son en sí peligrosos y que la sensación de mareo y aturdimiento, desaparecerá cuando nos relajemos y dejemos de estar en tensión. Si, además, nos angustiamos por la gravedad de los mareos, nuestro niveles de ansiedad pueden aumentar aún más en lugar de disminuir.
  • Hacer ejercicios de respiración: aprender a respirar correctamente nos ayudará a tener una mejor oxigenación y a reducir la hiperventilación. Son diversos los ejercicios que podemos realizar para reducir la ansiedad cuando nos enfrentemos a situaciones estresantes o de tensión, en el siguiente artículo mostramos algunos de los más efectivos: Ejercicios de respiración.
  • Técnicas de relajación: una excelente solución para los mareos por ansiedad es aprender a realizar la técnica de relajación muscular progresiva de Jacobson, ya que con ella, no solo se reduce la ansiedad y el estrés, sino que se aprende a controlar todos los músculos del cuerpo para evitar una tensión muscular excesiva que muchas veces pasa desapercibida para nosotros debido a que es continua. Para saber cómo realizar este método correctamente y poder aplicarlo en las situaciones estresantes, puedes consultar el artículo Técnica de relajación muscular progresiva: pasos y ejercicios.
  • No prestar mucha atención a la sensación de mareo. Cuando esta sensación aparezca, debemos preguntarnos a nosotros mismos: ¿puedo continuar haciendo lo que estaba realizando aunque sea de una forma más tranquila? Si le restamos importancia y reducimos la vigilancia al síntoma, nuestra carga mental también disminuirá y, por consiguiente, podremos seguir siendo funcionales y desempeñar las actividades cotidianas con normalidad.
  • Hacer ejercicio físico: la actividad física puede ayudarnos a reducir los niveles de ansiedad y a mejorar nuestro estado de ánimo debido a que liberamos endorfinas durante su práctica.
  • Deshacernos de los pensamientos negativos y catastrofistas también nos ayudarán a combatir la ansiedad y a encontrarnos mejor a nivel emocional.

Además de todo lo anterior, es importante reparar en mantener bien cubiertas las necesidades básicas para gozar de un estado de salud óptimo, como llevar una dieta saludable y equilibrada, beber abundante agua durante el día y descansar un mínimo de 8 horas diarias.

La mejor manera de prevenir este tipo de malestares, o de manejarlos si se presentan, es controlando la respiración. Resulta muy conveniente hacer uso de la respiración diafragmática.

El tratamiento de los mareos por ansiedad no requiere de otra cosa que tratar el problema subyacente que, en este caso, no es otro que la ansiedad, por lo que cuando esta cese, los mareos dejarán de aparecer. La ansiedad es una reacción normal del cuerpo que aparece en situaciones estresantes, de incertidumbre o angustia, pero cuando dicha reacción llega a causas un deterioro funcional e interfiere en los diferentes ámbitos de nuestra vida y nos genera un profundo sufrimiento, es cuando podemos estar padeciendo de un trastorno de ansiedad y se hace obligatorio recibir ayuda y tratamiento psicológico.

* El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional que puede provocar cambios en nuestro organismo como la pérdida de equilibrio.

* Un cuadro de estrés grave produce sensación de vértigo o presíncopes vasovagales.

El tratamiento médico de la ansiedad suele abarcar lo siguiente:

Lo primero es descartar cualquier patología orgánica que pudiera provocar mareos.

El tratamiento del vértigo psicógeno o los mareos provocados por la ansiedad, es bastante diferente y se realiza de manera individual en cada persona.

  • Psicoterapia: se reducen los síntomas de la ansiedad y se encuentran las causas de la misma mediante la terapia cognitiva-conductual. Psicoeducación es también necesaria para corregir o erradicar esta patología.

  • Tratamiento farmacológico: para aliviar los síntomas físicos y emocionales de la ansiedad se pueden prescribir antidepresivos o ansiolíticos.

Mareos y Desmayos en Adolescentes

Los desmayos también conocidos con el término médico de "síncope", son comunes entre los jóvenes, en especial entre los adolescentes.

Tantos como 1 de cada 4 niños y adolescentes sanos se han desmayado en algún momento. ¿Le ha ocurrido a su hijo? Si bien la experiencia puede dar miedo, por lo general la causa no es nada grave. La mayoría de los jóvenes se recuperan rápidamente después de un desmayo, típicamente en menos de un minuto.

Es importante que los padres estén informados sobre los factores desencadenantes de desmayos comunes, tales como la deshidratación, y obtengan el tratamiento adecuado cuando sea necesario. Tal vez sea necesaria una consulta con el pediatra o el cardiólogo para descartar causas preocupantes de desmayos que, aunque son infrecuentes pueden ser graves.

¿Qué hace que un niño sano se desmaye?

Lo más frecuente es que un desmayo en niños sanos ocurra cuando hay una disminución temporal de la circulación de sangre rica en oxígeno hacia el cerebro (presión arterial). Por lo general, el niño se recupera rápidamente. Esto se llama desmayo simple.

