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viernes, 7 de diciembre de 2012

La Importancia del Dormir Bien en los Niños


El sueño es esencial para la salud y el desarrollo del niño. El sueño promueve el sentirse alerta, tener buena memoria y comportarse mejor. Los niños que duermen lo suficiente funcionan mejor y son menos propensos a problemas de comportamiento e irritabilidad. Por eso es importante que los padres ayuden a sus niños a desarrollar buenos hábitos de dormir desde una edad temprana. Les ayudara a sentirse alerta, tener buena memoria y comportarse mejor. Los niños que duermen lo suficiente, funcionan mejor durante el día y son menos propensos a problemas de comportamiento y menos irritables. Por eso es importante que los padres ayuden a sus hijos a desarrollar buenos hábitos a la hora de dormir.
Las madres desde siempre han sabido por experiencia de la importancia del sueño. Un niño que ha dormido mal, al día siguiente se encontrará cansado, somnoliento, irritable y presentará un bajo nivel de rendimiento escolar.

Un reciente estudio publicado en la revista Pediatric ha venido a confirmar estas evidencias. Los niños que duermen un poco más cada noche, mejoran su conducta y niveles de alerta.

Los investigadores asignaron aleatoriamente a 34 niños de 7 a 11 años de edad a dos grupos. En uno se restringió el sueño, y se retrasó la hora de irse a la cama para que perdieran una hora de sueño cinco noches consecutivas. En el otro se adelantó la hora de irse a la cama, para que añadieran una hora de sueño durante cinco noches consecutivas. Se halló que el grupo en que se alargó el sueño durmió en promedio apenas 27 minutos adicionales por noche y que el grupo del sueño restringido durmió, 54 minutos menos de media por noche. Sus maestros calificaron a los niños en una serie de medidas relativa a su conducta, la impulsividad, inquietud, capacidad emocional y la somnolencia diurna.


Los niños asignados al grupo de sueño adicional mostraron mejores niveles de alerta, problemas de conducta y emocionales. El grupo de niños a los que se restringió el sueño tuvieron perores puntuaciones conductuales y emocionales y menores niveles de alerta.


Son muchas las circunstancias por las que un niño puede verse privado de sueño, algunas dependientes del niño, como ver la tele hasta altas horas, jugar con los videojuegos, enviar mensajes de texto o hablar con los amigos por el móvil y otras en cierta medida ajenas a él, como el exceso de trabajo escolar y de actividades extraescolares o incluso los propios hábitos familiares.

Es evidente que cualquier privación de sueño, tendrá una repercusión sobre el niño, por ello es fundamental dar prioridad al sueño y al descanso fomentando unas adecuadas rutinas de higiene del sueño como: mantener una hora fija y constante de irse a la cama, evitar el exceso de actividad por la noche, mantener adecuadas condiciones ambientales en la habitación y evitar que el niño lleve video juegos, celulares u otros aparatos electrónicos a su habitación.

¿Cuánto debe dormir un niño?


Cada niño es diferente y el número de horas de sueño que necesita varía. La gráfica muestra el recomendable número de horas de sueño, incluyendo siestas, para niños hasta la edad de doce años.


 Edad
  Horas De Sueño
0 - 2 meses
10.5 - 18
2 - 12 meses
14 - 15
1 - 3 años
12 - 14
3 - 5 años
11 - 13
5 - 12 años
10 - 11


¿Que pasas cuando los niños duermen mal?


Antes que nada debe entenderse qué significa dormir mal. Los trastornos del sueño son múltiples y sus causas variadas, y pueden presentarse durante un lapso corto de tiempo o durante períodos continuos.

Cuando se trata de lapsos cortos, generalmente están vinculados con algún cambio que sufrió el niño y al cual necesita adaptarse: puede ser el comienzo de la guadería, una mudanza, viaje o separación de los padres. En otros casos el niño nunca aprendió a dormir bien, por lo que se puede despertar varias veces durante la noche, dormirse muy tarde, despertarse muy temprano, etc.

“El problema es que el mal sueño de los niños trae consecuencias para toda la familia”.

En lactantes y bebés dormir mal ocasiona llanto fácil y continuo, irritabilidad y mal humor, problemas de alimentación y crecimiento. Cuando los niños son un poco más grandes los problemas son otros. Si ya están en edad escolar, los niños que duermen mal suelen tener mala conducta y rendimiento, inseguridad, timidez y mal carácter.

Por otro lado, los padres de niños que duermen mal, además de estar cansados y de mal humor sienten inseguridad, sentimientos de culpa, frustración ante la situación y sensación de impotencia y fracaso por no poder resolverlo. En casos extremos hasta puede llegar a ocasionar problemas de pareja, ya que es frecuente que uno de los dos culpabilice al otro por lo sucedido: "Duerme mal porque siempre lo consentiste", "Se despierta tantas veces porque nunca lo dejas llorar", "Si usara chupete no se despertaría", etc. etc.

Lo importante es saber que los niños no duermen mal porque sí, ni que los padres tienen que sufrir una situación, sino que pueden intervenir en el proceso de aprendizaje y así como enseñan a sus hijos normas de buena conducta, deben enseñar a lograr un buen sueño. Y si no lo logran por su cuenta, pueden solitar ayuda de un pediatra o psicólogo clinico que los ayude a resolver la situación

Sugerencias

Tener una hora fija para irse a la cama todas las noches. Hacer que la hora de acostarse sea una experiencia positiva y relajante sin televisión ni juegos de video. Mirar televisión antes de irse a la cama puede interferir con la habilidad para dormirse y mantenerse dormido. Reservar las actividades relajantes, y no estimulantes, favoritas de su niño para que ocurran en su habitación. Mantener el ambiente (por ejemplo luz y temperatura) constante durante la noche.

Hacer que la hora de acostarse sea una experiencia positiva y relajante sin televisión ni juegos de video. Mirar televisión antes de irse a la cama puede interferir con la habilidad para dormirse y mantenerse dormido. Reservar las actividades relajantes, y no estimulantes, favoritas de su niño para que ocurran en su habitación.
Mantener el ambiente (por ejemplo luz y temperatura) constante durante la noche.

Estimular a su hijo que duerma solo: Haga que su niño establezca asociaciones positivas hacia el sueño. La ayuda de los padres no debe ser necesaria para que el niño se duerma. Un niño que se duerme por sí mismo podrá volver a dormirse con más facilidad si se despierta durante la noche. El despertarse algunas veces durante la noche es normal.

NO contribuya a que el niño no pueda dormirse cuando se despierta: Su presencia en la habitación del niño cada vez que éste se despierta intensifica la necesidad de su presencia para que el niño vuelva a dormirse. Hasta los bebés que se cargan al hombro cada vez que se despiertan aprenden rápidamente a no volver a dormirse por sí mismos. Claro que hay ocasiones cuando la asistencia y el cuidado no deben negarse. Es importante que el niño reciba un mensaje claro y consistente de que la expectativa es de que se duerma sin ayuda.
Hacer rutinas diarias que se beneficien de ellas: La mejor sugerencia para que los niños desarrollen buenos hábitos de dormir es el adoptar una rutina nocturna como por ejemplo: Una merienda liviana Baño. Ponerse la ropa de dormir. Cepillarse los dientes. Leer un cuento. Una habitación silenciosa y de temperatura agradable. Poner el niño en la cama. Despedirse y marcharse de la habitación

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