Muchas personas que padecen lupus acaban sufriendo depresión. El origen podría estar en el propio sistema inmunitario, el cual, ataca al sistema nervioso central y al funcionamiento normal del cerebro: lo analizamos.
El lupus y la depresión
guardan una relación muy estrecha. Tanto es así que, en algunos casos, este
trastorno del estado del ánimo es la primera manifestación de dicha enfermedad
autoinmune. Irritabilidad, baja energía, desánimo, frustración, negatividad… Llega
un momento en que los factores psicológicos se superponen con los físicos; la
persona llega al límite de sus fuerzas.
Si tuviéramos que hablar
de una enfermedad invisible sería el lupus eritematoso sistémico. Esta
condición, en la que el sistema inmunitario acaba atacando al propio cuerpo,
afecta a unos cinco millones de personas en todo el mundo. No son muchas si las
comparamos con todas las que viven en el planeta, es cierto. A día de hoy está
dentro del grupo de los 8000 tipos de enfermedades menos frecuentes.
Aun así, el impacto en la
vida de quien lo padece es inmenso. El lupus puede dejar lesiones
irreversibles; dada su complejidad, los pacientes no saben qué es lo próximo
que les puede suceder: problemas cardíacos, pulmonares, dolores articulares,
alteraciones en la piel, problemas digestivos… A los problemas orgánicos, se le
añaden además los mentales.
Es importante tenerlo
presente. Así, a la hora de ofrecer una asistencia adecuada y efectiva al
paciente con lupus debe tenerse en cuenta que el riesgo de depresión es alto
dentro del cuadro clínico.
¿Cuáles son los síntomas
del lupus y la depresión?
Cerca del 60 % de las
personas con enfermedades crónicas desarrollan en algún momento depresión. En
el caso del lupus, las manifestaciones más comunes son las siguientes:
- Baja autoestima.
- Sentimientos de inutilidad, de indefensión.
- Baja energía, sensación de agotamiento constante.
- Sensación de inseguridad constante y baja autoeficacia.
- Sentimientos de culpabilidad.
- Problemas para tomar decisiones.
- Fallos de memoria.
- Imposibilidad de disfrutar de las actividades que antes eran placenteras.
- Ideas suicidas.
Más allá de estas
características, hay un hecho evidente: las personas con lupus no siempre
reciben un adecuado diagnóstico en esta área. Se asume que ese cansancio, ese
desánimo y esos problemas de concentración son consecuencia misma de la propia
enfermedad autoinmune. De ahí, que no todos los pacientes acaben recibiendo
atención en el área mental.
¿Por qué el lupus y los
trastornos depresivos están relacionados?
Hay quien piensa que
basta con recibir un diagnóstico médico, como es el referente a las enfermedades
crónicas, para derivar en un trastorno psicológico. Tengámoslo claro, no es que
la persona se desanime y sienta que el mundo se le viene encima. En el caso del
lupus, es la propia condición orgánica la que genera en muchos casos esas
alteraciones del estado de ánimo -causa orgánica-.
Por término medio, el
lupus y la depresión afectan en mayor grado a mujeres de entre 15 y 40 años.
Esta enfermedad
autoinmune impacta también al sistema nervioso central. Una parte de los
pacientes afectados por lupus puede experimentar alteraciones de la memoria,
convulsiones y brotes psicóticos.
El lupus y la depresión
se relacionan porque la propia enfermedad tiene un impacto neuropsiquiátrico en
muchos casos.
Por otro lado, también ha
podido verse que hay varios medicamentos (como los corticoides) que se utilizan
para tratar el lupus que tienen el efecto de alterar el estado de ánimo.
Asimismo, hay un factor
que se está estudiando en los últimos años. Investigaciones como la llevada a
cabo por la doctora Andrea L. Roberts, de la Universidad de Michigan, barajan
la posibilidad de que, en ciertos casos, la propia depresión pueda ser un
factor de riesgo más para la aparición del lupus.
En esa investigación, de
las 195.000 mujeres evaluadas a lo largo de 20 años, 145 casos desarrollaron
lupus tras sufrir un trastorno depresivo. Es decir, no es que este trastorno
sea un desencadenante, sería un factor de riesgo más.
Cómo manejar el estrés
cuando usted tiene lupus
Vivir con lupus puede ser
estresante. Y el estrés puede desencadenar los síntomas del lupus o
empeorarlos. Sin embargo, usted puede tomar medidas para manejar el estrés y
proteger su salud.
Siga estas recomendaciones para manejar el estrés cuando tiene lupus:
- Identifique las señales y fuentes de su estrés
- El primer paso para manejar el estrés es reconocer sus síntomas. Cuando usted está estresado, podría sentirse:
- Preocupado
- Enojado
- Incapaz de concentrarse
- También podría tener síntomas físicos, como dolores de cabeza o problemas para dormir. O podría notar que los síntomas del lupus empeoran.
