Ella y su hermana los comieron frecuentemente por hambre, literalmente; pero
nunca las castigaron o las golpearon por haberlo hecho, ya que sus padres
conocían el trance en el que estaban.
La tradición mazateca impedía a las mujeres
casadas comer hongos, pues, según sus creencias, aquella que los consume no
debe tener trato con los hombres. Así que durante los pocos años que duraron
sus dos matrimonios, María Sabina se retiro del consumo de los pequeños
“santitos” o “cositas sagradas”, eufemismos mazatecos utilizados para nombrar
varias de las especies de hongos alucinógenos.
María sabina fue
la primera “chamana” nativa
que permitió a los occidentales participar en sus ceremonias, conocidas como
veladas; una sesión espiritual durante la cual los participantes tomaban los
hongos mágicos como un “sacramento” que abría las puertas de la mente y la
percepción. La ceremonia era vista como una purificación y comunión con lo
sagrado, aunque la principal función de los hongos era curativa. El trabajo de María sabina era inseparable de
sus cantos, los cuales fueron grabados y traducidos por su colega mazateco
Álvaro Estrada.
Durante las veladas, los santos se comunicaban con María Sabina y le decían lo que tenía que cantar, por lo que siempre se considero ella misma como una intermediaria entre los santos y sus huéspedes. Incontables investigadores visitan, hicieron estudios y publicaron en periódicos y revistas os resultados de sus observaciones sobre el llamado teonanacatl (“velada”, en mazateco). Su vida estuvo lejos de ser pacifica, en su pueblo era común morir a machetazos y varios de sus hijos murieron de manera violenta a manos de otros pobladores o gente de pueblos vecinos.
En
una ocasión, un borracho le disparo a María Sabina después de discutir con uno
de sus hijos, la bala le dio en la cadera y le provoco un tumor, el cual la
acompaño por el resto de sus días. Nunca quiso someterse a una operación
quirúrgica para extirpárselo, a pesar de la insistencia de sus amigos, entre
ellos algunos médicos tradicionales.
También en un par de ocasiones le quemaron su
casa, principalmente por envidia, ya que gozaba de gran popularidad debido a
los visitantes que la buscaban por su trabajo, entre ellos gente influyente.
Muchas personas de su comunidad nunca le perdonaron
el haber abierto la puerta de su conocimiento a visitantes extranjeros, los
cuales no siempre iban en busca de curación, sino que solo comían hongos por
experimentar y abstraerse de la realidad, quitándoles su sentido mágico y
curativo.
Siempre vivió muy modestamente, casi en la
miseria. En una ocasión le ofrecieron rehacerle su casa con materiales más
resistentes, como lamina y cemento, pero ella no estaba acostumbrada a eso y le
costó mucho trabajo adaptarse. En otra ocasión le regalaron un reproductor de
cassettes para que escuchara las grabaciones que se habían hecho de sus
veladas. Las autoridades llegaron a su casa y se las llevaron, junto con varias
de sus pertenencias.
La gente de la región cuenta que muchas veces
fue golpeada por policías y gente del gobierno, quienes la consideraban una
especie de narcotraficante de su época, algo absurdo si se toma en cuenta que
nunca lucro con su sabiduría y remedios. Normalmente recibía como pago café,
pollos o algunas monedas de los extranjeros; pero nunca conoció el valor del
dinero, siempre que lo recibía se lo entregaba integro a sus hijas y nietos,
quienes obviamente abusaron de su desconocimiento de ésta y otras cosas.
María Sabina visito tanto la ciudad de Oaxaca como el D.F.;
en una de sus visitas fue a la Basílica de Guadalupe a conocer a la Virgen que
le hablaba en sus veladas. Hay una interminable cantidad de historias y
leyendas sobre los personajes que la buscaban. Si bien Álvaro Estrada niega
categóricamente que The Beatles la hubieran
visitado, como se cuenta, su versión es susceptible a errores, ya que el no
estuvo permanentemente con ella. Además nadie llevo un registro de visitantes
distinguidos.
Ella sólo recuerda a hombres y mujeres
güeritos de larga cabellera que la visitaron en varias ocasiones, pero esta
descripción puede corresponder a la de alguno de estos celebres músicos o a la
de cualquier hippie de los años setenta. Sin embrago, mas de una persona afirma
haber visto fotografías de Lennon
con la sacerdotisa, y algunos cronistas aseguran que la canción Let It Be,
epitafio de la carrera Beatle, fue compuesta en su honor.
Igualmente
se habla de que Walt Disney fue a parar
a la selva mazateca en varias ocasiones y que de dicha experiencia surgió la
idea de la película Fantasía; incluso hay quienes afirman que el construyo la
pista de aterrizaje más cercana a Huautla para evitarse la larga travesía en
camión, de casi 10 horas desde la ciudad de Oaxaca. Otros aseguran que la
construyo el multimillonario Howard Hughes.
Todo esto se liga a los demás rumores y leyendas que rodean a María Sabina,
imposibles de probar y que, como cualquier otra tradición oral, han sufrido
alteraciones.
María sabina es uno de
los personajes mexicanos más conocidos en el mundo, “todo un símbolo de la sabiduría y el amor”, como bien
dice la canción del maestro Lora…
Texto
tomado de la revista Rolling Stone.
No hay comentarios:
Publicar un comentario