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jueves, 22 de diciembre de 2016

Depresión Decembrina

Aunque diciembre es una época de celebración, alegría y bienestar, sin embargo, para muchas personas la época navideña es el peor momento del año, que incluso llegan a desarrollar lo que algunos han denominado “Depresión Navideña”.

Este trastorno se definió en la década de los 80 por la Asociación Americana de Psiquiatría y desde entonces, se le llama Trastorno Afectivo Estacional. Y precisamente se da más frecuentemente en el invierno por la disminución de luz solar.

La depresión es uno de los principales problemas de salud en época decembrina y con mayor incidencia en mujeres. Los más vulnerables en esta época del año son las personas de la tercera edad.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), este desequilibrio es una de las principales causas de discapacidad en el mundo, mientras que el Instituto Nacional de Salud destaca que México ocupa el primer lugar de discapacidad para las mujeres y el noveno para los hombres. Y pese al impacto de trastorno en la conducta habitual, las personas no acuden con un especialista y muchas veces no se percatan a tiempo del problema.

Depresión decembrina: Es importante que no se dejen engañar por su nombre, puesto que no significa que, al terminar diciembre, más allá del TAE, el estado de tristeza desaparezca y vuelva a presentarse el próximo año. La depresión, en realidad, es algo que se puede experimentar todo el año, pero que permanece silencioso hasta que se acercan fechas como las festividades navideñas. Si pasado el fin de año, cuando se acaben las reuniones, las cenas y los festejos, la persona sigue en el mismo estado de tristeza y desilusión, puede tratarse de una depresión crónica/persistente.

En esta temporada la enfermedad es consecuencia de una dinámica social en donde los individuos son influidos por comprar regalos, asistir a fiestas, comer compulsivamente o competir en las tiendas con otros compradores por objetos específicos. Esta dinámica puede causar inestabilidad emocional en algunas personas, en navidad este padecimiento se vincula con expectativas económicas o de convivencia familiar y se presenta en los diversos sectores de la población. "al ser el final de un año, se tiende a enumerar los fracasos y no los logros. Esto tiene relación con metas personales no cumplidas, situación económica complicada (deudas), desempleo o pérdida del poder adquisitivo.

Los síntomas para poder detectar si atraviesas una depresión decembrina, consisten en  pérdida de interés por realizar actividades que, normalmente, son placenteras para ti, aislarte y no querer salir con amigos, problemas de concentración, apatía, un constante estado de ánimo de tristeza o vacío, nostalgia, melancolía, falta de energía, irritabilidad, ansiedad y dificultades para dormir y comer. También las ideas suicidas son más comunes durante el invierno. Es importante tener en consideraciones si presentas estos síntomas también como un repentino cambio de conducta, aislamiento, irritabilidad, no cambiar de rutina o pérdida de peso, miedo al cambio y al futuro, apatía a celebrar y excusas para pasar solo las fiestas, pensamientos negativos respecto al año que viene, etc.