Ahora, piense qué está
causando su estrés. Por ejemplo, ¿se siente estresado en su trabajo o durante
sus visitas al médico? Trate de mantener registro por escrito de sus síntomas
de estrés y sus fuentes. De esa forma, podrá estar más consciente sobre qué le
causa estrés y podrá crear un plan para controlarlo.
Planee con antelación
- Planear con antelación las situaciones estresantes (o incluso las tareas cotidianas) puede ayudarle a sentirse calmado y preparado. Intente poner en práctica estas estrategias:
- Si usted tiene un día ocupado por delante, planee cosas la noche anterior, como por ejemplo qué ropa usará, qué comerá a la hora del almuerzo y cómo se transportará de un lugar a otro
- Si usted siente que las visitas al médico son estresantes, antes de ir escriba todas las preguntas que tenga
- Si usted está nervioso por una reunión laboral o una conversación difícil con un amigo o un ser querido, trate de planear con antelación lo que dirá
- Si tiene problemas para recordar sus planes, escríbalos en la herramienta de notas de su teléfono o computadora portátil. De esa forma, tendrá una cosa menos de qué preocuparse
Programe tiempo para
relajarse
Cuando usted está
estresado y presionado por el tiempo para realizar alguna tarea, relajarse
puede no ser una prioridad. ¡Pero tomar tiempo para descansar puede darle más
energía para todas las cosas que están en su lista! Intente poner en práctica
estas recomendaciones:
- Planee descansos para recuperar su energía. Trate de programar un descanso de 20 minutos durante su día de trabajo, o designe un día cada fin de semana para simplemente relajarse.
- Defina límites. Está bien no aceptar invitaciones. Todas las personas necesitan tiempo de tranquilidad.
- Sea honesto con sus amigos y familiares. Si necesita cancelar un plan o un compromiso para cuidar su salud, las personas que lo estiman entenderán.
- Una vez que haya reservado tiempo para relajarse, se dará cuenta que lo mejor que puede hacer, ¡es no hacer nada! O puede intentar hacer actividades como:
- Leer, ver su programa de televisión favorito o escuchar música relajante
- Practicar yoga o meditación para aclarar su mente
- Dibujar, escribir o hacer otra actividad creativa
Desarrolle rutinas
saludables
Un estilo de vida
saludable puede ayudarle a reducir los niveles de estrés y controlar los
síntomas del lupus. Desarrolle estos hábitos saludables:
- Duerma lo suficiente. Dormir es clave para mantener bajo control los síntomas del estrés y del lupus.
- Manténgase activo. La actividad física puede ayudar a reducir el estrés, ¡y usted puede comenzar a sentir los beneficios inmediatamente!
- Aliméntese de forma saludable. Cuando su cuerpo obtiene todos los nutrientes que necesita, usted puede manejar su estrés más fácilmente.
Cuide su salud mental
El estrés puede aumentar
su riesgo de problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad. Estos
problemas afectan a muchas personas con lupus. Más de una de cada tres personas
con lupus tiene ansiedad, y alrededor de una de cada cuatro personas con lupus
tiene depresión.
La buena noticia es que
hay tratamientos que pueden ayudar. Si usted piensa que podría tener depresión
o ansiedad, consulte con su médico y hagan un plan de tratamiento.
Obtenga ayuda
El estrés puede hacerlo
sentir abrumado y aislado. Pero recuerde que usted no está solo, y que hay
personas que lo pueden ayudar. Intente poner en práctica estas recomendaciones
para encontrar apoyo:
- Consulte con su equipo de cuidado de salud sobre formas de manejar su estrés, o sobre cómo obtener tratamiento de salud mental o programar una cita con su psicoterapeuta.
- Contacte a sus amigos y familiares. Hablar y pasar tiempo con seres queridos puede ser un gran alivio para el estrés
- Hable con otras personas. De esa forma, usted puede compartir sus experiencias con personas que también tienen lupus
¿Cómo se trata?
Puesto que el lupus y la
depresión van de la mano, es esencial que los profesionales de la salud no
descuiden el aspecto mental. Hay áreas de psicología especializadas en la
asistencia a pacientes con enfermedades crónicas a las que siempre es adecuado
recurrir.
Por otro lado, es
esencial que el paciente conozca su enfermedad. El lupus no tiene cura, pero
existen tratamientos que pueden facilitar una mejor calidad de vida y reducir
el impacto de los brotes.
Siempre es recomendable
estar en contacto con grupos de ayuda. Conocer a personas que viven su misma
realidad sirve de apoyo y facilita la adquisición de nuevas habilidades de
afrontamiento.
Fuente: La Mente es Maravillosa. Lupus Fundación de América.
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