Los factores desencadenantes de un desmayo simple pueden incluir:

  1. No tomar suficiente líquido, en especial en climas calurosos o en espacios con mucha calefacción. La deshidratación es la causa más común de desmayo en los niños. Al no beber suficiente líquido se reduce el volumen de sangre y disminuye la presión arterial.
  2. Permanecer de pie en un mismo lugar durante mucho tiempo. Esto puede hacer que la sangre se acumule en las piernas, debido a la gravedad o por ponerse de pie demasiado rápido.
  3. Recalentamiento, en especial en lugares hacinados (mucha gente).
  4. Emociones intensas en respuesta al dolor, a la sangre o a algo que lo impresione o atemorice. Esto puede hacer que la parte del cerebro que controla la presión arterial, la frecuencia respiratoria y el ritmo cardíaco cambie de marcha repentinamente y pierda sincronización.
  5. Hiperventilación o respiración demasiado rápida. Esto puede ocurrir por ansiedad o miedo, porque causa cambios rápidos en nuestro suministro de sangre al cerebro. 
  6. Espasmos del llanto. Son comunes entre niños pequeños durante berrinches o cuando les duele algo. Los espasmos del llanto (no respira) no suelen ser graves y la mayoría de los niños los superan cerca de los 6 años de edad.
  7. Determinados movimientos, como toser, tragar, levantar peso, ir al baño o incluso arreglarse el cabello pueden estirar o hacer presión sobre terminaciones nerviosas sensibles. Este desencadenante es poco frecuente y suele afectar a los adolescentes; la gran mayoría de ellos deja de sufrirlo al crecer.

¿Cuáles son algunos signos y síntomas de advertencia antes de un desmayo?

De 5 a 10 segundos antes de desmayarse ocurren varios signos de advertencia, tales como:

  • Mareo
  • Náuseas
  • Sensación de calor y transpiración o sensación de frío repentina
  • Visión borrosa o con manchas
  • "Zumbido" en los oídos
  • Aspecto pálido o ceniciento
  • Aceleración del ritmo cardíaco (lo que llamamos taquicardia)

 Qué hacer cuando un niño se desmaya:

  1. Si fuera posible, intente atrapar al joven y acostarlo lentamente en el piso.
  2. Haga que el joven levante ambas piernas durante 10 minutos mientras permanece acostado.
  3. Si el niño tuviera comida en la boca, acuéstelo de lado con la cara hacia el piso para que no se asfixie con la comida.
  4. Llame al 911 o diríjase al departamento de emergencias más cercano si el niño:
  5. No se despierta tras un corto tiempo
  6. Tiene lesiones por la caída y sangra mucho
  7. Se desmaya de repente luego de tomar un medicamento, ser picado por un insecto o haber comido algo a lo que podría ser alérgico
  8. Estaba haciendo ejercicio cuando se desmayó
  9. Tiene dificultad para respirar, hablar o moverse

La principal causa de desmayo infantil suele estar provocada por una falta de riego sanguíneo en la zona cerebral que suele ser de corta duración. Esta falta de riego puede deberse a varios factores:

  1. Presión arterial baja. Reciben el nombre de lipotimias y suelen ser más comunes en adolescentes y en mujeres. Este es el motivo más frecuente de desmayo en niños, ya que al bajar la presión arterial, disminuye la frecuencia cardiaca y el riego sanguíneo en el cerebro, a lo que el cuerpo reacciona rápidamente con una desconexión momentánea.
  2. Por un problema cardiaco. Son casos más extraños pero también más peligrosos, ya que suelen deberse a anomalías cardíacas como malformaciones o arritmias, y suelen aparecer cuando el niño hace deporte. La principal diferencia con la lipotimia es que el niño no siente un mareo previo, sino que la pérdida de conciencia es repentina y suele durar más de un minuto. Aquí sí pueden aparecer convulsiones por falta de riego cerebral y el niño debe ser trasladado urgentemente al hospital para que el pediatra pueda determinar la causa.
  3. Motivos psicológicos. Son puntuales y no suelen ser relevantes. Aparecen en situaciones de estrés o con cuadros de ansiedad elevados, por angustia e histeria, y suelen pasarse rápidamente.
  4. Motivos neurológicos. Suele avisar con un fuerte dolor de cabeza previo, pero una vez que ocurre el desmayo, el niño puede llegar a tener convulsiones. Al despertar suele quedarse adormilado durante un tiempo, mientras que en las lipotimias esto no ocurre.

*Otra de las causas puede ser una hipoglucemia, que convendría estar vigilada por el médico, aunque este tipo de casos normalmente se presentan con otros síntomas previos.

¿El desmayo puede ser signo de una afección médica más grave?

