La
dislexia es la dificultad en la lectura que imposibilita su comprensión
correcta. Dislexia infantil es una deficiencia de la lectura, la escritura y el
aprendizaje aplicándolo en un término general. Su causa es una alteración de
las zonas cerebrales que controlan el lenguaje. El término dislexia lo creó el Dr. Rudolf en Stuttgart, Alemania, en el año 1887 y lo utilizó para describir la pérdida
de la capacidad de leer en una persona adulta, debido a una lesión cerebral.
Para
evitar que la dislexia influya en su resultado escolar, es importante detectar
precozmente este trastorno para que un especialista realice un diagnóstico y
determine las pautas para facilitar el aprendizaje del niño. Para ello,
deberemos estar atentos a los signos que nos pueden indicar que el niño sufre
dislexia:
Modernamente,
la dislexia no es considerada una enfermedad como tal. Es una circunstancia
personal de un individuo, pese a que el ámbito donde se observa por primera vez
es en el médico, estudiándose la pérdida de la habilidad de escribir y leer en
individuos afectados por enfermedades o traumas.
La
dislexia es uno de los problemas del aprendizaje que más pueden influir en el
rendimiento escolar negativo del niño. Supone una dificultad para aprender a
leer, lo cual también implica la dificultad para aprender a escribir, lo cual
supone que para el niño resulta más complicado que para sus compañeros
comprender textos escritos y expresarse correctamente en los exámenes y pruebas
realizados en la escuela.
"Hasta
los cinco años, se da un desarrollo lento del habla y del vocabulario. El niño
suele tener problemas para pronunciar palabras sencillas, seguir instrucciones
o puede mostrar dificultades de coordinación y de equilibrio, que se demuestra
en torpeza al correr o al saltar. También pueden presentar dificultades al
resolver rompecabezas y suele existir un desarrollo débil de la condición
motora.
A
partir de los cinco años, suele ser de 7 a 9 años, ya en la etapa escolar, los
niños suelen confundir el orden de las palabras y las sílabas, tienen problemas
al pronunciarlas, presentan dificultades para leer y escribir, así como
problemas a la hora de copiar desde libros a pizarras. También suelen tener
mala letra y dificultad para interpretar instrucciones escritas o escuchadas.
También
suelen aparecer problemas relacionados con el equilibrio y la orientación, lo
que hace que les cueste ubicarse y orientarse en el espacio y suelen ser torpes
al moverse, saltar, correr, etc".
En
resumen Los niños y adultos con dislexia pueden presentar algunos de estos
síntomas:
- Lectura lenta, trabajosa y cargada de errores: Dificultad para leer oraciones o palabras sencillas. Suelen presentarse problema frecuentes con palabras cortas como del o por.
- Deficiente ortografía en los textos o dictados: Invierten las palabras de manera total o parcial, por ejemplo casa por saca.
- Uniones o separaciones incorrectas de palabras: Escriben la misma palabra de distintas maneras, invierten las letras, por ejemplo p por b, o d por b, tiene dificultadas para ver que una palabra está mal escrita.Cometen errores de ortografía raros.
- Copian las palabras mal aunque están mirando cómo se escriben.
- Conocen una palabra pero usan otra, como gato por casa.
- Tienen dificultades para distinguir la izquierda de la derecha.
- Dificultades en la automatización de aprendizajes y memorización (aprende algo y al poco tiempo lo olvida).
- Además, le cuesta realizar con éxito las actividades donde es necesario aplicar varias habilidades (ejemplo, redacciones en las que ha de prestar atención a la ortografía, signos de puntuación, organización de ideas...).
La
dislexia no se manifiesta de la misma manera ni con la misma intensidad en cada
niño. Por lo tanto, la recuperación estará determinada por las características
de cada niño y por el medio familiar y escolar al que pertenece. La detección
precoz es la clave para su recuperación, antes de que el niño viva la experiencia
del fracaso.
"El
niño con dislexia es capaz de aprender a leer, pero lo hará de una manera
diferente, con un método distinto y un tratamiento especial, dándole
estrategias y técnicas para enfrentarse a sus dificultades de lectoescritura,
enseñándole diferentes habilidades que le ayuden a comprender y memorizar los
textos leídos".
Si
su hijo tiene dificultades para leer, el pediatra debe examinarle la vista, el
oído y la capacidad motriz para detectar algún problema. Si no existe ningún
trastorno en estas áreas, debe llevarlo a un especialista en lectura y/o a un
psicólogo infantil. El doctor examinará al niño en busca del problema físico o
emocional que origina sus dificultades para leer. El psicólogo o el
especialista en lectura le harán pruebas de diagnóstico referidas a lectura,
escritura y memorización. Estas pruebas permiten verificar el diagnóstico de
dislexia. Actualmente hay varias formar de intervenir en el tratamiento, ver
con su médico las opciones favorables de acuerdo al caso.
Una
vez se ha diagnosticado dislexia un tutor en fonética puede elevar al niño
hasta el nivel de lectura apropiado para su inteligencia. Se debe informar al
maestro del niño y pedirle que sea comprensivo. Existen versiones de exámenes
adaptados para estudiantes con dislexia. La dislexia puede superarse cuando
está correctamente diagnosticada y se la trata con paciencia y fuerza de
voluntad. Las dificultades en la educación suelen ser el resultado de un
diagnóstico equivocado y la consiguiente frustración del niño al sentirse
incapaz. Busque las áreas en las que el niño se destaca y ponga el énfasis en
ellas.
Un
niño puede tener problemas para leer, pero ser un genio en matemáticas, música,
u otros campos. Los ordenadores son herramientas de aprendizaje especialmente
útiles para los niños que tienen dislexia, ya que permiten desarrollar
habilidades para escribir que de otra manera no se podrían lograr. Muchos niños
disléxicos son capaces de compensar sus desventajas con relativa facilidad; sin
embargo, suelen tener más dificultades para superar el problema emocional de
sentirse incapaces.
Lo
más importante es que sea paciente con su hijo y lo ayude a entender que él no
tiene ninguna culpa. Con aplicación y técnicas especiales la mayoría de los
niños con dislexia pueden disfrutar de la lectura y leer bien.
Es
importante que los padres que tengan un hijo con dislexia se pongan en manos de
un profesional para que les pueda orientar de la mejor manera de ayudar a su
hijo.
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