Causas de la depresión en Navidad y Año Nuevo

Existen varias razones por las que la Navidad y Año nuevo son una época poco deseada para algunos, además de temida y evitada.
  • La depresión en esta temporada del año ocurre por no saber cómo expresar afecto, lo que conlleva a querer demostrarlo haciendo gastos innecesarios que en muchas ocasiones acarrean más problemas, sobre todo ante problemas económicos, o bien porque las personas se crean altas expectativas en lo que se les va a regalar y al no cumplirse se sienten tristes y decepcionadas.
  • En algunos casos puede ser porque las personas tuvieron en su infancia malas experiencias antes y/o durante las fiestas, así que se encuentran predispuestos a pasarla mal.
  • Otra razón es que los recuerdos de navidades y años nuevos anteriores se apoderan de nuestra mente, recuerdos que fueron muy dolorosos para nosotros: una enfermedad, el rompimiento de relaciones amorosas o amistosas, la lejanía de un ser querido, cambios de localidad, pérdida de trabajo, etc.
  • El hecho de revivir esos recuerdos hace que volvamos a experimentar las mismas emociones que sufrimos en su momento, provocando que en algunos casos sobrevengan las depresiones.
  • En especial durante Navidad y Año Nuevo que recordamos con más anhelo a los seres queridos que en su momento estuvieron con nosotros, su ausencia se nota más, y por consiguiente el vacío que se sentimos es mucho mayor.
  • Otro componente que en esta temporada puede conducir a la tristeza es el hecho de pensar que los tiempos de antaño siempre fueron mejores.
  • El estrés navideño en los últimos años tiende a ser también bastante común. Las prisas por encontrar el regalo perfecto o incluso dejarlo todo para el último momento pueden causar tensión y ansiedad fácilmente evitables.
  • Si una persona tiene conflictos para relacionarse con su familia o con amistades, esta incapacidad suele profundizarse durante esta época.
  • Para otros quizás son fechas que nostálgicamente los remontan a otras pasadas en las que no tenían grandes problemas y en cambio ahora se sienten tan abrumados y decepcionados.
  • El alcohol es otro agravante en la depresión de fin de año, y en muchos de los casos estos síntomas desaparecen al acabar las festividades. Muchas personas se refugian en las bebidas alcohólicas para tratar de pasarla bien con sus seres queridos y no preocuparlos, o para olvidar los problemas que tienen en el momento, pero eso no soluciona nada, porque el problema seguirá ahí al llegar el primero de enero. Por esto, es importante rodearnos de personas positivas y que se preocupen por nuestro bienestar.
  • La gente que se deprime en la temporada navideña y que coincide con el fin de año, se pone a evaluar los logros y fracasos del año fijándose solamente en aquello que no pudieron lograr.
  • Se cree también que otro factor que contribuye a la depresión decembrina es un desorden estacional conocido como SAD (Desorden Afectivo de Temporada), éste lo sufren algunas personas cuando experimentan una reducción en la exposición a la luz del día, así que los días cortos de invierno contribuyen a que la persona se sienta desanimada. Hay otra teoría que dice que hay personas que tienen una secreción anormal de la hormona melatonina. Esta hormona se “activa” durante el atardecer provocando sueño y se “desactiva” en la mañana. Y como ya sabemos se ha hablado de alteraciones en la secreción de la hormona serotonina, que puedan ser los causantes de este trastorno.
  • Corte de caja: es decir, hacer el recuento y el balance, ensalzar los logros, rehacer la agenda pendiente, pero que al hacer en inventario las metas no alcanzadas, los objetivos aplazados, las carencia pueden conducir a una tristeza que si no se maneja bien puede encausar hacia excesos.
  • Son muchos los que llegan a casos extremos en que prefieren endeudarse antes que no celebrar la navidad. El problema recae en el enorme estrés que involucra pagar después todo lo que se ha comprado para la ocasión.
  • Personas más vulnerables a padecer son aquellas que padecen fobia social, personas con problemas para empatizar con los demás e integrarse y que tienden a evitar los encuentros navideños, así como las que tienen agorafobia o miedo a los espacios abiertos y a las multitudes. En estos casos, los síntomas más comunes son sudoración de manos, taquicardias, ataques de pánico, ansiedad y mareos.
Este trastorno no discrimina edades y puede afectar tanto a adultos, como a adolescentes y niño. Por lo que ante esta situación, existen algunas consideraciones que se pueden tomar en cuenta, como:
  • Lo primero de todo es identificar la causa real que nos provoca la sensación de tristeza y bajo estado de ánimo.
  • Mantener una vida saludable.
  • Asistir al médico.
  • Externar sentimientos.
  • Buscar terapia psicológica.
  • Ocúpate.
  • Cero expectativas. (Vivir el aquí y el ahora)
  • Agradece.
  • Construye nuevas relaciones interpersonales.
  • No compares.
  • Tratar de ver el lado positivo de todo.
  • Es importante hablar, ser escuchado y saber que se cuenta con el apoyo de los familiares y amigos más cercanos.
  • Olvida la billetera y el cinturón por unos días J
Se sugiere
  • Evitar la tristeza navideña integrándose en los arreglos y preparación de los festejos.
  • Estar siempre acompañado. Lo peor es aislarse.
  • Se les recomienda también hacer ejercicio y, si es al aire libre, mejor.
  • Medicamentos específicos para regular la serotonina. (Estos deben de ser indicados por un psiquiatra y regular las dosis cuidadosamente).
  • Deje a un lado la actitud de Grinch: Usted también podría, sin darse cuenta, hacerle pasar un mal rato a sus amigos y familiares con su actitud.
Por esta razón, es necesario que a pesar de los problemas, se concentre en las cosas positivas en su vida como: disfrutar a la familia, personas queridas, trazar metas para realizar y conseguir sus propósitos en el año venidero son buenas formas de organizarse, sin intimidarse por lo que traerá el futuro.

En términos coloquiales se habla de depresión navideña, aunque hay que subrayar que no es la navidad en sí la que provoca estos sentimientos negativos, más allá del TAE, sino la interpretación que hacemos cada uno sobre lo que deberíamos hacer, tener o sentir en estas fechas. Hay que atender este tipo de depresión, pues puede irse agravando año con año. Si detectas este tipo de síntomas en ti, es importante que acudas conmigo o un colega experto en salud mental. De esta forma, te será más sencillo disfrutar de este tipo de celebraciones y convivir mejor cada año con tus seres queridos.

Como todas las estaciones, el invierno también hay que disfrutarlo, y si estás sano, lo disfrutarás aún más.

“La época decembrina se ha convertido paulatinamente más en una consecuencia de la vida que vivimos que una causa y esto sí puede cambiar, mediante una reflexión profunda y comprometida”

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