En ciertos casos, el desmayo podría ser signo de un problema o afección de salud subyacente, como, por ejemplo:

  1. Deficiencia de hierro. La anemia ocurre cuando no hay suficiente hierro en la sangre para transportar el oxígeno necesario al cerebro y esto puede provocar mareos en los adolescentes que están creciendo muy rápido, en especial en las chicas que tienen menstruaciones abundantes.
  2. Hemorragia interna. Un golpe en la cabeza (como una conmoción cerebral) o en el vientre.
  3. Diabetes. Las disminuciones repentinas del nivel de azúcar en sangre pueden provocar desmayos. El cerebro necesita azúcar como fuente de energía. La diabetes también puede causar un aumento del volumen de orina, lo que lleva a la deshidratación. Si un niño con diabetes se desmaya, se considera una emergencia diabética.
  4. Trastornos alimentarios. La anorexia y la bulimia pueden provocar desmayos por deshidratación, bajo nivel de azúcar en sangre y cambios en la presión arterial o en la circulación provocados por la inanición, los vómitos o el exceso de ejercicio.
  5. Problemas cardíacos. Los latidos cardíacos irregulares (arritmia cardíaca) o problemas estructurales (en el corazón o en las válvulas) pueden causar desmayos. Los desmayos ocurridos durante el ejercicio físico siempre necesitan de un seguimiento médico.
  6. Migrañas. El desmayo es un síntoma de determinados tipos de migraña.
  7. Consumo de drogas y alcohol. El alcohol hace que los vasos sanguíneos se dilaten o ensanchen, lo que podría bajar la presión arterial. Algunas drogas ilegales, como las metanfetaminas, afectan la función cardíaca y pueden provocar desmayos.
  8. Embarazo. Los cambios en el sistema circulatorio provocados por el embarazo pueden afectar la presión arterial y aumentar la necesidad de líquidos del cuerpo.
  9. Síndrome de taquicardia ortostática postural. Se estima que esta dolencia afecta a 1 de cada 100 adolescentes, quienes sufren de latidos cardíacos acelerados o desmayos al ponerse de pie, en especial después de estar acostados. Los episodios suelen comenzar después de una enfermedad viral, un traumatismo o una intervención quirúrgica importante.
  10. Enfermedad de Addison/insuficiencia suprarrenal. Los niños que padecen esta afección no producen cantidades suficientes de hormonas, como por ejemplo cortisol, que ayudan a controlar la respuesta al estrés, la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre.

 ¿Cómo se diagnostican y tratan los casos de desmayos más graves?

En el caso de un niño que se desmaye varias veces, o si hubiera signos de una afección médica más grave, es probable que el pediatra refiera a su hijo a un cardiólogo pediátrico. Durante la consulta, es probable que a su hijo le hagan varios tipos de pruebas cardíacas. Consultar Tipos de pruebas cardíacas comunes.

Síntomas de alerta de posibles problemas cardíacos relacionados con los desmayos: 

  • Desmayos durante el ejercicio físico.
  • Latidos cardíacos anormales o particularmente acelerados, sobre todo si ocurren antes del desmayo.
  • Antecedentes familiares de muerte súbita de origen cardíaco. El pediatra podría hacer preguntas sobre familiares cercanos que hayan muerto accidentalmente o por ahogamiento que pudieran haber tenido que ver con desmayos de origen cardíaco.

¿Puedo evitar que mi hijo se desmaye?

El pediatra puede recomendarle formas de ayudar a evitar los desmayos simples.

Aquí se incluyen algunas ideas:

  1. Hidratación y buena alimentación. Asegúrese de que su hijo beba abundante agua u otro tipo de bebidas saludables cada día. Limite el consumo de cafeína y evite que se salte comidas.
  2. Control de la presión arterial. Si su hijo tiene presión arterial baja o normal, el pediatra podría sugerir un cambio en su dieta.
  3. Flexionar los músculos de las piernas, cambiar de posición e inclinar la cintura ocasionalmente cuando esté de pie durante mucho tiempo para ayudar con la circulación y el flujo de sangre al cerebro.
  4. Descanso del calor. Evite permanecer durante largos ratos en entornos calurosos como canchas de práctica, al sol o lugares colmados de gente. Limite el tiempo que pasa en duchas calientes, saunas, tinas de hidromasaje y jacuzzis.

Ayude a su hijo a aprender a reconocer los primeros signos de un desmayo. Cuando comiencen los síntomas, recuérdele que ponga la cabeza entre las piernas o que se acueste.

¿Hay medicamentos que ayuden a prevenir los desmayos?

En ciertos casos se pueden recetar medicamentos. Ciertos tipos de esteroides, betabloqueadores, fármacos antiarrítmicos y antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) pueden ayudar a algunos pacientes. Es necesario realizar más estudios de investigación para definir la eficacia de estos medicamentos en niños y adolescentes.

Recuerde:

La mayoría de los niños y adolescentes que se desmayan se recuperan rápidamente y sin sufrir secuelas. Saber cómo ayudar a evitar desmayos como, por ejemplo, beber abundante líquido, puede ser útil para evitar la experiencia atemorizante del desmayo. Asegúrese de informar a su pediatra cada vez que su hijo se desmaye.

Evitar los síncopes o lipotimias infantiles es fácil, se debe proteger del sol excesivo, evitar las aglomeraciones, el aumento de temperatura brusco, ponerse de pie de golpe, consumir bebidas con cafeína, aumentar ligeramente el consumo de sal y beber mucha agua.

En el caso del problema cardíaco, el pediatra deberá someter al niño a un estudio cardiológico profundo para determinar la causa.